Capítulo 13
Los nuevos guardianes se habían retirado del palacio para darse un descanso, en unas horas sería el momento en que por fin se diera la fiesta y la presentación de los soldados, además de un hermoso espectáculo, pero algo estaba abrumando a dos miembros de la guardia.
—¿Por qué no mencionaste antes que la princesa es tu predestinada? —preguntó Rosé, no podía aguantar más la curiosidad.
—No creo que eso tenga algo de importancia —Park miró a Somi.
—¿Lo sabías, Somi?
—Sí, lo sabía, Jennie había trabajado un poco en el palacio antes de enlistarse, soy amiga de la princesa, es fácil enterarse de todo lo que pasa a su alrededor.
—Pero, ¿no es emocionante? —dijo Minnie, y es que pudo ver que las expresiones de Jennie no eran de tanta alegría.
—Lo es —respondió la líder—. Estaba muy emocionada cuando me enteré, no espere ni un sólo segundo más, quería cortejarla —sonrió recordando aquel día, la nostalgia no tardó en invadirla—. Pero... —su mirada se ensombreció—, ella se mostró indiferente, me rechazó.
El silencio se hizo presente, y todas las miradas fueron a dar en Jennie, Somi no estaba enterada de esa parte, mucho menos lo estaban Minnie y Rosé.
—Por eso me uní a esto, quería morirme en el entrenamiento —suspiró—. Pero no lo logré, y ahora estoy aquí, presentándome como alfa líder.
—Debe ser doloroso —comentó Rosé—, imagino que aún quieres morir, aunque dando servicio.
—Por supuesto —miró hacia sus amigas y compañeras de la guardia—. Y será bueno morir si sé que lo hago para protegerla, ¿saben? A pesar de que ella no me quiere cerca, quiero protegerla, podrá haberme rechazada, pero es mi omega, y no permitiré que alguien le haga daño.
Tal vez pensaran que esté ciega, que el amor la ha cegado por completo, pero Jennie estaba decidida, si moría, lo haría protegiendo a esa tailandesa.
Somi tenía que hablar seriamente con Lisa, no podía seguir haciéndole daño a su pareja predestinada, tenía que cambiar eso.
Se escucharon unos pasos, Rosé de inmediato se puso alerta soltando un gruñido.
—Jisoo, deja de esconderte, sé que estás allí —dijo Jennie, haciendo que las demás se vieran confundidas, Somi también reconocía el aroma de aquella omega,.
—¡No! —protestó, saliendo de su escondite—. ¿Cómo lo supiste? —Jisoo, al salir de su escondite fue directo hasta Jennie, colocándose detrás de ella, abrazándola por el cuello—. ¿Eres alguna clase de bruja?
—No, pero no eres nada discreta, te vi en la presentación, no soy ciega, mucho menos tonta.
—¡Somi! —saludó animada a la beta, quien le sonrió de inmediato—. ¿Así qué eres una de las
fuertes?
—¡Te dije que lo lograría!
Miró a las demás, las saludó con una sonrisa, cual fue correspondida.
—Jen, ¿asistirás a la fiesta de la princesa? Se dice que habrá muchas sorpresas, la hechicera Dasom ha preparado algunos trucos.
Rosé miraba como esa omega estaba muy apegada a Jennie y le molestaba un poco, pues prácticamente se había metido al reclutamiento para llamar su atención. Y más fue su molestia al enterarse de que Jisoo tenía una gran admiración por la castaña.
Había sido difícil enfrentarse a Jennie, siempre era competitiva con ella, y después de todo, Kim había sido quien le había ganado en cada cosa. Y, a pesar de que le molestaba la idea, admitía su derrota, estaba feliz al enterarse que la omega de Jennie era la princesa, aunque aún así se sentía molesta al no recibir algo de halagos de parte de Jisoo.
—Claro, allí estaremos todas presentes —respondió—, ahora suéltame y aparta un buen lugar para ti, aunque supongo estarás por los árboles.
—Supones bien. ¿Sabes tiro con arco? —la alfa asintió—. ¡Fabuloso! Podemos competir.
—Te ganaré.
—!Ya veremos! Nos vemos luego —y Jisoo salió corriendo de allí.
—Deja de babear, Rosé —se burló la mayor, todas menos la mencionada rieron.
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