"4"
Revisó su celular tantas veces para comprobar si en este se encontraba algún mensaje de Taehyung, pero ni siquiera aparecía la foto de él. Intentó enviar mensajes, sin embargo, todo le fue imposible. Su único consuelo eran sus fotos... Sus fotos. Tal vez su madre lo reconocería.
Salió corriendo de su cuarto en dirección al de su madre, mientras buscaba alguna foto de Taehyung.
-¡Mamá!-abrió la puerta de un golpe.
-Jungkook, ¿por qué tanto lío?-volteó a ver su hijo que trataba de contener el aliento- ¿Pasó algo?
-Este... ¿Este es el chico que trajo el celular? - miró a su madre con nerviosismo, ansiando una respuesta- ¿Es el mismo?
-Ciertamente es muy apuesto, pero.. no es él. El chico que vino era angelical, un rostro muy lindo, jamás lo olvidaría- el castaño sabía que las probabilidades eran casi nulas, pero aún así eligió creer. ¿Estaba siendo ingenuo? Aún no lo sabe.
-Pero tal vez te confundiste, míralo bien- Jungkook mostró fotos de Taehyung en distintos ángulos, mientras su madre lo veía con tristeza - F-Fíjate bien, seguro es él... - presionó sus labios con fuerza, causándole ardor.
-No lo es, bebé - su madre le dedicó una mirada cariñosa y preocupada- Mi amor, son personas distintas - agarró el celular del menor y vio las fotos una vez más - ¿Quién es él?
-Un amigo, no... Es solo un compañero - desvió la mirada, lo que hizo sospechar a su madre un poco más. Pero su madre ya veía las cosas con más claridad. Ahora sabía un poco más de lo que él creía.
-Jungkook, siempre te he dicho que hables apropiadamente a la gente. Alza el rostro-el menor obedeció- Muy bien. Ahora, dime, ¿qué ocurrió ayer? Quiero que me digas la verdad.
-Nada, mamá... Solo estuve con Jin y no me di cuenta de que ya era muy tarde- jugó con sus cabellos. Él estaba ocultando algo.
-Jungkook... - subió su mano acariciando los cabellos del castaño con gentileza, apartando sus manos para sujetarlas cariñosamente- Yo necesito tener una charla contigo. No te regañaré, pero quiero preguntarte algo, quiero que respondas mis dudas.
Estaba hablando en serio. Ella lucía decidida a averiguar lo que ocurría, aún si eso significara un gran dolor para él, porque tendría que decirle lo que sabía, aún si eso significara una gran pérdida para él. Y estaba bien, porque habían aceptado las consecuencias.
-Mamá - la detuvo - Tengo que ir a la universidad. Es tarde, pero llegaré para la segunda clase.
-Bien, pero hablaremos cuando vuelvas-depositó un tierno beso en su mejilla-Ve rápido, se te hace tarde. Agarra dinero de mi billetera y cómprate algo en el camino, ¿de acuerdo? - el menor asintió con desgano- No olvides lo mucho que te queremos. Tu padre y yo.
Como si su padre pudiera entenderlo alguna vez.
*Recuerdo*
Jungkook no es el tipo de persona que hablaba de sus sentimientos con facilidad, le costaba mucho abrirse a los demás, era muy tímido para relacionarse con sus compañeros, pero cuando lo hacía, cuando encontraba a alguien para él, su sonrisa era la más brillante de todas. Emana calidez con las personas que ama, definitivamente alguien que vale la pena conocer. ¿Pero a él realmente lo merecían? Había quienes intentaron lastimarlo y lo juzgaron por su manera de decir las cosas de una manera directa. Él no se guardaba nada, porque era sincero con todos, era inocente con sus palabras.
Sin embargo, todos tienen sus propios secretos, todos tienen un lado que no quieren enseñar a los demás.
-Sé que has pasado por muchos problemas con Jungkook. Yo que soy su madre, sé lo frío que puede llegar a ser- su madre se escuchaba apenada- Pero él no siempre fue así, él solía reír mucho. Amaba escucharlo tan feliz, pero él salió muy lastimado por los rumores en su anterior colegio- su rostro mostraba lo difícil que era para ella hablar de lo sucedido- Ahora es un nuevo comienzo para él y sé que ha sido malo contigo. Perdónalo, ¿sí? - sujetó las manes del pequeño chico en frente de ella- Te prometo que él no es de esa manera, él solamente está asustado de la gente, y es normal, pero él tiene que dejar ir su miedo. Y necesito que lo apoyes con esto. Sé que eres un niño muy amable, por eso te lo pido a ti- el menor trataba de entender lo que decía y el peso que tenían sus palabras- Aprécialo y enséñale como un amigo debe ser.
-Creía que me odiaba, pero yo.... trataré de llevarme con Jungkook- respondió de buena manera- Creo que él no hablaba en serio, pues solo se veía triste en todo momento y, a pesar de todo, él luce como un conejito, ¿no? - miró a la mujer que mantenía una expresión triste, brindándole una bella sonrisa- Seguro es muy tierno en el fondo, así que intentaré ser su amigo, aunque no sé si él me llegue a considerar como tal- murmuró poco convencido de lo que él podría llegar a hacer. Tal vez el castaño ni siquiera lo tomaba en cuenta como un humano.
-Gracias, eres un gran chico- arrugó su nariz. El mismo gesto que hacía Jungkook cuando algo le molestaba. Era idéntico a su madre- Te lo dejo en tus manos, pero no le digas nada a Jungkook de esto, ¿sí? Luego hará un escándalo. Y no te preocupes mucho, él de verdad te estima. Tanto que hubo veces en las que me hablaba de ti intentado disimular su sonrisa- el pelinegro sintió un gran alivio tras escuchar sus palabras. Porque él en verdad lo apreciaba.
-Por supuesto, daré lo mejor de mí. Ahora... ¿Puedo ir a hablar con él? Tal vez podamos resolver esto y... comenzar con nuestra amistad. Una muy bonita amistad, ¿no? Prometo que lo haré reír hasta que no pueda respirar.
-Sí, sé que si eres tú, será posible. Él está en la sala, ve a hablar con él. Ah, por cierto, tu mamá me ha dicho que vendrá por ti en una horas y yo saldré también, así que tienen la tarde para ustedes. Si lo ves un poco malhumorado, no te preocupes, en cuanto te vea será diferente. ¡Mucha suerte!
Semanas después...
-Mamá, ¿dónde está el chico ese?- preguntó ocultando su preocupación. Aunque no era muy buen actor.
-Jungkook... Sus padres han tenido que viajar por ciertas razones, pero no te desanimes, ¿sí? ¡Pronto va a volver y jugarán mucho que no tendrán tiempo ni para dormir!
-Ah, mamá, ¿qué dices? Él no es tan importante.
-Está bien, hijo. Si tú lo dices.
Meses después...
- Mamá, él aún no regresa, ¿sabes algo? Solo estoy un poco preocupado, creo que es normal- Jungkook jugó con sus dedos, reflejando su gran ansiedad. ¿Por cuánto más podría soportar?
-No, hijo, nada... No he sabido de ellos pero te avisaré si me contactan, ¿ya? No te desanimes, ya volverán.
-Esta bien, mamá. No te preocupes...
Un año después...
-Ya ha pasado un año...- miró con nostalgia el paisaje que el invierno le daba. Sintiendo el frío desolador incluso bajo su piel.
-Hijo... Yo sé que es difícil lo que estás pasando, pero...
-Sí, lo entiendo. Debe tener sus motivos y yo lo entiendo. Aún es mi amigo, mamá.
Un par de años después...
-¿Qué pasa, cariño?- el castaño se sentó al costado de su madre estando claramente ansioso.
-¿Te acuerdas del chico con el que solía jugar?- habló finalmente cuando encontró el valor necesario para iniciar la conversación con su madre. Era aterrador.
-Jungkook... De verdad lo siento. Sé que eran como hermanos, aunque no lo quieras admitir. Lamento no poder hacer nada.
-No, mamá. Yo soy el que debo pedir perdón
-¿Perdón? ¿De qué estás hablando?
- Yo... Te defraudé. Tal vez aún no lo sabes, pero lo hice. Lo estoy haciendo.
-No te entiendo, Jungkook- preguntó su madre, confundida.
-Hace un tiempo... No. Desde que lo conocí sentí algo raro en mí y lo odiaba por eso, por lo que despertó en mí. Nunca antes me había gustado alguna niña, pero me gusto él - respiraba con dificultad- No lo quería aceptar, por eso lo molesté de muchas maneras, mamá... No pensé que llegaríamos a ser amigos, pero lo fuimos. Sé que hablaste con él, no es necesario que lo ocultes, yo lo sé. Muchas gracias, mamá- esbozó una triste sonrisa- Pero a medida que pasaba el tiempo, solo se hizo más fuerte, el sentimiento de querer algo... El que te guste alguien ya no era algo ajeno a mí. Yo... me enamoré de él- sintió sus ojos escocer ante su propio dolor - No sé cómo, pero lo hice, y no, no estoy confundido, no quiero que me des una charla sobre la sexualidad porque he tenido suficiente tiempo para pensarlo... Yo... Hace unas semana salí con una chica y tuvimos relaciones... Y mamá yo no sentí nada, solo me sentí asqueroso, no por ella, sino por mi, por lo que me convertí, llegué a usar una chica para mi propio beneficio creyendo en la ingenua idea de que esa sería el fin a mi problema, pero no, ahora es peor y no se como resolverlo mamá... Yo estoy tan enamorado de él que ya no sé qué hacer... Han pasado tantos años, yo... ¿Hay algo mal en mí?- se rompió dejando visible a un pequeño chico que trataba de ser fuerte, pero que terminó por desmoronarse con sus propias palabras.
Lloraba como un niño al que se le quitó su dulce favorito, el Jungkook que nunca quería mostrarse débil ni exponer sus sentimientos se había hecho notar. Y nada era más desgarrador que ver bajo aquel inútil disfraz a un corazón que luchaba por mantenerse en pie, aunque fuera en vano. Porque ese corazón ya tenía un profunda cicatriz y buscaba ser sanado.
-No, hijo, tú no estás mal. Tú eres perfecto- contuvo las lágrimas que rogaban por salir- Eres el mejor hijo. Tan inteligente y responsable, ¿puedo pedir algo más? T-Tú me has dado una razón para vivir. T-Tú eres mi felicidad- dejó escapar unas cuantas lágrimas, ocultando sus deseos de llorar desconsoladamente. Su pequeño Jungkook estaba siendo sincero y ella quería aconsejarlo en consuelo a todas las veces que no pudo, ya que el menor no le decía nada- Y yo quiero que tu encuentres la tuya también. Soy tu mamá, pero también soy tu amiga, tu consejera. Te digo que tu orientación sexual no te define como persona. Solo tú elegirás a la persona que quieres y yo lo entenderé, porque tu sonrisa es mi mayor tesoro- tomó el rostro del menor entre sus manos y cerró sus ojos, dejando finalmente salir un sollozo- Yo sé que desde hace años no sabes nada de él y no imagino cuan doloroso debe haber sido, pero aquí estoy yo. Así que no te dejaré ser infeliz. Cada vez que llores, yo te haré reír; cada que te caigas, te levantaré; y así, cuando obtengas una nueva razón para sonreír, te cuidaré desde atrás, anhelando siempre que seas feliz ,mi pequeño. Así que solo llora todo lo que puedas hoy, y mañana sonríe, porque la vida es demasiado hermosa para dejarla ir. Y tú eres demasiado hermoso como para no estar en ella.
*Fin del recuerdo*
Y con el tiempo, la herida cerró, se volvió un recuerdo del pasado, enterrado en lo más profundo su ser. Oculto entre sus pensamientos, donde no puede ser encontrado, porque ahora hay otra persona adueñándose de cada rincón de su alma. Llevándose todo de él, llevándolo al mismo lugar en el que estaba hace años. Esa persona lo llevó al cielo para después arrojarlo al infierno. Y no era un lugar desconocido para él, ya había estado ahí, ya había sentido el mismo dolor. Sólo que ahora, ya no podía ser sanado de la misma manera. Ahora él tenía que encontrar la forma de volver, el tenía que encontrar su propio camino para ser feliz. Pero en este momento, él solo quiere estar entre las llamas y las cenizas, quiere sentirse miserable un poco más, quiere que le duela un poco más.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro