"3"
-No tienes que hablar conmigo si no quieres.
-No. Quiero.
-Pero Jungkook, has estado así desde hace horas-Jungkook hizo caso omiso de su comentario-Dios, si sigues bebiendo así acabarás con toda mi reserva- el castaño abrió otra lata de cerveza para tomársela de un sorbo- ¡Jungkook! Acabas de cumplir 18 años y ni siquiera estás acostumbrado al alcohol. Anda, déjalo.
-Es más fácil así, hyung- soltó con sinceridad- B-Bien. ¡Comencemos!- hipó- Y-Yo sé lo que piensas. ¿Crees que perdí la cabeza no?- Jin negó mientras subía una mano a su frente- Pues sí. Ya la perdí- su mirada se tornó fría.
-Hablemos de esto otro día, ¿sí?-le acarició la mejilla y le quitó la bebida que sostenía- Tengo que salir y no te puedo dejar aquí solo. Te llevaré con tus pa- se vio interrumpido.
-Kim Taehyung- soltó abruptamente el castaño.
-¿El de la facultad de derecho?- Jungkook asintió- Bueno, pues... Es muy guapo, ¿no? Escuché que se graduaba el próximo semestre. Pero no entiendo que tiene que ver contigo.
-Hyung, ¿sabes cuál es mi orientación sexual?-miró al piso un poco avergonzado- Seguro no lo sabes. Y... seguro te alejarás de mí, todos se alejarán de mí - murmuró con voz temblorosa.
-¿Piensas que me alejaré de ti?- dijo Jin un poco herido, creyendo que el menor no lo conocía bien. ¿Después de todo, aún tienes dudas de mí?- Dime, ¿quieres que me aleje de ti?- recalcó con reproche.
-¡No! - negó desesperadamente- No es lo que quise decir... - respiraba con dificultad.
-¿Qué quieres decir?- respondió Jin irritado- Maldita, sea, Jungkook, ¿es tan difícil confiar en mí? -perdió la paciencia cuando el castaño no respondió- Ah, está bien- Suspiró cansado de la conversación. Se levantó, pero se vio detenido por una mano que temblaba sobre la suya.
-Yo soy gay- alzó la vista, dándole a Jin una mirada rota- ¿Estoy mal? ¿Está mal? ¡Dime! -suplicó, tratando de contener las lágrimas- Si me comienzas a ignorar a partir de ahora, ¿qué haré?, pero si no me quieres más como amigo, yo... Yo lo entenderé- trató de mantenerse fuerte, de que su voz no se quebrara, ni que sus lágrimas lo delataran. No quería que supiera cuanto le dolía, al menos no por sus palabras, porque sus ojos eran sinceros. Sus ojos decían "No me dejes" "No te vayas" pero eso era algo que él no podía decir con tanta facilidad.
-Ah, Jungkook- lo miró con empatía, calmando su enojo- ¿Estás preocupado por eso?- el menor esquivó el contacto visual- Mírame, por favor- Jungkook subió la mirada con temor, aterrado con la posible respuesta- Mi lindo bebé, ¿crees que yo te dejaré de querer por algo así? Por supuesto que no. Tú eres una de las pocas personas que pudo ver algo bueno en mí, algo que ni siquiera yo era capaz de ver. Siempre te concentraste en las cosas buenas que tenía, pero jamás despreciaste mis defectos- el tono de voz de Jin derrochaba dulzura- Si me dijeras que eres un ladrón o asesino, está bien. Porque yo seré tu cómplice, y antes de juzgarte, te comprenderé- Jungkook fue dejando caer pequeñas lágrimas- Sé de la forma en que tu quieras, porque así tú lo habrás decidido. Y yo, me mantendré a tu lado, porque así lo habré querido- besó su frente sin timidez, limpiando las lágrimas de sus mejillas.
-Hyung, ¿te arrepentirás de tus palabras? - preguntó con ansiedad. Bajó la mirada otra vez.
-Jungkook, mírame-evitó su mirada- Mi pequeño- agarró su rostro con ambas manos- Si te estoy cuidando en estas condiciones es por algo. Yo nunca estaré decepcionado de ti aunque te tomes toda mi cerveza- rió ligeramente- Jamás lo estaré, porque sé la clase de persona que eres- el chico que se encontraba frente a él tenía acentuadas las bolsas bajo sus ojos y no podía soportar verlo de esa manera- Dime todo lo quieras. Tus inquietudes, tus miedos, tus deseos, todo. Yo amaré todo de ti. Así que no me digas nada de lo que pasó ayer. No aún. Quiero escucharlo de ti el día que estés preparado. Ese día nos sentaremos, compraremos algo rico y escucharé atentamente todo lo que me tengas que decir. Así que no te esfuerces, Jungkookie.
-Hyung, yo- las lágrimas se deslizaron por su mejilla sin detenerse, y recostó su frente en el pecho del mayor-Te juro que te lo contaré todo. T-Te lo prometo.
-Si. Está bien-lo llenó de besos por todo el rostro. Jungkook dejó salir una pequeña risita- Ah, lo que tengo que hacer por ti- tomó al castaño entre sus brazos, levantándolo con facilidad-Vamos a dormir, hoy me quedaré contigo- Jungkook se movió nervioso queriendo apartarse- ¿Qué pasa?
-¿No soy muy pesado?- Jin rió - Hyung, ¿qué es tan gracioso? -preguntó ofendido.
-Mmm. Solo me hace gracia que Jungkookie me pregunte si es pesado con el delgado cuerpo que tiene.
Sin añadir más, lo llevó hacia su habitación y lo recostó sobre su cama. Comenzó a sacar sus prendas sin pudor, pero en uno de los bolsillos encontró una cajetilla de cigarrillos. ¿Desde cuándo volvió a fumar? Él sabía que hubo un tiempo en el que Jungkook tuvo ese vicio, pero creyó que lo había dejado atrás. Al parecer no.
-Jungkook, ¿no confías en mí, verdad?-habló al aire sin encontrar respuesta.
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Despertó con dolor de cabeza. Debía ser la resaca. Trató de levantarse de la cama cuidadosamente para no despertar a su amigo que se encontraba durmiendo profundamente. Luce como un ángel pensó. Se dirigió a la cocina y sacó una fruta, dirigiéndose a la sala. En este momento deben pensar que he sido secuestrado se dijo al ver que era medianoche. Era muy tarde y no podía volver a casa, pero si podía llamar a sus padres. Buscó su celular por todas partes, pero no lo encontró por ningún lado. ¿Dónde lo había dejado? Ah, mierda. Él mismo lo había tirado. Tendría que conseguir otro y un nuevo número... Un nuevo número. Así esa persona no sería capaz de contactarlo, ¿pero quería hacerlo en verdad? O tal ve... quería ver cientos de llamadas en ese celular, disculpándose, diciendo que todo había sido un malentendido, pero esas cosas solo pasaban en las novelas, ¿cierto?
Fue a la habitación y agarró el celular de Jin que era de un tono rosa. A ese chico le encantaban las cosas lindas.
-Hyung, ¿puedo usar tu celular? -no respondió- Hyung- estaba profundamente dormido- Bueno, gracias hyung.
Marcó el número de sus padres, pero no contestaban. Siguió insistiendo hasta que escuchó la voz de su madre al otro lado de la línea.
-Mamá, soy yo. Jungkook.
-¿Hijo?¡Jungkook!-gritó histérica- ¿Por qué no nos has llamado? ¿Dónde has estado? ¡Eres tan descuidado! ¿Ni siquiera has pensado en tus padres?-trató de calmarse- Escucha Jungkook por tu bien y el de tu consola mañana te quiero aquí a primera hora, ¿entendiste?
-No, mamá, la consola no, por favor-rogó- Todo menos eso.
-¡Jungkook! Parece que no hasta entendido el punto. ¡Eres un sinvergüenza!
-Sí, mamá-suspiró- Yo también los extrañé. Quería llamarlos, pero no tuve tiempo.
-¿No has tenido tiempo? ¿Esa es una excusa? No he sabido nada de ti y me llamas recién y, por Dios, mira la hora que es-sintió un fuerte dolor de cabeza- ¿Estás con Jin? Dime que estás con él.
-Sí, mamá, estoy con él. Por cier-
-Jungkook, ¿dónde está tu celular?- tragó saliva- Lo has perdido, ¿no?
-No... Bueno, sí. Mamá, compraré otro. Te lo prometo.
-Ahórratelo, Jungkook. Pero estás salvado. Hoy me llamó un joven desde tu celular, al principio creí que era un delincuente, sin embargo, cuando él se ofreció a traerlo muy amablemente, quedé encantada- ¿un joven? ¿Taehyung? No, es imposible- Tienes mucha suerte, jovencito. Un amable y encantador chico encontró tu celular. Esas cosas no pasan fácilmente-¿Y si es posible?
-Mamá... ¿cómo era él?
-Pues ya te lo dije, niño. Era guapo, muy guapo.
-¿Te dijo su nombre?
-¡Por supuesto!- lo embargó cierta esperanza- Pero sabes que tu madre no es buena recordando cosas. Pero, de todas maneras, eso no importa, solo tienes que sentirte agradecido.
-Mamá, necesito que te acuerdes, dime más de él- su madre notó un tono extraño en su voz.
-Jungkook, ya es muy tarde. Anda a dormir, porque mañana tendremos mucho que hablar.
-Está bien- se resignó. Quizás mañana podría preguntar - Te quiero, mamá.
-Yo también- respondió su madre cariñosamente.
El castaño se dirigió a la habitación del mayor y buscó sus prendas. Sin embargo, los cigarrillos no estaban en su lugar, de hecho, no había rastro de ellos. ¿Jin los había encontrado?
-Hyung yo... - susurró, pensando que este no lo escuchaba- Yo lo siento tanto.
No. Yo lo siento. Siento si piensas que lo que haré es incorrecto, pero no hay otra opción.
Jungkook se recostó al costado del mayor, quedándose dormido después de unos minutos, pero no percibió que el mayor se encontraba aún despierto, esperando que el castaño volviera a dormirse. Para cuando Jungkook cayó rendido ante el cansancio, Jin revisó su celular, notando que él lo había usado para llamar a su madre. Se apresuró al baño con el celular en mano, rogando que el menor no despertara en ningún momento.
Yo quiero ver tu preciosa sonrisa.
-Jungkook, ¿no te dije que mañana hablaríamos?- contestó su madre de mala gana.
-No, señora. Soy Jin.
-Jin, hijo. Muchas gracias por cuidar de Jungkook, eres un gran amigo.
No sé si deba hacerlo, pero estoy seguro de algo.
-Yo quisiera hablar con usted- tragó saliva- Quisiera hablar acerca de Jungkook.
Perdóname si lo que hago por hacerte feliz termina dañándote aún más.
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