Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9

Juan iba manejando mientras le informaba al patrón las buenas noticias a través del Bluetooth del auto. Paró en el hospital «San Mongo» tomó a Jerry y lo llevó casi arrastrando como quien coge un gato del cuellito.

Pasaron un par de horas hasta que lo revisó un doctor y lo medicó. Ordenó vigilancia estricta pues tenía muy alta su temperatura.

—¿Ahora qué hago? Este wey no tiene quien lo cuide aquí. Los demás no creo que puedan y seguro me culparían. Ni modos —suspiró y abrió el departamento de Jerry.

—Ya... déjame. Es tu culpa por no cuidarme.

—Malagradecido que eres, tómate esa pastilla y cállate, haré un té.

—¿Me voy a morir, Rojito? Me siento mal, muy mal me duele todo —lloriqueó.

—Si no igual te mato yo. Te voy a poner compresas frías no te muevas.

* * * *

La cabeza le explotaría o al menos eso sentía Jerry, todo su cuerpo dolía y hacía calor, mucho calor. Con dificultad se comenzó a quitar la ropa, se sentía sofocante, el aire acondicionado no funcionaba tan bien.

¿Estaba en casa? Abrió los ojos un instante y reconoció el techo, había comprado unas decoraciones que brillaban en la oscuridad y las había pegado emulando un cielo estrellado para no extrañar tanto el de su pueblo.

¿Cómo había llegado a casa? Lo último que recuerda es la junta con algo de Michis. Seguro tomó un taxi. Sentía mucha sed, pero estaba solo no tenía fuerzas como para levantarse a la cocina.

—Agua ven a mí...

Unos instantes después sintió agua humedecer su boca y tragó con desespero. Pero, ¿cómo era eso posible si él vive solo? ¡Era un mago! ¡Había hecho magia!

—No fue magia animal, soy yo Juan, ¿acaso no te acuerdas o ya se te fueron las cabras al monte?

¿Alguien habló?, ¿había alguien con él? ¡Qué miedo, auxilio! Pataleó, no sea que fuere un ladrón o algo. Juan rodó por el suelo conteniendo una lágrima, le había dado una patada en los bajos. Pero Jerry sintió un abrazo fuerte y cálido, se sentía bien. Se relajó.

—¿Un michi gigante? —arqueó la ceja—. Estás delirando baboso, te meteré a bañar mejor, así se te baja rápido.

—¡Está fría!

* * * *

Pasaron las horas, horas en las que Jerry ya no tenía temperatura alta, pero sí se sentía bastante mal, era un resfriado fuerte. No se levantó de la cama y durmió profundamente hasta que su estómago sonó, pero no tenía suficiente energía para levantarse.

Por su lado, Juan, salía de la ducha, había ido por un cambio de ropa a su casa, solo llevaba unos pantaloncillos mostrando un fuerte y definido torso. Revisó la alacena encontrando pura comida chatarra.

—Con razón no creció, puras cochinadas come —se quejó—. Al menos hay pollo.

Cocinó un caldo de pollo, era tarde así que supuso que el enano debía tener hambre.

—¿Zanahorio? —lo miró confundido—. ¿Qué haces aquí? ¿Vienes a molestarme?

—Atrevido, te estoy cuidando toda la noche tuviste calentura.

—¿Por qué?

—Seguro porque no te alimentas bien, tienes pura basura. Tienes un sistema inmunológico inútil, mira que una simple gripa te tire en cama.

—No, que ¿por qué me estas cuidando?

—Hice caldo de pollo, no es la gran cosa, pero te servirá —ladeó la mirada.

—Gracias.

—¿Te lo traigo a la cama? —alzó una ceja esperando que dijera que no.

—Sí, por favor.

Juan gruñó irritado, pero le llevó las cosas a la cama.

Las horas pasaron, la temperatura le regresó en ocasiones, pero como Juan le daba medicamentos no era tan grave. Jerry se pasó las horas durmiendo.

Juan pegó un salto cuando un animal peludo salió de una de las cajas, pero solo era un gatito.

—Que susto me has pegado bola de pulgas —lo cogió y le rascó las orejas—. ¿Eres del enano?, no sabía que tenía mascota, estas chistoso tienes una mancha en el ojo, te llamarás Pandito no importa cómo te haya puesto el baboso de Jerry —miró un hermoso librito decorado con colores y puntos brillantes como un cielo nocturno.

Lo cogió y se sentó en un pequeño sofá con el gatito ronroneando en su regazo y comenzó a leerlo.

—¿Zanahorio?, Zanahorio... ¡Zanahorio! —Juan se asustó.

—¡No me asustes así!, vaya, ya te puedes poner de pie. ¿Te sientes mejor? —preguntó como quien no quiere la cosa.

—Sí, ya es lunes. ¿No fuiste a trabajar?

—No, el jefe ya sabe, tranquilo no nos descontaran el día, pero si tendremos que hacer algunos trabajitos extras.

—Mientras no sea apoyar a los de edición con ese libro puerco.

Ambos rieron.

—¿Y ese gato?

—Es el tuyo —alzó una ceja—. No es tuyo, ¿verdad?

—«Nop», aquí no se permiten mascotas —dijo triste—. Seguro se coló, oh sí mira la ventana está medio abierta. Bueno, felicidades, ya eres un Karen macho.

—¡Ah, no, eso no!, es tu casa.

—Sí, pero no puedo. Me lo quedaría porque me gustan mucho los gatos, pero la vieja pioja que renta los departamentos no lo permite y el lugar es barato. Vamos tú puedes cuidarlo.

—Pero, yo no sé cómo cuidarlo —dijo asustado.

—Me cuidaste a mí. Aunque eres insoportable, malvado, agrio, gruñón, sarcástico, grosero, irrespetuoso, amargado, racista, clasista, fobico, paleolítico, antropófago...

—¡Ya te entendí!

—Machista, pluricelular, agropecuario... no eres tan culero. No tenías por qué cuidarme y te quedaste, muchas gracias de verdad. Prometo no volver a ponerte laxante en tu té ni robarme tus Patitos.

—Ni te ilusiones, no es una tregua, me caes mal —dijo con indignación—. Espera, ¿¡fuiste tú quien se robó mis Patitos!?

—Pues prepárate porque no me dejaré, cabeza de menstruación.

—Bueno, llevaré al gato a algún centro de rescate, seguro le iría mejor. Mira la hora es tarde debo irme.

—Claro, pero insisto en que deberías adoptarlo.

Juan salió rápidamente.

Querida gente bonita, a partir de esta semana serán los días martes y viernes los días de actualización. Será un capítulo por día, a menos que haya muchos votos y comentarios entonces podrían ser más.

No olviden dejar sus votos y comentarios y también seguirme en mis redes sociales.

Así se ven los pastelillos "Patitos":

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro