Capítulo 03.
Narra __________.
Otro día más en Londres, completamente nevado como me encantaba, la gente con sus grandes abrigos y los niños jugaban en el parque con la nieve, después de que anoche hiciera el gran trabajo de que cayera una tormenta de nieve y ahora todo está lleno.
— ¡Hagamos un muñeco de nieve! — dijo una de las amigas de Sofí
Estaba con ellas en el parque de su vecindario, las tres niñas que andaban ahí emocionadas empezaron a recolectar nieve y formando grandes montañas dándoles formas circulares. Me entretenía ver a los niños jugar, a pesar de no verme, creo que al final no era tan malo siempre y cuando sea yo la que los haga divertirse.
― Vamos a construir un castillo —
Había tanta nieve que empezaron a levantar un muro y cuando vi que necesitaba ayuda, me acerqué a ayudarles juntando más y más nieve a su alrededor para empezar a dar forma al castillo que hacían. Era tan brillante que pasaba mi cayado por todo lo que habían construido, dándole forma a un completo castillo, claro de un tamaño menor al de uno real, pero las niñas podían entrar en él.
― ¡Wow! ―
Estaban tan emocionadas, una sonrisa tenía las tres que terminaron contagiándome de ella, rieron y siguieron jugando hasta que interrumpieron llamando su atención, al voltear mi sonrisa desapareció de inmediato.
― De nada, peque ― dijeron
― ¡Jack, hola! ― dijo Sofí quien parecía verme hacia mí, pero no era así
Salió corriendo a mi dirección, no me moví y solo vi como las niñas me traspasaban una vez más, las seguí con la mirada hasta dar nuevamente hacia donde estaba Jack Frost.
― ¡Hola, Sofí! ― estaba cargándola y dándole vueltas
― Nos encantó lo que hiciste, Jack. Gracias ― dijo una de las niñas
No hablará del castillo ¿o sí?
― De nada, niñas. Es mi deber como su guardián ― dijo sonriendo con burla
Él sabía que yo estaba ahí, me miró con una cara burlona mientras yo sujetaba mi cayado con fuerza mirándolo con fastidio. Ya no tenía por qué estar ahí, así que me di la vuelta y salí volando.
― Niñas, tengo cosas que hacer, vendré pronto y jugaremos todo lo que quieran ¿de acuerdo? ―
Volé hasta Londres, iba dejando un fuerte viento por las calles que pasaba viendo como la gente se acurrucaba en sus abrigos. Bajé a un callejón apenas iluminado, tomé mi cayado firmemente y lo alcé hasta congelar el lugar, bajo mis pies el suelo se hizo hielo y los contenedores de basura igual.
¿Por qué tenías que aparecer en mi vida, Jack Frost?
― Todo lo tiene que arruinar ¡Todo, todo, todo! ― dije molesta
― ¡Hey! Calma Snow, te saldrán canas ― llegó riendo mientras bajaba y se colocaba a unos pasos de mí
― ¿Qué me calme? ¿¡Por qué siempre tienes que llegar y arruinar todo!? ― dije en alto
― Snow... ―
— Estoy tratando que crean en mí —
— Snow, tenemos que... —
— ¡Y tú siempre tienes que llegar para arruinar todo! —
Lo interrumpo varias veces, ignorando sus llamados, hasta que ruidos provenientes de los rincones oscuros del callejón nos alertaron.
― ¡Snow, no estoy jugando! ― extendió su mano hacia mí, lo miré disgustada ― ¡Debemos irnos! ―
Entonces un fuerte golpe hizo que ambos alzáramos el cayado.
— ¿Qué es eso? — giré por completo viendo hacia esos rincones
— Vámonos — tomó de mi muñeca, pero me solté
— Contigo no voy a ningún lado —
Él rodó los ojos, no pensaba ir a ningún lado con él así que tratando de irme solo pude ver un destello frente a mí, era un copo de nieve acercándose hasta estrellar contra la punta de mi nariz. Parpadeé varias veces y no supe que más había pasado, caí dormida.
(...)
Despierto de golpe cuando recuerdo lo que sucedió, creí que se trataba de un sueño, pero mirando alrededor me doy cuenta de que no fue así y estoy ahora en una habitación enorme con solo un armario al fondo y un balcón al costado. Me puse de pie tomando mi cayado que estaba recargado en la pared, me dirijo al balcón y abro las grandes puertas viendo el exterior, la brisa no tardó en entrar y frente a mí había montañas a lo lejos, debajo había casas y de estas personitas salían.
Definitivamente ya no me encontraba en Londres, sino en el famoso Polo Norte. Recordando lo sucedido, lo único que pude pensar fue en que Frost debió traerme después de caer dormida, claro, él era el único culpable aquí. Y sin poder seguir en quejarme de Frost, solo sentí la presencia de personas a mis espaldas, solté un gran suspiro cerrando los ojos sabiendo quienes eran los que estaban presentes.
Debo estar en problemas para saber que los cinco grandes estaban frente a mí.
Corregido 2023.
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