Jack corrió a saludar a su primo Helmut y a Dani. La chica le dio un gran beso en la mejilla y lo acunó en sus brazos. Helmut también lo abrazó y besó su frente, mientras el pequeño comenzaba con su cháchara respecto a un nuevo videojuego que le acababan de comprar. Helmut esbozó una enorme sonrisa y respondió a los cuestionamientos del niño.

-¿Quieres ver mi colección de Funko Pop? - Preguntó el chiquillo tirando de la mano del hombre - Papá acaba de obsequiarme tres y quiero mostrártelos.

-Me encantaría, Jack - Murmuró Helmut y se rascó la cabeza - Pero primero necesito hablar unos instantes con tus padres antes del almuerzo - Sonrió - ¿Te parece si me los muestras después de la comida?

El chico hizo una mueca de disgusto, pero terminó accediendo ya que Dani le sugirió que armaran el rompecabezas que estaba a medio hacer en el piso de la sala. Jack sonrió y se sentó junto a Dani sobre el piso de la habitación. Helmut se reunió con Amanda y Simon, y mientras los tres hablaban del progreso del niño en los negocios, Helmut miraba de vez en cuando a Danielle, que reía junto a su pequeño primo.

Helmut miraba a la joven con devoción y pasión, sonriendo a pesar que la atención de la joven se encontraba en el infante. Ni Simon ni Amanda pasaron por alto la expresión en el rostro de Helmut, quién estaba embobado mirando atentamente a la chica.

-Además de festejar el cumpleaños de Dani - Comentó Amanda - ¿También fue su luna de miel? - Preguntó y se echó a reír - ¡Mírate! Luces como un recién casado...

-¿Qué? - Preguntó Helmut y frunció el ceño - ¡No, no! Sólo fueron unas vacaciones - suspiró - ¡Un pequeño descanso! La verdad nos lo merecíamos y también fue la oportunidad perfecta para festejar el...

-¡Te mueres de ganas por gritarlo a los cuatro vientos! - Lo interrumpió Amanda y volvió a estallar en risas - ¡Estas E-NA-MO-RA-DO! Y no lo puedes ocultar, llevas un letrero de luces de neón brillando sobre tu rostro - Sonrió y le acarició el brazo - Creo que estás más enamorado ahora que hace diez años - Murmuró la mujer y le besó la mejilla - Y no sabes cuánto me alegro por ambos, ¡hacen una hermosa pareja! - Exclamó la mujer - ¡Ay, lo olvidaba! - Sonrió - Tengo que revisar el lomo que tengo en el horno.

Amanda se alejó casi corriendo y sin esperar respuesta de Helmut. Su tío sólo lo miró y se recostó en el respaldo del sillón, estirando las piernas. ¡Amanda no lo podía haber dicho mejor!

-¿Qué me ves? - Preguntó Helmut frunciendo el ceño - ¿Ahora qué vas a decir tú?

-¿Yo? - Exclamó Simon - ¿Para qué repetir lo obvio? Amanda lo acaba de decir y ¡yo le doy la razón! ¡La amas! - Murmuró un poco emocionado - No puedes ocultar que estás loco por ella - Sonrió - Creo que la amas desde el primer instante en que la miraste...

-¡No digas idioteces! - Bufó Helmut y suspiró - Ella me atrae mucho, ¡pero sólo es eso! Atracción...

-Ahora el que dice idioteces es otro - Respondió su tío - Eso no es sólo atracción, va más allá de la cuestión física o sexual - Dijo Simon - Cuando te enamoras no vuelves a ser la misma persona que eras antes, porque es en ese momento donde empiezas a vivir la vida de verdad y tú acabas de dejar de ser el amargado, el idiota bastardo que fuiste hace tiempo...

-¡Por eso! - Gruñó Helmut - Porque eso es lo que soy, lo que fui y, ¡no la merezco! - Bufó - No después de todo lo que le dije, de cómo la traté, de cómo la humillé, haciéndola sentir cómo...

-¡Ya basta Helmut! - Murmuró su tío - Si sigues atormentándote con eso, nunca vas a ser feliz - Exclamó Simon - Al parecer ella ya lo ha olvidado, creo que Dani te ha perdonado y tú deberías perdonarte a ti mismo y disfrutar de tu felicidad y hacer feliz a Danielle porque ella te adora. Así como a ti, también se le nota que está enamorada.

-Pero Dani no se merece a alguien como yo - Insistió Helmut - No es justo para ella...

-Y tampoco sería justo que le partieras el corazón a estas alturas, ¡ella está loca por ti! - Suspiró - Pero si tú no sientes nada por ella, lo mejor será que se lo dejes muy en claro y la dejes ir de una vez por todas para que ella encuentre su felicidad en otro lado.

-Lo he pensado - Murmuró Helmut con un suspiro - Creo que ya es hora de dejarla ir.

-Sólo haz lo correcto - Finalizó Simon poniéndose de pie - Vamos a almorzar, nos está llamando Amanda, dejaremos la conversación pendiente para después.

Helmut lanzó un nuevo suspiro y se puso de pie para caminar detrás de su tío. Estaba entre la espada y la pared. Por un lado, se encontraba el amor que sentía por la chica y por el otro, su conciencia que no lo dejaba en paz. La culpa lo atormentaba, no podía perdonarse el hecho de haberla juzgado tan duramente y de haberla obligado a estar junto a él. Ahora las cosas habían dado otro giro y él estaba enamorado, a pesar de haberlo negado. Ya no podía ocultarlo más, pero necesitaba tiempo para asimilarlo.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

Danielle entró en la sala de juntas y observó a los accionistas que ya habían tomado su lugar. Los saludó con cortesía y rápidamente tomó asiento junto a Lucas, a quién saludó con un fuerte apretón de manos.

-¿Cómo está, señorita Lennox? - preguntó el hombre con una gran sonrisa.

-De maravilla - respondió la chica - Aunque un poco nerviosa, tengo que rendir mi informe el día de hoy y mostrarles a estos caballeros que no hay ninguna anomalía en cuanto al trabajo de Home, Sweet Home. - dijo Danielle tomando un montón de carpetas para entregarlas entre los accionistas.

Momentos después, Helmut y Simon acompañados del pequeño Jack entraron en la sala. Todos se pusieron de pie al verlos llegar y saludaron al unísono.

-¡Buenos días, caballeros! - exclamó Helmut haciendo una seña para que todos tomaran asiento- En unos minutos daremos comienzo a esta junta extraordinaria. - murmuró - Señorita Lennox, pase por favor.

Dani sonrió de manera amplia y se levantó de su asiento para acercarse a Helmut. El hombre la abrazó con fuerza y después tomó asiento para escuchar lo que la joven tenía que decirles.

-¡Buenos días, señores! - saludó Dani mostrando su blanca dentadura - Muchos de ustedes me han preguntado acerca de los últimos proyectos que se han llevado a cabo con Home, Sweet Home. - exclamó la joven y encendió el proyector para mostrar un montón de fotografías - Cinco de nuestros jóvenes han sido aceptados en la Universidad de Cambridge y dos más fueron aceptados en la Universidad de Edimburgo. - sonrió Danielle - Estamos muy orgullosos de este logro, ya que esta fue una de las causas por las cuales creamos esta fundación. - dijo la chica y mostró una nueva diapositiva en donde se podía apreciar una serie de gráficas - En estas gráficas podemos ver a dónde han ido a parar sus donaciones, ¡no estamos haciendo mal uso del dinero! - exclamó con seriedad - La próxima semana comenzará la construcción de nuevos dormitorios en el orfanato para niñas de Richmod.

La chica continuó hablando a cerca de los proyectos que comenzarían a efectuarse a lo largo de ese mes, así como de nuevas ideas y proyectos que esperaban llevar a cabo en el transcurso del año. Al finalizar su informe, los accionistas se pusieron de pie para felicitarla por el progreso de su fundación y por el gran trabajo realizado hasta el momento.

Después de que Danielle terminara con su discurso, Simon y Helmut hablaron sobre los progresos de la Siderúrgica, así como de los nuevos avances de Ferguson & Son Company. La empresa estaba comenzando a salir de su mala racha y pronto volverían a invertir en nuevos servicios para sus clientes.

-Nos esperan buenos tiempos, señores. - murmuró Helmut - Y les agradezco que sigan depositando su confianza en nosotros - exclamó el hombre y se rascó la barba - Pronto comenzarán a ver los resultados y por supuesto, pronto se llenarán de ganancias. - dijo Ferguson - Aún nos queda mucho por hacer, pero si seguimos trabajando unidos, en pocos meses volveremos a la gloria de antaño.

Todos los presentes volvieron a ponerse de pie y comenzaron a aplaudir, elogiando el gran trabajo de Helmut y de Simon. También le dieron la bienvenida al pequeño Jack y se mostraron orgullosos de tener sangre nueva dentro de su organización. La junta llegó a su fin y todos pasaron al comedor para hacer un brindis y disfrutar de algunos bocadillos.

-¿Podemos ir a casa? - Preguntó Jack mirando a su padre - Ya me aburrí - Murmuró y se rascó la nariz - Además, tengo que terminar un proyecto de la clase y...

-¡Ya nos vamos, ya nos vamos! - Bufó Simon levantando los brazos - Pero, ¿no quieres comer nada?

-¡Bueno! - Sonrió - Comemos y nos vamos.

Helmut soltó la carcajada al escucharlo, pero de inmediato, su atención se desvió cuando Dani entró en el comedor y los saludó agitando su mano.

-¡Hola! - Exclamó la chica y de inmediato abrazó a Helmut - Pensé que iba a ser complicado después de todo lo que ha pasado.

-¡Pero te fue muy bien! - Respondió Helmut y besó su cabeza - Ellos confían en ti y saben que estás haciendo muy bien tu trabajo, ¡nos mostraste los resultados!

-¡Estaba muy nerviosa! - Suspiró - Creí que todos se me iban a echar encima - rió con nerviosismo.

-Ellos no confiaban en Hank - Comentó Simon - Pero en ti sí ya que tú les has mostrado hechos, no sólo palabras.

-¡Estoy muy orgulloso de ti! - Dijo Helmut y la besó en los labios - Ahora, voy a dejarte con mi tío, porque tengo que hacer unas llamadas con algunos inversionistas en Estados Unidos - Sonrió - Me reuniré más tarde con ustedes.

Helmut se retiró, despidiéndose de su primo y su tío. Dani se quedó con ellos y los demás socios, charlando y pasándola bien en su pequeño almuerzo. Luego de un rato, la gente comenzó a retirarse y Simon y Jack hicieron lo mismo.

-¿Te veré el domingo? - Preguntó el chico - Tengo un nuevo rompecabezas y quiero mostrarte mis nuevos Funko Pop que me regló mi abuela.

-¿Ya tienes más? - Preguntó Dani, sorprendida.

-¡No sé cómo le gustan esas cosas tan feas! - Se quejó Simon - Pero en fin, son sus gustos y su abuela lo tiene muy consentido...

-¿Seguro que sólo su abuela? - Preguntó Dani con una enorme sonrisa.

-También su abuelo, sus tíos, Helmut...

-¡Y mamá y papá! - Gritó Jack - Pero ya vámonos- Murmuró y jaló a su padre hacia la salida.

-¡Cuídate mucho Jack! - Dijo Dani y lo besó en la mejilla - Te veré el domingo.

-¡Hasta el domingo, Dani! - exclamó el chiquillo y la abrazó antes de tomar la mano de su padre.

Simon se despidió de la chica con un fuerte abrazo y del resto de los socios para salir del comedor junto a su hijo. Dani miró su reloj antes de despedirse de algunas personas que se acercaban a ella para desearle un gran fin de semana. Ya era tarde, así que decidió ir a buscar a Helmut a la oficina. Tenían boletos para una función de ballet y la chica no quería llegar tarde.

-Espero que ya esté desocupado - murmuró Dani mientras subía al ascensor - Esas llamadas pueden durar horas. - dijo para sí mientras miraba su móvil.

Las puertas del ascensor se abrieron y la chica caminó velozmente por el pasillo hasta detenerse en la oficina de Helmut. Abrió la puerta lentamente y lo encontró sentando en su sillón. Él aún hablaba por teléfono y parecía que esa llamada no tenía fin.

-Perdón que te interrumpa - susurró Dani - Pero ya es tarde y no me gustaría que perdiéramos la función.

-No tardo - respondió Helmut mientras cubría la bocina con la mano - Sólo dame cinco minutos, por favor.

-De acuerdo - respondió Dani sentándose frente a Helmut y volvió a revisar la pantalla de su móvil.

Los cinco minutos de espera se convirtieron en diez y la llamada no tenía fin. Si Helmut no se daba prisa llegarían tarde a la función o definitivamente la perderían. Así que la chica lo presionó un poco, ella tenía muchas ganas de ver el ballet de Romeo y Julieta. ¡No quería perdérselo!

-¡Te espero en el auto, Helmut! - exclamó Dani y se puso de pie.

-¡Espera, ya casi termino! - Bufó el hombre.

Pero Dani no lo escuchó, abandonó la oficina y se dirigió al estacionamiento. Esperaba que Helmut no tardara, de lo contrario, se vería en la penosa necesidad de ir sola al teatro. Mientras ella caminaba rumbo al auto, no se percató que alguien la seguía y casi le pisaba los talones. Dani estaba por llegar al auto, cuando la sujetaron con fuerza del cabello, tirando de él.

La chica lanzó un grito agudo, pero la tenían bien sujeta. Mientras forcejeaba, más daño le hacían. Pese al dolor, ella intentó soltarse, pero un par de manos firmes la rodearon por la cintura.

-¡Usted no va a ir a ningún lado, señorita! - Dijo una voz ronca - Usted vendrá con nosotros y será mejor que no se resista.

-¡Suélteme! - Gritó la chica - ¡He dicho que me suelte! - Gritó, tratando desesperadamente por soltarse de esos brazos que la apretaban con tanta fuerza que parecía que deseaban romperle todos los huesos.

Dani continuó con su forcejeo y lanzando gritos cada vez más agudos. El chofer de Helmut, quién esperaba en el auto, al escuchar que una mujer gritaba, salió inmediatamente del auto para ver qué era lo que estaba sucediendo. Miró la escena con espanto, Dani estaba siendo atacada, y no dudo en acercarse para auxiliar a la señorita Lennox.

-¡Señorita Lennox! - Murmuró el chofer, quien había visto la escena - ¿Se encuentra bien? - Gritó y se acercó a la muchacha que gritaba pidiendo auxilio.

El chofer trató de auxiliarla, pero un golpe seco sobre su cabeza lo detuvo, haciéndolo caer al suelo. Dani gritó al ver cómo el hombre caía al piso y siguió gritando para pedir ayuda.

-¡Cállate, perra! - Gruñó un hombre mal encarado y la abofeteó.

-¡Suéltenla! - Intervino uno de los guardias del estacionamiento - ¡Llamaré a la policía!

-¡No lo harás! - Gritó una voz detrás de un auto y disparó.

El guardia cayó herido, mientras Dani volvía a gritar, entrando en un estado de histeria. ¡Debió esperar a Helmut! La chica luchó desesperadamente por soltarse, pero no pudo hacerlo. Comenzó a temblar y a llorar. ¿Qué sucedería ahora con ella? Los hombres la condujeron a rastras a su auto y la lanzaron al asiento trasero, mientras se sentaban junto a ella.

-¡Hola Dani! - Murmuró un hombre con un marcado acento extranjero que se encontraba sentado en el asiento del copiloto - ¿Me extrañaste? - Preguntó.

Dani levantó la mirada para observarlo y se llenó de terror al reconocer su rostro. ¡Lo recordaba! Ese sujeto visitaba constantemente a Hank y pasaba largo rato hablando con él. A ella siempre le dedicaba miradas lascivas y enfermas que la hacían sentir muy incómoda, por ese motivo, ella rehuía de su presencia.

-¿Cómo? - Volvió a exclamar el sujeto - ¿No me recuerdas? - Preguntó y estiró su mano para acariciar su rostro - Soy Rohit...

Dani se tensó al escuchar ese nombre... ¡ahora lo recordaba perfectamente! Helmut le habló del trato que tenía con Hank y de lo que habían acordado. Ese hombre estaba ahí por ella. ¡Hank la había vendido a ese hombre! Y ahora él estaba ahí para reclamarla.

-¿Qué es lo que quiere? - Exclamó la chica haciéndose para atrás, intentando evitar que ese sujeto la tocara.

-¡A ti! - Sonrió el sujeto mostrando sus dientes amarillentos - ¡Eres mía! Ferguson se negó a entregarte por las buenas... ¡pero yo voy a tomarte de cualquier manera! - Rió a carcajadas - Hank prometió que ibas a ser mía... ¡y así serás! Tú me perteneces, Danielle Lennox - Murmuró mientras acariciaba el rostro de la chica.

Dani se estremeció y le dieron arcadas, sintiendo asco y aversión por ese sujeto. Comenzó a temblar de nuevo, echándose a llorar. ¡Ahora todo estaba perdido!

-¡No llores muñequita! - Exclamó Patel - Vas a ser muy feliz a mi lado, te trataré como a una reina y me darás muchos hijos.

-¡Jamás! - Gritó Danielle, al momento que se escuchaban algunos disparos.

-¡Debemos irnos ahora! - Gritó Patel a su gente - Si alguien se interpone, ¡mátenlo! - Ordenó el hombre y se pusieron en marcha.

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¡No puede ser! Les dije que en cualquier momento este sujeto iba a aparecer para reclamar lo suyo y parece que lo ha conseguido ¿o no?
Sé que ha sido un capítulo corto, pero el siguiente espero sea un poco más largo e intenso.
¿Qué les pareció? ¿Creen que Helmut llegue al rescate de Dani? ¿O Patel se saldrá con la suya?
No olviden dejar sus comentarios y muchas gracias por leer y por su apoyo a esta historia. Les mando un fuerte abrazo.
Maria Decapitated