₀₁
Name:
℘"second star to the right and straight on until dawn◞♡°
---!Luz!, baja a comer. -dijo la señora Darling.
--- ¡Ahí voy! - Afirmó una voz femenina.
La pequeña Luz se levantó del piso, limpiando su vestido el cual estaba lleno de polvo por razones obvias, esta sonrió y decidió arreglar el cuarto ya que tenía muchos lápices, colores... Entre otras cosas.
Era un sábado por la tarde por lo cual no habría escuela y ni una ocupación más, era un día de descanso, por fin los vecinos de Luz podrían venir a jugar con ella y su hermano . Desde que iniciaron las clases casi no podía ver a sus familiares o personas más queridas: Por lo cual sería divertido que vinieran.
Luego de alzar los cuadernos y lápices la chica bajo rápidamente a comer; estaba con mucha hambre, era costumbre de ella comer rápido y mucho, pero nunca entendía el porque no engordaba, debia ser por genetica de su familia, la mayoría son altos y delgados.
Como si no hubiera más tiempo deboró su plato de comida en un instante para luego quedar en el sillón esperando unos minutos masticando la comida.
---Cuidado te ahogas, recuerda que el mundo no se acabará mañana. -Dijo su hermano, Natt.
---No sabemos realmente, está podría ser mi última comida. - Exclamó.
--- Y tendrás que guardar espacio para los postres que he hecho, tus vecinos vendrán, sus padres están de viaje y me pidió cuidarlos. Les tengo preparado unos pastelitos y caramelos. -Dijo su madre, la señora Darling para luego tomar los platos de la mesa e ir a lavarlos.
--- ¡Si! -dijo Natt muy feliz. - Quiero volver a escuchar la historia de Peter pan y.. -Mastico un pedazo de carne que se estaba comiendo- la niña pérdida que derrota al capitán Garfio.
---No empieces con esas tonterías, Peter pan no existe. - Dijo convencida de que las hadas, ni Piratas, ni el país de nunca jamás existía.
Su madre escucho lo que dijo y la vio, solo le miró con una mirada decepcionada, y volvió a lo que estaba haciendo.
Luz la miraba sería ya que quería que su hermano madurara y entendiera que ello no existía a la corta edad que tenía.
---¡claro que si existe, mi madre y tíos lo confirmaron! -Dijo Natt molesto.
--- ¿¡Acaso ellos fueron allí?! - Exclamó.
La madre de Luz se percató de sus palabras y le sonrió.
--- Querida, si en verdad supier-
Antes de que terminará luz le interrumpió.
--- No me digas, ahora resulta que Peter pan es tu maldito amigo, genial. - Dijo de forma sarcástica.
--- Calma tus modales, ¡eres una señorita!
--- No tengo razón para calmarme, y mucho menos me llames señorita. - contradijo.
Natt estaba en la sala viendo todo, era normal para el verlas pelear, tan normal que esto ya se había vuelto costumbre.
Al parecer la señora Darling había perdido la paciencia, siempre Luz tenía que venir con un berrinche, pero este berrinche era de lo peor.
--- Que horror, acabas de salir por fin de tu cuarto, y vienes así. -dijo enojada. - Vuelve a donde estabas y no bajes hasta que vengan tus vecinos .
La mencionada subió a su cuarto a seguir dibujando; Su cuarto estaba como siempre, era el cuarto anterior de su madre, su madre decía que no lo quería porque era una reliquia y se lo quería dar a ella, tenía un alféizar con un par de almohadas en el, dos camas muy grandes de colores llamativos, y juguetes de natt, y también de los chicos que aveces los dejaban tirados como si nada.
--- Que desorden. - Dijo.
Tomo el cuaderno y lápices que antes había dejado sobre la mesa y se puso a dibujar en el piso, a una mujer pelo corto, rizado y negro, ojos verdes que te dejaban inoptizado al verlos, y una piel morena que la hacia más atractiva. Labios grandes y pestañas largas, y una altura muy alta.
Para ella dibujar siempre sería una forma de desahogarse, era una costumbre. Le gustaba dibujar junto a su padre, el siempre le compraba colores o lapices, se la pasában dibujando a Peter pan y a su hada, campanita. El siempre le decía que hay que creer en las hadas, porque al dejar de creer en ellas, estamos haciendo que desaparescan.
Aún tenia esos dibujos y se acababa de acordar, los tenía prensados a la orilla de una ventana, la ventana del alféizar. La chica se levantó y guardo los colores y cuadernos que tenía posados en el piso. Y se dirigío a buscar esos dibujos, tienen un valor importante para ella y no podia perderlos así por así, son un gran recuerdo que tiene de su padre.
---¿Dónde están....? - se susurró a ella misma.
Reviso el alféizar y¡ bingo! , encontro los dibujos. Eran varios.. , unos de las sirenas junto a la niña pérdida, otro de campanita en la isla calavera, y otro de Peter pan peleando contra el capitán Garfio, esto trae muchos recuerdos. De su padre y ella haciendo los dibujos junto a Natt mientras su madre les hacia galletas, las teorías de natt, y ella riendose por un lado, pero todo cambio desde que pasó ese accidente. Su padre nunca regreso y eso le puso triste. De ahí se rehuso a creer en los cuentos de hada.
Estuvo unas horas recordando los momentos juntos que pasaron sin cesar, al revisar un reloj que estaba posado encima de la puerta la cual estaba cerrada se dio cuenta de que eran las 7:45 p.m
--- ¿Las 6? Es muy tarde. - susurro con sus dos manos Posadas detrás de su cabeza.
De repente escucho que su madre le llamó.
---¡Luz! Baja - dijo la madre desde la cocina.
A si que decidio bajar a revisar que para que le llamaba. No le gustaría que le castigará por una semana más , puede ser una persona muy amable pero si la enojas puede explotar medio mundo.
--- ¿Qué pasó madre? -Dijo mirando a la mencionada sin ninguna expresión.
--- Ya llegaron Harley y Matteo. - Dijo su madre sirviendo vasos de jugo en la mesa.
En la mesa estaban sus amigos e hermano. Siempre se la pasaban jugando a la guerra de espadas o escuchaban la típica historia que no hay necesidad de mencionar
- Primero y antes de todo,tendran que ponerse pijamas y beber ese jugo, no lo hice de gratis. - Dijo la señora darling.
Esta reviso un reloj posado en una pared que tenía la forma de un búho, esta se quedó viéndolo para luego hablar.
-Ya es tarde y tengo sueño, apurense si quieren escuchar la historia .- dijo la madre con su tono encantador de siempre.
"Pero cómo pudo pasar eso, no quiero que se queden a dormir, ¡me dejaran durmiendo en el piso! Prefiero dormir en el alféizar que ahí. Son un dolor de cabeza." Esas eran las palabras que pasaban por la mente de la joven Luz.
- ¿Qué? - chillo.- ¿se quedarán a dormir?
-Siempre te la pasas amargada todo el día, unas visitas no haran daño, además, sus padres me pidieron el favor. -sonrió. -Bueno chicos... ¿Tienen todo listo?
-¡Claro tía darling! - Sonrió Matteo incomodamente.
Mientras tanto luz solo les miraba callada posada sobre las escaleras que se dirigian a su cuarto. Está se giro y decidió otra vez irse para arriba a lo cual su madre la vio y la llamo.
- No puedes irte, acabas de bajar y te la has pasado todo el dia encerrada. -Dijo.
La chica la vio y solo bufó, para luego dirigirse a sentarse con sus vecinos y hermano en el sofá.
- Agradezcan que me voy a sentar con ustedes. -Dijo de brazos cruzados.
- Calma tu vocabulario Liz, aparte de enana malhumorada. - Dijo Matteo alzando una ceja y viendo a la mencionada.
- Mi nombre es Luz, no Liz. -Dijo la joven.
El chico la miró y sonrió.
-Bueno, para matar el tiempo, ¿Que podemos hacer? -Pregunto Matteo algo aburrido, si el sillón pudiera tragarselo se dejaría.
- A mi ni me preguntes, suelo hacer nada todo el día. -Dijo Natt.
- Claro, harán lo que quieran chicos, pero primero necesito que vayan a comprarme una lista de cosas. -Señora Darling sugerio.
- ¿A estas horas? -Preguntó la joven - esta muy temprano. - Dijo sarcásticamente.
-Si, muy temprano. -Dijo con sarcasmo.- ¿Entonces van a ir o no?
- Si, claro que iremos. -Dijo Natt. - ¿iremos a buscar un tesoro?
- Claro que sí, iran al mercado. -sonrió. - es casi lo mismo.
La joven Luz bufó y se levantó del sillón para luego hablar.
-¿Vamos a ir? Apúrense.
Los chicos se levantaron para colocarse detrás de ella.
La madre le extendió el dinero el cual ella tomó para ir a la puerta e salir a comprar.
- Cuídense. - Dijo la madre.
Luego los tres se fueron para ir caminar durante un rato rumbo al mercado.
Ambos pasaban a la par de hombres y mujeres muy elegantes lo cual era normal a esa época, las mujeres cuidaban la casa y a su familia y los hombres trabajaban, vivían en una sociedad machista que hacía que eso fuera muy normal, pero Luz siempre se daría a respetar.
Iba caminando por la cera junto a sus hermanos cuando de repente choco con una persona, esta la volvió a ver para luego sonreír de manera repugnante.
- Fijate por donde caminas hermosa. - Dijo una voz de un chico.
Esta se percató de que era un chico de 15 años asi que decidió responder.
- Ya se que soy hermosa, pero el que debería fijarse al caminar eres tú. - Dijo remarcando las anteriores palabras.
El chico era pelo negro con ojos avellana, era un poco Moreno y con un peinado de libro, vestido con traje muy elegante, algo que llamaba la atención de la chica.
-Niña, no te hagas la difícil, debes aprender a calmarte cuando tus superiores te hablan, eres una mujer, debes obedecer y respetar. - Dijo él.
Los chicos solo miraban el momento callados sin saber que decir, a excepción de Natt que quería ir a pegarle al chico, pero máx lo sostenía de la camisa y esto le impedía hacerlo.
Harley le hacía muchas señales a Luz para que esta se fuera, ya que no quisiera meterse en problemas pero esta lo ignoro. El bufó.
- No tienes derecho a callarla, niño caprichoso. -Dijo max sin soltar a Natt.
-Debes respetar a tus mayores. - Dijo el contrario.
- Ya cállate, fue tu culpa tropezar y no la mia, ¡andabas como idiota caminando leyendo el periódico sin ver a dónde ibas! - Exclamó luz.
El chico la miró de pies a cabeza para luego soltar una carcajada.
- Sabes, no es mi culpa y pagarás por contradecirme y faltarme el respeto. -avanzó unos cuantos pasos para quedar por los oídos de la chica. - Nos vemos pronto.
El chico se agachó y recogió el periódico que había votado al chocar, para luego ir caminando hacia su destino.
- ¡Que tipo más raro! -exclamó Natt. - sueltame Máx.
El mencionado solto a Natt para luego seguir en su camino junto a Harley.
- vamos, se nos hará tarde. - Dijo el.
Caminaron unos cuantos minutos para luego llegar al mercado y buscar lo que les habían pedido.
Luz reviso la lista y era unas cuantas bolsas de pan.
- Pan simple. -Se repetia asi misma tratando de no olvidarse.
La chica leía la lista mientras compraba las cosas detenidamente para luego ir a pagar.
- Tome, en total son 20 monedas. -Extendió el dinero.
- Lo siento pero debes estar acompañada de un adulto para poder comprar . -La contraria se quejo y fue a llamar a Max el cual la estaba esperando afuera de la venta para que le ayudara a pagar, este accedió.
- Vengo a pagar esto. - Dijo máx extendiendo el pan. El vendedor sonrió y luego le dio el cambio o lo que sobraba de dinero.
--- ¿ella es tu amada? - Preguntó el vendedor.
A Máx se le puso rosada la cara para luego reírse nerviosamente.
--- N-no - Tartamudeo. - es mi vecina, aunque quizas lo llegue a ser.
El contrario solo se rio incomodamente mientras Luz se reía a carcajadas en la entrada de la venta junto a Natt y Harley. Luego de ese incómodo e raro momento Max se despidió formalmente y salió de la venta junto a los chicos de regreso a casa.
Caminaron un montón para luego llegar a su destino, su maravilloso hogar, una casa fina y alta.
Al llegar Luz tocó la puerta esperando a que su madre abriera. La señora Darling llegó y cuando abrió la puerta vio a los niños cansados con lo prometido, la bolsa de pan.
- Vaya, si que dilataron. - Sonrió.
Los chicos entraron en un abrir y cerrar de ojos para irse a descansar al sofá, colocando el pan sobre la mesa de madera que estaba frente a ellos.
---Al parecer salir si te cambió el humor, deberías salir más seguido. -Dijo sonriente.
---Si claro. - Dijo la joven mirando a su madre con un sarcasmo notable.
La chica se fijo en el reloj y vio que eran las 8:06 de la noche. Dilataron un tiempo y se acordo de algo. Se acordó de que era hora de dormir.
--- Chicos, ¿Ya comieron? -Pregunto la mayor con su tono dulce y encantador.
--- Si, antes de venir cenamos ya que nuestros padres no querían molestar. Bueno, nos iremos a cambiar. - Sonrió Max.
Los chicos hicieron caso, se levantaron del sofá para ir al cuarto a cambiarse. Pará luego cepillarse los dientes entre otras cosas.
Después de ellos fue Luz la cual en un instante ya estaba lista para dormir.
Toda la noche se la paso escuchando la historia. <<La segunda estrella a la derecha y luego recto hasta el amanecer>> fueron las últimas palabras que escucho de parte de su madre.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro