La pareja ideal de Skye
Asi que antes de cualquier cosa tengo que anunciar que yo no estoy de escritor.
Créditos a mi amiga ******* por permitirme publicarlo.
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-Oye Skye -dijo al fin Rubble, animándose a romper el silencio.
- ¿Qué pasa Rubble? Preguntó Skye.
-Me estaba preguntando cómo imaginas a tu pareja ideal -comentó Rubble.
-¿Por qué tienes curiosidad? -indagó Skye, mostrando interés en la conversación.
-Es que me he dado cuenta de que sueles hablar sobre tu deseo de tener una historia de amor especial, pero parece que no has tenido muchas citas últimamente -explicó Rubble con sutileza-. Incluso Rocky, a quien no le gustaba eso, ha estado viéndose con alguien últimamente.
Skye reflexionó por un momento antes de responder, pero Rubble continuó hablando.
-Has tenido admiradores, pero parece que ninguno ha captado tu atención lo suficiente. Me pregunto cómo imaginas a alguien que valga la pena para ti -volvió a indagar Rubble.
Skye mostró cierta desilusión mientras suspiro de desilusión, lo que preocupó a Rubble. Sin embargo, siguió hablando.
-O simplemente, ¿ya no te interesa todo ese asunto del amor? -cuestionó nervioso, tratando de desviar un poco el tema.
La cachorra de ojos rosados negó con la cabeza -No, no es eso.
-¿Sientes que no es un buen momento para tener una relación?
-Tampoco es eso.
-¡Ya sé! ¿Es porque ya te gusta alguien?
La menor en estatura se quedó helada por unos segundos, "¡Bingo!" pensó el bulldog.
-¿Por qué no has intentado avanzar con esa persona? -preguntó, deseando entender más.
-Es complicado -
-Es algo... complicado -respondió Skye, mirando hacia el horizonte.
Rubble no se rindió: -¿Por qué? ¿Hay algún muro que los separa?
-Somos diferentes.
-No creo que ser de diferentes razas sea un impedimento. Sabes que nadie te va a juzgar por eso -dijo tratando de animarla -O acaso... ¿A él sí le molesta eso?
-No se trata de razas, Rubble.
-Por favor, no me digas que es por clases sociales. Porque si es así, entonces ese tipo no te merece -exclamó algo enojado con la idea.
-Tampoco es eso.
-Entonces ¿de qué? -quiso saber el menor - Claro que si no quieres no debes decírmelo -se corrigió con nervios.
Skye volvió a suspirar.
-Somos especies diferentes -por fin confesó.
-Ohhh ¿Y eso es malo? ¿Te gusta un gato? No serías la primera pareja de perro y gato en la ciudad, y ya sabes que todos tomaron bien la relación de Callie y-
-No es un gato, Rubble -interrumpió Skye.
-¿Qué animal es entonces?
La cachorra solo giró la cabeza, no queriendo verlo.
-Contarlo no es algo en lo que me sienta segura -susurró, con tristeza en su voz-. Además, nuestro amor parece imposible; él ya tiene una pareja.
-Skye, lo siento, no era mi intención... -Rubble trató de disculparse.
-No te preocupes Rubble, sé que no era tu intención -le dio una sonrisa pequeña para tratar de tranquilizarlo -De todas formas, creo que es tiempo de que lo deje ir y tratar de seguir adelante. ¡Nos vemos mañana! -dijo retirándose sin darle oportunidad de hablar al otro.
Tenía planeado irse a su casita y dormir, pero cambió de rumbo a último momento cuando vio una figura conocida. Quizás un poco de su compañía le haría sentir mejor; después de todo, siempre lo hacía.
-¡Hola Ryder! -saludó alegremente, esperando que no se notara que estaba decaída hace unos segundos - ¿Qué tal tu salida con Katie? ¿Trajeron algo para nosotros?
-Hola Skye -respondió con una sonrisa -Pues me fue genial, y sí, les traje algo, pero deberás esperar hasta mañana para verlo junto con los demás. ¿Se te ofrece algo?
-No, la verdad. Pero por tu salida, estuve pensando en lo mucho que quisiera tener a alguien especial yo también.
Ryder soltó una de sus características risas, subió a su pequeña, ya no tan pequeña, cachorra voladora en su regazo y le dio unas caricias.
-Descuida Skye, sé que encontrarás a ese alguien especial. No te sientas presionada porque ya varios del equipo estén saliendo. Estoy seguro de que pronto tendrás a alguien -dijo Ryder con total seguridad en sus palabras.
Skye solo le dio una sonrisa -Sí, yo también lo creo.
O al menos eso esperaba, porque desafortunadamente, el chico de sus sueños, que reunía todo lo que ella deseaba en alguien, era un humano que ya estaba en pareja. Y para rematarla, ese chico era su dueño.
Pero bueno, se esforzaría por superarlo, aunque temía que eso fuera a llevar una eternidad.
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