Angeles Descarnados
(Krest-Aeras-Hakurei-Ricardo)
Tenían que llegar a la parte más alta en la montaña de Negret. Dónde, de acuerdo a rumores, se encontraba un pasaje que les llevaría al mundo subterráneo de esta realidad Onírica.
Avanzaban despacio esa dura cuesta, temerosos de que alguna de las cebras resbalará y cállese al vacío.
-¡Hey! Alguien viene.
Hakurei señaló a una pequeña caravana que venía bajando la montaña. Tres cebras, pero solo dos jinetes.
"Recolectores de lava"
El viejo músico alzó la mano en señal de saludo, siendo imitado por Hakurei y Aeras.
" Buen día caballeros, veo que regresan de su caza...y por lo que veo no les fue muy bien"
Eran dos hombres, no mayores a 50, altos y corpulentos.
Los pobres talladores traían una gran cantidad de rasguños y arañazos, uno de ellos traía un torniquete en la cabeza mientras el otro traía la pierna entablillada.
"Buenos días."
"¡Ah! No sé equivoca, tuvimos una noche terrible, los angeles descarnados nos atacaron"
"Lamento oír eso ¿Que fue lo que pasó?"
"No lo sabemos con certeza, esas creaturas jamás bajan tanto, estábamos muy cerca del primer campamento, del cual deduzco vienen"
"Así es, nos resguardamos en su cabaña, pero digan, que pasó"
Los caballeros miraban a las pobres bestias, incluso las cebras tenían rasguños.
" Éramos ocho, subimos con nuestros compañeros para recoger lava, hasta la altura permitida. Todo el viaje fue tranquilo, nos resguardamos en las cabañas y los angeles no se acercaban...pero anoche algo pasó. Ya veníamos de regreso y aún no oscurecida, todo iba bien, bajamos la última pendiente cuando...el ambiente cambio".
"De repente, el viento que siempre acompaña el atardecer cesó, todo quedó en silencio por unos segundos hasta que...una voz, una voz muy extraña, alguien empezó a recitar algo, no entendimos qué, pero de la nada, los Angeles descarnados aparecieron."
"Aún no era de noche...no les importó"
-¿Que quieren decir?
Hakurei les veía confundido, por lo que Zann no tardó en explicar.
"Las bestias descarnadas son seres que aborrecen todo tipo de luz, les gusta sobrevolar esta montaña pero solo cuando la obscuridad es absoluta, por lo que es muy raro que salieran antes de que el sol este oculto, y también...jamás vuelan tan cerca de las faldas de la montaña".
"Nos tomaron desprevenidos, antes de que nos diéramos cuánta ya habían capturado a dos de los nuestros."
"Comenzaron a atacar, a mi cuñado lo sujetaron de los hombros, elevándolo, ahí dos de esas cosas se pelearon por él....lo partieron a la mitad"
" A mí también me sujetaron, pero logré salvarme gracias a mi navaja, le enterré está en las patas a la bestia y me soltó...aunque me rompió la pierna al caer".
" Logramos salvarnos gracias a estas hermosas bestias, que lograron superar su miedo y correr"
"Nos ocultamos en una pequeña gruta mientras todo esto ocurría...no logramos salvar a nuestros amigos".
Erick Zann bajo y procedió a revisar las heridas de los viajeros,siendo asistido por Aeras y Hakurei .
Tras ayudarles y obsequiarles algo de alimento continuaron su camino.
La subida era muy empinada, pero las patas de las cebras lograban sujetarse bien, dieron con los restos de la caravana. Los caballeros lograron divisar un sin fin de vasijas tiradas en el suelo, todas ellas con cristales de lava.
-Oiga señor ¿Que son las bestias descarnadas?
"Son una especie de... vampiros, tan grandes como un humano, muy delgados, esqueléticos, con grandes alas membranosas, poseen tres dedos en manos y piernas, muy filosos, pese a no tener rostro cuentan con un sentido de orientación y olfato muy desarrollado, les gusta secuestrar y devorar personas, pero lo más importante es que son silenciosos, muy silenciosos, pese a su tamaño, no puedes oír el aleteo cuando se acercan, debemos ser muy cuidadosos."
Dieron con los restos de recolectores, mitades de cebras y personas regadas por toda la tierra y los pequeños arbustos que ahí habían.
"Recojan los cuchillos de obsidiana, esa roca es muy filosa y puede traspasar su piel"
-no creo que lo necesitemos, podemos usar nuestros poderes y...
"¡No! Talvez aún no se han dado cuenta pero, en el mundo Onírico sus poderes serán nulos, cual niños que recién aprenden a usar el cosmos...no me creen, entonces intenten, vamos ¡Tú! Regente del gran centauro. Usa tus flechas, con todo tu poder".
Aeras le miró confundido pero aceptó, se bajó de su cebra alejándose un poco, elevó su cosmos y ....
¡Trueno atómico!
Le costó mucho trabajo crear una fecha, la cual se transformó en centella, y lanzarla.
La Zaeta cruzo el cielo alejándose unos cincuenta metros, antes de caer en el suelo y crear un pequeño cráter, todo lo contrario a lo que el caballero esperaba.
-¡Que demonios!
" Lo vez, se que son fuertes, pero en este mundo, a menos que logren unir sus almas con el corazón de las constelaciones, no lograrán usar su poder al cien".
Los demás le miraron desconcertados, incluso cada uno de ellos intento usar sus ataques, sin los resultados deseados.
"Jajajaja, no se preocupen caballeros, de momento, intenten conectarse con sus guardianes, escuchenlos, solo así podrán ganar"
-y ¿Cómo hacemos eso?
Krest le miraba molesto, mientras sostenía con fuerza el collar en sus manos.
"Solo tienen que oír, ya lo has escuchado antes, me dijiste que el príncipe te ordenó preguntar por mi"
-...si, escuché una voz y....pero se ha quedado callado, ya no escucho nada.
"Estás seguro, porque te puedo asegurar que el príncipe no deja de gritar, la verdad está molesto porque no le prestas atención".
Krest le miró sorprendido, tomo el collar y le miró fijamente (sus compañeros lo imitaron), no oía nada.
"Deben de poner su mente en blanco, desconectarse de todo lo terrenal,así podrán escuchar".
El viejo sonrió antes de continuar su marcha, los otros solo le siguieron en completo silencio, intentando oír...
" Agradezcan que no están en el territorio de algún sacerdote o rey Negro, ahí les costaría más trabajo conectar con ellos".
El resto del camino los caballeros lo pasaron en silenció, intentando conectarse con sus guardianes.
Aeras y Ricardo no tuvieron tanto problema, incluso Hakurei logró conectarse con la conciencia de Ara*, regente de la constelación de Altar y uno de los comandantes de el gran cangrejo.
Por su parte Krest...
/////....////
Para el atardecer habían llegado a una cuarta parte de esta montaña, en ese momento se encontraban guardando a los animales en uno de los campamentos de los recolectores.
Krest acababa de guardar a las cebras y...
-¡Por favor, Acuario contesté!
Pero nada, sin importar cuánto cerrara los ojos y se concentra no oía nada.
-¡Maldición!
Enojado jalo el collar y lo arrancó de su cuello tirandole al piso ¿Porque Acuario no quería ayudarle?
Las lágrimas comenzaron a rodar por su mejilla, la desesperación había entrado a su cerebro...desde el rapto de su hijo, bloqueando todo lo demás.
Estaba harto de esta situación, la perdida de su hijo cada vez le afectaba más, quería tenerlo en sus brazos, arruyarle, acariciar su mejilla y llenar su cara de besos como lo hacía cada noche, mientras Zaphiri les abrazaba a ambos y el sonido del oso de felpa se escuchaba de fondo.
Respiro hondo en intento calmarse, controlar sus emociones, tenía que mantener la calma, una, dos exalaciones mientras se ponía de rodillas y tomaba su collar.
-¡Por favor, por favor Acua...! .... ¡Por favor príncipe Sadalsuud, se lo suplico, ayúdeme a salvar a mi hijo!
(....)
-¡Por favor!
(....)
-¡Responde!...(...)....¡Que desea que haga!
(....)
-lo que sea, lo haré, pero diga algo.
(....)
-¡Di algo maldición!
Furioso levantó el collar y lo coloco en frente a su persona.
-¡Porque! ¡Porque no me ayudas! ¡Porque ya no dices nada estúpido príncipe de mi...
(¡Maldita sea enano! ¡Detrás de tí!)
Sus ojos se abrieron sorprendidos al oír la voz en su cabeza, qué fue un gran gritó cual dejaba ver qué la persona que lo daba estaba igual de desesperado, por inercia se giró, justo a tiempo para ver cómo una gran sombra se acerca a él.
(¡Usa el impulso azul, YA!)
Obediente, estiró una mano, un pequeño rayo azul celeste salió desprendido de sus dedos, dando directo en esas garras que estaban por sujetarlo.
La bestia lanzó un chillido bajo y se alejó rápidamente, batiendo esas enormes alas membranosas que no proferían ningún sonido.
¡Krest!
Aeras y Hakurei llegaron corriendo a su lado; los caballeros se encontraban cerrando la otra parte del corral para que nadie pudiera entrar.
¡ZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ!
Se escuchó un murmullo casi imperceptible, alguien profería una oración en un idioma antigüo.
-¡¿Que sucede?!
Ricardo y Erick salieron de la cabaña, donde preparaban los alimentos.
Algunos metros más arriba se podía apreciar a unos treinta de esos murciélagos, sobrevolando.
Las bestias chillaban molestas, habían sido obligadas a salir de sus hogares antes de que cayera la noche y la luz del atardecer los irritaba.
Una pequeña neblina blanca apareció en el fondo, poco a poco está tomo forma parece que había una persona ahí.
Era un ser alto, muy delgado, vestido con ropa muy abrigadora en tonos blanco y plata, cubierto con una máscara.
El sujeto hizo una seña y la parvada de "angeles" se lanzó contra ellos.
"¡Preparados!"
Las armaduras no tardaron en cubrir a sus portadores, listos para la batalla.
Ligeros destellos en estás les indicaban que hacer.
(Si ya me puedes escuchar, enano idiota, no dejes que te cojan, congela sus alas, pero tendrás que acercarte para hacerlo. No puedo darte todo mi poder, hay algo que lo impide)
-entiendo.
De verdad esas cosas eran silenciosas, no podían escuchar nada, ningún sonido proveniente de sus alas.
¡Excalibur!
Ricardo se lanzo con todo, su mano tomo un brillo verdoso creando una pequeña espada, mientras en la otra sujetaba una de las dagas negras.
Su corte no fue grande, pero si alcanzo a lastimar a una de esas cosas en sus patas.
"Usen las espadas y concentren su cosmos, solo ataquen cuando sientan que este ya está"
Fue la orden del viejo, que se quedó atrás para no estorba en la pelea.
No eran muy buenos con el uso de armas pero.
Comenzaron a pelear en parejas.
Hakurei y Aeras se apoyaban espalda con espalda, mientras Ricardo y Krest hacían lo propio, la altura del inglés compensaba muy bien el tamaño del menor, el cual lo compensaba con agilidad y....
-¡Ahora!
La cabra hizo un giro, cambiando de manos el arma lastimando a uno de esos ángeles en la pierna mandándole al suelo. Krest aprovecho para acercarse, el castaño ya había juntado bastante cosmos.
¡Polvo de...
(¡No tienes que gritar el puto nombre, solo ataca!)
....
Decidió obedecer, corrió a la creatura, brincando a su espalda para congelar sus alas.
El animal chillo adolorido, cuando intento alejarse sus alas se partieron cayendo al suelo, mientras la sangre brotaba de su espalda.
Las bestias tenían una gran debilidad, contrario a los murciélagos las alas de estos se unian en el trapecio, protegiendo su arteria superior, en cuanto el animal intento batirlas, estás se quebraron cual cristal rasgando la arteria.
La bestia cayó al piso, desangrando.
Ricardo no tardó en cortar otras dos y lanzarla a su compañero, el cual ya tenía preparado su cosmos.
*****///
¡Bastardos!
Hakurei clavo la espada en la pata del ángel, cayendo de forma pesada al suelo.
¡Cuidado!
Aeras arrojó el arma directo a la cabeza de su amigo, un par de centímetros más arriba, atravesando a una de esas creaturas.
¡Detrás de ti!
El escudo le devolvió el favor arrojándole su arma. Aeras la recibió en el aire, para girar y clavarla en el abdomen de una de esas cosas que se había arrojado en picada contra el.
¡Aeras!
Hakurei se levantó y corrió donde su compañero, el cual no tardó en hacer apoyo con sus manos y ayudarle a brincar.
El peliplata interceptó a una de esa cosas, con agilidad felina trepó su espalda y lo sujeto de los cuernos.
-¡Arre bestia!
Comenzó a jalar sus cuernos y lo hizo chocar contra algunos de sus compañeros, los cuales cayeron al suelo para ser tazajeados por los dorados.
¡Malditos, no se acaban!
Continuó la pelea por más de ocho minutos, los caballeros ya habían destrozado a varios ángeles pero aún había más de cien, la noche ya había caído y costaba trabajo verles.
"¡Por aquí!"
El viejo músico les gritaba, los caballeros obedecieron y corrieron donde él. Llegaron a una empinada, un diminuto camino cerrado que les había costado trabajo subir, al grado que lo hicieron en fila india.
"¡Sujeta esto! (Arrojando la antorcha que llevaba a Aeras) ¡Detrás de mí, ahora!"
Los caballeros dudaron un poco pero obedecieron, cuando Ricardo paso a su lado su armadura brillo abandonando su cuerpo.
-¡Pero que...
Está cubrió a su antiguo (o futuro) portador.
El viejo no había participado en la batalla, pero había juntado toda su energía y era momento de usarla.
"¡......!"
Sus ojos se abrieron sorprendidos al ver como la figura del anciano cambiaba.
Su cuerpo se hizo más grande, el torso se volvió más ancho, mientras sus patas se contrajeron tomando una aspecto cabrino, lo mismo ocurrió con su cara, si antes parecía un sátiro. Ahora no había duda de que era uno. Los cuernos de la armadura se fundieron en su cabeza, su boca se afiló cual trompa mientras sus ojos se tornaban negros. Frente a ellos tenían a otro ser, alguien que desprendía un cosmos tan poderoso que el cosmos de su diosa parecía de risa.
¡Excalibur!
Un giro y el viejo lanzó el ataque.
Un verdadero corte broto de sus mano. Los caballeros cayeron al piso solo con el viento que produjo el ataque. Ricardo miró asombrado el corte que salió disparado contra los angeles descarnados.
La ráfaga creció de manera descomunal iluminando todo a su pasó, varias bestias murieron solo con el impacto antes de que el golpe llegará, el rayo despedazó a todas las creaturas, creando incluso un corte en el espacio tiempo, el lienzo nocturno ahora contaba con un horrible rayón blanco que le partía a la mitad.
-¡Increíble!
Los caballeros veían con la boca abierta, no solo el ataque, si no también la imponente figura.
"Así que....eres un sacerdote"
Susurro el viejo con una voz imponente mientras veía al frente.
Aquel ser vestido de blanco les miraba fijamente. El también había recibido el impacto y pese a ello se veía ileso, salvó por un ligero corte en su brazo izquierdo el cual comenzaba a manchar su pulcro abrigo con color azul.
"¡Mph!"
Levantó un dedo y los señaló para después desaparecer en una neblina.
"Parece que...nos esperan"
Susurro aquel ser mitad cabrá antes de caer desmayado en el suelo.
-¡Maestro!
El protector de Excalibur corrió a levantar al viejo, el cual había terminado exahusto, ya no estaba hecho para este tipo de trabajos.
Se refugiaron en el campamento, que gracias a los dioses resultó ileso, acostaron al Anciano en la única cama, mientras cerraban las puertas, decidieron apagar la fogata y pasar la noche a obscuras, esperando evitar dar su ubicación para un posible segundo ataque, más por suerte el resto de la noche transcurrió tranquila.
****////
A la mañana siguiente partieron un poco antes del amanecer.
Cabe destacar que el Inglés no dejaba de hacer preguntas sobre la noche anterior, curiosidad que sus compañeros compartían.
"Jajajaja, entiendo."
"Bueno, lo que hice fue permitir que el alma del gran Algiedie entrara en mi cuerpo, acepte todo el poder que la gran cabra ofrece a sus protegidos."
-espere, está diciendo que cuando Ricardo logré conectar con Algiedie....¡El también se va a parecer al Diablo!😱
-¡Hakurei!😠
-¡Que! Es la verdad, parecía un Demonio😫...sin ofender señor.😅
"Jajajaja, supongo que sí, debí parecer uno, o almenos así es como lo representa algunas culturas"
-¡Yo creo que se veía impresionante!
😑😑😑
-entre cabras se entienden.
Susurro el pequeño altar, a lo que sus amigos aceptaron.
El resto del camino lo pasaron en silencio, llegaron hasta una parte muy empinada en la cual las cebras se negaron a subir.
El último y más alejado de los campamentos.
"Cierren bien y dejen suficiente comida, estás bestias han sido de mucha ayuda"
-¡Si señor!
Con trabajo continuaron subiendo, estaba tan empinado que prácticamente tenían que enterrar sus uñas en las rocas para no caer.
-¡Oigan!.... Miren, eso parece un rostro.
¡¿Eh?!😕😕😕
-¿Cuál?
-ahi, en la parte más alta de la montaña, no la vez, cerca de ese enorme buitre.
"No tenemos tiempo para ver escultura u animales, busquen una especie de puerta, de acuerdo a los talladores por aquí hay una de aspecto redondo".
-pero...de verdad parece un rostro.
Aeras veía con curiosidad la parte más alta de la montaña, la cual a su parecer era la imagen de un rostro, con unos rasgos algo...peculiares.
-Aeras deja de decir tonterías y sigue avanzando
Krest lo reprendio mientras continuaba escalando, siguiendo a Ricardo y Erick, el viejo iba montado en la espalda del inglés.
-pues yo no le encuentro forma.
Hakurei se detuvo, pero no le parecía nada....salvó rocas.
-claro que si, mira, esa de ahí sería su nariz, esos sus ojos y esa su boooooooaaaaaaa!!!
Por andar señalando el arquero resbaló y comenzó a rodar cuesta abajo, hasta caer en una especie de saliente.
-¡Aeras!
Hakurei comenzó a decender para ver si se encontraba bien.
-hay,hay, como odio los barrancos.
El arquero se levantó un poco apoyandose en uno de sus brazos.
"Ya era hora"
"Si, estábamos hartos de esperar."
Al levantar la vista se encontró con un par de colmillos a los cuales les escurría baba.
¡Ahhhhhhhhhh!
***\\\\\
Y se acabó.
Lamento no haber actualizado la semana pasada.
Problemas familiares, los cuales me dejaron una buena anécdota....no, la verdad casi me muero 😱.
Pero eso se los contaré después.
Cómo dato curioso.
La constelación de Altar, es conocida como Ara en latín, por lo cual usaré ese nombre para dirigirme a su estrella principal Beta Arae.
La relaciono con el cangrejo basándome en la relación de hermanos que tienen Hakurei y Sage.
Eso sería todo.
Chao😗
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