- ¿hablas conmigo?

- ¿acaso ves a otra hermosa mujer en este lugar? Porque yo no la veo- que coqueto era

Abrí mis ojos grandemente, ¿qué les pasa a todos hoy? Siempre he creído que soy una belleza promedio. Aún recuerdo cuando estaba pequeña en la escuela los niños siempre se querían hacer con otras niñas que eran más bonitas, siempre estaba triste porque hasta el niño que me gustaba nunca quería jugar conmigo. Solo tenía un amigo, Ivan se llama, él siempre decía que yo era muy bonita y que ellas eran todas feas y caprichosas, siempre me hacía reír, luego mis padres me dijeron que nos iríamos a Corea, así que él se quedó allá.

Pero a medida que fui creciendo mi cuerpo cambió, al ser latina algunas partes de este aumentaron y otras se redujeron, solo que para los coreanos la belleza está en ser sumamente delgadas y con pocas curvas, cosa que yo no tenía, así que siempre se me hace extraño cuando me califican de "hermosa", además con mi actitud algunos dejan de pensar igual y eso me agrada.

- ¡Oye! Aquí llamando a tierra- chasqueó sus dedos frente a mi haciendo que despertara del trance en el que me encontraba- ¿me puedo sentar contigo?

- por su puesto que no- lo miré mal y volteé mi rostro.

- es que no hay más mesas y tú tienes una silla libre- me explicó en forma de súplica.

- está bien siéntate- no lo miré.

- oh, muchas gracias, mi nombre es Jungkook- al fin lo miré y me sonrió.

No puedo negar que estaba bastante guapo, pero ¿quien le había dado la confianza para acercarse así? Es cierto que lo dejé sentar, pero una cosa no tiene que ver con la otra.

- Soy TN.

- bonito nombre ¿no eres de aquí verdad?

- no lo soy, pero puedo ser más coreana que tú- mi sarcasmo saliendo siempre a relucir.

Sus ojos negros me observaron con detalle, hasta que se encontraron con los míos.

- tus ojos café son realmente hermosos, ¡ufff! Y cambian de color- se estaba atreviéndo a mucho, no me gusta ser observada.

- siempre cambian cuando quiero asesinar a alguien- le di una sonrisa psicópata, eso lo asustó.

- Ok ok, me callo.

Cuando al fin hizo silencio revisé nuevamente mi agenda, le escribí a mi agente para que me enviara la dirección de la última cita.

- también tiene unos labios muy bonitos- susurró, lo cual no impidió que lo escuchara.

Alcé mi mirada que estaba antes en mi celular y lo miré desafiante- ¡¿qué tanto me ves?!

- no tengo nada más que hacer, es mi tiempo libre, debo aprovecharlo y hacer amigos- hizo un puchero.

- y ¿quién te dijo que yo quería ser tu amiga? Además me observas muy extraño, pareces un pervertido.

- no lo soy- vio lo que había en mi celular- sé donde queda eso.

Mi actitud cambió inmediatamente, pues aún no sabía muy bien dónde era la empresa y tenía miedo de perderme.

- te puedo llevar si quieres.

- está bien, llévame, pero deja de observarme me incomodas, pero igual gracias- le hice una corta reverencia.

Salimos del lugar e iba a ir directo a la parada de autobuses que había cerca, pero él tomó de mi muñeca y me detuvo.

- ¿qué haces?

- pues vamos a la parada de autobuses para poder llegar, si vamos a pie no llegaré a la hora.

- te dije que te podía llevar, eso quiere decir que te llevaré en mi auto, espérame aquí.

- ¿Tiene auto? ¿Pero quién es este chico? Se ve joven, creería que tenemos la misma edad, además no se ve como alguien que tenga un gran trabajo, su forma de vestir tiene mucha onda de motociclista- volvió a sacarme de mis pensamientos cuando tocó el claxon, indicándome con su mano que subiera; era un auto muy bonito, de color negro, un BMW si no estoy mal.

- ¿esto es tuyo?- aún seguía sorprendida.

- ¡Ofcourse!- y ahora era bilingüe- ¿a que hora es tu cita?

- dos de la tarde

- perfecto, tenemos media hora- se puso unos lentes oscuros y aceleró, se creía piloto de carreras.

Llegamos antes de la hora acordada, si los edificios de las empresas anteriores eran impresionantes, este era el más espectacular de todos, Jungkook parqueo su auto y mientras desabrochaba mi cinturón el abrió mi puerta.

- bienvenida- me abrió paso.

Le hice otra reverencia de agradecimiento. Nos dispusimos a ir hacia la entrada.

- muchas gracias por traerme, pero no creo que puedas entrar- me sonrió y entró, también lo seguí algo confundida.

Si por fuera este lugar era bonito por dentro era algo espectacular, tenía grandes ventanas en vidrio que iban desde el suelo hasta el techo, las cuales dejaban ver todo hacia afuera pero no hacía adentro. Al llegar había una hermosa recepción, en tonos oscuros pero muy moderno, me acerqué a la recepcionista y él iba atrás de mi.

- buenas tardes, vengo a la entrevista de trabajo para el puesto de asistente- así es, en esta empresa necesitaban una asistente, pues ya había una recepcionista.

La chica no me miró, simplemente me dijo que me sentara en el sofá que había a un lado, pero en eso se escuchó que jungkook carraspeo su garganta, ambas lo miramos, ella se sorprendió y se puso de pie inmediatamente.

- Señor jungkook, buenas tardes- le hizo una enorme reverencia- no esperaba verlo a esta hora aquí, ¿se olvidó de algo?- ahora su tono era un poco coqueto.

Él la miró serio- si así fuera simplemente hubiera llamado, tengo una cita con la señorita TN- me señaló- hagala pasar y dígale a los demás que no habrán más citas, que se les informará si fueron contratados o no.

Siguió por el pasillo y la recepcionista me hizo una señal de que fuera con él, le hice una rápida reverencia y lo alcancé.

- ¿señor Jungkook?- le dije.

- hablemos en mi oficina, aquí las paredes tienen oídos- miró atrás mientras abría la puerta, lo cual repetí y vi como los demás empleados se quedaban mirándonos- ya puedes entrar- me susurró.

- ¿ahora cómo debo llamarlo?- pregunté mientras entraba, este chico me sorprende cada vez más.

- deja las formalidades para otro momento, solo dime Jungkook, somos amigos ¿no?- alzó sus hombros.

- si claro, amigos- le sonreí.

¿que tal les pareció el capítulo?

¿Se esperaban que el chico trabajara ahí?

Esperamos sus comentarios 💜