Capítulo Único.
Lo malo de las personas es que generalizan. Siempre hacen ello, por un par de personas o cosas que aciertan en lo mismo y ella, al parecer, era la única oruga especial que le molestaba.
No es que ella fuera una filósofa ni una sabia, solo le molestaba el término "generalizar".
¿Por qué? Sus amigos insectos siempre preguntaban ello con gran curiosidad, tampoco es que ella fuera esquiva con esa pregunta. Solo era algo difícil.
Era difícil porque sabía a la perfección que un día de estos, se tenía que convertir en mariposa y no la emocionaba, para nada.
¿Por qué cumplir aquel destino marcado para las orugas? ¿Por qué no quedarse como una oruga para siempre? Esas preguntas siempre saturaban la cabeza de la pequeña oruga, quien siempre con paso lento se posaba en la copa de un árbol y miraba el inmenso cielo azul oscuro lleno de preciosas estrellas.
Le gustaba ello, contar estrellas, como lo hacía con su mejor amiga, antes de que ella se convirtiera en mariposa y se fuera de allí.
- No me gustaría cambiar, alguna vez.- habló ella para si misma, había tomado esa costumbre desde que sus amigos se iban a dormir temprano.- sería demasiado extraño, despertar algún día con alas de mariposa.
- ¿Por qué dices ello? - preguntó una voz, que desconocía completamente. Le dieron unas ganas de voltear su cabeza para ver a quien pertenecía aquella voz, pero fue demasiado tarde ya que el insecto se había colocado al instante al costado de la pequeña oruga.- no es raro pequeña, solo es cambiar a algo mejor.
La pequeña oruga se dio el tiempo de observar al insecto, no era uno cualquiera, era una mariposa.
- Cree en mis palabras, convertirse en una mariposa es tener el poder de ser algo mejor.
La pequeña oruga miró a la mariposa y negó con la cabeza.
- ¿Por qué convertirse en mariposa sería ser algo mejor? Dudo mucho ello, una oruga puede ser lo más gruñona posible, malvada y con aires de vanidad e imagínate cuando se convierta en mariposa, ¿piensas enserio que va a ser un mejor insecto de lo que era antes?- preguntó la oruga, la mariposa se quedó impactada por las palabras de la pequeña.
- Además, mírate. Eres como las demás mariposas, quizá no físicamente, pero por dentro si lo eres; puedo asegurar que cuando eras una pequeña oruga como yo, también deseaste ser una mariposa ¿No? Que también hablabas con las orugas, que ibas a ser la más hermosa mariposa, pero mírate eres una de las más comunes ¿Enserio querías eso?- agregó a palabras anteriores.
La pobre mariposa no podía responder, aún seguía con el impacto. La razón era simple: nadie jamás le había dicho esas palabras con tanta seguridad que, por supuesto, poseía aquella oruga. Ella bajó sus alas, tratando de asimilar todo lo dicho por aquella pequeña.
- Vaya...creo que tienes un buena punto pequeña. No obstante, créeme algún día serás mariposa y ello no lo podrás evitar.- dijo la mariposa, la oruga la miró aceptando las palabras de ella. Sabía que eso era verdad, pero quería escapar de ello.
- Lo sé. Solo no quiero ser una más del montón, ser una oruga que se convirtió en mariposa como todas...lo veo algo demasiado común.- dijo en un tono, un poco solo un poco, de resignación.
- E inevitable.- le agregó la mariposa, la oruga asintió.
El pequeño insecto miró al cielo azul oscuro y vio una estrella fugaz pasar, esa era una señal, una señal que debía irse.
- Me tengo que ir.- exclamó la pequeña oruga, rompiendo aquel silencio que habían formado.
La mariposa le dedicó una sonrisa ladeada y antes de que emprendiera un camino pesado para bajar del gran árbol, le preguntó:
- ¿Cuál es tu nombre? - la oruga había sonreído con aquella pregunta y con diversión, le había respondido a la mariposa común.
- Soy la oruga que no quería convertirse en mariposa.- dijo la pequeña oruga y algunos minutos después, no quedó rastro de ella en aquel árbol.
Sin embargo, la mariposa se quedó allí toda la noche, contando estrellas y recordando a esa pequeña y peculiar oruga que con simples palabras había hecho de alguna u otra manera ver la transformación de una oruga a mariposa algo que, a veces, no es un deseo profundo y ferviente del corazón de insecto, como lo es la oruga.
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La verdad es que este escrito es para un concurso.
La idea, que en si es rara, se me ocurrió mientras veía la película "El Buen Amigo Gigante" (en especial cuando el BAG dijo: "y las orugas parloteando sobre quien va a ser la mariposa más hermosa" o algo así.)
Espero les haya gustada, les agradecería una opinión sincera :).
Love, Olen.
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