Espérame, por favor.  No corras, no me dejes solo , tengo miedo, te necesito.

¿Por qué me haces esto?

Reaccionó violentamente sobre el colchón, sudando frío mientras recordaba la imagen de hace un instante como si hubiera sido real. Después de todo se sintió tan real pero le dejó de dar vueltas al asunto. Los sueños son solamente eso. Es solo un sueño. Una horrible pesadilla. Nada más.

Se intentó levantar sabiendo el frágil estado en el que se encontraba su cuerpo, le dolía la cadera ante el mínimo esfuerzo de mantenerse de pie.

Pero el dolor no importaba después de todo, ya nada importaba realmente después de esa noche.

Lo buscó por toda la habitación del hotel, pero no se encontraba en ningún lado, solo notó que había olvidado su reloj sobre la mesa de noche. Él siempre tenía que olvidar algo. Se apresuró a darse un baño fugaz o no llegaría a sus clases. Terminó y se dio cuenta que no había traído otras prendas, se puso las de la noche anterior, sus padres seguro estaban preocupados enviándole muchos mensajes, pero no quería saber de nadie. No quería volver a la realidad por un tiempo más. 

Dirigiéndose hacia la puerta dio un último vistazo al cuarto, enrojeciendo por los recuerdos vividos. Su primera vez con la persona que amaba. "Fue una noche maravillosas. Una noche de muchas más que no olvidarás." Se dijo a sí mismo ensimismado en su fantasía. Llevó el reloj consigo para dejárselo en el camino, tendría una excusa para verlo aunque esté ocupado en sus asuntos. Solo quería verlo una vez más antes de volver a la rutina.

Agarró un taxi y se dirigió al apartamento de él, pero olvidó que había dejado su billetera en la habitación del hotel. Le pidió al taxi volver y corrió con pesar hacia la recepcionista, llamando su atención un elegante señor esperando a su costado. 

-Buenos días, ¿en qué le puedo ayudar?

-Vengo de parte del joven Kim taehyung. Se hospedó en la habitación 203,pero olvidó un objeto importante antes de irse.

-¡El joven Kim taehyung! Un momento, por favor. Iré a preguntar.

Jungkook quedó confundido al escuchar la conversación. ¿Que tenía que ver aquel hombre con Taehyung? Trató de mantener la compostura, escuchando cuidadosamente a la recepcionista que venía de regreso.

-Lamento decir que la habitación ya fue limpiada y no se encontró ningún objeto de valor, salvo una billetera de cuero.

-Lo siento, parece que me equivoqué. La billetera es del joven Kim-sonrió mirando a la mujer satisfecho, parecía haber encontrado lo que buscaba, aunque no era precisamente el reloj- ¿me la daría?

-Por supuesto. Aquí tiene.

-Muchas gracias-la revisó y sacó la identificación que se encontraba en uno de los bolsillos sonriendo nuevamente- El joven Kim estará agradecido.

-¡Gracias a usted y al joven Kim Taehyung!

El hombre agarró la billetera sin pensarlo dos veces y se la llevó consigo. Jungkook estaba atónito pensando qué hacer, si ir tras él o llamar a Taehyung para pedirle alguna explicación. Pero prefirió correr tras aquel hombre aún si el cuerpo le decía que no se esforzara. Antes de poder tocar su hombro, cayó sin tener la fuerza necesaria para seguir.

 El hombre volteó y lo encontró tirado frente a él, y este lo ayudó a levantarse.

 -¿Te encuentras bien?-algo cruzó por su cabeza al ver su rostro, tal vez encontró lo que realmente quería hallar. Tal vez solamente reconoció a la persona de la identificación. Pero había algo extraño en él que lo ponía intranquilo.

-Sí, gracias. Disculpe...- volvió a perder el equilibro, pero antes de volver a caer el hombre ya lo sostenía del brazo.-No tiene que...

-Lo ayudaré.

-Está bien-aprovecharía la oportunidad para saber quién era esa persona- Muchas gracias.

Lo llevó hasta la sala de estar, donde lo recostó sobre el sofá con cuidado. Jungkook trataba de sacar conclusiones, pero solo lo empeoró al darse cuenta que no sabía nada de Taehyung. Se conocieron casualmente, salieron sin algún tipo de formalización. Ambos sabían que estaban jugando con fuego, pero a esas alturas el ponerle nombre a lo que tenían parecía absurdo. Estaban enamorados y eso era más que suficiente. Y, aunque no habían tenido la oportunidad de hablar como se debe, no había mucho que decir. Ya había escuchado lo necesario. Había escuchado esas dulces palabras saliendo de sus labios con la dulzura suficiente para matarlo. Él dijo que lo amaba. Que lo ama.

 -Gracias, señor-bajó la mirada para ganar valor- Me gustaría preguntarle que hace usted con mi billetera.

-Creo que estás confundido-palmeó su cabeza- Descansa.

-No, señor. Usted tiene mi billetera. Lo vi hace un rato con la recepcionista preguntado por Taehyung-dijo un poco irritado por el trato que recibía.

-Ya veo... Pensé que solo se parecían- el tono amable de su voz cambió repentinamente - Así que tu eres el pequeño idiota.

- ¿Qué esta dicien...?

-¿No lo eres? ¿Dónde está Taehyung ahora?- se acomodó en su asiento y cruzó las piernas, esperando atento una respuesta. 

-En su apartamento. Estaba de camino a verlo- lo miró confundido- Eso no tiene nada que ver con usted.

-Llámalo-señaló su celular- Si lo haces, responderé todas tus preguntas.

-No lo haré. Solo es un mentiroso- aunque en el fondo no podía soportar la manera burlona en que lo veía- ¿Sabe qué? Lo haré.

No debes caer en las provocaciones. Ya es muy tarde. Sacó su celular y se asustó al ver la hora. Tendría que faltar a clases, pero por el momento pensar en ello no era su prioridad. Estaba a punto de marcar el número, pero tenía algo que lo hacía sentir inseguro, algo que le decía que no lo llamara, que era mejor no hacerlo para conservar la tranquilidad al menos por el momento. Es solo una llamada. ¿Qué es tan aterrador?

-Adelante.

Sus palabras fueron "la gota que derramó el vaso". No dudó esta vez y marcó su número, aquel que sabía de memoria por haberlo llamado tantas veces. El único número que había puesto empeño en acordarse. El número que marcó no existe. No, debió haber uno error, siempre lo hay. Pero él nunca cometía errores cuando se trataba de él. Esta vez busco el número en su agenda y lo marcó, pero ocurrió lo mismo. El número que marcó no existe. Debía respirar, inhala, exhala y mantén la calma, seguro perdió su celular o algo le pasó, era lo más probable. El lo quería, estaba seguro, anoche lo había demostrado. ¿Estás seguro? No iba a dudar. 

-Puedo notar que no tuviste éxito, ¿no es así? - el chico le dedicó una mirada agria- No te enojes, pequeño. Es algo muy normal.

-Algo debe estar mal-intentó calmarse- Pero usted debe decirme quién es.

 -¡Vaya!, ¿por qué debería de hacerlo? Me ofrecerás dinero o... ¿algo más?-movió su mano colocándola sobre su pierna y deslizando su dedo hasta llegar al cierre de su pantalón

-¡Basta! Dijo que respondería mis preguntas. Además, ¿qué es usted de taehyung?- tiró de su corbata y lo mantuvo frente a frente con él- Estoy casi seguro que su padre tiene algo que ver con esto. No sé mucho acerca de Taehyung. Tampoco sé acerca de su familia ni de sus amigos. Podrías llamar a lo que tenemos una relación superficial o algo que hacemos para pasar el rato, pero en verdad es mucho más que eso. Yo sé de la mirada solitaria y triste que me trata de ocultar, y eso es aún más doloroso para mí. Yo quería ayudarlo y le pregunté acerca de él. Pero él solo dijo: "Yo le debo mucho a mi padre. Haré lo que él me pida, aunque me cueste la vida." Él solo rió después de eso, pero nunca lo tomé como una broma. Yo solo quiero que él sea feliz. Yo solo quiero estar con él. Así que dígame cuál es su relación con Taehyung, por favor. Necesito saber qué es lo que está pasando- llevó ambas manos a su rostro tratando de refugiarse en ellas.

-¿De qué te servirá saberlo? De todas maneras, no volverás a saber de él. Seguro ya te diste cuenta cuál era su objetivo- levantó su rostro y se acercó a su oído - Te amo. ¿Crees que esas palabras tuvieron algún significado para él? Taehyung sabe mejor que nadie lo que hace. Que tú no estés en sus planes no tiene nada que ver conmigo. No culpes a su padre ni a nadie. Pregúntate a ti mismo si eres alguien que vale la pena.

-Tú no sabes nada de mí- dijo con una mirada amenazante- Tú no sabes nada de él.

El hombre soltó un suspiro y se apresuró a salir de la sala, perdiéndose entre le gente. Dejando al chico con la mirada perdida,tratando de contener las lágrimas. ¿Por qué te duele? En alguna parte de él, en el rincón más escondido donde se encuentran sus verdaderos sentimientos, en el lugar más recóndito de su corazón. Él lo sabía. Sabía que sus palabras llenas de burla eran ciertas. Pero aún se quería aferrar al Taehyung que estuvo con él anoche. Eso no era suficiente, su corazón no estaba conforme.

-¡Espere un momento, tenemos que hablar!-reaccionó frustrado ya que el hombre no se detuvo- ¡Devuélvame mi billetera, ladrón!- avanzó hacia él tambaleándose de un lado a otro- ¡Dame mi billetera!

Sin inmutarse ni darse la vuelta para mirarlo, se limitó a verlo de reojo soltando un bufido mientras que sus labios pronunciaban: "Saquen a este idiota".

No lo estoy. Sus palabras no salían de su boca. Escúchame. ¿Por qué no puede decir nada?Tienes que hablar conmigo. Debes hacerlo, por favor. Maldición. Sintió como las lagrimas de deslizaban por su mejilla con intensidad, pero no sabía si era por el dolor del cuerpo, por la impotencia de no poder decir nada o venía de sus miedos, esos que se estaban volviendo realidad. "Kim Taehyung" Llegó a susurrar antes de ser sacado por los hombres de seguridad, y ser lanzado con violencia por la puerta trasera.

Jungkook se sentía roto de todas las maneras en que se puede estar. En el momento en que era más feliz, el momento en el que todo parecía ir bien. El destino estaba jugando con él.

"Inseguro de nuevo, peligroso de nuevo.

Tan malo, ¿por qué? Nosotros, sí.

Aguantando más, resistiendo,

tan difícil, no podemos"

Agarró una botella que encontró cerca de él y la tiró con fuerza. Buscó dentro de su bolsillo una cajetilla con cigarrillos. Se los había comprado hace una semana, pero no tuvo la oportunidad de disfrutarlos. Había estado absorto pensando en él. Mientras se ponía uno en la boca sin tener con qué encenderlo, recordó la sonrisa de Taehyung, su risa, la manera en que lo tocaba, la forma en que lo veía. Mierda.

"Incluso si ya lo sabías,

no podíamos detenernos.

De ninguna forma, de ninguna forma, de ninguna forma,

cayendo"

Deja de pensar, olvídalo por el momento. Agarró su celular para marcar a la única persona que siempre estuvo ahí para él. ¿Estará para mí hoy? Te necesito.

-¿Hola? ¿Jungkook?

-....

- Jungkook, ¿eres tú? 

-.... 

-Responde, por favor. Dime lo que te pasa o no sabré como ayudarte- su voz se escuchaba con preocupación- Di algo.

-Hyung...

-¡Jungkook!, ¿qué tienes?, ¿estás bien?-silencio- No digas nada. Iré a buscarte ahora.

 -Jin hyung... ¿Porqué mi corazón duele tanto?- las lágrimas comenzaron a salir con más intensidad una tras otra sin parar.

-Jungkook... Espera por mí, ¿dónde estás?

-¿Sabes qué es lo más gracioso? Estoy fuera de un hotel, al costado de la basura y me siento así-rió-Es tan gracioso- limpió sus lágrimas con brusquedad- Hyung, ¿soy tan idiota?

-Mi  pequeño Jungkook- trató de comprender lo que sucedía, pero Jungkook no le había mencionada hasta el momento. Suspiró- Está bien si no quieres que vaya, pero toma un taxi y ven. Yo lo pagaré.

Miró la pantalla del celular, acordándose que desde hace mucho tenía a Taehyung como fondo, y tiró el celular sin mirar donde caía. Ese chico con el que pasó la noche, aquel que le dijo que lo amaba. El que lo abrazó y besó por todo el cuerpo, sin haber lugar alguno que no haya tocado. ¿De verdad se había ido? ¿Lo había dejado así sin más?  

"Mientras el tiempo pasa,

solo lo arruinamos más.

De ninguna manera, de ninguna manera,

se está derrumbando de nuevo"

Tenía que confirmarlo, no era suficiente. No se sentía conforme con solo las palabras de aquel hombre, debía de ir a buscarlo. Tal vez solo sea un error. Sí, eso debe ser. Se quería convencer de eso. Pero en el fondo sabe que no se equivoca cuando se trata de él. Cogió un taxi y lo llevó al apartamento de Taehyung. Le dijo que lo espere porque tenía que llevarlo a otro lugar, que le pagaría lo necesario. Subió las escaleras y abrió la puerta con la llave que había sido prueba de su confianza. Ojalá este equivocado. No lo estás. Entró con temor, para ver lo que ya sabía, pero su corazón lo negaba tantas veces. No había nada. 

"Una casa hecha de cartas y nosotros dentro de ella.

Incluso si el final es visible, incluso si colapsará pronto"

Rebuscó por todo el lugar como si tratara de encontrar algún tesoro, alguna prenda, foto, señales de que había vivido ahí, pero no había rastro alguno de él. Se ha desvanecido como polvo en el aire. 

"Incluso si es un sueño inútil, mantente un poco más así.

Haz que el tiempo vaya más lento,

por favor, quédate solo un poco más"

Como si su estancia en ese lugar fuera producto de su imaginación. Ni su dulce aroma quedó en el aire, ni el perfume que usaba todas las mañanas. Ya no quedaba nada. Tan ligero, tan efímero, así fuiste.

"Ahora mismo, frente a mis ojos, 

todo sin ti es una terrible oscuridad"

Bajó las escaleras casi cayéndose, se metió al taxi con las pocas fuerzas que le quedaban, y le dio la dirección de su amigo. El conductor no pudo ignorar al joven desconsolado en el asiento, pero no podía hacer nada. Llegó y se dirigió al apartamento de Jin, pero este se sorprendió ante el chico que tenía frente a él. 

¿Dónde está su adorado amigo? Solo veía a un rosto demasiado demacrado frente a él, su alma se hizo añicos ante la imagen que luchaba por mantenerse en pie. Lo abrazó y lo recostó sobre el sofá.

Fue a pagar el taxi,pero antes de retirarse escuchó que el conductor le decía "Cuídalo bien, aún es muy joven"  Cuando retornó, vio a un pequeño niño perdido mirando un reloj, como si esperara que le dijera la hora. 

"Incluso así sigo teniendo esperanza

mientras esté contigo, estaré bien"

Jin lo miró, su mirada le dolió, porque no puedo encontrarse vida en ella. 

-Jin hyung- volteó a verlo sin tener expresión alguna- El reloj se ha detenido. Hazlo funcionar, por favor.

Esas fueron sus últimas palabras antes de caer sobre su propio cuerpo con pesadez. Comenzó a cerrar lentamente las ojos, dejando salir unas últimas lágrimas.

"Una casa hecha de cartas, somos un par de idiotas.

Aunque sea un sueño inútil, quédate un poco más"