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Géminis.

La constelación de los hermanos.

Desde la antigüedad en muchas culturas se creía que el nacimiento de los gemelos era mal augurio, incluso muchos oraculos señalaban a uno de ellos como la reencarnación del mal.

Para los arcontes de Géminis esto se volvió en su cruz.

"Uno de ellos es la obscuridad, la maldad encarnada"

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...n-....n...no....no...¡No!

Sus ojos se llenaron de lágrimas, mientras su garganta se secaba y sus músculos quedaban petrificados.

El cuerpo de su hermano cayó al suelo, manchando con su sangre esa pulcra arena blanca.

El chacal chillo emocionado, gorgotea de felicidad por haber matado al chico...pero...su sonrisa no duró mucho.

Una irá inmensa cubrió su cuerpo, desplazando a la tristeza y dolor. Los ojos de Héctor se volvieron rojos y sin dudar se lanzo al ataque.

El golpe dió directo en la cara rompiendo su quijada en dos, pero no fue el único, golpe tras golpe, puño tras puño, la carne putrefacta, pero dura, comenzó a quebrarse, en cuestión de segundos el perro recibió tremenda paliza que lo dejo tirado en el suelo y sin vida.

Sus compañeros no sabían lo que había pasado, ese humano...ese humano había destrozado a uno de los suyos solo con sus manos...¿Cómo?

Pero Héctor ya no era el mismo, ni siquiera estaba conciente de lo que ocurría a su alrededor, solo sentía... irá, una irá tan grande que cubría todo su cuerpo.

(¡Matalos.... MATALOS!)

La voz en su cabeza estaba tan furica como él, sentía una rabia asesina que lo impulsaba a destruir todo lo que estuviera a su pasó.

Héctor comenzó a caminar con paso firme frente a sus enemigos, la armadura comenzó a brillar y modificarse, tomando una tonalidad azulada y... Antigua. Gran parte de esta desapareció, dejando solo el peto y brazaletes, parecía un prototipo de las primeras armaduras, pero no fue todo, la cara del caballero era cubierta por una máscara que poseía una sonrisa... siniestra y maliciosa.

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La eterna batalla entre ambos hermanos, el bien contra el mal.

Cuando llegaron al Santuario en principio los gemelos eran tratados con desprecio, al menos el menor, de acuerdo al oráculo de Delfos uno de ellos sería malvado y destruiría a su igual, por lo general siempre es el menor.

-es una estupidez, son solo niños, cómo pueden decir que será malvado si aún no lo conocen.

El primero que hizo migas con ellos fue Zaphiri, al arconte de Escorpio le parecía tonto.

-Nadie puede predecir el destino de otro, solo tu eres quien lo marca.

Zaphiri empezó a cuidar de ellos, después se le unió Aeras, Sage , Hakurei y los demás. Incluso el patriarca les ordenó dejar de molestar al pequeño géminis o se las verían con él.

Por primera vez en siglos, ambos caballeros de Géminis fueron tratados como lo que eran...iguales.

Pero...

¿De verdad existía alguna maldición en su constelación?

....

....

....oh, si....

....si la había.

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La irá que Héctor sentía en ese momento era tal que no cabía en su pecho.

Uno de los chacales se arrojo contra él, buscando partirle con su guadaña, el filo choco en el brazalete de Héctor, pese a ser solo un pedazo de cuero no se partió, fue la oz la que terminó hecha añicos. Con un rápido movimiento tomo al chacal del cuello y lo azotó en el suelo, antes de que esté pudiera levantarse Héctor creo una bola de energía en su mano y lanzo el golpe en el abdomen del perro, partiendo el cuerpo a la mitad mientras se quemaba y era reducido a cenizas.

Los animales gruñeron furiosos y se lanzaron contra él, varios se combinaron creando cinco enormes perro, más esto no intimido al guerrero que no tardó en juntar sus manos y....

-¡Explosión de Galaxia!

En esta ocasión el ataque no fue pequeño y débil como los anteriores, para nada, en esta ocasión fue más devastador.

El cosmos tomo la forma de planetas y galaxias, los cuales al impactarse contra sus oponentes crearon ondas de choque que terminaron por cercenar los cuerpos, restos de piernas, brazos, cabezas y torsos caían al suelo para convertirse en cenizas.

Pero Héctor no quería destrozarlos con su cosmos, no, el quería despedazarlos con sus propias manos.

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Polux y Cástor

Un par de gemelos que nació mucho antes que los Titanes se levantarán en el poder, antes de la rebelión de Urano y la de Zeus, dos pequeños humanos nacidos de una hermosa mujer y un valiente hombre, que vivieron en un mundo lleno de creaturas míticas y peligros constantes.

Dos hermanos que habitaban cuerpos idénticos, pero que compartían una sola alma.

Polux era el mayor, fuerte, amable y muy sobreprotector, para el Castor era su mayor tesoro, a quien protegería de todo y todos sin importar nada.

Cástor era alegre y travieso, muy curioso y listo, adoraba a su hermano por sobre todo, siempre apoyando y...y calmandole cuando sus instintos se desbordaban.

Maldición...no, no podrías tacharla como tal....o tal vez.

Pese a ser gemelos, Polux tenía una fuerza superior a la de su igual, podía domar a una manticora solo con sus manos, doblegaba a gigantes de 50 cabezas y 100 brazos solo con sus puños, no había moustro que pudiera derrotarlo, en especial cuando la vida de su hermano estaba en juego.

¡Hermano, para!

Su instinto sobreprotector por lo general siempre rebasa a su cerebro, lo cual era muy peligroso ya que, cuando eso ocurre el poder que emerge de Polux se desborda cual torrente de agua y su mismo cosmos puede herirlo al no tener control.

¡Polux, basta...basta hermano! ¡Estoy aquí, a tu lado!

Es en esos momentos cuando Castor, solamente el, puede calmarlo....y salvarle la vida.

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Ya había perdido la razón, la irá y odio habían invadido su mente nublado todo su juicio y por ello....

Los restos de sus adversarios caían a sus pies, sus ropas estaban manchadas de sangre, incluso aquellos que intentaban huir eran detenidos por una ráfaga de cosmos que rompía sus piernas y brazos frustrando su escape.

Ya nada importaba...

Héctor se había desconectado del mundo y lo último que recordaba es que esos bastardos habían asesinado a Paris, por lo que tenían que desaparecer.

(¡Matarlos, Matarlos a todos!)

La voz en su cabeza estaba tan furiosa o más que él, solo quería la sangre de aquellos que habían lastimado al arconte de su hermano menor, por consiguiente a él, había jurado hace lustros que siempre lo protegería y verlo herido era una gran falla.

(¡Destrozarlos, no dejes nada!)

(...Polux...para)

Pero la irá no permitía que reaccionara, e incluso su cosmos se volvió tan agresivo que comenzaba a dañarlo, el poder que estaba ejerciendo en su arconte empezaba a superar el cuerpo humano de este y pequeños cortes brotaban en sus brazos y piernas.

(¡Debes detenerte! Dañarás a Héctor)

(¡Tienen que morir, tienen que pagar lo que te hicieron)

(¡Hermano!)

-¡Ahhhhhhh!

Héctor gruño al sentir como sus músculos comenzaban a desgarrarse, no tenía control sobre su cuerpo.

(Paris....¡Paris levántate!
Tienes que levantarte, tienes que salvar a Héctor...¡Paris!)

Si bien sentía su cuerpo enfriar, la mención de su hermano y escuchar que estaba en peligro lo obligaron a abrir los ojos.

Podía escuchar una voz en su cabeza, un grito desesperado que le suplicaba de levantará.

.... Héctor....

Los ojos de París miraban asombrados a su hermano, el chico apretaba la herida en su pecho buscando parar la hemorragia, su muerte estaba próxima...y pese a ello se negaba a morir.

Ver a su hermano en ese estado, tan furioso y...

-.... Héctor...para...

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No lo sé....
Cuando me enfado, solo pierdo la razón y....siento mucho odio.

La primera vez que Polux perdió la razón Castor sintió mucho miedo.

Un cíclope había intentado devorar a su hermano, si bien no lo consiguió Castor resulto herido en una pierna y...

Y Polux explotó, su cosmos se activo por primera vez, su fuerza se incremento y despedazó al cíclope, pero tras esto no se calmo.

Cástor miro aterrado como la fuerza de su hermano comenzaba a brotar de su cuerpo, el cosmos buscaba salir de esa prisión de carne, cortes empezaron a aparecer en el chico mientras aullaba lleno de irá, costó mucho pero Castor logro calmarlo.

Y apartir de entonces sería el único que podría hacerlo, acercarse sin recibir algún ataque, Polux jamás dañaría a su igual.

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(¡Detenlo! ¡Debes detenerlo! ¡No dejes que caiga en la obscuridad!)

Esa voz en su cabeza no dejaba de gritar, ordenando parar el acto de salvajismo que Héctor realizaba.

(Si no lo ayudas morirá)

No sabía de quién se trataba pero...

-...para...para por favor hermano.

La obscuridad, esa terrible maldición que acecha la constelación de géminis, aquella que dicta que uno de los hermanos debe ser malo, aquella a la que siempre han temido.

No era más que el descontrol de cosmos en uno de ellos, producido por una emoción muy fuerte, irá, miedo, venganza.

Después de todo el arconte de Géminis es un humano, y como tal es controlado por sus emociones.

Con mucho trabajo, más Muerto que vivo, Paris logro incorporarse, su cuerpo se tambalea, sus piernas se doblan, todo su ser pesa, pero aún así camina directo a su hermano, extendiendo sus manos para alcanzarlo.

-detente....detente...para...

Mientras avanza su ropa cambia, esta es sustituida por una armadura más vieja y una túnica, la máscara de la verdad cubre su rostro mientras lágrimas bajan de ella.

Paris puede sentir como un calor brota desde el interior de su pecho, sanando su herida, la sangre deja de fluir y un aura blanca lo rodea.

-¡Detente Polux, basta!

Su voz cambio a una más grave, pero cálida y dulce.

El gemelo mayor logra sentir como es sujetado por la espalda, unos brazos delgados pero fuertes lo aprisionan, un olor a mirra y hierba lo inunda poco a poco calmando la irá en su ser, ese dolor y fuego que lo consume y busca arrastrarlo a la obscuridad.

Cuando gira se encuentra con su igual, otra fuerte opresión en su pecho lo invade al ver cómo sus ojos derraman lágrimas.

-...¡Cástor!...

Su palma delinea la cara, pese a la máscara puede sentir el calor que la piel emana, seca sus lágrimas con el pulgar, con mucho cuidado junta sus frentes mientras respira para lograr calmarse.

-Polux...ya no más, ya se fueron...cálmate hermano...calma....

Los ojos del mayor comienzan a cambiar y ese tono rojizo que representa la irá poco a poco es sustituido por el azul y miel típicos del arconte de géminis.

Héctor logra sentir como la irá en su ser desaparece, como la fuerza en su interior se apacigua mientras su hermano acaricia su cabello y le susurra palabras al oído.

-esta bien Polux, ya terminó, yo estoy aquí...a tu lado.

El gemelo mayor lo abraza con fuerza, mientras lágrimas bajan de sus ojos.

-pe-pense que te había perdido...creí que tú... Castor...

-no...nunca...jamás te dejare solo....

Todo se pone blanco, cual lienzo puro que espera ser transformado en una obra de arte.

Héctor y París están frente a frente, abrazados, el mayor llora de felicidad al ver a su hermanito vivo, a su lado.

Su pequeño, aquel que siempre lo apoya y protege, aquel por el cual daría su vida sin dudarlo.

No duda en tomar su barbilla y depositar un cálido beso en su boca, beso que es respondido con el mismo amor.

Dos seres tan diferentes e iguales a la vez, dos moldes que comparten una misma alma.

-Hector...

-Paris...

Pero un par de ojos sobre sus personas los hacen voltear, a su espalda dos jóvenes les miran con cariño y orgullo.

Su piel trigueña, cabello castaño y ondulado, tienen un cuerpo atlético que recuerda a los antiguos guerreros, unos ojos verdes que les recuerda el pasto primaveral de las montañas, la ropa que portan es antigua, vestían un exomis de lino en color crema con relieves negros,unas sandalias de cuero muy rústicas, unos brazaletes de piel y algunas partes de una vieja armadura (peto y hombreras).

Eran gemelos de eso no había duda, una copia exacta del otro.

Lo que más llamaba la atención era un par de máscaras blancas que tenían en la mano, estás cambiaban sus rostros, en ocasiones tenían una sonrisa bondadosa en otras una llena de maldad, pero lo interesante es que cuando una cambia la otra adquiere la expresión opuesta para complementarla.

Bien y mal, juntos de la mano.

Cástor soltó una risita alegre y se acercó a Paris, tomo su rostro y le susurro unas palabras al oído, para después darle un ligero beso en los labios y colocar la máscara en su rostro.

Héctor miraba todo esto sorprendido, una mano en su hombro le hizo girar, Polux le miraba con la misma ternura de un padre, también le dijo algo que solo él pudo escuchar, antes de abrazarlo con fuerza y besar su frente para después colocar la máscara en su rostro.

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Cómo si salieran de un sueño los gemelos aparecieron nuevamente en ese extraño desierto...¡Ambos vestidos con a armadura de Géminis! Solo que está había cambiado un poco y tomo un color azúl, los rostros de los gemelos estaban cubiertos por una máscara, ambas en ese momento reflejaban un aura de paz y calma.

-¿Estás listo?

Héctor le ofreció la mano a su hermano, que no dudo en tomarla mientras sonreía.

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Géminis....no es solo una constelación, la armadura no es solo una.

Cástor y Polux, un alma en dos seres.

Dónde uno vaya el otro lo seguirá, no puede existir uno sin el otro.

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Los caballeros caminan directo al norte, de dónde salieron esas cosas, sus guardianes les han dicho que ese es el camino, la pirámide dónde se encuentra el pequeño Kratos está ahí y ellos están listos para salvar a su querido ahijado.

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Y finalmente regreso está historia.

Mil perdones por la tardanza 🙇

Menos mal Paris no se murió, Castor logro salvarlo a tiempo.

Realmente yo nunca e entendido porque Géminis debe ser solo una armadura, digo, representa a unos gemelos no, por lo que a mí criterio deberían de ser dos, después de todo sus arcontes siempre son dos.

Ok, tal vez Caín y Abel no cuenten mucho ya que uno es un tumorcito ♥️, pero de ahí en fuera....

Si fueran dos armaduras Saga y kanon tal vez no habrían peleando, ya que el segundo no habría sido obligado a ocultarse.

Es algo que tampoco entiendo

¿Porque el segundo gemelo se debe ocultar?

Ok, según dicen es por una profecía del oráculo que asegura el segundo siempre será malvado pero...

Si nos ponemos a revisar la historia, cada vez que intentan evitar una profecía siempre se hace realidad por eso.

Yo creo que sí kanon no se ocultaba no le guardaría rencor a su hermano y el santuario por negar su existencia, tal vez Deuteros abría evitado que Youma plantara esa semilla del mal en Aspros u otra cosa por el estilo.

La mitología es muy complicada, lo mismo que los animes, te dicen una cosa en un episodio y al siguiente lo cambian.

Pero volviendo al asunto, ya faltan menos arcontes por conocer, ojalá les gusten.