xxxiii
Izuku admira el rostro de Katsuki, quien ha quedado durmiendo después de una sesión de sexo intenso donde hizo las poses más imposibles con tal de complacer a su novio que no cabe en la felicidad de ser penetrado de una manera tan dura, húmeda, caliente y seductora que ha perdido el sueño.
Contempla su cuerpo ahora, acaricia sus bíceps y demás íceps que desconoce, pronto su mano queda sobre su estómago.
Flácido.
Los ojos se iluminan.
Si bien el ejercicio que hacen ambos cada que tienen sexo es abrumador algo es completamente seguro; la pancita de su Kacchan está apareciendo de nuevo. No puede evitar hacerse para abajo con tal de darle de besos a su inexistente lonja. Pronto el producto fecal de su amor estaría ahí y esta vez cuidaría de el con su vida.
Lame su ombligo, el rubio se remueve y siente una presión contra su quijada. Una sonrisita se plasma en sus labios. Sabe que su pareja sexual -porque no sabe si llamarlo novio porque no lo han hablado explícitamente- está bastante dormida, pero eso no impide para que su querido amigo sí esté dispuesto para una más, así que echa el cuerpo un pelín más abajo con tal de atender como es debido.
Entre abre los labios, toma la cabeza con ellos y poco a poco libera algo de saliva para poder humedecerlo. Lo toma con la derecha, firme y lento comienza a masturbarlo. Katsuki echa un largo suspiro entre sueños, ocasionando que Izuku se sienta todavía más travieso.
Esta vez retiene la punta en su boca, lo masturba y siente algo de preseminal empezar a escurrir. Apoya sus antebrazos a cada lado del cuerpo del rubio para proceder con lo que más le gusta hacer. Abre más la boca con tal de meter el miembro ajeno lo más profundo que pueda, aunque sabe que su capacidad se ve limitada al sentir una arcada, pero eso no le imposibilita a continuar. Presiona los labios mientras trata de sacarlo poco a poco, luego deja de fruncirlos para volver a acaparar la extensión de su amante y repite el proceso.
Nunca se ha preguntado si es bueno o no mamándola, pero el miembro de Katsuki está bastante despierto y el rubio jadea aun dormido. Se detiene antes de que se corra, aun no desea que acabe ahí.
Se levanta para quedar a hurtadillas sobre el cuerpo del rubio con las piernas a cada lado de su cuerpo. Se apoya en la cama con el brazo izquierdo y con la mano libre decide hurgarse el agujero. Si tan sólo el rubio estuviera despierto se deleitaría con semejante función.
En fin.
Antes que nada decide humedecerlos con el preseminal que sale de su miembro, empieza a frotarse y hacer presión en su orificio hasta ingresar el dedo medio en toda su extensión. Se mordisquea los labios sintiéndose sucio, pero le enciende estar haciéndolo frente a un Katsuki dormido.
El bello durmiente suspira mientras mueve la cabeza hasta quedar completamente boca arriba e Izuku toma eso como una invitación aceptada. Ingresa el dedo índice, hace la cabeza hacia atrás mientras los saca e ingresa con devoción. Se agita, cómo mierda no y más al meter un tercer dedo.
—Pelo pincho, que no se hace así, haré el reporte, eres un idiota... —susurra un muy enojado Katsuki entre sueños.
—¿Estás soñando con tarea? —ríe Izuku, decide parar. Toma el miembro de Katsuki y poco a poco lo ingresa.
—Agh... —aún así, luce inmutable, sin poder despertar.
Izuku se apoya ahora en las piernas de Katsuki mientras eleva y baja las caderas de manera lenta disfrutando de la extensión misma del pecado.
—Ya quiero que despiertes —susurra el pecoso, golpea su trasero contra su entrepierna y la restriega unos segundos, el rubio arruga el entrecejo.
—Eres una puta... —murmura entre sueños.
—¿A quién se lo dices? Porque con gusto puedo ser tu puta.
—Todoidiota...
—Con que Todoroki, ¿eh?
—Pelo pincho...
—Debí suponerlo.
Izuku se hace para en frente sin romper el contacto entre los dos, pega su frente al contrario y besa sus labios de manera superficial, pero pronto ingresa su lengua para juguetear con la otra haciendo despertar a Katsuki, quien le mira confundido.
—¿Qué te pasa? —susurra el rubio tratando de asimilar lo ocurrido.
—Decidí dar una fiesta —caderea Izuku y Katsuki le toma de la cintura entre risas.
—¿Tan necesitado de verga estás?
Izuku vuelve a echarse para atrás sin dejar de moverse sobre el miembro del rubio, esta vez empieza a marcar el ritmo mucho más marcado y rápido. Katsuki le sostiene de la cintura mientras empuja sus caderas cada que el trasero del pecoso choca contra su entrepierna.
—Cada que estoy contigo necesito más y más porque mucho nunca es suficiente.
Con la mano libre, el rubio sostiene el miembro del pecoso con el fin de masturbarlo, cosa que hace suspirar a Izuku entre cada pulso.
—Debiste despertarme.
—Dijiste un par de cosas que me hicieron callar.
—¿En serio?
—Ajá.
—¿Y qué fue?
—Nombraste a tus exs.
El rubio palidece mientras se detiene. Izuku continúa cadereando.
—Lo siento.
—No te preocupes.
—¿Por qué no te enojas?
—Porque yo te cojo mejor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro