—Buenas noches señor Lee— saludo Eunbin con una falsa sonrisa, luciendo un escotado vestido blanco y tacones altos, además de un falso respeto por el.

A kilómetros se notaba que esa mujer lo odiaba por ser el esposo del hombre mas codiciado de Corea y el sentimiento era generosamente correspondido por el.

—Dejate de formalismos y dime lo que realmente piensas— gruño apretando la copa de vino que sostenía en su mano.

—.Supongo que sabes do de esta tu esposo cuando sale de noche y llega tarde ¿no? Pues te diré que nos la pasamos muy bien entre las sabanas de un hotel cinco estrellas mientras usted esta en su casa— Dijo con orgullo en sus palabras, realmente una cínica.

Le sangre le quemo las venas y el sabor amargo subió de nuevo por su garganta, sin embargo el no iba a caer en sus provocaciones, no ahora en un evento tan importante para el.

«La paciencia es una virtud » dijo en sus adentros. Pero siguió manteniendo su postura firme y seria, tampoco iba a negar que la ropa de Hyunjin una vez olía a perfume de mujer pero eso lo arreglaría con el. No con ella era obvio que todo era para humillarlo y el no lo iba a permitir.

—Eso explica porque Hyunjin sigue metiendo la cabeza entre mis piernas, tal vez no das el ancho linda— levanto su copa y paso el vino por su garganta. —disfruta el evento— sonrio burlonamente dejándola con su ponzoña para ella.

De retira dejando a Eunbin completamente furiosa con la palabra en la boca.

«-No te debes dejar humillar por nadie, mucho menos por un alfa-»

Las palabras de su padre impactaron contra su mente como un látigo. Y gracias a eso no mostró que lo dicho le afecto mas de lo que hubiera querido.

La noche transcurrió con tranquilidad para Félix mientras que para Hyunjin no era nada agradable ver a otros cerca de lo que consideraba suyo.

Eunbin trataba de distraerlo sin éxito, tropezó una vez con ella y no se volvería a repetir jamás el no iba a ser como su padre. No iba a orillar a Félix a tomar la misma decisión que tomo su madre cuando de canso de las infidelidades de Hyunsuk. ¡El no iba a ser igual, pero lo estaba siendo! De alguna manera.

Y última gota de su paciencia callo finalmente cuando Eunbin volvió a hablar.

—No me e sentido bien últimamente...— dijo haciendo que el cuerpo entero de Hwang se tense —Estoy casi segura que..—

—¡Callate!— dice con enojo sosteniéndola del cuello —se bien cual es tu juego y no me vas a envolver en el. Deshaste de esa cosa si no lo haga yo mismo — Concluyo la conversación para después tirarla al piso e ir por Félix.

Iban camino de regreso y como Félix y Hyunjin tenían mucho que decirse. Apenas llegaron los dos entraron a su casa o la prisión de Hwang Félix. Los labios de Félix se movieron para decir las primeras palabras que pasaron por su cabeza.

—¡Eres un imbécil, ¿cuando pensabas decirme que te acuestas con la zorra de tu asistente?!¡fui la burla de todos esta noche  por tu culpa!— exclamo pegándole en el rostro una y otra vez.

No solo era el hecho que Hyunjin lo hubiera engañado, sino que que le dolía a ver sido tan incrédulo al pensar que estaba siendo demasiado injusto con el. ¡Que imbécil!

—¡Calmate, mierda estaba muy borracho cuando paso y no me acuerdo de nada!—dijo en su defensa aunque Félix siguió golpeándole el pecho con todas sus fuerzas.

—¡Imbecil, te odio, mataste a mi hijo y ahora esto solo falta que me digas que la dejaste preñada!— dijo con lágrimas deslizándose por sus pecosas mejillas, dejando a Hyunjin con un nudo en el estomago por verlo así de nuevo.

Mas cuando el sabia que todo era su culpa, aunque en su defensa solo podía decir que se emborrachó como nunca pensando en el.

—-¡Reniego de ti, no quiero tu marca ni dada de ti, reniego a ser tu omega y a que seas mi alfa!— dijo mientras la marca comenzaba a quemar la piel del menor y tomaba un color negro, para posteriormente hacerlo caer inconsciente al suelo.