Las palabras se detienen al mismo tiempo que el tiempo. Izuku siente que se ha detenido el tiempo. La respuesta es clara, el porqué de su auténtico vértigo es causado por la verdad a medias que ha escuchado hace tan poco y recientemente confirmada por su rubio quien no le mira al rostro.

Un conserje tuvo que detener la pelea amenazándoles de llamar a los de seguridad y darlos de baja del siguiente partido. Nadie hizo más.

—¿Has pensado en denunciar? —susurra, pronto una risa rasposa inunda la habitación.

—Ya lo hice.

—¿Y?

—Es claro que no me creyeron, ni siquiera cuando grabé el porno involuntario. Lo atribuyeron a un fetiche por ser un marica.

Las palabras frías de Katsuki hacen temblar a Izuku. Él no podría soportarlo, simplemente se hubiera hundido en una depresión profunda. ¿Cómo puede estar tan tranquilo delante suyo contándole eso como si estuviera en el parque? ¿Qué otras cosas han pasado como para deformar su personalidad? ¿Hay algo más que deba conocer?

Quiere tomar su mano, pero Katsuki se quita de inmediato.

>>Vámonos, Kirishima nos está esperando.

Asiente.

***
Se me hizo tarde, perdón u3u