P.o.V Edward

Me transformo y corro a la puerta  donde mi manada me espera.

“¿Todos están aquí?”

Todos aúllan confirmando su presencia.

“Raúl, guíanos”

Estuvimos corriendo veinte kilómetros, pues al parecer aunque el escondite se encuentra dentro del bosque está al otro lado de la ciudad. Un buen lugar, porque nuestro olfato no llega muy lejos de nuestras tierras.
Hay humanos esperando en la puerta, guardias, seguramente. Parece que notan nuestra presencia, algo que me hace pensar que no solo tienen desarrollada la fuerza y la regeneración.

“Morgan, ve por el lado izquierdo, yo atacaré por el derecho, me llevo a mi grupo”

Cuando llego a una de las puertas ataco al humano que no me ve, pero que tiene un ametralladora que el mismo dispara. Tantos tiros en nuestros cuerpos pueden matarnos por la salida de la sangre, es decir, le haría mucho daño a cualquiera de mis hombres. Mientras lo cojo del pie, haciendo que se calle, una sombra detrás de mí aparece un cuchillo. No sé si es de plata, pero no dejaré que me corte. El soldado que mordí está sangrando en el piso, me giro y lo que veo me paraliza, le cambian el color de los ojos como si tuviera un lobo interior.

“Oye, ¿puedes hablar con el lobo dentro de ese?”

“No, dentro de él no hay nada, pero si siento la sangre de Rafael”

“¿El que desapareció hace un mes?

“Sí, ese mismo”

Me concentro, este hombre está fuera de control, y tiene toda esa fuerza sin un lobo interior, lo que significa que está descontrolado sin un alpha que lo dirija.

Corre hacia mí y yo me preparo para el choque, pero cuando pienso que va a chocar, salta y se pone encima, clavando el cuchillo en mi costado, Aullo de dolor, pero al no ser de plata no me causa tanto daño, gracias a Dios.

Giro mi cabeza, intentando  cogerle, pero al no poder hacerlo, me tiro al piso y giro sobre mi espalda. Camino hacia mi derecha sin apartar los ojos, gruño y me muestra su respeto, pero al parecer ya tiene otro alpha al que sigue, por lo que opto por el  ataque. Corro antes de que salte  de nuevo, el muy condenado, y lo cojo del pie  para tirarlo al piso.

“Está muy descontrolado, no va a parar hasta que lo mates”

Escucho de mi lobo interior, al que hago caso.

Voy hacia su cuello y lo muerdo, dejo que mis incisivos perforen sus venas principales y, hasta que no se desangra, no dejo de clavarlos. Miro sus ojos, los que ya son  normales, y el hombre agonizante me susurra un “gracias” antes de cerrarlos en su muerte.

Tengo que saber qué coño pasa aquí.
Le doy la orden a mis hombres de que tengan cuidado con los que están descontrolados y huelan a licántropo. Miro al piso, hacia el que tenía la pistola, pero no está. Lo huelo pero está a kilómetros de aquí como si hubiera cogido un transporte.

“Dylan”

“¿Sí, Alpha ? ”

“Sigue el rastro del humano que se me escapó, debe estar sangrando”

Después de la orden recorro todo el lugar, tengo alguna que otra pelea más, pero al parecer solo hay tres como el que me enfrenté, entre ellos un niño.

Me transformo en humano y hablo con Timi.

–Alpha, este era uno de sus edificios pero no lo estaban utilizando por ahora, tendré que llevarme la información de los discos duros para descodificar la investigación. También encontré restos de sangre y órganos de algunos de nuestra manada.

–Timi,  ¿y el niño, murió?, es medio licántropo como los otros.

–El niño está bien, solo que muy asustado, tanto que no habla. Él podría ser nuestra clave para tener una pista de este culto, además de la información.

–Ok. Entonces, recoged todo lo que Timi necesite y lleven al niño a Los Arcángeles. Buen trabajo, chicos, hoy dimos un paso importante. Vayan a descansar y estén alerta.

–Sí, Alpha.

“Bueno, lobo, volvamos, mañana quiero tener mi cita”

“Mmm, la cita”

“Grrrr, tú no cambias”

“Es que pensé que íbamos a follar”

“¿Qué hice para tener a alguien como tú en mi vida? ”

“Pues enojarme y no follar, dos cosas muy simples de solucionar”