CAPÍTULO 34
Simon estacionó su auto frente a la mansión Ferguson. Él y su familia habían tenido una muy mala noche. Después de enterarse de lo sucedido con Danielle, intentaron por todos los medios comunicarse con Helmut o con la chica, pero sus llamadas no eran respondidas y su desesperación aumentaba a cada minuto.
Los Ferguson también intentaron ir al lugar de los hechos, pero todas las calles del centro de la ciudad estaban bloqueadas. Amanda se había vuelto loca mientras miraba las noticias y todo lo que se decía respecto a la persecución y al rescate de Danielle Lennox. También los noticieros hablaban sobre la relación de Hank Riley y Rohit Patel, ¡todo era negocios turbios! Por eso habían decidido esperar hasta el día siguiente, cuando las aguas se calmaran y pudieran hablar con Dani y Helmut respecto a lo sucedido la noche anterior.
La familia bajó del auto y caminaron con rapidez para subir la enorme escalinata que los conduciría hasta la puerta de la casa.
-¿Estarán bien, papá? - preguntó Jack tomando la mano de su padre para subir las escaleras - No quiero que nada malo le pase a Dani. - murmuró el chiquillo - Yo la quiero mucho, es mi mejor amiga y...
-¡Eso es lo que vamos a averiguar! - respondió Simon subiendo las escaleras con rapidez hasta detenerse frente a la puerta - Pero me imagino que se encuentran bien y en estos momentos sólo están durmiendo.
-¿Vas a llamar? - preguntó Amanda que llegaba detrás de ellos - Yo prefiero que uses tu llave y los llamemos a gritos.
-Eso no se va a poder - murmuró Simon al ver que un guardia de seguridad se acercaba a la reja y la abría de inmediato.
-¡Buenos días, señor Ferguson! - saludó el hombre mientras se hacía a un lado para que Simon y su familia entraran en la casa.
-¡Buenos días, Albert! - respondió Simon tomando de nuevo la mano de Jack para entrar en la sala.
Helmut estaba sentado frente a la enorme pantalla de televisión y observaba las noticias. Lo sucedido la noche anterior era la noticia del momento. Todos hablaban a cerca del secuestro de Dani, pero también se hablaba a cerca de una red de tráfico de blancas. Rohit Patel había abierto la boca y lo dicho por el hindú había corrido como reguero de pólvora, llegando hasta los noticieros. El nombre de Hank Riley estaba en boca de todos, ambos tipos eran unos cerdos. El hombre giró la cabeza y miró a su tío y a su familia que estaban de pie en el umbral.
-¡Helmut! - exclamó Simon y corrió a abrazarlo - ¡Gracias a Dios están a salvo!
-Estamos bien, Simon - Murmuró su sobrino - Ayer fue un día aterrador...
-¿Cómo está Dani? - Preguntó Jack sujetando la mano de Helmut - ¿No le hicieron nada?
-Ella está bien - Respondió Helmut y acarició la cabeza de su primo - Gracias por preocuparte por nosotros - Exclamó con una enorme sonrisa.
-¿Dónde está ella? - Intervino Amanda, abrazándolo - Nos has quitado un gran peso de encima al decirnos que están bien.
-Está dormida - Suspiró el hombre - La pobre está muy cansada y aún está asustada. La pasó muy mal con esos tipos...
-¡Ya lo imagino! - Murmuró Amanda - Estábamos muy preocupados por ustedes.
-Jack no pudo dormir - Comentó Simon - Y nosotros tampoco, porque intentamos comunicarnos con ustedes y nadie atendió el teléfono.
-¡Lo siento mucho! - Dijo Helmut en tono de disculpa - Nuestros móviles se descargaron y cuando llegamos a casa nos desconectamos de todo, sólo queríamos descansar y olvidar ese trago amargo.
-¡No te preocupes primo! - Dijo Jack y guardo silencio mientras se echaba a correr - ¡Dani! - Gritó el niño y la abrazó con fuerza.
-¡Hola Jack! - Murmuró la joven envolviéndolo en sus brazos - ¿Cómo estás?
-Estaba muy preocupado por ti - Exclamó el chico - Vimos las noticias...
-¡Estoy bien! - Suspiró Dani - ¡Muchas gracias por preocuparse! Ahora ya estoy a salvo, creo que fue más grande el susto.
Amanda y Simon también se acercaron a la chica para saludarla y cerciorarse de que estuviera bien. Dani les agradeció por su preocupación y atenciones, además de que respondió cada una de sus preguntas.
-¿Por qué no pasamos a desayunar? - Exclamó Dani - Puedo prepararles algo...
-¡No es necesario! - Dijo Simon - Helmut y yo nos haremos cargo, ¿verdad sobrino?
-¡Claro! - Sonrió el hombre y besó a Dani en la mejilla - Ustedes quédense en el comedor y continúen con su charla.
Las mujeres sonrieron y los hombres entraron en la cocina para comenzar a preparar un desayuno rápido y sustancioso. Mientras estaban a solas Simon aprovechó para hablar con Helmut y comentarle lo que se hablaba en las noticias.
-Supongo que ya viste el noticiero esta mañana, ¿no es así? - Exclamó el mayor de los Ferguson.
-Sí, no se habla de otra cosa - Comentó Helmut - Especialmente de Hank ya que nadie puede creer que un hombre como él, de actitud intachable, de buena reputación - Dijo con burla - Estuviera involucrado en ese tipo de actividades ilícitas y mucho menos que fuera socio de un mafioso como Rohit Patel.
-De Patel se dicen muchas cosas - Exclamó Simon - Pero Hank supo ocultar muy bien sus porquerías y, lógicamente, ahora que no está, las cosas han salido a la luz porque no puede defenderse.
-Esta mañana me llamó la policía - Dijo Helmut comiendo un trozo de banana - Ellos fueron los que me despertaron. Dijeron que han comenzado una investigación en contra de Hank. Saben que van a salir muchos involucrados...
-¿Hablas de Theodora?
-No sólo de ella, ¡hay muchos más! - Suspiró Helmut - De hecho van a interrogar a Danielle y a mucha gente que trabaja en la empresa... Roberts, Clinton, Michaels, ¡todos los socios! - Bufó - Muchos de ellos saldrán embarrados de mierda...
-No lo dudo, no lo dudo - Respondió Simon - Se vienen momentos difíciles para ellos - Comentó - Espero que Dani no tenga problemas.
-No tiene porqué, ¡ella es inocente! - Exclamó Helmut.
-Es cierto, aquí el único culpable es Hank, ¡pero él ya está muerto! - Comentó el tío.
-¡Ya no hablemos de ello! - Murmuró Helmut - Mejor llamemos a desayunar, ¿acaso no tienes hambre?
-¡Llamemos a Jack y a las chicas! - Sonrió Simon.
Helmut tenía razón, era mejor dejar eso de lado. La policía se encargaría de todo y se haría justicia. Lo importante ahora era que Patel ya estaba tras las rejas y Dani a salvo.
♣ ♣ ♣ ♣ ♣
"...y en otras noticias; ayer por la tarde, el centro de Londres se convirtió en el escenario de una persecución. El empresario hindú, Rohit Patel y un grupo de hombres intentaron secuestrar a una joven empresaria y filántropa. La señorita Danielle Lennox, quién trabaja para la compañía Ferguson, además de liderar una fundación altruista.
Al parecer, la chica había sido vendida a Rohit Patel por el fallecido empresario; Hank Riley..."
-¡Esto es una mierda! - Gritó Theodora y apagó el televisor - ¿Para eso me regresé a Londres? - Preguntó - ¿Para escuchar más calumnias sobre mi padre?
La mujer se dejó caer sobre el desvencijado sillón del cuartucho ese que había rentado a su regreso a la ciudad. ¡Estaba acabada! Totalmente en la ruina, mientras que su hija Francine gozaba de todo el apoyo de Helmut Ferguson, ¡incluso trabajaba con él en una de sus empresas! Y a ella ¿qué le había dado? Solo las migajas de su inmensa fortuna que no le habían durado más que un par de meses.
Theodora se recostó en el sillón mientras pensaba qué podía hacer para salir de esa pobreza y de ese lío en el que estaba metida. Uno de sus tantos amantes la estaba chantajeando y había inventado cosas sobre ella que no eran ciertas. Por ese motivo, el dinero que Helmut le dio había mermado considerablemente y ¡ahora estaba en la calle!
Sabía que si se acercaba a cualquiera de sus conocidos o familiares, ¡todos le iban a negar la ayuda! Especialmente con lo que estaba sucediendo ahora, las calumnias y todos esos chismes sobre su padre y su relación con el estúpido empresario Rohit Patel. Estaba sola y desamparada, ¡ya no contaba ni con el apoyo de su hija! Francine le había dado la espalda, uniéndose a Helmut Ferguson.
Theodora se levantó de su asiento y miró por la ventana. En la lejanía se podía distinguir el enorme edificio de Ferguson & Son Company. Este había cambiado demasiado en tan sólo unos cuantos meses; ahora lucía más moderno y sofisticado, con el sello de Helmut impreso hasta en la fachada... ¡Helmut! ¿Por qué no ir a buscarlo? Él le había dicho que podía ayudarla si se lo pedía, ¿por qué no pedírselo ahora?
La mujer entró en su habitación y tomó una ducha, se vistió con sus mejores ropas y salió del departamento para dirigirse a la compañía. Exigiría hablar con Helmut y no se iría de ahí hasta que él la ayudara. ¡Tenía que librarse de su ex amante y volver a su vida de lujos!
♣ ♣ ♣ ♣ ♣
Helmut terminó de firmar los memorándums y de revisar los pendientes de ese día. Por suerte había sido una jornada tranquila, él esperaba algo más contundente con la policía, pero como todos los sospechosos habían cooperado y dieron sus declaraciones, los oficiales no tuvieron mayores problemas. Sólo un par de socios estuvieron más involucrados en los asuntos de Hank, pero para suerte de todos, eran cosas de las que podían salir fácilmente. Desgraciadamente, los mayores culpables aún se encontraban libres, pero muy lejos del Reino Unido.
El hombre estaba demasiado concentrado en sus pensamientos, que se había olvidado de todo a su alrededor. Hasta que un fuerte grito se escuchó afuera de su oficina, regresándolo a la realidad. Inmediatamente Helmut se puso de pie y salió de su despacho para averiguar qué era lo que estaba sucediendo en ese momento y porque se había armado un gran alboroto en su empresa.
Se sorprendió al ver a Theodora frente al escritorio de Lucas. La mujer estaba teniendo una fuerte discusión con su secretario y con Dani, quienes no le permitían entrar en la oficina. Theodora parecía una fiera y al verlo, inmediatamente se lanzó hacia la entrada, pero Lucas volvió a cerrarle el paso.
-Ya le dije, señora Riley que usted no pude estar aquí - Exclamó el hombre tratando de alejarla - El señor Ferguson está muy ocupado y...
-¿Ocupado? - Gritó la mujer - Lo estoy viendo aquí, parado en la puerta.
-Estaba trabajando, hasta que sus gritos me interrumpieron - Bufó Helmut mirando a Theodora con fastidio - ¿Qué es lo que quieres? - Preguntó molesto.
-¡Es obvio! - Murmuró la mujer - ¡Quiero hablar contigo!
-Lo que tengas que arreglar, arréglalo con Lucas - Respondió el hombre y se dio la vuelta - Puedes pasar Dani.
-¡Yo no hablo con gatos! - Gritó Theodora y empujó a Dani y a Lucas para entrar rápidamente en la oficina detrás de Helmut.
Dani también entró detrás de la mujer y la sujetó para evitar que pasara.
-¡Suéltame, zorra! - Gritó y se dio la vuelta, levantando la mano.
-¡Ya basta! - Gruñó Helmut mirándola con severidad - ¿Qué es lo que quieres? - Volvió a preguntar.
-Ya te lo dije, ¡quiero hablar contigo...!
-¡Al grano! - Exclamó Helmut y se cruzó de brazos - Quieres dinero, ¿no es así?
-La verdad es que sí - Bufó Theodora - Lo que me diste no me alcanzó para nada, ¡sólo me diste las sobras! - Exclamó y lo miró de manera desafiante - ¡Tú estás podrido en dinero!
-Yo trabajo para tener todo cuanto poseo, me parto el lomo en la oficina todos los días - Exclamó Ferguson - Y yo con mi dinero hago lo que se me antoja.
-¡Eres un tacaño! - Gritó Theodora - ¿Cómo a Francine sí le das? ¡Y ella ni siquiera trabaja!
-¡Francine aporta más que tú! - Gritó Helmut - Está por graduarse con honores y viene a apoyar los fines de semana.
-Está trabajando en la siderúrgica - Intervino Dani, hablando con Helmut - Ella y Jack están juntos en un nuevo proyecto...
-¡No te pregunté, zorra! - La interrumpió Theodora...
-¡Silencio! - Dijo Helmut cada vez más molesto - Que te quede claro que no voy a mantenerte, ¡yo no soy tu padre! - Suspiró - Pero tengo una propuesta para ti, a pesar de todo pienso ayudarte.
-¡Sólo dame el dinero y me iré para siempre! - Le urgió Theodora.
-¡Yo no voy a mantener parásitas! - Dijo el hombre con desprecio - Iba a ofrecerte trabajo, ya que es la única manera en la que puedo ayudarte.
Dani observaba atentamente a Theodora mientras discutía con Helmut. La mujer se notaba desesperada y muy ansiosa por conseguir dinero. Quizá Theodora, al igual que su padre, estaba metida en un lío bastante gordo del que, como suele suceder, sólo podía librarse su tenía dinero. La chica continuó mirándola, sin perder detalle de sus movimientos, Teddy no sacaba su mano derecha del bolsillo de su chaqueta, parecía que se estaba aferrando a algo... pero ¿a qué?
-¡Yo no quiero trabajo! - Gritó histérica - ¡Yo quiero dinero! - Continuó gritando - ¡Estoy metida en un lío gordo! Y lo que necesito es dinero, de lo contrario, ¡van a matarme!
-No es asunto mío - Comentó Helmut - Yo puedo ayudarte ofreciéndote trabajo para que te ganes el dinero honradamente - exclamó el hombre y miró a Danielle - Dani necesita un asistente, puedes trabajar al lado de ella y...
-¿Con tu querida? - Preguntó esbozando una sonrisa burlona - ¡Olvídalo! - Rió - Yo no voy a ser la subordinada de una prostituta y... - miró fijamente a la chica - Hablando de prostituta, ¡qué bajo caíste, Ferguson! Recogiste las sobras de mi padre...
-¡Ya cállate Theodora! - Gritó Helmut - No te permito que hables así de Danielle.
-Siempre te ha gustado recoger las sobras - Continuó Teddy - Allyson era una prueba de ello, ¡se la quitaste a Andrew! ¿O ya se te olvidó que apostaste que se la quitarías? - Gritó Theodora - ¡Yo me acuerdo muy bien! Fui testigo de esa ridiculez y...
-¡Ya basta, Theodora! - murmuró Helmut - ¡No digas estupideces!
-¡Yo sólo estoy hablando con la verdad! - gritó de nuevo la mujer - Siempre has sido un cerdo, Helmut. - exclamó Theodora - Te tiraste a todas mis amigas y también a las amigas de Ally. - dijo con burla - ¡Eres un sinvergüenza! Por eso fue fácil para ti enredarte con esta puta - dijo señalando a Danielle - Ambos son iguales, un par de gorrinos asquerosos y...
-¡Te he dicho que no hables así de Dani! - gritó Helmut apretando los dientes - ¡Lárgate ahora mismo! - murmuró - Pensaba ayudarte, pero es mejor que te las arregles por ti sola.
-Ahora que lo pienso bien - Continuó Theodora haciendo caso omiso de las palabras de Helmut - Creo que él es peor que tú - Dijo con sarcasmo - ¡Helmut es un asesino!
Helmut y Dani se sorprendieron de las palabras de Theodora. Si Teddy se refería a los sucesos de hacía diez años, él había actuado en defensa propia, de hecho, no se le juzgó por eso, sino por un fraude que él no cometió.
Por su parte, Dani no comprendía lo que esa mujer intentaba decir. Miró a Helmut como esperando una respuesta, pero parecía que él estaba igual de sorprendido que ella. Después miró a la hija de Hank en busca de una explicación a sus palabras.
-¿A qué te refieres Theodora? - Preguntó Dani con curiosidad.
-¿Qué no te lo ha dicho? - Murmuró la mujer sin dejar de sonreír.
-Decirme qué - Exclamó la chica y sus ojos se posaron en los de Helmut.
-Theodora, estás loca - Intervino Ferguson, intentando desestimar los argumentos de la hija de Hank.
-¡Cállate! - Exclamó Teddy - No te hagas el santo, porque tú mataste a mi padre...
-¿Qué? - Gritaron Helmut y Dani a la vez.
-El día que papá murió - Gruño la mujer - Este bastardo vino a verlo - Murmuró Theodora - Tú acababas de dejar la oficina de mi padre y él quedó solo. Y este idiota se aprovechó de eso para atormentarlo con sus reclamos...
-¡Mentira! - Gritó Danielle - Hank estaba enfermo y murió de un ataque al corazón estando solo...
-¡Estoy diciendo la verdad! - Escupió Theodora - ¡Dile, Helmut! Dile que tú estuviste con mi padre unos minutos antes de que muriera.
Dani observó a Helmut, la chica no quería creer las palabras de Teddy. Estaba segura que sólo se trataban palabras dichas por la desesperación y por el deseo de perjudicar al hombre. Sin embargo, la expresión en el rostro de Helmut le decía que Theodora estaba hablando con la verdad.
-Helmut - Susurró la joven sin apartar los ojos de él - ¿Es verdad lo que dice Theodora?
Ferguson suspiró, pero no dijo nada. Permaneció callado por un momento. ¿Cómo demonios se había enterado si nadie lo había visto? Pero, ¿estaba completamente seguro? Quizá alguien lo vio entrar en la oficina y él no se percató de ello.
-¿Quién te lo dijo? - Exclamó con expresión sombría.
-El intendente, una de las tantas personas que despediste - Exclamó Theodora sin borrar esa expresión de triunfo de su rostro.
-Entonces, ¡es verdad! - Gimió Dani llevándose las manos al rostro.
-Sí - Bufó el hombre - Pero mis intenciones no eran esas - Murmuró con frialdad - Yo sólo quería que Hank suplicara por perdón. Él me hizo mucho daño y yo estaba cegado por mi odio y por el deseo de venganza - Gruñó - ¡Esperé diez malditos años para vengarme! - Rugió - Pero esa no era la clase de venganza que yo quería - Suspiró y se llevó las manos al rostro - Yo quería que sufriera en vida, que se humillara y se arrastrara delante de todos y que el mundo conociera la verdadera cara de Hank Riley - Suspiró - Yo no sabía que estaba enfermo, no tenía idea que se estaba muriendo.
-Pero... - Gimió Danielle.
-¡Lo atormentaste! - Exclamó Theodora tratando inyectar más veneno - Y no te creo, seguramente sabías de la enfermedad de mi padre porque, lo investigaste, ¿no es así?
-Desde luego - Murmuró el Helmut - Pero sólo a nivel de negocios y demás, su vida personal no me interesaba de todo hasta que... - Guardó silencio y miró a Danielle fijamente a los ojos.
Dani apartó su mirada. La chica estaba muy confundida y algo alterada por lo que estaba sucediendo. Helmut admitía haber visitado a Hank momento antes de su muerte, quizá, directamente no lo mató, pero su visita aceleró la muerte del hombre. De cierto modo, su imprudencia lo convertía en culpable.
-¿Ves? - Murmuró Theodora - Helmut es un tipo peligroso y alguien que no te conviene, debes alejarte de él porque podría traicionarte en cualquier momento - Exclamó - Seguramente ahora que todo se ha aclarado, ¡te mandará a la mierda!
-¡Ya fue suficiente! - Intervino Helmut - ¡Quiero que te largues de aquí, Theodora! - Murmuró - No voy a ayudarte, ¡te las vas a arreglar cómo puedas! Tus asuntos e intereses personales no me interesan en lo más mínimo porque...
-¿Ah no? - Bufó la mujer llena de ira - ¡Pues debería! - Gritó y sacó la pistola de su bolsillo, apuntándole a Helmut.
Helmut la miró fijamente, no le asustaba Theodora. Estaba seguro que ni siquiera sabía usar esa pistola. La mujer lo miró de manera amenazante y después su vista se posó en Dani, quién estaba asustada. ¡Esa mujer estaba loca! Y podría herir a cualquiera de los dos.
-¡Baja el arma, Theodora! - Susurró Dani - Arreglemos esto de la mejor manera.
-¡No! ¡Ya no! - Gritó ella y le apuntó a la chica - Ya me harté - Bufó - Ahora, Helmut, si no quieres que tu meretriz muera y cargar con otra muerte en tu conciencia...
-¡He dicho que es suficiente! - Exclamó Helmut y se acercó hacia la mujer, intentando arrebatarle el arma.
Un disparo resonó en la oficina y Danielle cayó al piso. De inmediato, Helmut se abalanzó contra Theodora, sometiéndola y logrando que soltara la pistola. En ese instante, Lucas, acompañado de los guardias de seguridad, entró en la oficina y vio la escena. De inmediato pusieron bajo custodia a Theodora y dieron parte a las autoridades.
-¡Dani! - Gritó Helmut y rápidamente corrió auxiliar a la joven - Lucas, por favor, llama a una ambulancia...
-¡Estoy bien! - Exclamó Dani apartándose de Helmut - No me hizo daño, creo que la bala fue a parar al ventanal - Murmuró y señaló la bala incrustada en el vidrio que comenzaba a resquebrajarse - Por fortuna no tiene muy buena puntería...
-¡Qué bueno! - Suspiró Helmut y abrazó a la joven, pero ella lo rechazó, haciéndose a un lado - ¿Qué sucede? - Preguntó el hombre, sorprendido por la actitud de la chica.
-Hay cosas que deben quedar claras, Helmut! - Dijo Danielle con firmeza - Tú y yo tenemos que hablar después de que se arregle esta situación - Murmuró la chica y salió rápidamente de la oficina.
♣ ♣ ♣ ♣ ♣
¿Y ahora qué? Theodora nada más fue a "picarle la cresta" (como se dice vulgarmente) a Dani. Ella está confundida y quizá esa confusión y esta situación les traiga problemas y haya más drama como suele suceder en estas historias.
Nos acercamos peligrosamente a los capítulos finales de esta historia. Así que, ¡no se los pierdan!
Maria Decapitated
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