Hyunjin bajo corriendo las escaleras son teniendo en brazos a Félix que estaba inconsciente. No iba a llevarlo a un hospital pues sabia que corrían ciertos riesgos.

Pero lo llevaría a casa de uno de sus amigos, que era médico y le debía unos favores. Subió a Félix en la parte trasera del auto y partió estando un poco nervioso, pues Félix le servía vivo no muerto. Por hora...

Paso de largo dos semáforos en rojo hasta su destino toco la puerta como loco hasta que la abrieron

-¿Y bien?- pregunto un impaciente Hwang.

-Esta anémico, no se con exactitud que tan avanzada esta su anemia solo puedo suministrarle algunas vitaminas y medicamentos para que recupere peso- dijo aplicándole una inyección. -y otra cosa... que no tenga emociones fuertes-

-Joder... lo que me faltaba, hacerla de niñero - gruñó.

-Entonces llevalo a un hospital..- sugirió.

-No, desafortunadamente yo me puse este peso...-

-Carajo...- negó con la cabeza.

Cuando Félix despertó tenia una intravenosa y estaba en una habitacionales grande. La puerta se abrió mostrando a Hyunjin con una charola con lo que parecía ser su desayuno y medicamentos en su mano libre. Su lobo se movió inquieto e incómodo.

Pero mantuvo su postura, aunque se sentía muy débil y cansado.

-Deberías comer, muerto no me sirves- soltó, y Félix rodó los ojos. Sabia que Hyunjin lo quería con vida para sacar provecho.

-.Lo que yo haga es cosa mía... llevate eso estoy acostumbrado a pasar días sin comer.- levantándose para tallar sus ojos.

-Eso explica todo... estas anémico y te necesitó con vida- repitió.

-Jodete un tronco y dejarme en paz...- gruño cruzando los brazos sobre su pecho mientras lo fulmina con la mirada.

-No es pregunta, es una orden. Come- dijo con la voz de mando haciendo que el cuerpo de Félix se tensara. Aunque no movió ni un músculo

"-El día que te dejas dominar seras la perra de alguien-" la voz resonó es su cabeza aunque hizo todo lo posible por alejar eso de sus pensamientos sin mucho éxito.

-Sabes tener un padre hijo de puta como el que tuve me dejo en claro que esa voz de mando puede ser tan insignificante. - sus ojos verdes parecían como los de un tigre cuando el brillo desaparecía.

-¿Aprendiste a base de...?- arqueo la ceja mirándolo con curiosidad.

-De una forma horrible, no quieres saberlo. Y yo no voy a decirlo...- dio por terminada la conversación.

Sin embargo Hyunjin ya tenía una pequeña idea detrás de la sumisión reprimida de Félix.