Mira la verdad

Alan Rimwel

Alan estaba en una situación muy complicada, si bien rashta había Sido su interés amoroso desde que su padre la había llevado a la finca por primera vez, nunca esperó tener sentimientos tan fuertes por ella, especialmente por qué su padre siempre le prohibió tener acercamientos con ella, especialmente si había sentimientos de por medio, incluso cuando comenzaron su relación secreta y rashta se había entregado carnalmente a él incontables veces, nunca esperó que resulte embarazada y más aún que su padre la engañase al decir que su primogénito nació muerto y mantener oculto al bebé.

Alan se había encariñado con su bebé desde el primer día que lo vió y aunque no entendió por qué su padre lo obligó a mantener su nacimiento en secreto no le importaba ya que lo dejó criarlo con amor aún cuando no le daba el dinero necesario para mantenerlo y comprarle ropa que usarían los hijos de nobles, no le importaba mientras pudiera seguir al lado de Ian.

Lo que nunca esperó fue que rashta le propusiera escapar y dejar todo atrás, incluyendo a su hijo ya que ella no tenía ni idea del nacimiento del bebé, sin embargo eso no era posible, Alan sabía que si se volvía un plebeyo su padre podría lastimarlos o incluso herir a su propio nieto y por ese motivo decidió permanecer con la soga al cuello bajo las ordenes de su padre y así mantener a salvo a su hijo, sin embargo nunca esperó que sucedería.

Descubrir que rashta era una amante del emperador y estaba embarazada de él le resultaba algo imposible más aún cuando la segunda amante dijo que rashta tendría gemelos, Alan no podía creerlo, no quería creerlo, se suponía que él y rashta tenían algo especial, ella no podría hacerle algo como eso a su propio hijo ni a él.

Durante varios meses Alan no fue capaz de admitir que rashta había dejado de armarlo y que se había entregado a otro hombre para tener a sus herederos, quería hacer cualquier cosa para recuperarla y ser una familia feliz, sin embargo ella nunca lo aceptó y solo obtenía rechazo y malos tratos por parte de rashta, quería creer que era solo por qué no creía que su hijo siga vivo sin embargo seguía despreciandolo incluso cuando le llevó un poco de su cabello.

Alan estaba por darse por vencido y aceptar que rashta ahora era feliz al lado de otro hombre sin embargo ocurrió el secuestro de su bebé lo cual lo dejó devastado y cuando fue a solicitar ayuda a los Emperadores por fin se dió cuenta de la verdadera cara de aquella mujer a quien tanto había amado.

Mientras caía junto a TN por las escaleras e intentaba proteger el cuello de la emperatriz pudo ver la sonrisa en la cara de rashta al verlos en esa situación y fue ahí que realmente lo comprendió, rashta nunca lo amó, simplemente amaba lo que podía darle, por eso se fue con el emperador.

Durante la semana que Alan estuvo en coma simplemente revivió sus recuerdos con la esclava, las noches en las que se la pasaban en la misma cama, las veces que rashta le juró amor eterno, las veces que rashta le prometió siempre estar a su lado, la vez en la que dijo que debían casarse por que estaba embarazada y su hijo y ella merecían ser parte de la nobleza.

Cuando Alan despertó realmente estaba seguro de que quería cortar todo lazo que había tenido alguna vez con rashta, especialmente no quería que ella sea considerada la madre de su hijo.

Mientras él se recuperaba una vez despierto, sovieshu entró en su habitación y le dió dos noticias que nunca esperó, Ian había Sido devuelto y rashta había tenido una bebé y era descendiente de Alan.

Él no podía creerlo, ¿Rashta sabía que estaba embarazada y aún así alejó a su bebé de su propio padre?

Sovieshu le aseguró que no tendría consecuencias debido a las acciones de rashta, solo quería saber si él aceptaba la patria potestad de su bebé ya que sovieshu no quería tener nada que ver con esa bebé y mucho menos obligaría a TN para que adopte a la niña.

Alan aceptó con gusto hacerse cargo de su bebé aunque le preocupaba lo que rashta tendría que decir al respecto de toda la situación.

Alan: disculpe.... Emperador... Pero, ¿Qué sucederá con lady rashta?... ¿Ella no peleará la custodia de la bebé?... -preocupado-

Sovieshu: -suspira frustrado-... Ella ya no es más una lady y tampoco es mi amante si eso es lo que te preocupa... Ella sigue encerrada en el calabozo y ahí se va a quedar hasta que TN despierte, si tiene suerte la siguiente semana será sometida a un juicio en el que se darán a conocer todos sus delitos... Incluyendo el rapto de tu primogénito... -viendo a Alan-

Alan: ¿Ella...?.... ¿Por qué?... -sorprendido-

Sovieshu: por lo que me enteré de quién se llevó a Ian, ella planeaba hacer a tus dos hijos como mis gemelos primogénitos, aunque no sé cómo pensó que eso sería posible, Pero aún así mandó secuestrar a tu hijo por ese motivo... -viendo a Alan-

Alan: no puedo creerlo.... Desde que le dije que Ian estaba con vida ella siempre lo negó y nunca aceptó ser su madre... -lagrimeando-... Simplemente lo secuestró para convertirlo en su hijo cuando lo necesitaba... -molesto-

Sovieshu: en cuanto la emperatriz despierte se llevará a cabo un juicio, si quieres tomar venganza contra esa mujer entonces habla con TN y sugiere un castigo justo, estoy seguro de que ella te escuchará...

Alan estaba completamente frustrado, aquella mujer a la que una vez le había dado todo su amor lo había traicionado de las peores maneras a él y a su hijo y aún así tenía el descaro de secuestrar a su hijo para utilizarlo en sus planes malvados, sin duda estaba completamente molesto con ella y no dejaría que se salga con la suya, especialmente ahora que quería dañar a su bebé al alejarlo de Alan.

Una vez que Alan estuvo completamente recuperado fue guiado por masstas a la casa de TN en el pueblo en dónde estaban sus dos bebés siendo cuidados por Evelyn y los vizcondes iskua.

Alan se quedó hospedado junto a los vizcondes iskua y sus hijos mientras TN despertaba y dos semanas después cuando por fin despertó TN fue a hablar con ella después de que ella hablo con su padre.

Alan: emperatriz... -arrodillandose frente a tn-... Necesito pedirle un favor...

TN: ¿Tiene que ver con rashta?... -seria, levantando una ceja-

Alan: así es... Yo quisiera pedirle que.... -sorprendido-

TN: voy a exiliar a rashta a un continente cruzando el mar... -viendo a Alan-

Alan: no puede hacer eso!!!... -levantandose exaltado-

TN: ¿Por qué no podría?... Soy la emperatriz después de todo... -viendo sus uñas-... ¿O me dirás que tienes un castigo más apropiado?... -viendo de reojo a Alan-

Alan: quiero que rashta regrese a mi lado... -poniendo su mano en su pecho-

TN: eso más que castigo es un premio... -levantando una ceja-... Sabes que ella aún siente algo por tí y por tu hija... -seria-

Alan: la quiero como lo que es originalmente... Quiero que rashta sea nuevamente la esclava propiedad de la familia Rimwel... -frunciendo el ceño-...

TN: ¿Estás seguro de lo que me estás pidiendo?... Una vez que aplique el castigo no habrá manera en la que pueda levantarse.... Además todos estarán enterados de su estatus... -viendo a Alan incrédula-

Alan: estoy completamente seguro... -decidido-... Por favor majestad... Solo quiero que me cumpla este deseo tan egoísta... -arrodillandose ante TN y bajando la cabeza-

TN: solo tengo la condición de que ella no podrá tratar como sus hijos a los bebés, tendrá completamente prohibido tener esa clase de acercamiento a ellos y será tratada solo como una esclava... -seria-

Alan: así será majestad... -levantando la cabeza-

Después de haber tenido esa plática con Alan decidió el castigo perfecto se pasó el resto de la tarde intentando recordar algún objeto Mágico que pudiera ayudarla a castigar a rashta hasta que recordó el anime del héroe del escudo y el método que usaban al marcar a los esclavos, con eso en mente sacó su mochila y trató de recordar los objetos.

El día del juicio llegó y la sentencia fue dada a rashta la cual simplemente podía llorar en medio de todo el pueblo intentando buscar una mirada compasiva, pero incluso Alan la veía con desprecio debido a todo lo que habia hecho.

Al llegar a la mansión Rimwel quiso tocar a sus bebés ya que una sirvienta los cargaba Pero Alan detuvo ese intento y cualquier otro que quisiera hacer en el futuro con una simple orden.

Alan: te ordeno nunca intentar tocar a MIS hijos, desde este momento deberás llamarlos jóvenes amos y no te atrevas a decir que son tus hijos, ellos no tienen nada que ver contigo, eres una simple esclava y ellos son los futuros vizcondes Rimwel... -frunciendo el ceño-

Esas palabras por parte de Alan dejaron desconcertados tanto a lebetti como a lotteshu, nunca esperaron que Alan se quitara la venda de los ojos y tratara a rashta como lo que es desde un principio.

Rashta no pensaba que esa orden fuera algo definitivo, incluso lo tomó en broma, por ese motivo intentó acercarse a su hija Pero fue detenida por un enorme corriente eléctrica que recorrió su cuerpo debido a la marca en su pecho.

Con esa acción todos entendieron que realmente rashta ahora solo era una esclava y que está vez las cosas serían diferentes ya que Alan no estaba cegado por el amor y está vez si respetaría los estatus.