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02

La separación de Jungkook y Jimin fue un proceso doloroso y complejo. A medida que pasaba el tiempo, Jungkook comenzó a darse cuenta de que Jimin tenía una dependencia emocional con él. Jimin se había vuelto cada vez más dependiente de Jungkook para sentirse seguro y válido, y esto había comenzado a afectar negativamente su relación.

Jungkook se sentía abrumado por la necesidad constante de Jimin de ser validado y consolado. Se sentía como si estuviera llevando el peso de la relación sobre sus hombros, y esto había comenzado a afectar su propia salud mental.

Además, Jimin había comenzado a desarrollar patrones de autodestrucción. Se sentía culpable por sus errores pasados y se castigaba a sí mismo por no ser lo suficientemente bueno. Esto había llevado a una espiral de pensamientos negativos y comportamientos autodestructivos.

Jungkook se sentía impotente para ayudar a Jimin a superar estos patrones de comportamiento. Se sentía como si estuviera viendo a Jimin destruirse a sí mismo, y no sabía cómo detenerlo.

Finalmente, Jungkook se dio cuenta de que la única forma de ayudar a Jimin era dándole espacio y permitiéndole encontrar su propio camino hacia la recuperación. Esto significaba que tenían que separarse, al menos por un tiempo.

La separación fue dolorosa para ambos, pero Jungkook sabía que era necesaria. Sabía que Jimin necesitaba encontrar su propia fuerza y su propio camino hacia la recuperación, y que él no podía ser el que lo hiciera por él.

La canción "Hate You" se convirtió en un recordatorio constante de la complejidad de su relación y de la necesidad de separarse. La letra "Maybe hatin' you's the only way it doesn't hurt" se convirtió en un mantra para Jungkook, un recordatorio de que a veces, la única forma de superar el dolor es dejar ir.

[...]

Después de la separación, Jungkook se sintió vacío y solo. La ausencia de Jimin en su vida era como un agujero negro que lo consumía por completo. Se sentía como si estuviera caminando por un desierto sin fin, sin rumbo ni propósito.

Por otro lado, Jimin se sintió perdido y confundido. La separación lo había dejado sin la persona que más amaba, y se sentía como si estuviera viviendo en un sueño. Se preguntaba constantemente qué había salido mal, y cómo podría haber evitado la separación.

A medida que pasaban los días, Jungkook comenzó a sentir un odio intenso hacia Jimin. Se sentía como si Jimin lo hubiera traicionado, y que su amor había sido una mentira. Comenzó a odiar todo lo que Jimin representaba, desde su sonrisa hasta su risa.

Pero a pesar de su odio, Jungkook no podía evitar sentir un dolor profundo en su corazón. Se sentía como si estuviera muriendo por dentro, y que su alma estaba siendo consumida por el odio y la tristeza.

Jimin, por su parte, se sentía igualmente confundido. Se preguntaba por qué Jungkook lo odiaba tanto, y qué había hecho para merecer su odio. Se sentía como si estuviera caminando por un laberinto sin salida, y que no podía encontrar la forma de escapar.

A medida que pasaban los días, la distancia entre Jungkook y Jimin se hizo cada vez más grande. Se sentían como si estuvieran viviendo en dos mundos diferentes, y que no podían encontrar la forma de comunicarse.

Pero a pesar de la distancia, Jungkook y Jimin no podían evitar sentir un lazo emocional que los unía. Se sentían como si estuvieran conectados por una cuerda invisible, y que no podían escapar de la atracción que sentían el uno por el otro.

Y así, la historia de Jungkook y Jimin continuó, un ciclo de amor y odio que parecía no tener fin. Se sentían como si estuvieran atrapados en un infierno emocional, y que no podían encontrar la forma de escapar.

[...]

El pasado doloroso de Jimin era un tema delicado y complejo. De niño, Jimin había crecido en un hogar disfuncional, donde su padre era un alcohólico y su madre era una persona emocionalmente distante. La falta de amor y atención en su infancia había dejado una huella profunda en Jimin.

Cuando Jimin era adolescente, su padre había abandonado a la familia, dejando a Jimin y su madre solos. La madre de Jimin había intentado hacerse cargo de él, pero su propia falta de estabilidad emocional había hecho que Jimin se sintiera inseguro y no amado.

Como resultado, Jimin había desarrollado una dependencia emocional de los demás. Buscaba constantemente la aprobación y el amor de los demás para llenar el vacío emocional que sentía dentro. Esto lo había llevado a formar relaciones tóxicas y codependientes, donde se aferraba a la otra persona con una intensidad que era difícil de manejar.

La relación de Jimin con Jungkook había sido la más intensa y apasionada de su vida. Pero también había sido la más tóxica. Jimin se había aferrado a Jungkook con una dependencia emocional que había sido difícil de romper. Y cuando Jungkook había intentado establecer límites y distanciarse, Jimin se había sentido abandonado y rechazado, lo que había exacerbado su dependencia emocional.

La separación de Jungkook y Jimin había sido un golpe duro para Jimin. Se había sentido como si su mundo se hubiera derrumbado, y que no podía vivir sin Jungkook.

"Nadie te quiere, por eso te alejan"

"Incluso Jungkook te dejo"

"Eres un bueno para nada"

"Mejor desaparece"

"Nadie te necesita"

Todos esos pensamientos surgieron en la cabeza de jimin al sentirse solo y abatido sin nadie a su lado.

"No es cierto, cállate, ¡cállate!"

Decía una y otra vez negando con su cabeza, no quería caer nuevamente, pero se sentía tan vulnerable,  veía su reflejo, en unos vidrios rotos.

Estaba todo pálido, ojeroso, sucio.

Quizás, solo quizás los demás estarían mejor sin él,  con titubeo tomo un pedazo de vidrio roto cerca y fue acercandolo hacia su brazo, sus manos temblaban y lágrimas salían y recorrían sus mejillas.

"Ya no quiero sufrir"

"Solo quiero ser feliz"

Espera!"

Escucho como un grito, asustado arrojo el vidrio al suelo, volteaba a todas partes. Pero no veía a nadie.

Luego vio como un reflejo de Jungkook,  este se veía triste.

"No lo hagas"

Decía aquella alusionacion

Jimin parpadeaba incrédulo y temeroso,  no sabía si era cierto o no.

" Perdóname" balbuceaba El rubio

Limpio sus lágrimas y con poca fuerza se levantó y fue al baño, lleno la tina. Pero un golpe por su ventana lo detuvo.

Curioso se alejó y fue a ver, era un gato que quería entrar a su casa.

Se veía pequeño delgado y triste el animal.

Algo dentro de él  lo miró y se enternecio

Regreso al baño cerró la llave del agua y fue por una pequeña manta para cubrir al felino.

"Tranquilo, no estas solo, yo te cuídare"

Hablo más para si mismo que para el animal, este solo se restregaba en su regazo.

Y por primera vez en días jimin sonreía

Al parecer había encontrado alguna motivación en aquel animal.

¿Sería una señal?

¿Un ángel?

No sabía pero... comenzó a darse cuenta de que necesitaba encontrar una forma de sanar y superar su dependencia emocional.

Necesitaba encontrar una forma de amarse a sí mismo y de valerse por sí mismo, sin depender de los demás para sentirse completo.

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