Único
Spreen y Roier son personas muy celosas con sus parejas, ambos están igual de locos de amor por el otro.
Roier es capaz de armar una secta y matar al que se le ponga enfrente por su amado Spreen.
Spreen es capaz de destripar al que se atreva a faltarle a su Roier.
Son el uno para el otro igual de locos y transtornados pero por lo menos se aman con locura, lo que hace que su relación sea más llevadera es el pensamiento que cómparten en cuanto a los celos.
Su idea es, Roier es de Spreen y Spreen de Roier, esto incluyen escenas de celos hacia los que se quieran "propasar" con alguno de los dos, tambien incluyen los golpes de Spreen hacia Roier para complacer sus necesidades, así como incluyen las mordidas de Roier en el cuerpo de Spreen, sin contar que Roier siempre tiene vigilado a Spreen, Roier sabe todo lo que hace Spreen, ya sea en la mina, de exploracion, Roier tenía ojos en todos lados cuando se trata de Spreen.
Pero bueno que se podia esperar de dos personas llenas de oscuridad, por un lado está Roier hijo de dos fieles soldados que responden a los dioses oscuros, claramente Roier no importará cuanto lo evitará el no podía dejar sus pensamientos llenos de locura, Spreen hijo de un soldado de los dioses de luz y su otro padre es un saldado de los dioses oscuros , digamos que Spreen no está tan loco como Roier todavía en su frío corazón hay bondad y empatía cosas que no tiene Roier por más que trate de forzarse a sentirlo.
Por eso al unirse en una relación solo significaba una cosa Roier saca el peor y mejor lado de Spreen y Spreen saca también ambos lados de Roier, lo curioso es que ambos tratan de sacar lo mejor del otro aveces les sale al revés, ya que nadie puede controlar realmente a la bestia que vive dentro de ellos, nisiquiera ellos mismo son capaces de mantenerse bajo control.
Algo que casi nadie sabía y que fue lo que los unió más fue su rencor hacia sus progenitores, "si no fuera hijo de. . . No tendria tantos problemas", " si no fuera hijo de . . . No tendria este problema de control", " si no fuéramos hijos de ellos no seriamos monstruos"
Tal vez suene algo estupido el culpar a tus padres por tus problemas, pero cuando ese problema es más interno y más fuerte que tus deseos es cuando empiezas a culpar a tus padres por heredarte a la bestia que tenían internamente, esa bestia era el producto de sus acciones, ellos ¿que culpa tienen? De las acciones de sus padres.
Por culpa de los celos enfermizos de Luzu y Quackity el resultado fue que Roier fuera un celosos manipulador destructor. Por culpa de los celos de Rubius y el intelecto de Vegetta el resultado es que Spreen fuera un hombre calculador sádico y celoso.
Ellos realmente sentían que aveces no tenían nada bueno que ofrecer a sus vidas, hasta que llegó un pequeño niño que despertó su mejor lado aquel que creían inexistente ese niño logro sacarlo.
Mientras Roier apleneaba el terreno donde estaría su casa con su amigo Mariana y su pareja Spreen, mientras quitaba los arbustos y árboles escucho un quejido bajito, se acercó con su halla en mano.
—quien sea que esté allí sal ahora o si no te voy a dar la corretiza de tu puta vida cabron—
Al no escuchar respuesta movió un poco los arbustos y se encontró con un niño disfrazado de calavera, preocupado soltó el arma y levantó de una el pequeño cuerpo, dispuesto a llevarlo a la pequeña casa improvisado, lo acostó en la cama improvisada con telas y pieles de animales, lo recostó y puso un Techo improvisado encima del niño, se movió entre los cofres buscando vendaje y demás cosas para curar.
Al acercarse se puso a inspecciónar el curpito, topandose que realmente solo parecía tener golpe de calor, le quitó un poco de ropa para que esté fresco y coloco una venda remojada en agua fría sobre su frente.
Allí se quedó Roier velando por la seguridad de ese niño, estaba sorprendido por sus propias acciones y sentimientos, no podía evitar sentir empatía y preocupación por el niño, algo que nisiquiera sentía con su familia, ni pareja, tenía una necesidad de proteger al niño que desconocía completamente, pero no pudo evitar maravillarse.
Era como si en la eterna oscurada encedieras una vela, es inevitable que las garras de la oscuridad no quisieran envolverse alrededor de la vela con la intensión de protegerla y llene de calor la fría oscuridad, si era algo así lo que siente Roier en este momento, estaba tan inmerso que nisiquiera noto que se empezaba a oscurecer, si no hasta que el niño abrió los ojos y se asusto por ver a un hombre medio araña con sus ojos enrojecidos brillando en la oscuridad vigilandolo.
—por favor no me haga daño señor araña—
El chico por fin parecía caer en qué en si la imagen que estaba dando podría dar miedo en un lugar oscuro un poco iluminado por antorchas con unos ojos fijos rojizos mirándote sin dudas algo a lo que cualquier niño le daría miedo
—hey está bien, estás en un lugar seguro, mira soy Spiderman —
Dijo subiendo su capucha y cerrando el cierre de su chamarra mostrando su traje del hombre araña, el niño sonrió feliz olvidando el miedo y extendiendo sus manitas para tocar su cara cubierta, al inicio cuando vio el acercamiento sus sonrisa se volvió tensa, digamos que Roier no puede estar cerca de seres más chicos que el, sin poder evitarlo su lado araña exigía su muerte para luego decorarlos, pero para su sorpresa cuando sintió la manita del infante se sintió en paz, por fin en mucho tiempo sintió como si el tiempo se detuviera y todo fuera paz, amor y sin preocupaciones o cargas emocionales.
Lo tomo en sus brazos con la necesidad de tenerlo cerca
—¿quieres algo de comer?—
—si, porfavor señor araña—
Así fue como Roier le dio de comer una tostada, con un vaso de agua teniéndolo en brazos, una vez más tranquilos y con el estómago lleno, empezó una nueva charla
—¿como se llama? señor araña—
—yo me llamo Roier y tú?—
—Missasinfonia, pero solo Missa—
La conversación siguió con preguntas de cual es tu animal favorito, su comida favorita, su color favorito, Roier olvidó que debía preguntarle que hacía solo en el bosque, hubieran seguido hablando, si no que la puerta se abrió entrando un híbrido del oso, el niño se tenso un poco pero al ver al adulto tranquilo, se relajo y siguió recargado en Roier.
—y este chavon que?—
—es Missa y se va a quedar a vivir con nosotros—
Spreen cuando estaba a punto de reclamar, hasta que conecto miradas con los ojos del niño, fue como si el mundo se detuviera, como si sus pensamientos se detuvieran, como si con solo mirarlo callara al demonio cediendo de sangre que habitaba dentro de el y solo atino a asentir para empezar a acariciar su cabecita azabache.
—Roier, ¿quién es el señor oso?—
—el es Spreen y nosotros vamos a cuidar de ti de ahora en adelante, ¿te gusta la idea Missa?—
El niño sonrió en respuesta, después de que Spreen y Missa agarraran más confianza en el otro, se volvió común ver en la mañanas antes de que Spreen se fuera al niño sentado en sus piernas mientras Spreen lo acicala, Missa nunca se queja de eso al verlo como un trato cariñoso de su ahora proclamado su viejo, mientras Roier es el que pasa más tiempo con Missa, donde va Missa va Roier el se encarga de enseñarle cosas nuevas, en lo que más se entretiene el niño es cuando ve algun animalito suelto, se suelta de la mano de su apa y corre con los animalitos a acariciarlos, siendo vigilado siempre por Roier.
Al pasar tanto tiempo con Roier se le pego aún más la jerga mexicana y mientras que Spreen se dedicaba a qué supiera defenderse de cualquier cosa, ambos se dedicaban a enseñarle como sobrevivir en un mundo tan peligroso como isla quesadilla,sin contar que sus días libres la familia se dedica a ver películas su favorita sherk, algo que tomo por sorpresa a los demás integrantes de isla quesadilla fue cuando se enterraron de la adopción que hicieron ambos chicos.
Por parte de Vegetta al enterarse que ya incluso es abuelo le pego fuerte tomando el papel anciano sabio, siendo que siempre que veía su nieto y al novio de su hijo, no dudaba en llamarlos para darles algún regalo, como mochilas y las extensiones de la misma, así como dejar que Missa acaricie a sus gatos, algo que nisiquiera deja de su hijo haga.
Siendo que Quackity no recuerda a Roier, pero si recuerda las sensaciones, como el estar cerca de Roier le produce una increíble sensacion de alegría, como si Roier lo llenará de una forma inexplicable emocionalemente, lo que provocó que sintiera casi el mismo cariño hacia Missa, solo que Quackity tiene nulo instinto protector.
Luzu apesar de tampoco recordar no puede evitar sentir envidia de Roier y Spreen provocando que le ponga varias minas a Missa al verlo como un blanco fácil, provocando que incluso ahora le roben sus mascotas.
La bonita familia que formaron dos seres rotos como Roier y Spreen vino a llenar y alegrar sus vidas un pequeño niño, ahora son una familia feliz o por lo menos hasta ahora que sus monstruos internos están dormidos, por ahora. . .
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