*20*
No sabía que ponerme, que decir, que hacer, que pensar, simplemente no sabía lo que había hecho.
Estaba ansioso, nervioso y muchas emociones inundando mi cabeza.
Se que esto de una u otra manera me ayudará a conocer lo que siento, me permitirá aclarar mi cabeza y demostrar que es a Will a quién quiero.
Pero si tan seguro estaba ¿por qué me costaba trabajo ir? Yo había estado esperando esté encuentro ¿Qué te pasa Magnus Bane?
Sin más tomé unos pantalones negros un poco ajustados y rasgados de las rodillas, una playera verde olivo manga larga y una chamarra negra, traté de peinarme un poco pero resultó lo mismo de siempre.
Bajé y encontré a mi mamá sentada comiendo algo.
-Hola Mag -me brindó una bella sonrisa- ¿a donde tan guapo? -esa mujer siempre sabía sonrojarme.
-Oh vamos Madre no estoy guapo, estoy como siempre -dije lo más obvio pero ella sonrió.
-Estas como siempre -afirmó ella- siempre estas guapo
-Basta madre -no podía estar más rojo y ella lo sabía.
-Bien, bien -siguió comiendo y me senté a su lado.
-Madre -ella me volteó a ver.
-Si cariño
-¿Puedo salir?
-¿con quién? -me miraba interrogante.
-mmm... Con... ¿Will? -volteé la mirada.
-¡Por fin! Ahora si podrás salir con tú chico -golpeó mi hombro, yo solo volteé a verla abriendo mucho los ojos.
-Ma...
-No digas nada cariño, ve, corre, solo no regreses muy tarde -guiñó un ojo, woow esta mujer siempre me sorprendía pero así la amaba.
Besé su frente y salí de mi casa rumbo al lugar acordado con Will, en verdad que estaba nervioso ¿será que haríamos click al instante? O ¿solo es por mensajes?
Llegué al lugar acordado y ahí lo pude ver se veía tan guapo, tan sexy, tan perfecto, tan... Él.
Llevaba unos pantalones de mezclilla ajustados, una camisa negra con rayas verticales doradas y las mangas dobladas hasta los codos, esa combinación hacía resaltar sus facciones. Se encontraba sentado en unas mesas más lejos de mi, estaba de perfil viendo su celular; mis piernas no funcionaban no podía moverme ¿y si me iba ahora? ¿que le diría? Estaba a punto de irme cuando él volteó.
-Hey! Magnus -se levantó de la mesa y se dirigió hasta mi con una perfecta sonrisa en los labios.
-Ho-Hola! -¿que podía decir?
-Woow te ves bien -me veía sonriente- vamos, nuestra mesa es por allá -y sin más se giró y comenzó a caminar, doy gracias al cielo que se volteó y no vió mi gran sonrojo.
Comencé a caminar y cuando llegué él jaló una silla para mi, una sonrisa se instaló en mi rostro.
-Todo un caballero ¡he! -reí.
-Solo un poco -rascó su nuca.
Quedamos unos minutos en silencio, no sabía que más decir que hacer, nunca imaginé tenerlo así de cerca, sonriendome a mi, viéndome a mi.
-Me alegra verte -me lo dijo de un tono tan dulce.
-Y a mi -le Sonreí.
-Pero ya era hora, llevábamos un tiempo hablando y la verdad que me encanta hablar contigo -se sonrojó un poco, por el amor de Dios, una cosa es leerlo y otra muy distinta escucharlo de sus labios y ver esa perfecta combinación.
-Y-yo, a mi también me encanta hablar contigo -lo dije, no se porque pero me brindaba la confianza, me transmitía la seguridad para decir lo que siento- realmente alegras mis días.
-¿Solo los días? -hizo un puchero y comenzamos a reír- yo pensaba que tu semana
-Oh vamos William no seas tan arrogante -comenzamos a reír.
-Oh mira quién lo dice -dijo negando y aún riendo.
-Eso me ofende -llevé una mano a mi pecho.
-¿Dramático? -rió incrédulo- no recordaba esa faceta tuya
-Oh! Justo en mi corazón -hice una mueca de dolor.
-¡Oh santo cielo! ¿te herí? -su cara parecía divertida pero su voz preocupada- prometo no volver a decir la verdad
-Juegas sucio William -y sin más comenzamos a reír, los nervios que surgieron hace unos momentos desaparecieron.
La tarde surgió entre risas, chistes, pláticas serias, coqueteos mutuos, adulaciones, sonrojos, temas sin sentido y muchas cosas más, Will era interesante y te hacía ser tu mismo, con él no temías a ser rechazado, me sentía protegido, podía ser yo mismo sin miedo, decir lo que pensaba porque él me entendía y me apoyaba o de vez en cuando entrábamos en conflicto y eso hacía que nuevos temas de plática salieran.
No se porque pensé que él y yo no haríamos click al instante, lo hicimos sin problema alguno, aquí es donde pensaba el porque no nos vimos antes, hubiera sido perfecto salir en las tardes a diversos lugares a pasarla bien, a disfrutar de nuestra compañía.
-¿Qué quieres... -vió su reloj- ¿cenar? -dijo divertido.
-¿Ya la cena? -dije divertido- en verdad que contigo pasa el tiempo rápido
-Lo se, ya me lo han dicho
-Tienes el ego muy alto William -reí.
-Bromeo, contigo el tiempo no importa mucho sabes... La paso tan bien -sonrió- lo hubiéramos hecho antes
-Justo eso pensaba -Sonreí por lo raro y lindo que era el haber pensado lo mismo.
-¿Entonces?
-Aquí venden unas hamburguesas deliciosas -dije besando mis dedos.
-¿A caso leés mi mente? -negó divertido- es malo meterse en la mente de alguien
-En los derechos humanos no dice nada de eso, así que no es delito
-Pero admites que eres culpable
-No soy culpable de nada hasta que la ley me demuestre lo contrario
-Ves muchas series policíacas ¿verdad? -comenzó a reír.
-Son mi especialidad Detective William Herondale -guiñe un ojo y comencé a reír.
-Debo admitir no suena para nada mal -dicho esto estallamos en carcajadas.
Fuimos por las hamburguesas, unas papas grandes para los dos y dos refrescos.
Regresamos a nuestra mesa y comimos mientras nos conocíamos más, platicabamos de cosas sin sentido y otras con mucho sentido, haciamos bromas sobre nosotros y hacía nosotros.
-Realmente eres interesante -Will tomaba su hamburguesa.
-¿Me lo dices a mi o a tu hamburguesa? -Sonreí.
-Ya nos descubrieron amor mio -dicho esto mordió su hamburguesa.
-Eres imposible -comencé a reír y comer.
Al terminar de comer solo quedaban las papas que compartíamos y que hacían que de vez en cuando nuestras manos chocaran provocando risas y chistes al respecto.
-Estaban deliciosas -sobo su estómago.
-Te lo dije -guiñe un ojo.
-Debes enseñarme más lugares de comida -me sonrió- tal vez para la próxima salida
-¿Próxima?
-¡Claro! Después de esto no pensaras que dejaremos de salir
-Realmente me encantaría -claro, ¿por que no? Me gustaba tanto estar con él.
-Tu sabes de comida pero yo de postres, vamos por unos helados que estan para chuparse los dedos -besó sus dedos.
-Me parece un trato justo -sin más nos levantamos y fuimos al local que Will indicaba, mientras Caminábamos él me empujaba con su hombro y yo se lo regresaba, hacíamos bromas y no parábamos de reír.
Una vez con nuestros helados volvimos a la mesa y los comimos, de vez en cuando él tomaba de mi helado y yo del suyo.
-La mezcla de sabores es rara pero buena -decía saboreandose el helado.
-Vamos deja mi helado -apartaba su mano de mi helado.
-Debes ser compartido con tus semejantes -burló mi mano y tomó más.
Seguíamos riendo y discutiendo por más tiempo, él tiempo con él era increíble.
-Oye Magnus -de la nada se puso serio.
-¿Si? -volteé a verlo.
-No se como lo vayas a tomar pero... -se quedó callado por un rato.
-¿Pero...?
-Hay algo que quería preguntarte desde que te ví
-Ya sabes, tu preguntas yo contesto -le guiñe un ojo.
-¿Tus ojos son verde o dorados? -se veía intrigado y yo solo comencé a reír.
-Son Gris -seguía riendo y él solo sonrió mientras comenzaba a acercarse.
-No seas payaso Magnus -se acercaba y yo por diversión me acercaba a él- ¿verde o dorado?
-¿Tornasol? -Sonreí- Los tuyos ¿azul agua o azul cielo?
-Es el mismo tono Magnus -comenzó a reír y se acercaba más- tus ojos son impresionantes.
-Los tuyos también -sin darme cuenta nuestros rostros se encontraban a unos centímetros de distancia, su olor, su respiración tan cerca de la mía.
Inconscientemente nuestros rostros se acercaban más y más, la mesa ya no era impedimento, sabía muy bien lo que iba a pasar....
++++++
¿Qué va a pasar? 😱
Por el ángel ¿que está pasando aquí?
Esto no estaba planeado pero sinceramente me fascinó escribirlo.
Espero les haya gustado y nos leemos después 😘
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro