Cap 23 "Sebastian"
Al llegar al motel la pareja de cazadores decidió que dormirían hasta la noche para poder ir tras los vampiros, descansados.
A eso de las 19:00 hs, Alice se levanta y con toda la delicadeza posible, se abrigó y salió afuera con su celular.
Se sentó en el capote del auto y buscó entre sus contactos al príncipe Adam o mejor dicho su padre.
Todos sus contactos tenían nombres de personajes de Disney, su madre era Bella, Dean era el demonio Dolor y Malcolm obvio era Peter Pan.
Un tono, dos tonos...
-¿Hola?-escuchó la voz grave de su padre al otro lado de la línea
-hola pa-dijo con una pequeña sonrisa en el rostro,aunque él no pudiera verla
-¡Pequeña Alicia!-se carcajeó ante el apodo-¿Cómo estás? ¿Ocurrió algo?
-estoy muy bien-no pudo evitar pensar en el rubio que dormía en la habitación de motel-y no ha ocurrido nada, solo llamaba porque necesitaba escuchar tu voz
-¿Me extrañas?
-¡Mucho! Y además...tengo miedo-admitió
-¿Por qué?-podía jurar que frunció el ceño
-en un rato iremos tras los vampiros y temo que algo salga mal-suspiró-es la primera vez que salgo a cazar sin ti
-todo va a salir bien, eres una Winchester-se hizo un pequeño silencio en la línea-nosotros, mi hermano y yo cuando éramos pequeños y mi padre cazaba, oíamos una frase que nos marcó mucho y me gustaría compartirla contigo.
-yo encantada-sonrió-me gusta aprender sobre mi familia paterna
-dice algo así... "Salvar personas, cazar cosas, el negocio familiar"- suspiró-eres una Winchester no debes temer a nada, eres muy poderosa, nunca lo dudes.
-gracias-dijo con lágrimas en los ojos
-de nada, cariño-se escuchó un ruido extraño
-¿Es Alice?
-¡Dean!
-¡Dame Sam! ¡Suelta!
-hijo de...
-¿Alice? Soy el tío Dean
-hola tío-sonrió-¿Todo bien?
-si, de maravilla ¿No Sam?
-como digas...
-¿Me extrañas Dean-o?
-no te lo voy a negar... ¡No!-rieron-por supuesto que si, tu padre me vuelve loco, ¡Tienes que volver!
-lo haré cuando termine el caso-miró hacia la habitación que compartía con Malcolm
-muy bien... te dejo supongo que quieres descansar.
-esta bien, descansa tu también tío
-lo haré, créeme
-¿Me dejas hablar con mi hija?
-toma pesado
-gracias Dean-dijo con sarcasmo
-Perra-rió
-Idiota
-¿Papá?-preguntó Alice luego de escuchar la muy rara conversación entre Dean y Sam
-aquí estoy, espero que puedas cazar al vampiro, cualquier cosa me avisas.
-lo haré, te amo
-yo también te amo, mi Alicia
-¡Adiós!-luego de recibir la misma respuesta cortó la llamada
-¿Alice?-saltó en su lugar
-¡Malcolm!-volteó encontrando al rubio muy preocupado
-me asustaste-la abrazó tomandola desprevenida pero eso no evito que le correspondiera
-tranquilo ,estoy bien-rió suavemente
-¿Estás bien? ¿Qué hacías aquí afuera?-preguntó al separarse
-estoy bien solo tenía una muy extraña conversación con mi padre y mi tío.
-¿Los extrañas?-asintió
-no solo eso... es que estaba asustada con respecto al caso y necesitaba hablar con mi padre-admitió bajando la mirada
-Alice-levantó su rostro con una mano, mientras que con la otra acomodaba un mechón de cabello tras la oreja-nada va a pasarte en mi presencia, porque no lo permitiré-dijo mirandola fijo a los ojos
-gracias Malcolm-sonrió
-por nada-acercó su rostro al de la jóven y unió sus labios en un perfecto beso.
-creo que es hora de ir a cazar-al separarse Alice levantó la mirada a la oscura noche, había un par de estrellas brillando en la estela que era el cielo.
-¿Lista?-tomó su mano
-¡Lista!
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Llegaron a la fábrica abandonada que creían, era el nido de vampiros.
El lugar se encontraba en medio del campo, donde normalmente por las noches es normal escuchar algún que otro grillo, luciérnaga u otros insectos, pero en este caso estaba todo muy silencioso.
-¿Deberíamos separarnos?-preguntó la castaña alumbrando un pasillo con su linterna
-no, mejor quédate conmigo-dijo el rubio sujetando un machete con una de sus manos
Subieron al primer piso pero parecía no haber nada, cuando terminaron de supervisar se dirigieron a las escaleras para bajar pero ni bien tocaron el primer peldaño, un ruido los alertó.
-¿De dónde viene eso?-Alice se veía ligeramente nerviosa
-creo que de las oficinas-dijo el rubio mirando en aquella dirección
-separemosnos y revisemos todo el piso-sacó su propio machete
-¿Estás segura?-se lo notaba inseguro ante la propuesta de su compañera
-si
-bien, cualquier cosa...-miró a su alrededor-grita-se empezó a alejar
-¡Espera!-la jóven lo alcanzó sujetandolo del brazo, el chico se volteó y ella aprovechó para tomar su rostro entre sus manos y dejar un beso apasionado en sus labios- por favor cuídate
-lo haré-sonrió-tu igual-ella asintió viendo como el amor de su vida se metía en una de las oficinas del lugar.
Suspiró y se fue en dirección contraria, iba muy atenta alumbrando todos los rincones y recovecos del lugar.
-¿Qué hace una niña tan linda en un lugar como este?-se puso rígida, era la voz de un chico. Al voltearse se encontró a dicha persona en posición de ataque dejando ver sus intimidantes dientes de vampiro
El vampiros en cuestión, era muy atractivo, tenía unos intensos ojos azules, cabello castaño,era musculoso y alto.
-te equivocas, no soy una niña-apretó el machete en su mano
-olfateó profundamente el aire-tu sangre tiene un olor muy embriagador-dijo con la voz ronca
-tendrás que quedarte con eso porque no probarás ni un poco
-¿Segura?-se acercó a una velocidad anormal-bueno, también puedo probar la de tu amigo
-ni se te ocurra tocarlo-gruñó levantando el arma
-¿Alice?
-¡Malcolm!-dijo feliz al verlo pasar por la puerta-no te acerques-se dió cuenta de que el vampiro podía atacarlo
-bueno bueno... ¡Estamos todos!-dijo con satisfacción el monstruo
-¿Cómo te llamas?-preguntó la jóven con curiosidad
-¿Por qué le preguntas eso a la presa?-el castaño me miró confundido
-si Alice ¿Por qué?-Malcolm se puso ligeramente celoso
-curiosidad-me encogí de hombros
-Sebastian-respondió sin más
-dime Sebastian ¿Has probado sangre humana?-negó-¿Entonces tú no mataste al señor Stewart?
-no, solo soy un aprendiz
-¿Te gustaría ser humano otra vez?
-¿Estás loca?-Malcolm se acercó
-no, solo quiero ayudar-se encogió de hombros
-bien hecho Sebastian-ambos cazadores fruncieron el ceño y tuvieron intención de voltear a ver pero un fuerte golpe los aturdió dejándolos inconscientes.
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