Cap 5 "Alexia"
Al otro día, Sam y Dean decidieron que terminarían con el caso.
-Alice, ¡Vamos!-la pequeña salió del baño y se acercó a su padre. Salieron hacia la suite dos mil trescientos treinta, donde vivían los gemelos, tocó y espero a que la madre de los niños les abriera.
Unos minutos después Zack, fue quién abrió, una sonrisa apareció en su rostro al ver que era Alice.
-Hola, ¿Qué necesitan?-preguntó levantando la cabeza para poder ver a Sam.
-¿Está tú madre, pequeño?-preguntó el alto.
-ya la llamo-entró a la suite y luego de unos segundos su madre apareció.
-¡Hola!... ¿Sam, cierto?-le preguntó al menor quién asintió con una sonrisa de labios juntos.-y tú eres la famosa Alice, de la que mis hijos no dejan de hablar.-ese comentario provocó un sonrojo en la castaña y una incomodidad enorme en Sam.-yo soy Carey.
-Carey, ¿podría cuidar de mi hija?, es que tengo que limpiar la suite 613-dijo con la intención de que ella entendiera que en realidad iba a exterminar al fantasma.
-ah, si no hay problema-estiró su mano para que la pequeña la tomara y así adentrarse a la suite luego de despedir a Sam.
Dentro era similar a la habitación en la que ella junto a su tío y su padre se estaban quedando. Los gemelos que estaban jugando videojuegos, dejaron los mandos en el piso al ver frente a ellos.
-chicos, ella se quedará con nosotros por unas horas... cuidenla y no se metan en problemas-les echó una mirada de advertencia.
-yo la cuido-dijo Zack guiñandole a la castaña, un ojo.
-y yo-Cody solo se cruzó de brazos sonriendo con dulzura.
-¡ay son tan tiernos!-dijo su madre luego cambio su expresión a una seria-Cody, cuida que Zack no se sobrepase.
-si mamá.-respondió el menor de los gemelos. Cuando Carey desapareció tras la puerta del baño, Zack miró ambos y sonrió con picardía.
-¿Les apetece ir a la suite que esta embrujada, otra vez?
-No podemos mi padre y mi tío estarán ahí-dijo Alice.
-¿Entonces unas bromitas?-preguntó otra vez.
-¿A quién?
-¡Vamos!
Los tres salieron directo al ascensor, Cody y Alice con el presentimiento de que terminarían con un castigo tan largo que para cuando acabe ya estarán casados. En cambio Zack, ya estaba planeado lo que le haría a su víctima, el botones Esteban.
-entonces ¿Qué haremos?-preguntó Cody cuando estuvieron en el vestíbulo.
-tú lo distraeras en lo que nosotros le ponemos el parlante.-explico.
-claro-Cody se acercó y comenzó a hablar, en lo que Zack rápidamente colocaba el objeto en el bolsillo del botones con mi ayuda. Cuando terminamos corrimos hacia el puesto de dulces. Cody llegó poco después.
-miren esto-Zack sacó lo que parecía un pequeño control y apretó un botón apuntando a Esteban, se oyó un ruido gaseoso y lo peor era que el hombre de había agachado para tomar las maletas de unos clientes que estaban junto a él.
Tras varios ruidos, el señor Moseby se acercó a regañarlo, ahí fue cuando Zack guardo el control.
-pero señor esos ruidos no son míos-dijo el castaño al gerente-al menos no la mayoría.-no pudimos evitar reír.
-Estoy harto de tus bromas Zack-nos descubrió.
-lo siento-Esteban aceptó las disculpas y se volteó para seguir trabajando, pero ¿Adivinen?, El rubio volvió a apretar el botón provocando otro ruido gaseoso, ahí fue donde el botones se quito el parlante y se fue.
-ahora si te pasaste-dijo Cody.
-vamos, quiero jugar videojuegos ustedes ¿no?
-si y voy a ganarte-dijo su gemelo corriendo hacia el ascensor por lo que Alice los siguió, pero no contó con que se iba a tropezar y caer encima de Zack, otra vez solo que hay un diferencia, esta vez sus labios se juntaron por error y lo peor Dean venía saliendo del ascensor junto con Sam.
-¿Que rayos?-preguntó atónito el mayor.
-¡Alice!-regañó Sam.
-Lo siento-se disculpó alejándose del rubio y poniéndose de pie.-fue un accidente.
-eres muy pequeña para darte besos con niños-dijo Dean molesto.
La castaña estaba avergonzada por lo que había pasado.
-Alice, ¿Vienes?-preguntó Cody.
-¿Puedo ir?-les preguntó a su tío y a su padre.
-Si, pero que no se vuelva a repetir.
En cuanto su padre y su tío desaparecieron en el otro ascensor, ella miró el puesto de dulces con una idea, sacó un billete de cinco dólares que tenía en uno de sus bolsillos y se acercó.
-¡Hola!-saludó a la empleada.
-¡Hola!, ¿Qué te doy?
-de todo un poco-dijo poniendo el billete en el mostrador.
La chica seleccionó algunos dulces y se los dio.-¡Gracias!
-de nada-sonrió.
-¿Puedo hacerte una pregunta?-no había visto a sus amigos así que decidió preguntar por ellos-¿Has visto a un par de gemelos?
-¿Zack y Cody?-la niña asintió.-subieron a yo supongo, su suite. ¿Tú eres Alice?
-Sí, ¿Cómo sabes de mi?
-estuvieron hablándome de ti.
-¡Qué vergüenza!-chilló tapándose la cara con las manos.-debo irme.
Salió de ahí, para luego meterse al ascensor con las manos llenas de dulces, al llegar al piso veintitres tocó la puerta de la suite en la que vivía sus amigos y espero.
-Alice, pasa-Cody se hizo a un lado.
-mira lo que he traído Cody-la castaña mostró sus manos.
-¡Wow!, ¿Asaltaste el puesto de Maddy?
-nope, lo compré-levantó la vista y se topó con Zack jugando videojuegos, dejó las golosinas en la mesa y corrió tirandose a su lado a medida que sujetaba el mando de Cody y se ponía a jugar.-¡A que no me ganas Zack!
....
Mientras los niños jugaban en la suite dos mil trescientos treinta, en el Lobby se encontraba una chica, quién observaba sin pesatañar a Sam. Ella era cazadora sin embargo nunca había coincidido con los hijos del gran John Winchester y ahora que lo tenía a unos pasos no sabía como reaccionar, él siempre había sido su ejemplo a seguir supo de él desde que siempre, la historia de los Winchester era algo que en su familia no podía faltar, siempre los idolatraron, aunque nunca los pudieron conocer en persona hasta ahora.
Dejó la taza de café que previamente le habían obsequiado en la mesa ratona del hotel, y se levantó dispuesta a ir hacia la pequeña recepción donde se encontraba Sam Winchester, se situó a su lado donde pudo contemplarlo mejor, era más lindo en persona, y sumamente alto se sentía como un pitufo a su lado.
-¿No sabe entonces si fue enterrada o cremada?-sabía que hablaban del caso, pues ella había venido por lo mismo, pero ellos le habían ganado de antemano.
-fue cremada-habló la castaña llamando la atención de ambos hombres.
-Disculpa si sueno grosero pero ¿Quién eres?-preguntó Sam.
-Soy Alexia, trabajo en el mismo rubro-le guiñó un ojo, esperando que entendiera que en realidad también era cazadora.
-oh... supongo que puedes ayudarme entonces-sonrió amable-si fue cremada, debe estar atada a un objeto-prosiguió el castaño.
-según sé, en la suite donde falleció aún está el cepillo de plata que utilizó para destruir el espejo que la llevó a la muerte.-opinó Alex.
-tienes razón, gracias-el Winchester salió directo al ascensor seguido de la cazadora, no planeaba dejarlo ir ahora que él sabía de su existencia.
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