Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Strike a pose

RELATO POR LOUISE:

Todo estaba siendo preparado como lo coordinamos a varias semanas. Los asistentes corrían de un lado a otro mientras esperábamos la entrada de la cumpleañera a nuestro piso.

Según el portero ella subía por el ascensor hacia nuestras oficinas junto a un par de chicas que la abrumaban a preguntas y nos ayudaban a ganar tiempo para sorprenderla.

Marie Baptiste era la estrella de nuestra agencia de publicidad. Era la cara de nuestras principales campañas.

Obviamente que el día de su aniversario no podría pasar desapercibido como el de cualquier simple mortal. Debíamos grabar vídeos, realizar entrevistas con un sin fin de periodistas por Videoconferencia, los podcast y una breve sesión de photoshoot para nuestras redes sociales con millones de seguidores.

Era la dulce condena de la fama y el éxito. Todo el mundo cree que debes darles todo a cambio de su reconocimiento.

RELATO POR MARIANA:

Ni bien salí del ascensor casi fui cegada por las luces y los móviles que me apuntaban mientras un grupo de gente me rodeaba coreando un feliz cumpleaños a todo pulmón.

No lograba ver sus caras por el muro de dispositivos electrónicos que sacaban fotografías y vídeos del momento. Simplemente trataba de lucir mi mejor sonrisa y esperar que se apartaran.

Del fondo emergió una pastel chispeando y husmeando con decoraciones en blanco y negro. Mientras alguien lo empujaba en un carrito hacia mi. No podía ver quién era dado a la creciente multitud que me rodeaba.

Al fin soplé las condenas velas y accedí a sacarme fotos con los presentes. Alguien se encargó de repartir el pastel, mientras me fugue a las oficinas del fondo.

En el camino encontré a Louise, quien apuró  sus pasos hasta llegar a una oficina y cerrar la puerta con llave.

- ¡Te acostaste con Ethan!- soltó mientras movía sus manos por el aire y sus ojos negros parecían que saldrían de su cabeza.

- Si. Lo hice y déjame decirte que no te incumbe.- indique mientras me sentaba sobre el escritorio.

- ¿Qué no me incumbe? ¿PERDÓN? Cubrí tu huida por casi 48 horas, agradeceme que tu privacidad está preservada gracias a mi, amiga mal agradecida.- y arrastró una silla hasta mi frente. Se sentó y cruzó sus brazos esperando mi RELATO.

- ¿"Gracias" debo decir o "de nada" por darte la exclusiva, Louise? - la imite con su postura.

- Cuenta todo, Mariana. Estuviste dos noches y un día con aquel hombre espectacular. Dime que tan perfecto es, por favor.- imploraba con sus palmas juntas sobre su pecho.

- Sólo recuerdo...- y me detuve cuando en mi mente me asaltó otro recuerdo.

FLASHBACK.

Estábamos en el departamento de Ethan mientras el se servía una copa de vino y en su frente, sobre la mesada de la cocina, había una libreta y un lápiz.

Yo estaba sentada del otro lado, mirando como equilibrada la botella para no dejar caer su contenido sobre la superficie del mueble, mientras bebía mi copa. No era la primera, creo que ya llevábamos 2 botellas.

De un momento a otro nuestras miradas se encontraron y comenzamos a reír sin un porque aparente.

- ¿Entonces qué pretendes decir a Isadora en tus votos matrimoniales?- pregunté mientras apuntaba con mi dedo la libreta.

- Estoy en blanco. Tal vez por mis nervios o por el poco tiempo, pero no sé qué dedicarle.-

-¿Qué tal si empiezas por el "te amo", Ethan?- y tamborilee mis dedos en la madera de la mesada.

- Si, es un comienzo. ¿Y luego qué, Marie? ¿Qué te gustaría oír si fueras tú?-

Lo miré sorprendida con esa extraña idea de que si fuera yo en el lugar de su prometida. ¿Qué necesitaba escuchar del hombre más perfecto del mundo? ¿Qué palabras serían suficientes para no envidiar qué afortunada era Isadora? 
Si alguna vez creí en príncipes azules y toda esa patraña romántica, lo soñé a Ethan, definitivamente.

- Si fuera yo.... Yo estaría preguntándome porque la vida me regalaría la oportunidad de ser amada por un hombre tan bondadoso y porque rayos el quiere estar conmigo teniendo una fila enorme de pretendientes a su disposición.- dije sin pensarlo y me tragué lo último que tenía de bebida en mi copa en un sólo trago.

No obstante Ethan examinaba cada una de mis palabras y se tomó su tiempo para responder.

- ¿Qué tratas de decir, Mariana?- y apoyo sus manos sobre la mesada, dejando su copa a un lado. Estire una de mis manos hacia él, luego subí mi mirada.

De repente sentí que alguien me empujaba hacia atrás en mi mente. Y caí inmediatamente como en un cuarto de Cristal. Podía oír y sentir el tacto de Ethan, pero no era mi conciencia ni mis sentimientos que le respondían.

Era apenas una espectadora mientras él interactuaba con alguien más que estaba en el control de mi mente y mi cuerpo. Y lo más extraño era que estaba totalmente de acuerdo con todo lo que estaba ocurriendo. Y simplemente mi mente se apagó.

FIN DEL FLASHBACK.

- Marie, responde. ¿Marie? ¿Dónde estás?.- insistió Louise ya chasqueando los dedos.

- Louise, necesito saber información sobre una persona. Está relacionada con Pilar y Ethan.- y traté de buscar un papel y escribir allí el nombre que oí un par de veces.

- O sea que me dejarás sin mis exquisitos detalles de tu encuentro con Ethan, ¿así sin más, maldita?- insistió y puso sus manos en su cintura.

- Te daré un detalle, sólo uno, chismosa.- le entregué el papel y esperé su pregunta.

- ¿Cuántas veces te hizo llegar al orgasmo?- y se preparó para oírme relamiendose los labios, parándose lo más recta posible y sonriendo con una desquiciada.

-Louise, eres de lo peor. No llevé una cuenta minuciosa pero hasta donde sé grité su nombre y amanecí con mis caderas doloridas.  ¿Contenta?-

Ella me abrazó y daba saltitos conmigo. Mientras trataba de mantener el equilibrio sobre el escritorio.

Tardamos un par de minutos así. Hasta que el deber llamó a la puerta. Era el momento de ir al estudio y afrontar minutos de tiempo perdido entre maquillaje y pruebas de vestuario.

Por suerte ese sería el último gran evento de despedida de los flashes y las portadas.

Lo bueno de cumplir años y envejecer es que tienes una gran excusa para retirarte, saborear el anonimato y reírte de tus propias cosas. Estaba esperando ese momento a años.

Recorrí los pasillos de la agencia hasta los bastidores y me senté en la silla del makeup artist con sus luces y sus cámaras para promocionar su trabajo a los medios mientras pedía a una asistente revivir la batería de mi celular con algo de carga.

Antes de comenzar con la puesta en escena pedí un vaso de agua y tomé una de las pastillas blancas recetadas por Pilar. Luego sonreí y asenti para dar inicio al show.

Mi mente quedaba completamente en blanco y Marie Baptiste se robaba las miradas y los aplausos. La súper starmedia de las redes sociales derrochaba su encanto nuevamente.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro