P.o.V Celin

Me ha preparado unos sándwiches con coca cola.

—¿Sabes?, esta es mi comida favorita. Gracias, está delicioso. Pero, cuéntame, ¿cómo llegué aquí?, además explícame algo del culto ese que escuché ayer.

—¿Lo escuchaste?, lo que te voy a decir no puede salir de aquí, ¿vale? -Asiento y empieza a hablar—. Fue un placer hacerte feliz. ¿No te acuerdas de cómo llegamos nada más, o no te acuerdas de nada?, ooh por Dios, tuve que llamar a mi hermana ese enfermo te lastimó la cabeza -dice histérico.

—Edward, yo recuerdo todo. Solo que no sé cómo llegué aquí, a tu casa, y si tenía heridas porque ya no tengo.

—Ahh; Celin, me has dado un susto de puta madre. Yo te traje, pero no recuerdas nada del trayecto porque estabas inconsciente, y lo de las heridas..., mi hermana es sanadora y te curo.

—Ah, , recuerdo un bosque y alguien llevándome, pero todo estaba borroso.

—Lo de culto es complicado, en un principio pensé que tú serías parte de él, pues como eres la humana que enviaron de la sociedad humana la hipótesis que pertenecieras a esa sociedad encajaba.

—Así que desconfías de mí.

—No, mi vida, desconfiaba, pero después de las pistas que hemos recaudado sabemos que no eres de allí.

—¿Pistas?, ¿cuáles?

—Pues tienen tatuajes en alguna parte del cuerpo, algo así como una F y una M mayúsculas, le pedí a mi hermana que te viera, pero no encontró nada y me dejó más tranquilo.

—¿Le pides a tu hermana que me revise?, esto es el colmo.

—Nena, solo sé que ese culto ha matado a personas, y hasta hemos encontrado a un niño pequeño que está tan asustado que ni siquiera puede hablar.

—Ah, ese era el niño del que hablaban anoche.

—Pues no sé cuánto escuchaste, pero sí, y él podría ser una de las pistas para saber qué quiere esa organización.

—Bueno, tengo un amiga que estudia psicología infantil, es realmente buena, pero está haciendo su servicio social en otro lugar, quizás nos sirva de ayuda.

—OK, llamaré a Morgan y le diré para ver si nos la transfieren. ¿Estás segura de esto, Celin?, mira que si ella es una de ellos daríamos la posición exacta de donde está el niño y la manada.

—Sí, Edward, ella es alguien de mi confianza. Además, ya que eres tan poderoso como para hacer una investigación acerca de un humano necesito que lo hagas con otro.

—¿Por qué?, ¿qué te hizo?

—Nada, pero al mandarme aquí él me dijo que me mandaba al mejor lugar de todos, y como si no fuera poco, todos pensaban que era una cárcel. Entonces solo hay dos caminos, sabía sobre los cambiantes, o no lo sabía y quería verme sufrir trabajando aquí, podría ser una pista.

—Vale.

Veo cómo llama a Morgan, y le paso toda la información acerca de Dyne y del profesor. Estoy contenta porque si lo consiguen, puede que esté con mi amiga en este mundo patas arribas sin mentirle.

Unos segundos después de la llamada reina el silencio entre nosotros, pero él parece intranquilo, como si quisiera preguntarme algo.

—Edward, ¿te pasa algo? —se sorprende por mi pregunta. Tengo otra en mente, pero no sé si es momento apropiado preguntarle acerca de los compañeros.

—Celin, puedo hacerte una pregunta. —Asiento—. ¿Crees en el amor?

¡Qué pregunta!, pues claro que creo. ¿Cuándo se ha visto a una mujer que no sueñe con encontrarse con su alma gemela y todo eso?Puede que sea una cursilería, pero así vivimos en esta sociedad.Aunque nunca he sido de seguir las pautas o las reglas.

—Sí creo, ¿por qué la pregunta?

—Me creerías si te digo que tú estás destinada para mí.

Pero ¿este que se cree?, el día de hoy le afectó, o seguramente sería ayer — pensé para mí.

—Claro, es una broma, ¿cierto?

—No, Celin, desde que te vi en el hospital supe que eras mi hembra, mía y solo mía, a pesar de las inseguridades de que podías ser una espía de esos locos.

¡Wow! ¿dónde he parado?, tengo que revisarle la cabeza a fondo, en serio.

—Dime que es una broma, ¿cómo puedes saber eso si ni siquiera intentaste conocerme antes de juzgar?, pero sí te doy la razón en algo, hay atracción, lo que confundes con el amor. A veces eso tiene que ver con reacciones psicológicas, por favor, compréndelo.

—No estoy loco.

—Nunca dije que lo fueras, pero tienes, ¡QUE TENER UNA NEURONA FUERA DE LUGAR! —termino gritando.

—Pues mis neuronas están bien ubicadas, escucha y mírame.

Su tono se dulcifica mientras me dice eso, yo no me estoy volviendo loca, también me siento a gusto a su lado, por lo que no quiero pelear.

"Porque es nuestro" Pero ¿de dónde vienen esas palabras?

—Es más que atracción, pero es bueno saber que te sientes atraída por mí. Y la que tiene que comprender eres tú, doctora, un lobo no puede elegir a su compañera, es el destino quien lo hace, y en el momento en que la encontramos no queremos a ninguna otra.

Vuelve a la misma basura del estúpido que casi me secuestra.

"No seas dura con él" ¡Ay, apareció la maldita consciencia!

—Estás loco, igual que el otro. ¿Me secuestras en tu casa y piensas acostarte conmigo? Porque eso fue lo que dijo la serpiente.

—¿Secuestrador? -repitió con furia.

—Por si no lo recuerdas fui yo quien te salvó de la serpiente. ¡Él es el maldito violador, ¿ni siquiera puedo estar tranquilo y tú me lo recuerdas?

—¡Da igual!

—¿Cómo que da igual? ¡Estás loca! Yo te salvé y... —le doy un pequeño golpe en el hombro—. ¿De verdad me has dado? ¿De verdad piensas que me vas a detener con ese golpe...?

—Ah, ¡es que me vuelves loca! ¡Deja de burlarte de mí!

"Lo golpeaste como una maldita niña"

"Porque eso soy" Tengo que ir a revisarme no puede ser que hable conmigo misma.

—No me estoy burlando, preciosa. Estoy riéndome contigo.

—¡Pues no te rías y dime cuánto tiempo estaré aquí!

—Estaremos aquí hasta que te recuperes, porque este es nuestro hogar.