La princesa estaba más que impaciente. Iba de un lado a otro en su habitación, podía escuchar sus propios pasos y de vez en cuando se detenía para mirar hacia la puerta.

Soltó un suspiro, Jennie estaba tardando demasiado, había dicho que iría por las hierbas, y es que no esperaba que su padre se las quitase a la alfa tan de repente.

—Princesa —la voz de Miyeon la sacó de sus pensamientos, dejó su ruta continua para caminar hacia la entrada y abrir la puerta, Cho mostró una sonrisa y le entregó las hierbas—, la alfa líder me ha pedido que te las entregue.

—Gracias —por más que quería sentirse agradecida con Miyeon, no podía, ella quería que Jennie fuera la persona que se las entregara, pero claro, las cosas no siempre son como se quiere—. ¿Ella adónde fue?

—Tu padre ha llamado a toda la guardia, van a hablar algunos asuntos para la llegada de la otra princesa, ¿no es emocionante? —sabía que muy pocas veces había visitas en el palacio, y sobre todo de algunos emperadores o nuevos gobernantes, y siempre eran esporádicas, es por eso que le emocionaba, sobre todo ver los regalos, algunos eran demasiado extravagantes y otros sencillos, pero eso no les quitaba nada de importancia—. ¿Pasa algo, Lisa?

—Es sólo que... —soltó el aire que estaba reteniendo—. ¿Podrías decirle a Jennie que venga cuando termine con la reunión?

—Se lo diré, no debes preocuparte —la sonrisa de la castaña lograba relajarla un poco, pero de cierta forma se sentía muy nerviosa por haber pedido aquello.

Pasar el celo con una alfa, y más con su predestinada... Lisa siempre había logrado calmar sus calores con las hierbas, pero a veces eran demasiado fuertes y la necesidad de querer a su alfa llegaban de inmediato. Aunque claro, Dasom siempre le había dado solución, tuvo que decirle que aroma la tranquilizaba más y Dasom había colocado inciensos con el aroma en su habitación para que pudiera relajarse cada que su celo estaba presente, y así podía tranquilizarse por completo, pero ahora Jennie estaba allí, y su aroma es demasiado deleitante para ser ignorado por la omega.

Miyeon estaba a punto de retirarse, mas Lisa aún tenía algunas preguntas que hacerle.

—Miyeon —la mencionada se detuvo y le observó—, ¿has pasado tu celo con algún alfa?

—En realidad no. Es difícil, usualmente mi madre se quedaba conmigo, su aroma me tranquilizaba, ahora utilizo las hierbas, son muy buenas, te calman de inmediato al igual que los inciensos de aromas similares a los de los alfas.

—Lo sé —pero Lisa sabía que algún día esas dos opciones no serían de gran ayuda para el futuro, por eso tenía miedo, aunque sabía que no debía de considerar eso como un gran temor; Jennie estaba allí, y la posibilidad de que algo sucediera entre ellas no era mucha—. Gracias, eso es todo.

—No debes sentirte nerviosa —dijo la mayor con una suave sonrisa en sus labios—, Jennie no te hará daño.

Las mejillas de la princesa tomaron un suave color rosa, haciendo que Miyeon soltara una suave risa. Sabía que la princesa quería saber más sobre pasar el celo con un alfa por el hecho de que la alfa líder estaba presente, pero también es consciente de que Jennie no sería capaz ni de tocarla, ambas estaban en un gran problema, y ese era el rechazo, aunque Lisa haya demostrado que está teniendo interés en su predestinada, eso no quería decir que Jennie simplemente accedería de inmediato a todo y comenzaría a cortejarla.

Los alfas, a pesar de ser un poco misteriosos, algunos podían dar sorpresas, Jennie era una de esas alfas, con sólo una mirada sabías que estabas frente a una alfa demasiado poderosa y que prácticamente podría ser una insensible, pero cuando la conocías a fondo, sabías que estabas equivocado, es amable en todos los sentidos, y hace caso a Lisa a pesar de saber que ha sido rechazada por ella.

—Supongo tienes razón. Gracias por todo.

—No hay de qué, princesa.