POV MAGNUS

Otro día, otro fantástico día de escuela inserten sarcasmo, no se como a alguien le pueda gustar la escuela, solo es ver a la gente de siempre y a los maestros que te joden la vida.

Yo tenía una razón para ir, él era mi razón, aquel chico guapo de último curso, ese bello joven alto cuerpo tonificado, cada cosa que usaba le quedaba perfecto y más con ese cabello negro y ojos azules ¡Mi combinación perfecta! Era inevitable verlo y prácticamente seguirlo por todo el instituto.

¿Como lo conocí? Buena pregunta, como conocí a ese hermoso chico que invadía mis pensamientos cada minuto del día, yo Magnus Bane el chico más tímido e invisible de toda la preparatoria;  así lo creía yo y eso que recientemente había entrado en el instituto, pero mi pasado era más fuerte que yo.

Aún recuerdo ese día como si fuera ayer...

Flashback

Eran las 6:45am siempre temprano el primer día, mi mamá se asegura de eso y de llevarme hasta la puerta del colegio, era mi primer día, era nuevo, nuevo en todos los sentidos.

-Vamos cariño debes entrar, mucha suerte -dijo y besó mi mejilla.

-Queremos 10 como siempre -me guiñó el ojo mi padre.

Así me despedí de ellos y entré, estaba más nervioso que nunca, era un lugar grande, mi temor, perderme, lo se suena absurdo pero así era.

Venía inmerso en mis pensamientos y temores que cuando crucé la puerta no vi el frente y choqué, ¿que cosa más vergonzosa podrías pasar en tu primer día? Solo sentí mis mejillas arder al momento que deseaba que la tierra me tragara.

No quería ver al frente mi mente gritaba no voltees, solo corre, corre y que nadie te vea pero eso hubiera sido más penoso.

Fuí levantando mi vista, poco a poco subí la mirada y aquella persona con la que choqué llevaba unos zapatos negros relucientes, pantalones gris de vestir, por lo que llevaba hasta ahora pude deducir que era de mi tamaño o un poco más alto que yo, sus manos, unas manos grandes de esas que quieres que te envuelvan y que nunca te suelten, llevaba un suéter azul marino poco arremangado, su pecho ¡Dios! Se veía que iba al gimnasio o al menos se cuidaba, ahora más que nunca me urgía ver su rostro porque como decía mi amiga Tessa "hay hombres que tienen cuerpo de tentación pero cara de arrepentimiento" y en verdad esperaba que no fuera así.

En ese instante lo ví, su rostro levemente inclinado, una sonrisa curva, su color de piel se veía tersa, no tan moreno como yo pero tampoco pálido, un cabello negro que le hacia resaltar y sus ojos ¡por Dios sus ojos! De un azul ¡SI!  Azules, de ese azul en el que te es fácil perderte y eso fue exactamente lo que me pasó, no podía dejar de verlo.

-Perdona no te vi -dijo rascándose la nuca, ¡diblos! ¿podría ser más perfecto?

-N-no, no, no te preocupes -al momento creo que salió mi sonrisa más boba del mundo.

Él me sonreía un poco rojo y yo solo lo veía, quería preguntarle algo, su nombre tal vez, para así saber cómo se llamaría el dueño de mis sueños.

Estaba tratando de encontrar mi voz para decirle o preguntarle algo pero...

-Los estudiantes de publicidad, por favor formense de este lado -dijo lo que parecía ser un prefecto, nunca había odiado tanto a alguien en mi vida.

-Oh, bueno yo debo ir a clases, en verdad disculpa -dijo este perfecto hombre, mi chico de ojos azules, que hasta su voz era la perfecta melodía, de esas voces que te teletransportan a cualquier lado.

-Cl-claro, p-pu-pues n-no te preocupes, y-yo debi fijarme -me trababa tanto como no lo había hecho jamás.

Y así sin más me brindo una hermosa sonrisa y dio medía vuelta, lo vi irse y fue la mejor vista que pude tener.

Fin del Flashback

Sin duda el mejor recibimiento de la historia, todo el día me la pasé pensando en él, en saber quién era porque claro, me perdí tanto en él que nisiquiera pregunté su nombre.

Me gusta recordar este momento, me encanta pensar que por un instate no era invisible, que alguien me vió y el que me vió fue precisamente él, mi chico de ojos azules.

No puedo evitar pensar en él e imaginarme tantas cosas, imaginarme con él de la mano, compartir mi primer beso con él, si lo se, ¿quién puede ir en preparatoria y no haber dado su primer beso ya? Pero recuerdan quien soy ¿no? No debería sorprenderles.

Como pude salí de mi cama, tenía que madrugar ya que el instituto no quedaba muy cerca de mi casa.

-Magnus cariño, se te está haciendo tarde, baja ya -decía mi madre desde las escaleras.

Mi madre siempre puede ser tan amorosa incluso en los momentos más crudos, siempre ahí con una sonrisa y diciéndome lo guapo que soy, típico de mamás, pero sin duda eso levantaba mi ánimo.

A veces pienso que soy adoptado y es que mi color de piel no es como el de mis padres o el de mi hermano Raphael, yo soy más moreno, alto y algo delgado, en cambio ellos tienen un tono de piel güero, su piel es hermosa y un cabello lindo a decir verdad.

Yo solo amo mis ojos a muchos les incómoda pero no tengo la culpa de poseer ojos amarillos-verdosos, también me gustan mis labios, lo se suena raro pero soy yo y lo raro es común en mi.

Ya, dejo de pensar, pienso bastante y actuó poco.

Ya estoy por bajar, no me tardo ni 15 min y ya estoy listo,  no dedico mucho tiempo en arreglarme, solo voy a la escuela no a una pasarela de modas.

******

1 hora ¡1 hora de camino! Pero ya estoy aquí, sin ganas y eso que es el primer día después de vacaciones.

1 año ya en este instituto y él ya no está, con él las ganas de venir se fueron por la borda.

-¡Hey!  ¡Magnus! -dijo una voz conocida- ¡Hey tú! ¡Te extrañé tanto! -y así sin más corrió y me abrazo, agradezco que no tenga tanta fuerza si no caeriamos al suelo.

-¡Hey! Cat, tranquila solo fueron 3 semanas, no es para tanto -esta mujer es algo intensa a veces, pero la verdad es que también la extrañé

-¡Tonto! Ya se que soy la única de los dos que en verdad te quiere -hizo un puchero medio extraño, solo pude reir y abrazarla más.

-Ven, vayamos al salón -reimos mientras la agarraba del brazo y caminamos hablando de cosas sin importancia.

Al llegar todo fue igual, las mismas personas, las mismas bancas, el mismo salón, el único cambio fueron los profesores.

-¿Que tienes Mag? -preguntó Cat sacandome de mis pensamientos.

-Nada linda ¿por que lo dices?

-Porque tienes la mirada perdida y el profesor lleva 30 minutos hablando y apuntando, pero tu -señaló mi libreta- no has copiado nada

-Oh!  Te refieres a eso -solté un bufido- no es nada linda, es solo que no entiendo lo que dice, ya sabes el inglés no es lo mio -le guiñe el ojo pero ella se veía más preocupada, ¿pero que...?

-Magnus, el maestro es de psicología -dijo frunciendo las cejas, ¡Claro! Ahora entiendo.

-Claro, ya lo sabía, solo quería saber si tu prestabas atención querida -mentir era lo conveniente.

-Tu y yo tenemos que hablar ¿está claro? -sin más se volteó al frente.

Ok, vamos en el primer día, primeras horas y la plática que ya se de que tratará es inevitable ahora.

++++++++

Espero les haya gustado, ya saben cualquier cosa acepto comentarios.

Nos leemos después.
Y ¡Gracias por leer!