ALICE

¿Qué hacía Virginia aquí?.... Esa pregunta estuvo taladrándome el cerebro durante todo el día. Si continuaba así, iba a suspender alguna materia, pero es que desde que llegué a este país, a esta universidad, todo mi mundo, como lo recordaba había cambiado para siempre.

Al terminar todas mis conferencias y seminarios del día, mi cabeza estaba a punto de explotar, así es que pensé que si le preguntaba a Kathlyn podría despejar mi cabeza y prepararme para lo que venía.

Desde que todo pasó, mi padre insistió en comprar una casa más grande que en la que vivía Kathlyn. Allí nos acomodamos todos, como era bastante amplia no tenía que toparme con ella y con Allen todo el tiempo, cosa que agradecí bastante, porque luego de todo lo ocurrido no me apetecía para nada.

-Señora Rectora –llamo antes de entrar.

-Pase –se oye una voz desde el interior de la oficina –Ah eres tú Alice…. ¿todo bien?

-Eh….mmmm…si todo bien Kathlyn –respondo a secas.

-¿Por qué no me llamas mamá?, todas tus hermanas lo hacen –me suelta de pronto y hace que me ponga un poco incómoda.

-Kathlyn, ahora mismo estoy bastante confundida porque resulta que la que más fue engañada de las tres fui yo –comienzo a decir para que le quede claro de una vez –Aleska es muy inocente y tiene un corazón muy puro, eso sin contar que siempre quiso conocer a su madre; Andrea, bueno, tiene sus características y resulta que tú si te ocupaste de ella y al final estoy yo. Allen siempre me trató como cualquier cosa menos como una hija, fue muy dura conmigo y aunque le agradezco que se haya ocupado de mí todo este tiempo, no puedo entender la razón por la cual me hizo sufrir tanto, al igual como no puedo entender por qué tenías que hacer pasar a mi tía como a mi madre –suspiro y cambio bruscamente de tema –de cualquier manera eso ya no me interesa, estoy aquí por otra cosa.

-Alice si me dejaras explicarte yo…

-Kathlyn, no quiero saber –digo negando con la cabeza –lo que sí quiero saber es… ¿qué hace Virginia Philips aquí?

-Es la nueva estudiante de intercambio, que curiosamente viene de la misma universidad que tu venías –me explica mientras revisa unos papeles -¿Por qué discutían esta mañana?

-¡Quiero que se valla! –le suelto y deja lo que está haciendo.

-¿Cómo dices?

-Ella es la razón por la que fui expulsada de aquella universidad.

-No puedo hacer eso, sería antiético de mi parte –dijo meneando la cabeza de un lado a otro.

-Dices que es antiético pero estoy muy segura que al igual que su padre colaboró para que yo fuera expulsada, lo hizo para que ella llegara hasta aquí –dije exaltada señalando su solicitud entre los papeles que tenía en su mano.

-De cualquier manera eso no lo puedes probar, ni yo tampoco, pero te aseguro que al primer comportamiento inadecuado de su parte la expulso –trata de calmarme pero ya sabía que no podía esperar nada de su parte.

No quise hablar más con ella, así es que me fui para no caer una discusión. Bajé las escaleras hasta la salida y allí estaban Zac, David y mis hermanas esperándome.

-¿Dónde estabas? –pregunta David un poco preocupado.

-Fui a ver a mi ma…., a Kathlyn –rectifico –quería que expulsara a Virginia pero me quiso ayudar.

-Alice no seas tan dura con ella –dice Aleska casi en un susurro –de seguro no había nada qué hacer.

-¡Qué le den a la tal Virginia! –interrumpió Andrea tapándole la boca. Sonrió mientras lo hacía.

-Alice ¿por qué te importa tanto su presencia? –Añadió –si te vuelve a molestar, le das otra zurra de aquellas y ya está.

Todos estallaron en risas ante el comentario de Zac, la verdad tenía mucha razón, estaba preocupada por nada. Después de todas las cosas que me hizo pasar Erick, Mahidevran, entre otros, lo que podría hacer Virginia lo resolvía sin mucho esfuerzo, solo debía asustarla un poco y saldría corriendo.

Esta vez todos nos pusimos de acuerdo y decidimos que iríamos a tomar un helado para liberar las tensiones del día. Estábamos bastante entusiastas y muy contentos de ser amigos, al menos ya no éramos solo Zac y yo.

David nos ofreció su auto ya que era más espacioso que el de Zac y tenía mucha razón. El trayecto fue corto porque fuimos a la cafetería que quedaba a solo unas cuadras de la universidad. Al llegar, pudimos darnos cuenta que el lugar estaba un poco concurrido, pero aún habían unas mesas disponibles. David era muy educado, así que corrió la silla de las tres al sentarnos aunque lo notaba un poco nervioso.

-¿No les gustaría ir a otra parte? –lanza la pregunta al aire.

-¿Hay algún problema? –pregunta Zac y pude notar como David le hacía una seña con la mano.

No pude evitar seguir la dirección de su mirada y al hacerlo me topé con algo que me causó mucha indignación. Erick y Virginia estaban sentados solos en una mesa y riendo de lo lindo.

-Alice, no te atrevas a hacer una locura –me advierte Aleska pero sus risas y coqueteos me estaban colmando la paciencia.

¡Respira profundo Alice!

-¡Estoy calmada! –miento.

-¿Segura? –pregunta Zac.

-¡Segura! –le confirmo.

No mirar en su dirección ayudó mucho, debo admitirlo, pero pasados unos quince minutos la curiosidad me estaba matando. Giré la cabeza por un momento y vi una escena que hizo que me saliera fuego por la boca. Erick le tomaba las manos a Virginia y ésta se inclinaba con el mayor descaro dándole un corto beso en los labios.

-¡Chicos lo siento! –digo y me levanto de un salto.

-¡Alice espera!

-¡Alice!