—¡Bajame pedazo de idiota!— grito Félix mientras Hyunjin seguía caminado hacia la camioneta.

Lo único que se escuchaba eran disparos y gritos, pero Félix lo único que quería hacer era que lo dejara irse para poder irse con su madre. Pero el firme agarre de Hyunjin le impedía salir.

—Maldicion, cierra la boca— gruño Hyunjin dejando el cuerpo de Félix en el asiento trasero pero Félix no hizo otra cosa mas que seguir forcejeando con el.

—Maldita sea ¡dejame, no me toques! ¿Qué mierda quieres? dejame ir— Exclamó Félix furioso sin dejar de golpear el pecho del mayor.

Hyunjin fruncio el ceño y negó con la cabeza, no, no iba a dejarlo ir. Los había visto y podía delatarlos.

—Quiero que te calles y pongas tu trasero en ese asiento— lo agarró de las muñeca bruscamente.

Lee soltó un gemido en cuanto su muñeca se torció debido a el fuerte agarre de Hwang, todos sus huesos eran muy sensibles.

—¡Sueltame¡— trato de sonar firme pero simplemente no podía. Sus esperanzas de ir donde su madre estaban yendo directamente a la basura. No por nada había matado a su novio y a su padre. ¡El quería irse de ese infierno!

—¡No voy a dejarte ir! Entiende que ahora debes de quedarte aquí—

—-Entonces matame..._ gruño —matame, no me importa morir ahora mismo. Todo lo que hice... y no sirvió de nada. Jala del gatillo y matame Hwang ¡Matame!—

Hyunjin apretó la mandíbula y nuevamente negó con la cabeza. No Félix le servía muerto. ¡No era ningún idiota para matarlo ahora!. Pero nadie lo había desafiado, nadie le había levantado la voz además de su padre.

—Joder, no te voy a matar— Cerro las puertas de la camioneta y fue a donde sus hermanos.

Al terminar la masacre se asegurado de borrar las grabaciones y matar a todos los testigos que hubiesen en el lugar. A excepción del padre de Félix que se estaba ahogando con su propia sangre. Sonrió de lado al verlo agonizar, tal vez Félix tenia muy buenas razones para odiarlo, y también a su ahora difunto esposo.

Durante el camino nadie dijo nada, absolutamente nada. Félix estaba mirando por la ventana, lucia tenso y enojado. Y para todos era sorprendente verlo tan tranquilo después de a ver matado a alguien.

Los tres lo miraron fijamente, ¿pero como apartar la vista de el pecoso? No podían porque simplemente había algo diferente en Félix, algo que ninguno había visto en un omega.

Algo obscuro y traumático detrás de sus facciones, algo muy malo debió pasarle. Porque el era alguien con un corazón de piedra, muy parecido al de ellos.

Félix giro la cabeza para mirar a los tres alfas, estos de inmediato apartaron la mirada. Pues esos ojos verdes eran tan profundos simplemente era imposible seguir mirándolos.

—¿Que, miran? No saben que eso es de muy mala educación mirar a las personas de esa manera?— arqueo la ceja

—Tubimos la mejor educación por si te lo preguntas-— dijo Hyunho con el cejó fruncido y la mandíbula tensa.

Una carcajada broto de la garganta de Félix y negó con la cabeza

—Pues parece que no sirvió de nada para ustedes—

—¿Y tu... Que? Mhh, eres muy hablador eh irrespetuoso para ser omega. ¿Que clase de educación es esa?— gruño Hyunsuk .

—Me educaron para que ningún alfa me doblegue, para no ser sumiso. No por nada tengo un largo historian en el hospital mas caro de Busan— dijo el pecoso mirándose las uñas.

—¡Ya basta!— dijo Hyunjin.

—!A MI NO ME MANDAS A CALLAR! CUIDA TU MALDITA BOCA— dijo Félix ya harto de la actúe de los tres.

—¡TU CIERRA LA MALDITA BOCA FELIX!—. exclamo Hyunjin

—¡A MI NO ME CALLAS, IMBÉCIL QUE NO SOMOS IGUALES¡— el auto se detuvo.

Hyunjin se bajo del auto y nuevamente lo cargo como saco de papas. Sólo que esta vez le enseñaría mantener la boca cerrada.