Capítulo 15
—Me salvaste —esas fueron las palabras que habían salido de sus labios. Mientras tanto Jennie no comprendía lo que había sucedido, estaba confundida. ¿Qué significaba? Miró hacia el suelo, cenizas negras.
Existe una gran diferencia entre las cenizas que dejaba la magia hecha por fuego; las de un color grisáceo eran cuando las realizaba una hechicera de magia blanca, pero cuando eran negras, eso significaba que había sido controlada por alguna clase de magia oscura. Se arrodilló en el suelo para tocar aquellas cenizas, miró hacia Dasom, se veía asustada, no pudo haber sido ella la causante de todo esto.
—Rápido, tenemos que hablar de esto con el emperador, Dasom —la hechicera dio un asentimiento, Minnie la escoltó hacia el palacio en donde el emperador estaba junto a Somi y Rosé.
Jennie en cuanto vio que se habían ido por completo, miró detrás de ella, Lisa aún se veía tan confundida como ella lo estaba, sólo que por razones distintas.
—Tiene que regresar al palacio.
—¿Por qué lo hiciste? —preguntó en un hilo de voz, apenas siendo totalmente audible para la alfa.
—Es mi deber protegerla, princesa.
—No debiste —Lisa apretó sus labios—. Pensé que dejarías que me atacara esa cosa.
—Princesa, jamás dejaría que algo o alguien le haga daño.
La omega se quedó sin palabras, observó a los ojos a la alfa, sabía que esas palabras habían causado tanto en su interior que era imposible el poder ignorarlo, se sentía en deuda.
—Jennie.
—¿Pasa algo, princesa?
—Lo lamento...
La alfa sintió como su respiración se había cortado en el instante que había escuchado las palabras de su omega, por un momento un toque de esperanza se sintió en su pecho, pero al recordar el rechazo, como se había desvanecida por completo, no podía ilusionarse. ¿Qué tal si solamente lo decía por el hecho de haberla salvado? Aquella disculpa podía tener muchos significados para Jennie.
—No hay nada que lamentar, princesa.
—Claro que sí —Kim la miró—, me comporté como...
—Princess, tenemos que apresurarnos, puede que haya otro ataque, lidiamos con magia, es más peligroso de lo que aparenta, será mejor entrar.
Lisa asintió con la cabeza, aunque tenía tantas cosas que decirle. ¿Por qué Jennie no le dice por su nombre? Antes lo hacía.
De nuevo los recuerdos la golpearon, pues ella le había dicho que no mencionaría su nombre.
Definitivamente estaba odiándose a sí misma por tantas de esas palabras que le había dicho a la castaña.
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