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La reunión terminó y todos salieron de la sala con premura, siempre estaban apurados, siempre había algo que hacer, una sesión, otra reunión, un desfile. Gerardo los vio pasar desde su cubículo mientras se preguntaba qué se sentiría ser uno de ellos, ser alguien importante y adinerado, con poder de decisión sobre otras personas, sobre otras vidas.

Una de las muchachas que trabajaba en la empresa se acercó a él con una carpeta en brazos y mirada soñadora.

—Gerardo, te necesitan en la sala de reuniones —dijo y él la observó con curiosidad, ¿para qué debía ir él a la sala de reuniones? Además, ¿acaso no había terminado ya la reunión?

—¿A mí? —inquirió él dubitativo.

—Sí, y no te retrases más, Luciano Armele está demasiado nervioso —dijo revoloteando las pestañas de manera soñadora mientras observaba hacia la sala de reuniones, Gerardo puso los ojos en blanco—. Preguntó quién era el encargado de las redes sociales y le dijimos que eras tú. Quiere verte.

Gerardo asintió y se levantó para ir a donde lo esperaban mientras siguió preguntándose para qué lo buscarían, en específico, ¿qué querría de él Luciano Armele?

—Permiso, señor —dijo al llegar a la puerta de la sala de reuniones. El sitio era amplio y la mesa larga llena de vasos y papeles era la prueba de que acababa de terminar una reunión. En uno de los extremos, estaba Luciano Armele, el modelo más importante de la agencia, el chico bonito que llenaba de dinero las cuentas de la Agencia de modelos Elite.

—Pasa... —dijo el muchacho sin dejar de observar su celular de último modelo. Gerardo ingresó y se acercó un poco más. La verdad es que incluso para él, que no tenía nada de homosexual, ese chico era guapísimo. Gerardo nunca lo había visto de cerca, Luciano no solía venir a la agencia en horarios de oficina, pero algo había sucedido y por ello se había llamado a una reunión de emergencia. El caso era que Gerardo pensaba que sus fotos solían tener mucho de Photoshop, pero viéndolo era obvio que el chico no necesitaba demasiada ayuda.

—¿En qué lo puedo ayudar? —inquirió entonces Gerardo y Luciano levantó la vista.

—Me dijeron que eres el encargado de las redes sociales de la agencia, y necesito que me ayudes con esto —afirmó y luego le pasó el celular. Gerardo observó una cuenta de instagram en la cual había un montón de fotos de Luciano con otro hombre, eran poses sugerentes y daba a entender que eran pareja, la cuenta tenía muchísimos seguidores y todo el mundo comentaba las fotos. Gerardo no se detuvo a leerlos, pero entonces Luciano le explicó—. Esa cuenta no es mía, no tengo nada que ver con ella... y los fans comentan cosas, algunos a favor y otros en contra, ya te imaginarás —añadió y Gerardo solo asintió, sabía que Luciano era homosexual, todo el mundo lo sabía desde que unas cuantas fotos habían empezado a inundar la prensa local, pero aún no entendía qué era lo que le estaba pidiendo.

—Entiendo, ¿y qué necesitaría de mí? —preguntó de nuevo para intentar aclarar la duda.

—Necesito que trabajes para mí —dijo observando a los costados como para cerciorarse de que nadie lo estuviera viendo—. Quiero que te encargues de mis redes sociales y que me crees una identidad muy fuerte, una que pueda pelear con toda la sarta de mentiras que Morgana Sapena ha estado inventando sobre mí —afirmó.

Gerardo supo enseguida de quién se trataba. Morgana Sapena era una periodista tan imponente como destructiva, era dueña de una cadena de medios de comunicación y era productora de programas de chismes y revistas de farándula.

—Esta mujer me odia y no se detendrá hasta hundirme. Primero, inventó aquello sobre el suicidio de mi madre, luego, inventó algo sobre una de mis hermanas, me puso enfermedades y me hizo ver como un huraño delante de mis seguidoras, y ahora, está avocada a meterse con mi sexualidad y hacer creer al mundo que soy homosexual—. Gerardo no dijo nada, pero rio para sí mismo, es que era homosexual, todo el mundo lo sabía. —Estas fotos son falsas, no sé cómo las consiguieron y no sé si tienen relación con la nota que hizo Morgana en el programa La alfombra roja, lo que sí sé es que necesito que me ayudes a contraatacar sin ser tan obvio, ¿me explico? Tampoco quiero quedar mal con la comunidad homosexual, no quiero que me juzguen de homofóbico, ya sabes, todo ese rollo —añadió.

Gerardo asintió, La alfombra roja era el programa de chismes con más rating de la televisión nacional, en el programa de la semana anterior y a raíz de una foto que se había mostrado en un programa de domingo, la conductora Laura Reyes, había entrevistado a cinco muchachos que decían haber sido pareja de Luciano Armele, pero la historia no terminaba allí, lo acusaban de maltratos, de abusos y de toda clase de situaciones. Además se rumoreaba que había una menor en medio que podría estar expuesta a todo esto. El programa era producido por Morgana Sapena.

—Entiendo... —añadió Gerardo—. ¿Los directivos de la empresa están en conocimiento de lo que usted me está pidiendo? —inquirió.

—Nadie lo sabe ni debe saberlo, Gerardo —zanjó Luciano—. Ellos me piden calma y paciencia, pero lo cierto es que yo ya no cuento ni con una ni con la otra. Quiero que esto se termine y si mis agentes no pueden hacer nada al respecto, debo actuar yo. ¿Cuál será la próxima acusación de Morgana? Y no es solo porque ande diciendo que soy gay, sino que me está acusando de ser un déspota maltratador y eso no va de la mano con la imagen que quiero dar a mi público. Creo que a esa mujer se le está yendo de las manos la maldad.

—Bueno, en principio, deberíamos reunirnos en otro lugar. Aquí hay gente poco confiable que puede dar inicio a ciertos rumores —dijo Gerardo mirando a los costados—. Se me ocurre una idea que puede funcionar, ¿cuándo y dónde podríamos encontrarnos fuera de la agencia? —inquirió.

—Bien, tiene razón. ¿Le parece mañana a las ocho en la pizzería Il tomato? Me agrada ese lugar porque es bastante privado —añadió.

—Me parece bien, allí estaré y le llevaré una muy buena propuesta —respondió Gerardo, Luciano asintió y se levantó para retirarse.

—Si le preguntan para qué lo llame, usted diga que era para pedirle que pusiera especial cuidado en las publicaciones que se harán el mes que viene en las redes sociales de la agencia y que tienen que ver con la maratón para recaudar fondos para los indígenas que han sido afectados por las inundaciones. Ya sabe, tengo que ser la cara de la agencia en ese evento de caridad que lo único que busca es mostrar lo bueno que son —dijo con ironía y Gerardo asintió, ya estaba enterado sobre aquel evento, de hecho tenía un calendario con días y horas de publicaciones que debía realizar. Las fotos eran de Luciano cargando algún niño indígena y con una camiseta con el logo de la agencia.

Luciano salió entonces y cuando Gerardo se retiró de la sala, Pamela, la muchacha que le había hablado hacía rato se acercó a él con ansiedad.

—¿Te invitó a salir? ¿Te dijo algo? —inquirió y el chico rio a la vez que negaba con la cabeza—. Dios, si solo fuera heterosexual podría intentar coquetear con él —añadió.

—¿Y qué ganarías? Se acostaría contigo y te dejaría tirada, como todos los modelos y famosos que desfilan por aquí —respondió él mientras caminaba hasta su cubículo de nuevo.

—No me importaría ser chica de una noche con tal de probar a ese bombón —añadió con aires soñadores.

—Dios mío, son ustedes mismas las que no se dan a respetar —zanjó y se sentó en su lugar.

Pamela negó y se alejó, Gerardo abrió entonces una cuenta de correo nueva y luego una cuenta de instagram, tenía una buena idea. Una idea que cambiaría la imagen que la gente tenía de Luciano Armele, una idea que lograría contra atacar las jugadas sucias de Morgana Armele, una por la que cobraría un montón de dinero y que lo catapultaría a él también al mundo de la fama. Luego de que ese plan diera resultado, podría cumplir sus sueños, podría por fin casarse con Milena y renunciar a su trabajo. Quizás incluso él podría crear su propia agencia.

Por fin había llegado la oportunidad que había estado esperando.

Observó su creación:

Email: [email protected]

Cuenta de Instagram: @la.pareja_perfecta

Ahora solo faltaba encaminar su nuevo proyecto, al que llamaría Proyecto PP, hablar con la mujer que lo ayudaría a completarlo.

Hoy les dejo el prólogo y dos caps para que se vayan adentrando en la historia :)

En multimedia, Luciano Armele :)

PD: La cuenta de instagram es real, síganla :)

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