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«Desperte en un lugar frío, aun seguía atado como un perro. Aun mi cuerpo estaba a dolorido por todo lo que mi papa hizo conmigo. Llevaba tres días aquí abajo sin comida o agua siquiera. Por eso odio tener celos cada mes. Como desearía tenerlos cada tres meses cono los demás omegas.
Cada día le ruego al cielo que mi madre venga por mi y me lleve lejos con ella, lejos de mi padre.
De nuevo estaba llorando en la obscuridad de este sótano, me sentía tan vulnerable aquí abajo solo deseando morir de una vez por todas. Pero no simplemente mi cuerpo y mi lobo un no me dejan morir.
Aveces me pregunto ¿que hubiera pasado si hubiera sido alfa? ¿Si mi madre siguiera aquí cuidandome? Supongo que nunca lo sabré.
—Felix— habla mi papa desde la puerta, entrando con un su expresión de piedra pintada en el rostro —Es hora de tu entrenamiento —.
Dejo de llorar y me levanto del suelo para terminar con todo de una vez por todas. Abrió la llave del agua, sale helada pero a este paso ya estoy acostumbrado a este tipo de cosas. Recibo un par de latigazos en la espalda pero no lloro ni emito ningún sonido, porque seria peor. De nuevo usa su voz de mando pero ya no me doblego, no después de que la última vez término violandome. Ya tuve suficiente con la de hace un rato y no necesito mas lecciones ya las aprendí todas.
Sin que yo me de cuenta todo se detiene, siento el ardor cuando me vacía una botella de alcohol en la espalda. Reprimo un grito por el dolor que recorrió toda mi espalda. Dolía como el infierno pero de nuevo guarde silencio.
—Bien hecho...— dice besando mi frente para luego dejar que vuelva a mi recámara.
No digo nada solo lo seguí, necesitaba una verdadera ducha...»
—¿En que piensas?— pregunta Hyunjin entrando con una bandeja con lo que era el desayuno para Félix.
El pecoso negó con la cabeza y encendió la televisión guardando las fotografías de su madre en un cajón aparte.
—Gracias...— susurro dejando un espacio para que Hyunjin se sentara un lado de el.
—Ayer... Encontramos un cuerpo enterrado detrás de una pared.— dice Hyunjin viendo como el rostro de Félix pierde el poco color que tenía. —lo mandamos a investigar, para saber de quien es, y cuando tiempo lleva ahí —
Félix deja la comida de lado y se levanta de la cama para caminar a la ventana, con algunas lágrimas deslizándose por sus mejillas.
—No estoy muy seguro... Pero tiene mas o menos dos años descomponiendose ahi— suelta mientras va para abrazar a el menor segundo su rostro a su pecho mientras Félix solloza porque ahora estaba seguro de que su madre no lo abandonó ni se olvido de el.
—D-ebe ser mi… madre— suelta por lo que Hyunjin tensa la mandíbula abrazándolo con fuerza mientras suelta feromonas para que Félix deje de llorar.
Y es que Hyunjin sabia que sus sospechas eran ciertas.
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