Narra _________.

No hay nada mejor que un día nevado en Londres, crear esos vientos y dejar caer nieve desde la altura de esas grandes nubes, era mi cosa favorita y claro sin dejar de lago una que otra travesura por mi parte. Nada puede arruinarme tan increíble día, a no ser que me encuentre con Frost... tener su presencia cerca me fastidia demasiado.

Seguí en lo mío, volando por la ciudad hasta tomar camino al vecindario donde a lo lejos miré una casa que ya estaba acostumbrada a ver, fuera de esta se encontraba una niña llamada Sofí, jugaba con sus amigas con la nieve que anteriormente había caído por la noche.

Me detuve en el tejado de la casa, viéndolas como se divertían y reían lanzándose bolas de nieve, creando muros de lo mismo y corriendo una tras la otra. Bajé y sentí la nieve bajo mis pies siendo estos escondidos por la misma. Confiada me uní a su guerra, siguiéndolas y ayudarles con su juego, creándoles bolas de nieve para que no tardaran tanto en tomar del suelo.

― ¡No me alcanzas Sofí! ― dijo una de las niñas

― ¡Si te alcanzo! ― Sofí comenzó a seguir a su amiga, mientras reían las dos, pero como acostumbraba a ver ― ¡Au! ― Sofí tropezó

Por suerte la nieve amortiguó su caída, pero siendo pequeña le iba a doler, sus amigas se acercaron al igual que yo para ver si se encontraba bien, lo estaba, pero solo fue un pequeño raspón en sus manos por la nieve tan helada, ella se levantó con una sonrisa y continuó jugando por un largo rato más mientras iba oscureciendo, poco a poco sus amigas fueron despidiéndose de Sofí hasta que quedara solo ella fuera de su casa. Tenía mi compañía cerca, Sofí estaba recogiendo algunos juguetes que había sacado y dando la vuelta solo ingresó a su hogar hasta desaparecer.

Me acerqué a una de las ventanas para ver a través de la delgada cortina como la familia se juntaba para cenar, había unos niños maravillosos ahí dentro, pero una vez más, ni Sofí ni sus amigas lograron verme. Me retiré de ahí volando hacia un bosque cercano, aquel bosque en donde desperté estaba en el lago que seguía congelado y pisé en él sintiendo el hielo, me coloqué en el centro donde la luz de la luna daba y alcé la mirada viéndolo.

― ¿Estoy haciendo algo mal? ― pregunté con la esperanza de que contestara ― Hago todo lo posible para que logren verme ¡Pero nada funciona! ¿Qué más quieres que intente? Por favor, responde... ― no hubo respuesta, otra vez ― Pff, gracias... por nada ―

Ya han pasado bastantes años y mis preguntas siguen sin tener respuesta, es algo estresante no saber qué fue de tu vida pasada, quien fui antes de despertar en ese lago, que hice y como terminé siendo un espíritu del invierno. Me sentía triste, como siempre, todo este tiempo nunca he podido hacer que alguien me viera, todo este tiempo he estado sola con falsas esperanzas de que alguien por fin me hablara, como lo hacía Hombre de la Luna.

Aunque hace tiempo atrás, conocí a los Guardianes, personas encargadas de las festividades en todo el mundo, fue una navidad donde los miré a todos, se veían muy felices y parecían festejar algo, Sofí y muchos niños estaban alrededor del trineo y de los Guardianes... entonces miré a un chico cerca de ellos, parecía estar viéndome a mí misma pero no, era Jack Frost.

Desde entonces los miraba a cada uno trabajar y haciendo felices a los niños. Cuando nos vimos por primera vez se creó un silencio incómodo, estaban sorprendidos de verme claramente sin tener idea que yo existía y desde entonces intento evitarlos, más a Frost quien es el guardián de la diversión.

Es un egocéntrico, siempre lo encuentro jugando con Sofí y con muchos niños alrededor de todo Londres, se ríen y divierten bastante. Yo solo los veo a la lejanía porque sé que nunca sabré lo que es ser visto, saber que se siente que crean en ti.

No solo nadie creía en mí, sino que no sé tampoco lo que fue de mí en el pasado. Que fue de mi vida.

¿Habré hecho algo para que ahora estuviera solitaria?

Corregido 2023.