ataque a las bestias lunares
El carnero y compañía comenzaron a temblar, por primera vez en su vida se sentían impotentes e indefensos.
¡Déjalo!...¡Aghhhhhh!
Un fuerte golpe en el estómago del moreno lo mando al suelo, para empezar a ser arrastrado junto a sus compañeros.
Su fin había llegado, los caballeros lo sabían.
Fueron sacados de esa horrible jaula, arrastrados cual basura, sus costillas golpearon una y otra vez los escalones mientras eran conducidos a la superficie. Afuera estaba obscuro, podían apreciar las estrellas, por lo cual suponían era de noche y...
-¡Por Athena! ¡¿Esa es la tierra?!
Ashura miró asombrado el planeta frente a ellos.
Si bien estaba obscuro, la tierra se podía apreciar parcialmente, como un espectro fugaz, no veían continentes o países, no de forma clara, pero en su corazón sabían que ese planeta era la tierra...¿Como?
Fueron arrojados a un camino pedregoso y grisáceo, su cuerpo se sentía más ligero pero aún así no lograban ponerse de pie, los golpes que habían sufrido les dejo muy débiles.
Las bestias lunares ataron sus manos, obligandoles a ponerse de pie. Comenzaron a andar por esa horrible y lúgubre villa, casas viejas, redondas, hechas de barro, casi destruidas y rodeadas de lodo, ahora podían apreciar a sus captores en su hábitat natural.
Verdaderamente parecían unos sapos, con su piel grisácea, algunos verdosos y otros marrón, grandes, gordos, con pies y manos de reptil y esa enorme y extraña boca llena de tentáculos rosas que te provocaban náuseas.
"Andando, tenemos que llevarlos a la cueva"
Itia gruño con furia al ver como ese asqueroso roedor llevaba en su cuello sus "armaduras", arrastrandoles cual basura. Apretó los puños soportando la vergüenza y coraje, desilucionado, no merecía ser el portador de libra, ni siquiera pudo evitar que le quitarán su armadura o salvar a sus compañeros, que clase de santo era.
"Caminen escorias"
Continuaron avanzando hasta una pendiente ahí les esperaba una caravana.
Quince bestias lunares, vestidos con un turbante negro, la mitad de ellos traían una especie de antorchas, mientras los otros tocaban una espeluznante melodía en unas flautas de huesos.
Fueron rodeados y dirigidos en esa horrenda procesión, encaminandos a la parte más obscura de la luna.
"Jajajaja el gran Nyarlathotep me dará una jugosa recompensa por ustedes, desea eliminarlos con sus propias manos, de verdad creyeron que podrían ganar".
La "rata" se mofaba de ellos, mientras caminaba al frente, arrastrando los collares.
Poco a poco subían por ese camino pedregoso, los caballeros eran jalados cual esclavos, intentaban liberarse pero cada que lo hacían recibían un golpe con un bastón, que los mandaba al suelo y después les obligaba a caminar.
La procesión seguía su camino, bajo la mirada de unos ojos inquisidores.
¡¿Eh?!
Ashura se percató de un par de sombras que corrían a la par de ellos, fantasmas que se acercaban poco a poco.
El Hindú les miraba confundido, un par de ellas se veian llenas, pero más altas que esos sapos, mientras otras...
Sus ojos violeta se abrieron cuando uno de estos se acercó, lo suficiente para distinguirlo.
Sus labios se curvaron en una sonrisa, con un ligero pestañeo aceptó la orden que la sombra le daba por medio de señas.
Llegaron a una empinada, subiendo lo que parecía ser un enorme cráter, ahí Ashura se dejó caer soltando una fuerte queja mientras llevaba su mano a la pierna.
¡Ashura!
Sus compañeros se inclinaron para socorrerlo.
"Maldita sea, caminen"
Uno de los sapos se acercó listo para golpearlos con el bastón pero...
¡Ahora!
El Hindú gritó, tomo a sus compañeros de la camisa y los jalo al suelo, buscando evitar el ataque que saliera disparado contra ellos.
¡Plasma relámpago!
Un rayo salió disparado de uno de los montículos de piedra, no a la velocidad deseada, pero si lo suficiente para impactar en uno de los desprevenidos guardias.
El sapo soltó un grito de dolor cuando la luz se impactó en su cuerpo, recibiendo una enorme descarga que hizo su ser temblar cual gelatina, ocacionando que tirará la antorcha que llevaba.
Gateguard no desaprovechó la oportunidad, se paró de un brinco y tomo el báculo, golpeando con fuerza a otro de sus captores.
"Ondas infernales"
"Rosas demoníacas"
Sage y Lugonis salieron también, lanzaron sus ataques alejando a otro par de sus amigos, pero no fue todo, cuatro profundos habían decidido acompañarles, ayudar a sus "hermanos" a salvar a sus amigos.
Los profundos se movían con mayor facilidad que los caballeros, ya que eran más pesados y estaban acostumbrados a la gravedad de varios planetas.
¡Ahhhhh!
Una especie de...¿Salmón? ¿Bacalao? ¿Robalo? Sabrá Athena que, logró jalar a Itia antes de que ese sapo lo golpeara, el profundo saco una especie de cimitarra y comenzó a luchar contra la bestia, mientras Sage se apuraba a liberar a sus compañeros.
¡¿Que son esas cosas?!
¡Athena, son horribles!
¡Hey! No insultes a los pecesitos, son amigos míos.
En cuanto los liberaron los caballeros corrieron a ayudar a sus compañeros...y los amigos de éstos, esos sapos eran muy duros.
¿Dónde está?
Por su parte Ashura buscaba desesperadamente a esa rata, sus ojos lograron captar la pequeña figura, la cual se escabulle por un costado llevando con sigo las armaduras.
¡No!
Con mucho trabajo, debido a los huesos rotos, logra pasar entre uno de los sapos, que luchaba contra un profundo, y sale tras él, dispuesto a recuperar a virgo.
*****
¡Maldita alimaña! Porque no te mueres.
Ilias luchaba con otro sujeto, había intentado impactarle con sus ataques pero el sapo era muy rápido, por lo que esté momento se encontraban enfrascados en una lucha cuerpo a cuerpo. El león alcanzo a esquivar las patas del enemigo, las cuales levantaron las rocas cuando se estrellaron en el suelo, esas cosas eran muy fuertes. Con mucho trabajo se escabulle, trepa a la espalda del contrario hasta la cabeza y ahí.
¡Plasma relámpago!
La mano del león prácticamente atravesó los tentáculos, hiendo directamente a lo que sería su garganta y ahí el ataque explotó.
La fuerte descarga interna iluminó el estómago del sapo, este soltó un grito lastimero antes de caer muerto al piso....uno menos.
Ilias se alejó de su víctima, estaba por ir a ayudar a otro de sus amigos cuando alcanzo a ver a Ashura correr tras ese horrible roedor, el gato se sorprendió un poco, pero no tardó en salir tras él para ayudar, ya que por lo que pudo ver su amigo estaba muy lastimado.
*****
¡Revolución estelar!
Por su parte los demás continuaban en la lucha.
Gateguard esquivaba esa látigo infernal que hacía rugir el viento cada que era usado. El chico logró rodar antes de recibir el impacto.
Brinco atrás y lanzó su ataque, pero esa cosa lo esquivo con facilidad, debería de estar muy cansado ya que este no era tan efectivo...la verdad se veía como si recién estuviera aprendiendo.
La bestia lunar continuó golpeando, obligando a Gateguard a retroceder, el sapo estaba por lanzar otro golpe cuando su látigo fue detenido por otra mano azulada, uno de los profundos lo sujeto, Tiro con fuerza el látigo mandando a la bestia al suelo, para después atravesarlo con su espada una y otra vez.
Gateguard miró todo eso sorprendido.
-...gra.... gracias.
Vaya, después de eso ya no se veían tan desagradab...
¡Cuidado!
Otra de las bestias brinco a la espalda del profundo, sus tentáculos se clavaron en la espalda, comenzando a drenar su sangre, el pez intentaba quitárselo pero le resultaba imposible, se había pegado cual sanguijuela.
¡Déjalo!
Ese látigo pesaba una tonelada, con esfuerzo gateguard lo atizó, el golpe no fue duro, pero si lo suficiente para golpear el costado de la bestia y obligarlo a soltar al pez, este aprovecho para de un giro sujetar su "boca", tiró a la bestia al piso y comenzó a arrancar los tentáculos uno a uno, bajo la mirada asustada del carnero.
*****
Por su parte Itia se defendía con esa especie de antorcha, la cual usaba como si se tratara de una lanza. Tenía un filo endemoniado, ya lo había comprobado tras rasgar a dos de esos sapos. Uno de estos tomo una roca enorme y se la aventó. Itia alcanzo a esquivar rodando por el suelo, la bestia se lanzó contra él, el chico logró poner la antorcha frente a él, evitando las patas.
La bestia estaba arriba, intentando atravesarlo con su boca, con mucho esfuerzo logró colocar su pierna en el estómago de este ser y, valiéndose de su cosmos, lo empujó, de un brinco quedó en cuclillas, tomo la antorcha y se la clavo en el estómago.
El animal rugió adolorido, tomo con sus manos el otro extremo del báculo e intento sacarlo de su ser.
Itia comenzó a ejercer más fuerza, intentando atravesarlo, de improviso otro de los profundos se coloco a su espalda, sujetando el resto del báculo, un rugido y con fuerza ayudo al humano a atravesar a ese ser, elevándolo para después arrojarlo al suelo mientras sus tripas brotaban cual fuente.
Otra de las bestias lunares se lanzó contra ellos. En sincronía perfecta el guerrero de libra y el profundo lanzaron un grito y se arrojaron por el sapo, empalandolo antes de que los tocará.
****
Para desgracia de Lugonis y Sage la transformación que habían sufrido desapareció tras tocar tierra, lo cual descepciona a los chicos ya que se sentían más fuerte ahí.
¡Rosas Demoníacas!
Las rosas se clavaron en el cuerpo del sapo, más, parecía que el veneno tardaría en hacer efecto. Lugonis lanzó una y otra ves su ataque, dejando a una de las bestias con más de veinte flores incrustadas en su cuerpo, estas habían cortado algunos tendones por lo que el animal dejo de moverse, Lugonis aprovecho para clavar una rosa blanca en el pecho del moustro, la cual rápidamente empezó a tornarse roja, ya se había desecho de un par de estas cosas.
¡Zzzzzzzz!
El látigo corto el aire y se impactó en la espalda del pelirrojo, mandándole al suelo, cuando intento pararse este mismo látigo se enroscó en su cuello listo para asfixiarlo, Lugonis logró colar una de sus manos e intento liberarse, pero la fuerza era tal que empezó a escuchar como su armadura comenzaba a ceder, si seguía así le rompería el brazo y cuello al mismo tiempo.
La vista del pelirrojo poco a poco comenzó a nublarse, incluso sentía como su razón empezaba a desaparecer, todo se volvía opaco pero en esa niebla alcanzó a oír una voz tenue.
Por su parte, Sage se había acoplado muy bien a luchar con ese sujeto...¿Tiburón? Bueno eso parecía, su piel era ligeramente azulada, no tenía nariz, su boca era enorme y llena de dientes y tenía agallas en su cuello así como una enorme aleta en su cabeza y...a Sage le parecía un tiburón y punto. El hombre era muy fuerte y hábil con esa cimitarra, ya había despedazado a dos de esas cosas.
El cangrejo golpeaba y esquivaba a sus adversarios, atrayendo les a su compañero que se encargaba de aniquilarlos.
¡Rápido, tenemos que acabar antes de que vengan más a ayu....
Más no logro terminar, al girarse logró ver como su amigo pelirrojo estaba a nada de asfixiarse.
Lugonis cayó al suelo y la bestia comenzó a apretar con más fuerza, colocando su pata en el hombro del humano que aún luchaba por salvarse.
Esto hizo enfadar al cangrejo, si bien él e Ilias se molestaban ahora por Luco, la verdad era otra, a Sage solo le interesaba uno de los hermanos piscis... Lugonis.
Furioso se arrojó contra la bestia que extrangulaba a su amado, el peliplata lo tacleo alejándolo del pecesito. En el suelo comenzó a golpearlo sin piedad, moliendo esa carne vizcosa, arrancando sus tentáculos.
¡No toques a mi pecesito!
Un golpe certero y atravesó el rostro de la bestia.
Otro de estos seres intento ayudar a su amigo y se lanzó contra él.
Pero algo en el interior de Sage despertó, el deseo de proteger a su amado lo hizo conectarse con alguien.
(¡Acabalos!)
¡Ondas infernales!
Levantó su mano y la serie de luces comenzaron a aparecer, pero en esta ocasión parecían crear algo. En fracción de segundos una especie de guadaña se formó en su mano, hecha al parecer de un acero negro y coral. Los ojos del cangrejo se tornaron negros, sujeto la arma, la cual brillo, y lanzó un corte.
La ráfaga de luz violáceos salió disparada, decapitando al resto de bestias que quedaban, sus compañeros se habían agachado de puro milagro, de lo contrario habrían corrido la misma suerte.
¡Que demo...
Sus amigos no podían creerlo, a ellos les había costado más trabajo controlar el cosmos, pero Sage.
De improviso sus ojos recuperaron el color normal, incluso se tambaleó quedando en cuclillas.
...Sa....Sage...
Al girarse vio a Lugonis medio acostado en el suelo, intentando quitarse el látigo del cuello.
¡Lugo!
Como pudo se paró y fue donde su amigo, retirando por completo ese látigo de su persona.
-¡Pescadito! ¿Estas bien?
-Si.... gracias yo...
Pero Sage no lo dejo terminar y le abrazo con cariño, provocando un fuerte sonrojo en su compañero.
-menos mal, pensé que te perdía
-...Sage...
Los profundos les ayudaron a pararse, tenían que salir de ahí antes de que aparecieran más bestia lunares.
- oigan ¿Donde esta Ashura e Ilias?
-no...no lo sé
- estaban aquí hace rato y...
¡Broooommmm!
Un fuerte estallido les alertó, a lo lejos lograron ver una enorme columna de humo.
-emmmm...yo digo que están ahí
¡Siiiiii!
Rápido se encaminaron al lugar, del otro lado podían oírse los pasos rápidos de las bestias lunares acercándose al sitio. Corrieron tan rápido como sus piernas lo permitieron, tenían que recuperar a sus amigos y llegar al área más obscura de la luna, donde los profundos los esperaban para salir de ahí.
****
Por su parte Ashura e Ilias se encontraban luchando con...
-...li...lindo gatito...😨
-estas loco, esas cosas no tienen nada de lindo.😫
Ashura apretó con fuerza los collares de sus compañeros, mientras se escondia tras el león dorado.
Los gatos de Saturno comenzaron a rodearlos, escaneando a sus víctimas.
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Nota.
La imagen de multimedia no me pertenece (obvio, tono dibujo tan bien😭)
Pero así es cómo se deben ver las bestias lunares.
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