*2*
Lo sabía, sabía de que trataría la plática, tenía que llegar el receso y esa plática que ya me sabía de memoria llegaría.
Todo empezaría con un Magnus, querido, se por lo que has pasado y sabes que estoy aquí para ti, yo le diría que lo se y seguiría hablando y yo prestando atención hasta que sonará el timbre y llegaramos al salón.
-Magnus, querido -aquí vamos- se por lo que has pasado y sabes que estoy para ti ¿cierto? -bueno después va mi linea.
-Cat, yo l...
-Pero Magnus, debes superar esto, primero fue Camille y entiendo que te lastimó lo suficiente -esto en verdad no lo esperaba, ¡me cambió el discurso!- después fue la ilusión con tu chico de ojos azules, pero ya no está, no lo veras otra vez y debes entenderlo.
Yo solo podía verla y escucharla con un gesto de sorpresa, ese no era el discurso que me sabía, Cat ahora si que me movió la jugada y al parecer ella lo notó
-Disculpame cariño, yo se que esto es duro y tal vez pienses que soy la peor y te trato mal -acarició mi mejilla- pero es momento de que alguien te hable bien, no con cuidado y lástima -ok esto me dolió pero ganó mi sorpresa.
-Cat, yo...
-Se que creías que él te ayudaría a superar a Camille y más porque tenía exactamente lo que buscabas en alguien, pero debes ver a tu alrededor -señaló todo el patio- conoce gente, él no va a regresar, con él no lograrás nada.
Al terminar pasó sus manos por mis mejillas y retiró las lágrimas que sin saber ya se encontraban bajando, el timbre sonó, ella solo besó mi mejilla y nos levantamos para ir de nueva cuenta al salón.
Para ser sincero no se que pasó en el resto del día, yo solo podía pensar el lo que Cat me dijo y es que era cierto aunque me costaba aceptarlo, después de lo de Camille quedé mal, no digo que ella fue mi primer ilusión, pero si la primera más real.
Pensar en ella aún dolía, tal vez no como en un principio pero aún me costaba trabajo créelo.
Flashback
Después de tanto tiempo la volví a ver, en prescolar nos llevábamos bien, pero ahora, ahora las cosas cambiaban, ya no era una niña y yo tampoco.
Crecer le sentó muy bien.
La ví y ella me vió, mantuvimos el contacto por un largo rato hasta que su hermana Maureen le habló.
Ese día pensé en ella durante mucho tiempo, a cada rato recordaba ese encuentro hasta que la volví a ver, ella solo me veía y sonreía, conseguí su número y le mandaba mensaje, ella siempre respondía.
Platicabamos tal vez no por mucho rato, pero ella siempre me preguntaba quien me gustaba y yo no sabía que contestar.
Yo cada día me ilusionaba más, cada vez pensaba en que hacer o decir, le conté de ella a mi mejor amigo Imasu el me prometió ayudarme a acercarme.
Derrepente llegaba con cartas que "ella" escribía dirigidas a mí, diciendo que quería algo más conmigo pero que necesitaba saber que pensaba yo.
Pasaron algunos días en los que ya no hablabamos porque ya no tenía tiempo o estaba ocupada, pero Imasu decía que cuando la veía solo hablaba de mi y cuando llegábamos a hablar ella lo confirmaba.
Eso y más cartas llegaron a ilusionarme a tal grado de ir dispuesto a decirle que yo sentía lo mismo o más por ella, que yo también quería iniciar una relación con ella y ser felices, pasar el tiempo juntos.
Iba lo más convencido posible, doblé la esquina y lo ví, Imasu y Camille tomados de la mano riendo, al principio por ingenuo no quería aceptarlo y me trate de acercar más, sin duda la peor decisión de mi vida.
Caminaron unas calles e Imasu le dijo algo al oído a lo cuál ella solo empezó a reír, lo atrajo hacia ella y se besaron, se besaron tierno al principio y después con una lujuria que me hacia pensar que no era la primera vez que eso pasaba.
Solo salí corriendo sin ver, las lágrimas nublaban mi vista y mi mente solo estaba en ese beso, a mi mejor amigo besando a la chica que me había ilusionado y me decía que me amaba, ahora no se si algo de eso era cierto.
No se en que momento empezó a llover pero al llegar a mi casa estaba empapado, solo subí a bañarme para seguír llorando, esto era doloroso, no sabía que sentir, simplemente no lo podía creer.
Imasu iba a mi casa pero por una semana me negué diciendo que tenía tarea, pero no podía ocultarme por mucho tiempo.
Pasado una semana salimos, solo caminamos un rato en silencio, para mi muy incómodo, pero era mi amigo ¿cierto? mi mejor amigo y no por eso iba a dejar de serlo ¿verdad?
-Oye, Camille y yo andamos -lo dijo así, sin más con una sonrisa -¡Hay hermano! Esa mujer esta que arde
¿que? Osea, así ¿Así de fácil? A mi me costó una semana aceptar lo que ví y el lo dice así como si nada.
-Woow, pues, y-yo este... -¿que podía decir? -Me alegro por ti, y dime ¿como van las cosas?
Sin duda la pregunta más estúpida que pude hacer, a partir de ahí todos los días que saliamos me hablaba de como era su relación con Camille y yo solo escuchaba y daba consejos.
¿El colmo? Seguía hablando con Camille, lo se era masoquista, ella me hablaba de que estaría bien una tarde juntos y yo de estúpido seguía ilusionadome, pero también me sentía mal conmigo mismo, yo no podía traicionar a mi amigo.
Mi familia no sabía nada, ellos solo estaban ahí, no es que no confiara en ellos simplemente no estabamos en el mejor momento y ese era problema mio ¿no? Algo que solo yo puedo arreglar.
Un día sin más me encontré con ella, me sonrió y se acercó a mi, yo no sabía que hacer, ¿que le podía decir?
-Magnus hola -se inclinó y beso más bajo que mi mejilla- que guapo estas -posó una mano en mi mejilla.
-Ho-hola Camille -solo eso se me ocurrió y es que su presencia me volvía loco
-Extraño nuestras pláticas y verte -acariciaba mi brazo
-ah pu-pues, y-yo, este, y-yo ta-también, quiero decir, platicar era genial -solo veía mis pies.
-Oye lindura -tomó mi mentón y lo elevó para que nuestra mirada se encontrara- en verdad que... -se acercó más a mi, yo no sabía que hacer- estas muuy...
Listo, esto lo había imaginado Camille sería mi primer beso, tal vez ella me quería como yo a ella, tal vez siempre me quiso y es el momento de que nuestro amor sea posible.
Conforme ella se acercaba y me decía palabras dulces mis ojos se cerraban de poco a poco, sentía su aliento cerca de mis labios, su respiración tranquila mientras susurraba aquellas palabras, mi corazón empezó a acelerarse, inconcientemente me acerque a esos labios que me llamaban.
Solo pude escuchar su risa, inmediatamente abrí los ojos, mis mejillas rojas y mi rostro no podía reflejar otra cosa que asombro y confusión.
-jaja si que eres patético Bane -salió una pequeña lágrima de sus ojos por tanto reír- ¿en verdad creiste que yo te besaría? Prefiero intoxicarme, eso sería menos asqueroso.
Así sin decir más y limpiandose esa lágrima se alejó, yo solo podía estar estático, ¿que acababa de pasar? Pero antes de contestarme.
-¡Por cierto Bane! -gritó Camille- tu amigo fue un buen rato, pero al que quiero es a tu hermano -pasó su lengua por sus labios- me lo saludas -me guiñó el ojo y se fue.
Sin duda el peor día de mi vida.
Fin del Flashback
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Espero les haya gustado
Nos leemos después 😘
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