Explícame
Narra Milo.
Estaba en un lugar muy extraño, estaba ¿Nevando?, ¿Cómo podía ser eso posible?, Sé supone que no debería nevar En Grecia durante la temporada de primavera. Me di cuenta que parecía estar escondiendo me de algo o alguien abrí un poco él arbusto dónde estaba para poder ver hacia adelante. Vi a dos muchachos tirados en la nieve uno parecía haber perdido por completo la razón y él otro estaba gravemente herido, su sangre carmesí bañaba lentamente la blanca nieve mientras que un hombre de cabellos negros extendia sus manos hacia ellos y les decía.
Xx: de ahora en adelante me servirán a mi... - fue lo que les dijo.
Yo por mi parte trataba de no hacer ruido, mientras escuchaba una y otra vez en mi cabeza unas palabras que me habían dicho.
"Milo vamos a jugar a las escondidas, nos vamos a esconder en lugares diferentes para evitar que nos encuentren los tipos malos, tú te esconderas aquí y no vas a hacer ruido ¿Está bien?" - pregunto pero pude notar que esa voz se oía triste...
Entonces fue cuando yo le respondi.
Milo: Teseo, pero... ¿Dónde está Ulises? - pregunte preocupado.
"Tranquilo hermanito, él ya inició el juego debe de estar escondiendo se por ahí y si nosotros queremos verlo de nuevo tenemos que hacer lo posible por que los tipos malos no nos encuentren" - me dijo para después ocultarme en aquel arbusto.
Oi gritos y aún hombre decir, maten los pero antes que eso preguntaban por un niño. No entendía nada, sólo quería que eso parará, cerré mis ojos con fuerza mientras tapaba mis oídos de la misma manera.
Milo: Hermanitos tengo miedo - fue lo que aterrado susurré.
No sé cómo o a qué hora fue pero me quedé dormido, rápidamente me levanté del suelo dónde estaba recostado y me di cuenta de que era de noche heche un vistazo en dónde había visto a los dos chicos, pero ya no estaban estaba, no había rastro de ellos o que en algún punto hubiera nevado sólo estaba yo sólo en aquel lugar sólo pude ver cómo las casas de la aldea, la cuál algún día había sido mí hogar estaban destruidas y envueltas en llamas estuve apunto de llorar pero me contuve al escuchar ruido así que rápidamente corrí de ese lugar sin mirar atrás....
Fin del sueño.
Comencé a despertar de aquel extraño sueño, lo primero que mendi cuenta fue de que estaba envuelto en muchas sábanas, dirigí mí vista a una figura de un hombre de nieve que tenía en mí mesita, ese muñeco había sido regalo de Camus cuándo cumplí ocho años, después de recordar aquello escuché que abrieron la puerta y lo ví entrando a él con una taza en sus manos al verme despierto se quedó quieto por un momento, cómo si esperando que lo echara del templo cómo ya era costumbre pero solo dirigí mí vista hacia otro lado y lo escuché suspirar cansado se acercó hasta la mesita dónde puso la taza y se sentó a mi lado en la cama.
Camus: ¿Ya está mejor? - pregunto, pero no hubo respuesta - Milo por favor me tienes preocupado, cuando entre aquí pude ver qué estabas ardiendo en fiebre, hice lo posible por bajarla pero me interesa mucho saber si te sientes bien - yo sólo suspiré y dije.
Milo: sólo tengo un poco de frío pero estoy bien gracias - le respondí sin ganas.
Camus: eso puede ser resultado de la gripe, no te preocupes con las sabanas que te puse entrarás en calor rápido. Pero dime ¿Que hacías debajo de la lluvia ayer? - pregunto.
Milo: eso es fácil idiota tenía que cumplir el castigó - le respondí.
Camus: pero no acosta de tú salud bicho estúpido - me regaño molesto.
Milo: no se porque vienes aquí a hacerte él que te preocupa mí salud, cuando tú fuiste él primero que intento matarme en cuanto me vio en Asgard, jamás pensé que los soldados de aquel lugar se comportarian mejor - reclamé a lo que él molesto tomó mí rostro.
Camus: ¿Vamos seguir con ésto? - pregunto serío.
Milo: eso es algo que nunca, voy a olvidar acuario te lo aseguro - le respondí.
Camus: ya me cansé de tener que estar repitiendo lo mismo Milo. Surt es sólo un amigo, él que en realidad me importa siempre haz sido tú ¿Que no te das cuenta?, Si no me importaras hubiera dejado de Surt te matará en ese instante que te atacó por eso use mi polvo de diamantes para evitar que ese golpe te hiciera algo - me decía sumamente molestó.
Milo: Claro... Por eso lloraste cuál magdalena cuándo mataron a Shura, pero a mí ni me giras te a ver - le reclamé mientras él me vio sumamente ofendido.
Me soltó cuando escucho que alguien más ingreso a la habitación, cuando yo vi los gemelos venían ingresando Saga rápidamente se dirigió a Camus.
Saga: ¿Todo bien? - pregunto.
Camus: Si Saga no te preocupes - pude reconocer claramente la molestia en su voz.
Kanon: ¿Camus podemos hablar? - pregunto mientras Camus se levantó de dónde estaba y fue con Kanon ambos salieron de la habitación, en eso Saga se acercó sentándose en él mismo lugar que Camus había estado.
Saga: me dijeron que te mojaste ayer por la noche y ahora estás enfermo, dime Milo ¿Acaso quieres morir? - pregunto serío.
Milo: Je, eso quisiera - le respondí.
Saga: estás loco - dijo mientras tocaba mi frente - bien parece que la fiebre ya bajo dime Milo, ¿Que te dijo Camus ahora? - cuestionó curioso.
Milo: me dijo lo mismo de siempre, que yo le importo mucho y que olvide que él y su amiguito casi me matan en Asgard - dije enfadado.
Saga: tranquilo no te presiones, sólo necesitas tiempo para pensar - dijo mientras acariciaba mí cabeza.
Milo: ¿Saga? - pregunte.
Saga: ¿que pasá? - respondió él.
Milo: De casualidad... Podrías decirme ¿Cómo me encontraste? - pregunté un poco nervioso.
Saga: ¿Porque quieres saber? - pregunto.
Milo: digamos que no recuerdo nada de lo que era antes de convertirme en caballero y tengo mis dudas respecto a mi origen o si tuve una familia - le expliqué mientras él me veía preocupado.
Continuará...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro