No tardando la señora Inko les ha dejado solos para ir a trabajar, Katsuki aprovecha para burlarse del pecoso por todo lo contado por su madre.

Izuku, por otro lado, decide darle guerra. Le revela todas las fechorías que hacía de mocoso que sirve que el rubio se pinte de colores.

Entre empujones, risas y burlas, no tienen idea de cómo han llegado al piso de la sala. Izuku le hace cosquillas al rubio en ciertos lugares que le hacen soltar señoras carcajadas. Katsuki después le atrapa con las piernas y le hace cambiar de posición para ser él quien le haga eso al pecoso.

No tiene idea qué le hace detenerse, apoyar las manos en el suelo y besarle, pero se siente bien ser correspondido por Izuku, quien acuna su rostro con las manos.

Pronto Izuku se sienta con Katsuki en las piernas entre beso y beso, le quita toda prenda que tenga en la parte de arriba para besar los bíceps, clavículos y cualquier cosa que encuentre del rubio, quien se colorea por verlo lamer sus pezones tan detenidamente.

Se gira, trata de detenerse, pero Izuku vuelve a tomar su rostro para que le mire.

—Por favor no me rechaces.

Y Katsuki vuelve a besarle.

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Qué ganas de ver wendy woo la chica kung fu