....mientras Leda caminaba cerca del río Eurotas, se encontró con un hermoso cisne, el cual era perseguido por una fiera águila, conmovida, no dudo en acunarla en sus brazos y protegerla, sin saber que era el mismo Zeus, que había caído bajo sus encantos y buscaba poseerla.

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Avisó.

El capitulo se encuentra dividido en pasado y presente.

Los recuerdos del géminis mayor.

Si tienen alguna duda pueden preguntar en los comentarios.

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Arena, desierto y nada más, las bestias avanzan a un buen ritmo, Zaphiri y Francisca iban montados en una y los gemelos en otra. París se aferraba a la espalda de su hermanó, el menor de los géminis dormitaba, parece ser que su respiración finalmente se normalizo. Héctor aprieta con fuerza las correas, todavía está molesto consigo ¿Cómo permitió que su hermano resultará herido?

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- bienvenidos niños, este es el santuario de Athena...su nuevo hogar.

Dos pequeños de cuatro años veían la imponente estructura frente a ellos, fueron traídos de un orfanato a las afueras de Rodas para ser preparados como caballeros.

El más chico se abraza con fuerza a la espalda de su hermano, temeroso.

-no te preocupes París, yo te voy a proteger.

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-....mmmm....hermano

-¿Que pasa? ¿Te sientes mal?

-no...pero tengo un poco de hambre.

Héctor comenzó a buscar entre sus pertenencias algún alimento, pero no traía nada.

-aqui tienes, se lo quite a ese viejo sin que se diera cuenta.

Francisca sonríe mientras les ofrece una bolsa con pan, Paris no tarda en agarrar, Héctor puede ver como hace una mueca de dolor cuando estira el brazo

No volverán a lastimarlo, no lo permitiré.

Son los pensamientos del mayor.

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Desde que llegó al santuario ya sabía que él sería el encargado de portar a Géminis, era el mayor y solo uno podría ser caballero.

👊¡Kyaaaa!....😐....¡Ay mi mano!😭

👊¡Kyaaa!¡Kyaaa!¡Kyaaa!👊👊👊

Héctor veía sorprendido como su hermano menor golpeaba la roca sin quejarse. El patriarca les había dicho que los dos debían entrenar y cuando estuvieran listos se desidiria quién era el elegido por géminis.

Todos los días se levantaban temprano, subían a desayunar con alguno de sus compañeros, ya que al ser tan pequeños no sabían cocinar muy bien, incluso los primeros días fueron cuidados por Escorpio, Sagitario y Libra, hasta que ganaron la confianza de dormir solos en su templó, tras ello bajaban a entrenar junto a sus camaradas.

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Su hermano se había quedado dormido, podía escuchar su respiración. Con cuidado de no despertarlo lo giro y coloco en sus piernas para que no se cayera.

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¿Castor y Polux?

Así es

¿Cómo eran?

Los niños, de ahora seis años, veían con curiosidad al regente de acuario, mayor por diez años. Todas las tardes Krest se encargaba de narrar historias a los aprendices más jóvenes (géminis, tauro y virgo), en ese momento les contaba el mito de Castor y Polux.

Hijos de la reina Leda, se dice que nacieron de un huevo, junto a sus hermanas, Helena y Clitemnestra, uno de ellos poseia la inmortalidad otorgada por Zeus.

Los chiquillos escuchaban atentos las aventuras de estos dos.

Cuando Castor murió, Polux le suplico a Zeus que le concediera la inmortalidad a su hermano para que regresará a su lado, Zeus les dijo que la compartirían, uno de ellos viviría en el Inframundo y el otro en el Olimpo, cambiando de lugar cada determinado tiempo.

(Pero...Ya no podían estar juntos)

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Héctor apretó el collar en su mano y empezó a rezar, suplicando la ayuda de géminis.

-protegelo...¡a él!...cuando sea el momento de la batalla...¡Por favor! Cuídalo solo a él.

(Tonto...siempre los cuidamos a los dos)

Una suave voz se escuchó, Héctor giro preocupado, parecía que había alguien a su espalda, más al voltear solo estaba la arena y nada más.

-¿Que pasa?

-....nada...yo...me pareció oír algo

Zaphiri miró con curiosidad, solo se veía el blanco desierto y ese cielo tan negro, pero por si acaso, el moreno lanzo unas cuantas agujas al cielo para intentar iluminar tras ellos...no había nada.

....mmmm...¿Hermano?...

-esta bien, sigue dormido.

Continuaron avanzando en esa infinita obscuridad.

Castor y Polux suspiraron, aún no les escuchaban, pero pronto lo harían y cuando fuera así, descubrirían porque se llama Géminis la armadura.

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El combate había iniciado, uno de ellos sería reconocido oficialmente como el caballero de Géminis, muchos esperaban un gran combate pero...

En un rápido y sucio movimiento Héctor tomo la delantera y saco de la jugada a su hermano, esto sorprendió a la mayoría de los presentes, jamás imaginaron que el siempre recto y sobreprotector Héctor le haría eso a su propio hermano.

Fue la entrega más rápida de la historia, el patriarca y Athena le arrojaron la caja y salieron corriendo de ahí antes de escuchar algún reclamo, mientras le gritaban a París que ahora tenía que abandonar el santuario, lo mismo que los, ya, caballeros dorados. Héctor se puso la armadura y se marchó, ni siquiera lo miró, solo susurro un tenue marchate. Solo se quedaron algunas amazonas, santos de plata y los aspirantes de Tauro y Virgo.

Ashura y Francisca intentaban animarle, pero no sabían cómo, se sorprendieron mucho al oir eso del exilio. París lloraba de rabia e impotencia ¡¿Porque su hermano le hizo algo tan ruin?!

Furioso se levantó y hecho a correr directo a las doce casas para reclamarle, sus amigos iban detrás de él, iba a la mitad del camino en Aries cuando se encontró a Zaphiri y Aeras sentados en las escaleras, al verlo subir corriendo se levantaron y de un rápido movimiento Zaphiri lo sujetó.

¡Suéltame, suéltame Zaphiri! ¡Tengo que hablar con Héctor!

Solo los caballeros de oro pueden subir...lo sabes.

¡Suéltame!

Las lágrimas bajaban por su rostro, siguió pataleando pero Zaphiri no lo soltó, incluso uso su restricción en él. Francisca y Ashura le iban a ayudar pero Aeras les hizo una seña para que esperarán.

El arquero puso su mano en la cabeza del menor, lo quería tanto como a un hermanito.

Sabés...cuando la lucha llegue, cuando sea el momento, lo más probable es que el Santuario se encuentre bajo ataque y...

Nosotros los caballeros de oro seremos los primeros en luchar... varios pereceremos, lo mismo que los caballeros de plata, bronce y todo aquel que esté en el santuario.

Terminó Zaphiri.

El moreno aflojó su agarré, París lo empujó y subió corriendo las escaleras, Virgo y Tauro los iban a seguir pero.

¿A dónde creen que van?

¡Abajo! Tienen que entrenar, andando.

Ni siquiera pudieron reclamar ya que la mirada psicótica de Zaphiri y su reluciente uña los obligó a bajar.

Los mayores dieron una última mirada y sonrieron.

¡Morir!....¡Eso ya lo sabía! Después de todo eran soldados y se preparaban para una guerra, si no morirás por el exahusto entrenamiento entonces sería en batalla. Él no tenía miedo a morir, si caería lo haría con honor,como un caballero, era algo que ya tenía en mente, ganase o no la armadura, tenía planeado seguir luchando al lado de su hermano hasta el final, cumpliendo la promesa de nunca separase que juraron de niños, promesa que Héctor rompió al hacer trampa y...

Por su parte el Géminis mayor se encontraba en su templó, sentado en el piso y abrazando sus rodillas mientras llora. Se sentía tan sucio y ruin...pero era la única manera de proteger a su hermano.

Tenía miedo, mucho miedo, desde hace días que acudió al cementerio y miro las lápidas de todos los que habían muerto en batallas anteriores...incluso caballeros de oro...o el propio patriarca.

Si París ganaba la armadura tendría que luchar al frente, lo mismo ocurría si permanecía en el santuario...el moriría. Sabía que los espectros estaban renaciendo, incluso los mayores de la orden ya salían en misión para enfrentarlos y...Ilias regreso herido la última vez.

El temor de perder a su igual es lo que le llevo a cometer ese acto tan ruin, no quería que París muriese...no quería perderlo. Por tal motivo subió la noche anterior al recinto principal para hablar con el patriarca y la diosa, les dijo lo que tenía planeado y sus motivos.

El sería el santo de Géminis, luchará y obedecera cada orden sin queja, no retrosedera ni un segundo y protegerá la tierra con su vida, con la única condición de que dejarán a París fuera de ésto, que le permitieran abandonar el santuario sin represalias. Athena y el Patriarca en principio se negaron pero...tras ver la determinación de Héctor aceptaron su petición.

Ahora era el caballero de Géminis...¡Y esa armadura pesaba más de lo que imagino! Héctor desea que París viva una vida lejos del santuario, sabía que nada malo le pasaría ya que era fuerte y sabía cuidarse solo, tendría una granja, se casaría, formaría una familia y viviría feliz hasta los cien años, rodeado de personas que lo amaran tanto como él. A cambio el luchará con todas sus fuerzas, protegerá la tierra y lo protegerá a él...aunque esté lo odié...aunque no vuelva a verlo.

****////****///

¡Pobrecitos! ¡Zeus es muy cruel, los separó!

Dos pequeños se encontraban llorando en su cama, tras escuchar la historia de su constelación. Si bien era una historia de hazañas y aventuras para ellos el final fue... trágico.

Krest dijo que Zeus escuchó las súplicas y les permitió intercambiar la inmortalidad....¡pero eso de nada servía! Si al final no podían estar juntos.

A ninguno de ellos les gustaría vivir en el Olimpo mientras su hermano está en el Inframundo o a la inversa y algo les decía que a Castor y Polux tampoco.

Héctor...cuando seamos caballeros ¡¿Nos vamos a separar?!

Las lágrimas de su hermano le asustaron, sabía que solo uno de ellos sería caballero, pero que pasa con el otro.

¡No! ¡No lo permitiré!

Abrazo con fuerza a su hermano buscando calmarle.

Nadie nos va a separar ¡Ni siquiera un Díos! París yo...¡Yo me volveré muy fuerte y te protegeré! No dejaré que me aparten de tu lado ¡Lo juro!

Su hermano no mentía, lo sabía muy bien, si Héctor decía que estarían siempre juntos así sería. Las lágrimas sesaron y una sonrisa iluminó su rostro, abrazo con fuerza a su igual sellando su promesa.

Gracias Héctor, yo también me volveré fuerte y también te protegeré, estaremos siempre juntos hermano, lo prometo.

Géminis brillaba orgulloso de ellos, sabía que cuando crecieran serían dignos representantes.

*****////

Las bestias se detuvieron y comenzaron a mugir asustados.

¿Que pasá?

No lo sé, creo que, algo se acerca.

... París... París despierta.

El chico froto sus ojos intentando despabilarse.

¿Que pasá?

No lo sabemos pero, los animales están inquietos y..

Un sonoro chillido los asustó, parecían los gritos o lloriqueos de un niño, pero también daba aullidos cual lobo.

Las bestias bramaron aterradas, incluso dieron vuelta e intentaron escapar, los caballeros no sabían cómo controlarlas.

Cuando acompañaban al viejo esas cosas siempre se mantenían alejados, sabían muy bien que era uno de los esclavos de su amo, pero ahora.

El chillido se escuchó de nuevo, era un sonido muy lastimero (lo más parecido sería el de el demonio de Tazmania), más no era todo unas fuertes pisadas lo acompañaban.

La tierra comenzó a temblar y una gran polvadera flourecente se acercaba a ellos, una tormenta de arena.

-¿Pero que demo...

¡Aghhhhhrrrrrr!

¡Ahhhhh!

De las sombras salió un enemigo, parecía un perro enorme, más no como los goules, este era muy parecido a esos chacales que cuidan las tumbas egipcias, incluso tenían ropa similar, con su rostro descarnado en algunas partes, grandes garras y colmillos afilados.

Dos de ellos brincaron para atacar a los gemelos, cayeron en la espalda peluda de su "caballo". En un rápido movimiento Héctor coloco a su hermano a su espalda mientras lanzaba una patada a ese mounstro, pero el animal la atrapó con su trompa y mordió con fuerza.

¡Explosión de Galaxias!

París no dudo en lanzar su ataque directo a la trompa de ese animal para liberar a su hermano. La bola de luz se impacto en la trompa, despedazando parte de ella y liberando el pie del mayor. Héctor no tardó en propinarle un sonoro puñetazo a ese duro cráneo y lanzarlo al suelo. La otra bestia busco atacarles pero Zaphiri la perforó con su uña.

Los animales buscaban alejarse pero no lo conseguían y los habían rodeado.

De improviso esos moustros comenzaron a juntarse y crearon un tornado, el cual lanzaron directamente a los guerreros.

El impacto dió entre las dos bestias y fue brutal, la ráfaga despedazó el costado de ambos animales, bañando el desierto de rojo, los caballeros salieron volando en distintas direcciones, salvó los gemelos, Héctor alcanzó a sujetar a su hermano y busco protegerlo con su cuerpo pero en la caída se separaron.

*****////

Se sorprendió mucho al sentir unos brazos rodeandole, cuando abrió los ojos se encontró con su igual, París lo abrazaba con fuerza.

Creyó que su hermano ya se había ido del santuario pero, estaba ahí ¡Abrazándolo! ¿Porque? El tendría que odiarlo por lo que le hizo.

Lo siguiente lo tomo desprevenido, París le dió un casto beso en los labios y junto sus frentes.

Idiota, eres un hermano mayor muy idiota...pero gracias.

París...

Está bien...se porque lo hiciste y te entiendo, yo abría hecho lo mismo. Pero lo siento hermanó, no puedo aceptarlo, no puedo ni quiero vivir una vida en la que no estés tú, así que me quedaré y lucharé a tu lado, te guste o no.

¡Qué! No, eso no, no dejaré que mueras, París tú tienes que vivir, no quiero que luches, marchate, regresa a nuestro hogar, forma una familia, has una vida, yo me quedaré aquí y protegeré to...

Tonto...dime algo Héctor ¿De verdad puedes vivir lejos de mi? Porque yo no puedo estar lejos de tí, cuando nos separamos mi corazón siempre duele, a ti no te pasa lo mismo.

Claro que le pasaba lo mismo, en ese momento su corazón estaba desecho de solo pensar que su hermano le odiaba y no lo volvería a ver.

De verdad hermano ¿Puedes vivir sin mi?

Sujetaba su mejilla con tal delicadeza que le provocaba nervios, lo pensó unos segundos pero...¡No! No podía, la verdad dudaba poder sobrevivir está noche sin él a su lado, nunca se habían separado, ni siquiera en las misiones de reconocimiento, siempre llevaban a los dos juntos.

Hermano, voy a quedarme....y voy a luchar, a tu lado, lo prometiste, ni siquiera los Dioses nos separarán ¿Lo recuerdas? No nos separes tú.

Sus ojos bicolor se encontraron, incluso en eso se complementaban.

Soy fuerte...estaré bien.

Héctor lo abrazo con fuerza aceptando, pero aún así, siempre se pondría como escudo para salvarlo.

Subieron al recinto principal para informar qué París no se marcharia, el patriarca y Athena estaban felices, incluso se disculparon por lo ocurrido...culpando a Héctor, obviamente, el cual dijeron los amenazó de muerte.

Héctor pidió que volvieran a luchar por la armadura, esta vez de manera justa, pero su hermano se negó, si Géminis acepto el plan de Héctor en principio y no se negó a ser portada pese a la trampa de su hermano, es porque el tenía que ser el caballero de la tercer casa. París paso a ser el escolta personal de Athena, así como Hakurei lo era del patriarca, continuo viviendo con su hermano en géminis e incluso sus compañeros le llamaban París de Géminis, uno de los caballeros de oro.

*****//////

Los golpes de la anterior lucha ardían como el infierno, lo mismo que la raspada que se acababa de dar por caer en esa extraña arena.

Tambaleándose París logró ponerse de pie, comenzó a llamar a su hermano pero no respondía.

¡Aghhhhhh!

De nuevo ese sonido, esas cosas se acercaban, de la nada, nubes de humo se dirigían a el con gran velocidad, estas tomaban la forma de esos chacales conforme se acercaban.

Junto sus manos e intento defenderse, no tenía mucha fuerza pero.

¡Arco de Geminga!

El como de gravedad era pequeño, pero logró destruir las piernas de su enemigo, aunque esté pareció ignorar el dolor y continuo avanzando con sus patas delanteras.

Lanzo el ataque tres veces más antes de caer exahusto en la arena, ya no tenía fuerza, todo su cosmos se había acabado y...

¡Héctor!

Susurro antes de cerrar los ojos esperando el golpe final.

¡Explosión de Galaxias!

Más este no llegó, lo que si llego corriendo fue su hermano mayor.
Héctor llegó en el momento exacto listo para proteger a su hermano.

Sus ataques no eran tan destructivos pero lograba herir a sus enemigos y alejarlos de Paris; intentaba pararse y ayudar a su hermano, pero sus piernas le fallaban, era en esos momentos cuando mal decía ser más débil. Héctor fue rodeado, esquivaba los ataques de esas bestias a la par que les alejaba de su igual, su cosmos se estaba agotando y esas cosas esquivaban sus ataques, contraatacando con golpes tan fuertes que sentía le quebrarian los huesos.

Dos chacales se combinaron y crearon una más grande con dos cabezas, está se puso en cuatro patas y se lanzó contra Héctor, sus garras parecían cortar el aire y los golpes levantaban enormes columnas de arena, en uno de estos Héctor se vio en la necesidad de cargar a su hermano y brincar con todo su cosmos para esquivar el golpe, era muy fuerte y su cosmos se estaba acabando, gruño molesto, no era tan bueno en los ataques cuerpo a cuerpo como Paris pero...

Tenía que planear cada ataque, si alguna de esas garras o esos enormes colmillos lo atrapaban se podía dar por muerto, la armadura ya tenía una cantidad considerable de cortés, por fortuna solo quedaba este.

París veía a su hermano luchar, Héctor esquivaba los golpes con mucho trabajo.

¡Héctor, agáchate ahora!

Obedeció en el acto esquivando una mordida doble, su espalda le dolió un poco ya que no era tan elástico pero...era una buena oportunidad.

¡Arco de Geminga!

Si la explosión de Galaxias era el talón de Aquiles de París, el arco de Geminga era el de Héctor, su técnica no era tan efectiva como la de su hermano pero..

Concentro el campo en su mano y justo en el momento en que se contornea sube su mano con la pequeña esfera, está comienza a destruir la unión de las cabezas, perforando su cuello, no se rindió y empujó más hasta que ambos caen al suelo.

Le costó mucho trabajo pero logró derrotarlo.

¡Hermano!

París sonríe, a hecho un gran trabajó, sus ojos se encuentran y ambos agradecen estar con vida. Más los ojos del menor no tardan en cambiar a unos de espanto, alertando a Héctor que gira a ver.

A su espalda otra cortina de humo aparece, una enorme garra brota y lanza un feroz zarpazo al mayor de los géminis. Este abre sus ojos aterrado ya que no lograra reaccionar a tiempo...pero su gemelo si.

Todo ocurre en cámara lenta, se escucha la carne ser traspasada, un chorro de color carmesí brota a borbotones mientras un grito ahogado es proferido.

Paris está frente de el, con las manos extendidas intentando protegerlo, mientras esa garra atraviesa su pecho.

....no....Paris...

La armadura de géminis comienza a brillar y a Héctor le invade la irá, desesperación y miedo de perder a su igual.

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Y se acabó.

¿Les gustó?

La verdad intenté hacer otro tipo de relación entre los caballeros de géminis, un amor tan fraternal como el que vivieron castor y Polux, sin que deseen matarse o que alguno de ellos sea obligado a ocultarse, una relación dónde den todo por su hermano.

A mí parecer no me gusta mucho eso de que Zeus les permita compartir su inmortalidad y rolarlos cada tanto, para después crear una constelación en su honor. Creo que sí de verdad los quería ayudar debió permitirle a Castor regresar a la vida, o dejar a Polux morir, como el lo deseaba para seguir al lado de su hermano, ya que de esta manera... prácticamente los separó, lo cual es lo que ellos no deseaban.

Es como cuando por honrar el amor que Orfeo le profeso a Eurídice tomo la lira de este y la subió al cielo para crear su constelación...si de verdad quería ayudarlo mejor hubiese obligado a Hades a dejarla ir.

Bueno, esto es solo mi punto de vista, ya que a mi criterio son soluciónes ilogicas, pero lo más probable es que este mal y lo que designaron los dioses fuese lo correcto, así que no me hagan mucho caso.

Aún así que opinan

¿Les gusta este tipo de relación en géminis o prefieren la de amor-odio que siempre les ponen?

Por cierto, en esta ocasión no les dejo dibujos porque aún no los acabo, luego lo repondre.

Chao😘