Alice pasaba por su habitación cuando al entrar se encuentra con una semejante imagen frente a sus ojos. Scott estaba haciendo dominadas con una barra que tenía instalada en la puerta del baño, demás está decir que estaba desnudo de cintura para arriba, él le daba la espalda por lo que no podía verla.Una idea traviesa se instaló en su mente y quería ejecutarla sí o sí, por lo que corrió hacia el chico y saltó quedando a cuestas de él, tomándolo por sorpresa.

-a ver sí puedes hacerlo con peso muerto -sonrió pasando sus manos por sus hombros dejándolas descansar sobre el pecho de Scott.

-¿Qué tendré a cambio si lo hago?

-tendrás a esta hermosa cazadora para tí y puedes hacer con ella lo que quieras. -murmuró a su oído, haciendo que su piel se enchinara.

-¡que tentador! -suspiró -¿y qué tal si lo intento con un solo brazo?

-aún mejor -acarició uno de sus musculosos brazo que permanecía flexionado cargando todo el peso de sus cuerpos.

Comenzó a hacer las dominadas, iba bien, entonces Alice solo por molestar para ver cuanto podía aguantar, tomó entre sus dientes el lóbulo de la oreja del alfa -estás jugando con fuego, amor -comentó él tratando de poner todo de sí, para no mandar todo al caño y tomar a su chica ahí mismo.

-ella rió -no temo quemarme -dejó pequeños besos bajando por su cuello.

-Alice -jadeó, sintiendo como estaba perdiendo el control.

-vamos Scott, muéstrame que eres capaz de hacerlo -con su mano tomó el rostro del chico dirigiendolo hacia ella y lo besó.

-sinceramente, estoy a nada de dejarlo todo para...hacerte el...¿Qué? -preguntó al ver la sorpresa en la mirada de la cazadora.

-tus ojos están brillando -explicó.

-es porque me hiciste perder el control -se soltó de la barra y la tomó trayendola hacia adelante para quedar frente a frente y besarla apoyándola con firmeza contra la pared.

-¡oops!

-¿Sólo eso dirás? -dijo con voz gutural y aun con sus ojos rojos.

-¿ya te dije lo sexy que te ves con tus ojos de lobo...-mordió su labio inferior tomando su rostro entre sus manos -y tus caninos? -pasó el dedo pulgar por su labio inferior viendo como se asomaban dichos dientes por su boca entreabierta.

-Ali...-murmuró con esfuerzo -esto no está bien -intentó bajarla pero ella se aferró a su cuerpo -no podemos hacerlo si estoy a medio transformar -admitió.

-no me molesta que estés así -se encogió de hombros y prosiguió a besarlo pero él alejó su rostro, Alice frunció el ceño ante su comportamiento.

-podría hacerte daño -explicó.

-sé que no lo harás, confío en tí.

-pero yo no, no confío en mí mismo en estos momentos -bajó la mirada a sus manos las cuales sostenía de la cintura a la castaña, las movió hacia él y notó que sus garras también habían salido.

La cazadora siguió la mirada del jóven y al notar que era lo que había acaparado su atención, apoyó sus manos sobre las suyas, las tomó poniéndolas entre ellos alzando sus palmas y las apretó en un firme agarre. -mi hermoso y perfecto, lobo -alzó la mirada y al ver lo juntos que estaban sus rostros no dudó en intentar besarlo otra vez, Scott cedió con algo de miedo. Con cuidado otra vez la tomó de la cintura apretándola contra su cuerpo. -alguien una vez me dijo: 《Scott es un buen chico, es especial. Creo que si vas a estar con un lobo, él es la mejor opción, sin dudas》-admitió ella juntando sus frentes -y tenía razón.

-¿Quién te dijo eso? -frunció el ceño.

-un muy buen amigo -sonrió recordando a Garth. -es un hombre lobo y tú eres una leyenda entre los suyos. -Scott la miró sin entender -es de otra raza, no es igual a ti.

-Nunca me dejes, Alice -murmuró volviendo a unir sus labios.

-Nunca en esta vida, lobito.

Cuando la cosa comenzaba a prometer, la puerta principal sonó, haciendo que se separen a duras penas -son Sam y Dean. -dijo el chico -supongo que...me iré a dar una ducha fría.

-no puede ser -se quejó ella -necesitábamos esto.

-lo sé -suspiró bajándola.

Scott se metió en el baño y Alice no tuvo de otra que ir a atender a su familia.
Una vez acomodados, se dispuso a cocinar la cena que no sería más que pizza, mientras los hombres estaban en la sala viendo un partido de fútbol.

Alice llevó la cena a la mesa en la acogedora sala, donde la luz tenue daba un aire de intimidad familiar. —Chicos, la cena está lista —llamó con voz cálida, esperando que todos se unieran a la mesa.

Teddy y Scott, con sus instintos de hombres lobo, llegaron primero, seguidos de cerca por Sam y Dean, quienes estaban de paso por la casa de la familia. Los cuatro hombres se sentaron con una prisa voraz, sirviéndose con rapidez y comenzando a devorar la comida como si estuvieran compitiendo en una carrera.

Mientras la chica se servía con calma, los observaba con una mezcla de asombro y disgusto mientras engullían la comida con voracidad. —Parecen animales —murmuró, torciendo el gesto con desagrado.Los ojos de Teddy y Scott se encontraron con los de Alice, y ella aclaró su comentario. —Saben a lo que me refiero. —mientras comían notó algo en Teddy y la sorpresa fue aún mayor —¡Theodore! ¿Estás comiendo con las manos?

El niño sonrió con inocencia, guardando sus extremidades superiores detrás de su espalda, escondiendo la prueba del "crimen" —nope —negó.

—hijo, usa tenedor —pidió pasandole el utensillo.

—por lo menos está usando las manos, podría ser peor, ya saben...—comentó Dean divertido.

—¡Dean! No le des ideas —gruñó Sam por lo bajo, antes de voltear hacia ella para cambiar el tema —¡Wow, Alice, esta comida es increíble!— exclamó, saboreando otro bocado con satisfacción. —Realmente tienes talento en la cocina, hija.

Dean asintió en acuerdo, levantando su vaso en un gesto de aprobación. —Totalmente de acuerdo, princesa. Esto es una delicia —añadió con una sonrisa.

Teddy asintió con entusiasmo, con los ojos brillantes. —¡Está deliciosa, mamá! ¡Gracias! —respondió con entusiasmo antes de tomar otro bocado con ansias.

—oye Ali —el castaño llamó su atención —¡cásate conmigo! —bromeó a lo que ella soltó una pequeña risa —En serio, amor, ¡que esto está espectacular!

Alice, entre sonrojada y orgullosa por los elogios de su padre, su tío, su chico y su hijo, agradeció con una sonrisa. —Gracias. Me alegra que les guste — respondió modestamente, mientras continuaba disfrutando de la cena.

—am ¿y cuales son sus planes? Alice, ¿Teddy y tú regresaran al bunker? —inquirió el más alto.

—bueno, sobre eso... —la chica fue interrumpida por Scott.

—la verdad es que mi madre quiere conocer a Teddy, así que, estaba planeando un pequeño viaje a Beacon Hills —comentó como quién no quiere la cosa —claro que, Teddy tiene que estar bien. —miró a su chica —y claro que, quiero que vengas con nosotros. Mi madre también quiere conocerte.

—por supuesto que me encantaría ir —aceptó la cazadora. —¿tú que opinas, bebé?

—pues opino...¡qué no soy un bebé! —exclamó frunció el ceño y cruzando los brazos por sobre su pecho fingiendo molestia.

—lo siento, mi amor —rió tomándolo y abrazándolo —pero, siempre serás mi bebé.

—¿aunque tenga cuarenta años? —abrió mucho los ojos.

—aunque tengas cuarenta años —asintió.

—bueno, am...sí quiero ir a conocer a la abuela —aceptó.

Una vez terminaron de cenar, se reunieron en la sala.

—¿Quién duerme en el sillón y quién en la habitación? —inquirió Alice.

Los hermanos se miraron antes de posicionarse para jugar un piedra papel o tijera.

—¡piedra, papel o tijera! —exclamaron al unísono mientras golpeaban con el puño la palma de la mano opuesta, Dean sacó unas tijeras y Sam piedra.

—yo me quedó en el sofá —sonrió el menor.

—¿un dos de tres?

—olvídalo, estoy muerto —rodó los ojos.

A Dean le tocó ir a la habitación de Teddy.
Una vez la chica se despidió de los hermanos se fue a acostar con su novio y su hijo, quiénes ya la esperaban en la cama.

Alice se despertó lentamente, sintiendo la calidez reconfortante de las sábanas alrededor suyo. Parpadeó lentamente, ajustándose a la luz tenue de la habitación. Entonces, notó algo extraño: la mitad de la cama estaba vacía.

Confundida, se giró hacia el lado donde debería estar Scott, pero en su lugar encontró solo a Teddy, durmiendo plácidamente y ocupando todo el espacio disponible. Frunciendo el ceño en confusión, se incorporó ligeramente y miró alrededor.Fue entonces cuando notó una figura en el suelo, apenas visible en la penumbra de la habitación.

Parpadeando para asegurarse de no estar alucinando por el sueño, se inclinó hacia adelante y confirmó lo que veía: Scott estaba allí, acurrucado incómodamente en el suelo.La sorpresa inicial dio paso a una sonrisa divertida en el rostro de la castaña.

Con cuidado de no despertar a Teddy, murmuró en voz baja: —¿Scott? —La respuesta somnolienta de él fue apenas audible.

—¿mh? —murmuró, aún medio adormilado.

La cazadora contuvo una risa mientras observaba la situación. —¿Qué haces ahí? —preguntó con diversión.

El jóven respondió con sarcasmo, con un toque de humor —Oh, nada, solo estaba disfrutando del colchón de aire invisible que instalamos esta noche —dijo con una sonrisa burlona, haciendo un gesto exagerado hacia el suelo antes de dejarse caer de nuevo en un sueño ligero.

—Teddy estuvo inquieto ¿eh? —Scott sólo asintió con la cabeza. —sube, anda, podemos dormir juntos, acurrucados.

Scott se levantó y caminó hacia el otro lado, se acomodó detrás de ella de forma que quedaron en posición cucharita. Alice volteó y se acomodó en el pecho de él. Para su sorpresa Teddy se volteó estirándose hacia su lado y tirándonos a ambos de la cama.

—¡au! —se quejó el alfa.

—creo que tendremos que dormir aquí —se acomodó sobre Scott —oye, creo que podría dormir sobre ti, eres muy cómodo ¿lo sabías?

—pues me alegra que uno de los dos este cómodo —la rodeó con sus brazos.