cap 13 Eres un ángel
Después de una larga y animada platica, donde se tocó diferentes puntos; desde el trabajo, hasta algunas anécdotas de sus vidas, se entretenieron mutuamente pasando un grato momento juntos. Pero aún así, ninguno mencionó algo sobre el tema que los trajo a ese almuerzo, pues al final ambos se estaban regocijándose en la compañía del otro pasándose por alto ese asunto.
Habían terminado su almuerzo, dispuestos a marcharse del lugar.
Una vez cancelada la cuenta del lugar, ambos salieron del restaurante. La mujer aún contenta por el momento pasado junto a su acompañante, resplandecia en alegria, mostrando una sonrisa en su rostros, con una mirada que expresaba felicidad.
Empezaron a caminar a la par por las calles de la ciudad. Sin dirigirse una sola palabra entre ellos. Ambos llevaban una sonrisa. Pues estaban cómodos en la compañía del otro y no era necesario llenar el vacío con alguna conversación.
Y se mantuvo así mientras caminaban por un par de calles, hasta llegar a un punto donde Joey habló.
- se que solo la invite ha acompañarme a almorzar. Pero tal vez aceptase estar en mi compañía un poco más. - se pronunció sobre el silencio que llevaban entre los dos. Declarando su invitación.
Al escuchar sus palabras volteó su mirada en dirección a su jefe, mostrando su sonrisa que se empezaba a ensanchar en su rostros.
- me encantaría, Joey. - respondió a su invitación.
Al escuchar su respuesta el hombre solo le mostró una sonrisa, extendiendo su brazo a su acompañante, en señal para que esta se pueda sujetar de él.
Gentilmente ella se sujetó de su jefe, acomodándose para estar en una posición más apegada.
Para así ambos continuar con su caminar, pero esta vez de una forma más apegada el uno del otro, casi semejándose a una pareja de enamorados, por las calles de Nueva York.
El resto del día se transcurrió en la compañía del otro. En un recorrido por toda la ciudad, pasando por los lugares más memorables y destacables de este, donde ambos se divirtieron en mutua compañía en un ambiente que no era el laboral.
La pasaron de la mejor manera posible, Joey se aseguro de eso, quedando para el final de la tarde un tranquilo paseo por el parque central. Donde en el ocaso de un agradable día, ambos descansaban en una banca de dicho lugar. Mirando con dirección al atardecer que se admiraba a través de los edificios y rascacielos resaltantes de la ciudad.
- Joey, fue muy agradable estar en su compañía. Usted es bastante encantador, si me permite decir. - dijo dulcemente la hermosa actriz, soltando al final de sus palabras una pequeña risita entre dientes.
- puedo decir lo mismo. Su compañía sin duda fue un deleite para mi. - declaro Joey con una sonrisa, sin siquiera desviar su mirada del atardecer que ya estaba a segundos de acabarse.
Una vez terminó el hermoso momentos, los faroles del parque se comenzaron a encender. Quedando uno sobre la pareja. Joey solo miro hacia arriba por un instante y soltó una pequeña risita, para luego bajar la mirada y dirigirla a su encantadora empleada, que con ella había convivido durante todo un día. Hablando de todos los temas posibles, incluso en breves descuidos le llegó a contar algunos detalles de su vida, como su época en la gran guerra ó como fue el inicio de un sueño, aunque ella no se quedó corta, ya que también llegó a mencionar detalles de su vida, que fueron interesantes y muy relevantes para él. Ya que así, podría comprender a la encantadora mujer y ella pueda llegar a ser de una forma más fácil, perfecta.
Deslizó su mano a través de su saco, metiéndola en su bolsillo, para sacar lo que parecía una carta, y sin decir nada, se la entregó a aquella mujer. Que con sutileza y duda, ella lo tomó y comenzó a revisarlo con cuidado.
Que al fijarse bien, era una carta que venía desde la administración financiera de Joey Drew Studios y tenía como destinataria a su persona.
Fue una una sorpresa para ella, era el cheque que se había retrasado tantas semanas, la razón por la que él, le había invitado a estar en su compañía y pasar durante un día a su lado.
Solo significaba una cosa para el ángel, que su tiempo junto a él había terminado. Bajó su mirada con la carta en manos, encorbándose ligeramente.
Joey solo miró con curiosidad la actitud de su actriz, sonriendo levemente en una mueca. No era la reacción que esperaba de ella. Parecía triste o desilusionada a su parecer, lo que le pareció algo extraño ya que esperaba una actitud más feliz de su parte.
Pero después de un rato solo giro la cabeza, dejando de observar a la mujer, que aún estaba con el semblante en tristeza. Volviendo a su sonrisa habitual. Para después meter su mano en un bolsillo interno que llevaba en su saco y sacar de este un reloj de bolsillo, de color cromado y con una cadenita de plata, de aspecto reluciente ante el farol que los iluminado.
La joven actriz aún perdida en sus pensamientos de como interpretar la situación ante ella, fue sacada de estos, al ver como su acompañante se empezaba a mover. Girando ligeramente su mirada en su dirección, para ver que sucedía, y comprobar lo que temía, al observar de como él sacaba un reloj de bolsillo de su sacón, interpretando así, el deseo del hombre de retirarse y alejarse de ella lo más pronto posible.
Volvió a bajar la cabeza mirando al suelo, y sin dirigirle la mirada decidió que no era bueno posponer lo inevitable.
- creo... que deberíamos de retirarnos, se hace tarde... y de seguro, usted debe de tener otros planes para esta noche. - mencionó con un ande de tristeza en una voz débil, casi comparándose con un susurro. Se notaba la pena en sus palabras.
Pero el soñador al escuchar eso, vio de reojo a la mujer, de como ella aún demostraba tristeza. Pero decidió darle poca importancia y seguir con su plan, acto seguido guardo su reloj nuevamente en su saco y se levanto de la banca en donde estaba.
Areglándose su traje y acomodándose el sombrero que aún llevaba, y de una zancada se colocó en frente de la muchacha que le acompaño en el día. Pero la señorita aún con la mirada gacha no notó los movimientos que realizo el soñador, aunque tampoco le dio mucho importancia, pensando que solo se estaba alistando para irse y alejarse de su compañía.
- tiene razón, tengo otro compromiso pendiente para esta encantadora noche. Y si no nos damos prisa, llegaremos tarde.- comentó contento esperan la reacción de la mujer.
Que ella al instante de escuchar sus palabras alzó su mirada expresando sorpresa en su semblante, imcredula de lo que acababa de escuchar. Donde después el ambiente se lleno en un silencio por algunos segundos, sin duda le agarró de sorpresa ese comentario.
- vamos 'Alice', se nos hace tarde. - dijo Joey al ver que ella no respondería a su anterior comentario, enfatizando la palabra Alice en su frase.
Fue cuando reaccionó la actriz. Escuchando la mención de Alice, refiriéndose hacía su persona. Fue una gran sorpresa, que le gusto de algún modo.
- ¿Cómo me llamó?- preguntó aún algo sorprendida y curiosa por su respuesta, creyendo que había escuchado mal.
- Alice, ¿le molesta?- inquirió mostrando una pequeña sonrisa de lado.
- en realidad, no. - respondió la joven interprete mostrando una pequeña y tierna sonrisa.
- bueno, será mejor que nos vayamos. A no ser que deseé que lleguemos tarde. - recalcó una vez más el asunto pendiente, ampliando su sonrisa esta vez extendiendo su mano hacía su empleada, para que esta lo tomara.
La muchacha se aferró de su mano, siendo levantada del banco en donde se encontraba, colocándose al lado del hombre que la acompañaba. Para después sin decir más, comenzar a caminar nuevamente uno al lado del otro, siendo guiada por el sujeto junto a ella, quien al parecer tenía una sorpresa más, para el inocente ángel.
Fue un largo tramo el que caminaron, hasta llegar a un punto de la ciudad de lo más distintivo. Resaltante en la historia de la ciudad y famoso en sí, por las cosas que se producían en ese lugar, que entre musicales y teatro ganó su fama con los años. Pues se estaba hablando del distrito de Broadway. Lugar tan distintivo y famoso por todas esas obras que se producía, se volvió el sueño para cualquier que quisiera dedicarse al espectáculo. Cantando y actuando en lugares tan reconocidos como lo era Broadway, era un sueño hecho real en sí, en especial para cierta persona que quería convertirse en actriz y que hace tiempo postuló para participar en esos mismos teatros.
Maravillada caminaba entre las luces que centelleaban a su alrededor, estando atenta a su entorno, asombrandose por todo el lugar, con ese brillar en sus ojos y una sonrisa de satisfacción en sus labios, mostrando una evidente mirada ensoñadora de felicidad en su rostro. Aferrándose más al brazo de su jefe, se notaba que disfrutaba estar por esos lados.
Y después de un rato detuvieron su andar en la entrada de un teatro. Donde pasando por un vestíbulo de una fachada distinguida. Se encontraba un gran escenario iluminado, deslumbrante en sí, con un trasfondo de una ciudad en su anochecer quedando sobre lo alto una luna, dando a entender como una clásica imagen de una noche en Nueva York, y con taburetes tapizados a su alrededor esperando expectantes para un público.
Entraron al lugar, ocupando un par de asientos casi al frente del escenario y mientras esperaban a que comenzara el show, la joven empezó a vizualizar mejor el lugar y su infraestructura, viendo como el lugar se iba llenando por gente extravagante, de elegancia y clase. Aunque no estaba tan concurrido como se imagina que estaría una función de Broadway, sin duda la reciente crisis económica que azotaba al país, había puesto ciertas limitaciones, que evitaba que la gente tomará esos antiguos privilegios y placeres que decidían tener con anterioridad a la crisis.
El espectáculo estaba por comenzar.
Los telones callerón, cubriendo el escenario. Las luces comenzaron bajar, dejando la mayor parte del lugar en oscuridad, que no era completa, solo por algunas luces que continuaban iluminando el escenario. La música comenzaba su sonar, dando a entender que pronto comenzará el espectáculo.
El show había comenzado, un espectáculo teatral. La música de la orquesta comenzaba a tocar primeramente a un ritmo lento, mientras el telón era lentamente levantado y las luces se acomodaban sobre el escenario para que se aprecie mejor éste.
Una mujer salió de un lado del escenario. Con una cabellera larga y risada de tono castaño y algunas joyas que se distinguían entre su cuello y muñecas. Llevaba un vestido larga, que casi tocaba el suelo, algo ajustado reflejando mejor su esbelta y elegante figura, con un color resplandeciente y un brillar que con las luces colocadas sobre ella, destellaba sobre el escenario. Comenzando su entrada con una canción y con una estridente voz que iba al compás de la música comenzaba a caminar en pasos delicados y elegantes, aparentemente hasta el centro del escenario.
Pero en algún punto, del otro lado salió un hombre. Bien parecido, atrajeado con una vestimenta de color negro, con ciertas partes centellando en ella, para que pueda respladecer ante las luces que también lo iluminaban. Acompañando a la mujer en su canción, formando un perfecto unísono entre ambos. Igualmente comenzando a caminar en pasos lentos, acercándose al centro del escenario.
La obra consistía de dos actos.
Contando una historia sobre una joven que abandonó el seno de su hogar y se dirigió a la gran ciudad con la esperanza de cumplir sus sueños y en la busqueda de éste, fue abordada por un hombre que decía que esos sueños podrían volverse realidad si trabajaba para él en su local. Que poco a poco esa promesa parecía que fuera a cumplirse y los sueños de la joven podrían llegar a realizarse.
Entre canto y actuaciones, y un elenco variado, integrado con una extravagante escenografía que complementaba la historia, volviéndolo un espectáculo deleitable y entretenido. Concluyó el primer acto.
Y transcurriendo unos minutos de espera, el show continuó.
Pero a medida que pasaba el segundo acto, la trama cambiaba. Volviéndose algo más dramático, en donde se llegaba a un punto en donde todo se le complicó para la mujer. Pues había sido engañada y todo lo prometido fue una mentira. Pasando así, por malos momentos. Dando a demostrar que el camino a conseguir esos sueños no siempre es fácil y los caminos fáciles te hundiran más.
Y mientras sucedía aquella escena, una espectadora que antes miraba la obra con alegría, ahora se sentía incomoda con ello, removiendose sobre su asiento, como si buscara mejorar el momento, lo cual no lo hacía. De alguna manera se sentía identificada con esa escena, rememorando los primeros recuerdos de cuando vino en busca de su sueño, un sueño que muchos le dijeron que no iba a lograr. Y hasta cierto punto creyó que así iba a ser. Si no hubiera sido por el estudio.
Y a medida que avanzaba la obra, donde los problemas continuaban para aquella buscadora de sueños, donde nunca se encontró una solución para ellos, quedando al final en la perdida de la esperanza y con eso en la disolución de sus sueños.
Donde en una ultima escena solitaria y de música lenta, dando un aire melancólico, la actriz cantaba su ultima canción, recostada en el escenario, contando como su vida se apagaba con sus sueños ya rotos y sin razón de ser, mientras las luces se apagaban lentamente alrededor de ella. Dando por terminado el Show.
El público estalló en un estruendoso aplauso, demostrando una gran ovación a tan magnífico espectáculo. Mientras las luces se volvían a encender para iluminar el lugar, revelando en el escenario a la protagonista demostrando también su gratitud ante la audiencia con algunos saludos, mientras se retiraba del escenario.
Que después de eso el público también empezaba a despejar el área.
Donde, ya encontrándose afuera, una pareja que estaba en la entrada del lugar comenzó a alejarse del sitio. A paso moderado sin prisa aparente, se dirigían a su ultima destinó del día, que era la morada de la mujer.
Y mientras caminaban a la par uno al lado del otro, uno de ellos empezó a hablar. Queriendo iniciar una conversación casual.
- y dígame, ¿le pareció entretenido esa obra? - Preguntó de pronto el hombre, con una sonrisa menos ensanchada sobre sus labios, teniendo una aparencia más normal.
Un poco sorprendida por el tema abordado tan repentinamente, la actriz se quedo pensando un par de segundos una respuesta.
- así es. Fue muy interesante. - respondió con un aparente atisbo de alegria en sus palabras.
- es así... bueno, en mi opinión debo decir que también la encontre interesante. - comentó aún sin mostrar esa sonrisa suya tan parecida a aquel demonio.
La mujer ante el comentario solo mostró una una dulce sonrisa, pero antes de que pudiera agregar algo más a lo que manifestó, él prosiguió hablando.
- sobre todo el sacar un tema muy reflexivo, fue un gran toque.- declaró, ya ampliando su sonrisa.
- ¿reflexivo dice? - cuestionó su comentario, mientras pensaba en esas palabras y rememorizaba la obra en su cabeza.
- Así es. Ah... la cruda verdad. - proclamó mostrando esa sonrisa de oreja a oreja.
- si usted lo dice... - solo aceptó las palabras de su jefe, con una actitud menos alegre de la que pretendía hace unos momentos atras.
- el destino de muchas personas... - aseveró seguro en sus palabras, asiendo parecer como si fuera una verdad incuestionable.
En ese instante el soñador, decidió hacer una pausa de sus palabras, girando su mirada por el rabillo de su ojo, viendo como sus palabras tenían efecto sobre su acompañante, viéndola más pensativa y sombría. Con pequeños escalofríos casi inotables, qué aunque era una noche considerablemente fría, podía apostar que esa no era la causa de esos minúsculos temblores sobre su cuerpo. Después de verificar el estado de la mujer, amplió ligeramente su sonrisa, volviéndose a enfocar en su camino para continuar hablando.
- pero usted no es como muchas personas ¿verdad?- inquirió, sorprendiendo una vez más a su ángel.
Que ella por un momento se sintiera pasmada, haciéndose que se detenga en seco de su caminar. Donde tras unos pasos mas, su acompañante también se detuvo. Quedando de espaldas adelante de ella. Con ambos en silencio por unos largos segundos, hasta que la mujer pueda refutar al comentario anterior que se hizo.
- ¿que quiere decir? - inquirió tratando de saber a que quería decir con sus palabras.
- ¿no es evidente, Alice? - respondió con calma, dando media vuelta sobre sus pies, estando así com vista a su empleada.
Pero para ella no lo era, mientras trataba de escudriñar entre sus palabras dichas, intentado sin éxito ver algo más en ellas.
Viendo cierta incertidumbre en su cara, Joey se acerco en un par de sancadas hasta quedar frente a la chica. Colocando ambas manos sobre los hombros de ella. Que al sentir esto, Susie levanto la mirada, saliendo de sus pensamientos.
- los sueños no solo se hacen realidad si los buscas. ¡Se necesita creer, creer que puedes alcanzar esos sueños, creer que uno puede volverse famoso!, incluso con suficiente creencia uno... pueda tal vez evitar la muerte. - exclamó con euforia en sus palabras.
- ¿usted en verdad cree en eso?~ - sorprendida por lo dicho, trató de indagar sobre sus palabras, realizando una pequeña risita al final, algo divertida por la ultima parte.
-¿quien sabe?, lo que si sé, es que todos necesitan creer en algo... y tú Alice, tienes que creer y saber que ahora eres un verdadero ángel, pues tu y solo tu eres Alice Ángel. - dijo en un tono llamativo y encantador, asiendo ver como si lo que dijera fuera verdad y ser Alice Ángel fuera el mayor logro de todos. Mientras se separaba de ella, quitando sus manos de ella y colocándolas detras de su espalda mientras aún mostraba esa sonrisa suya, observándo a su empleada mientras se quedaban en silencio entre ambos. Hasta que unos momentos después fue roto.
- mis disculpas si se malinterpretaron mis palabras hace instantes, Alice. No fue mi intención insinuar nada malo. - se disculpó, finalizando con eso sus palabras, inclinando su cabeza y colocando su mano derecha en su pecho, en una postura de disculpa.
Aún consternada pero ahora intrigada por esa inesperada disculpa suya, solo le mostró una dulce sonrisa seguida de una pequeña risita, para luego decir.
- no tiene porque disculparse por eso, fue algo sin importancia. Será mejor que continuemos... se hace tarde. - refutó a sus disculpas en un tono alegre, queriendo dejar el tema de lado y continuar.
Joey, solo soltó un pequeña carcajada de unos segundos, para acto seguido acercarse una vez mas para estar a su lado. Pero rápida y repentinamente se quito su saco, donde de un movimiento la colocó sobre los hombros de la joven actriz.
-huh...- musitó un pequeño chillido por la inesperada acción, dirigiendo su mirada a donde estaba su jefe, buscando una respuesta de esa repentina acción.
Que solo mirando esa sonrisa que presentaba en su semblante, no pudo encontrar respuesta en su expresión.
- perdóneme también por la falta de cortesía, pero dejar a una dama sin un abrigo en el frío de la noche... - se expresó en un tono de preocupación por la mujer.
Susie solo se encogió de hombros, agazapándose sobre si, dirigiendo su mirada en dirección opuesta a donde estaba su jefe, mientras se acomodaba el saco que le había dado recientemente.
Lo cual aquel hombre sonriente solo soltó una pequeña risita entre dientes. Posicionando una mano en la espalda de su empleada y la otra extendiéndola hacia adelante. Indicando a su ángel que ahora si podían continuar.
Una vez llegado a su destino que era la morada de aquel encantador ángel. En un mutuo agradecimiento por el día pasado y todos los agradables momentos, se despidieron el uno del otro. Donde después cada uno fue por su camino, aquella actriz entrando a su departamento y el soñador esperando en las calles un taxi que lo reciba. Ambos teniendo una perspectiva diferente del día transcurrido, pero coincidiendo en que fue un día de éxitos, a su modo.
El ángel pensando que puede ser el comienzo de algo bueno en su vida y el demonio el nacimiento de un nuevo ángel perfecto, su ángel perfecto.
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