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CAPÍTULO 27

Los días transcurrieron a prisa, el trabajo en la empresa aumentaba debido a la llegada de las fiestas decembrinas, sin embargo, los planes trazados por Helmut y Simon, junto con el resto de los socios de la empresa, empezaban a dar resultados. Ferguson & Son Company comenzaba a crecer a pasos agigantados y eso aumentaba el optimismo de los que colaboraban en la empresa.

Momentáneamente se respiraba un aire de tranquilidad. Con Theodora lejos, y sin rastro de Patel, Helmut se encontraba sereno y más animado, aunque por supuesto, no bajaba la guardia de ningún modo y se mantenía alerta de cualquier señal. Sabía que Danielle estaba bien custodiada, a pesar de que a la chica le perecía exagerado que cuatro hombres siguieran sus pasos, más las llamadas y los constantes mensajes que él le enviaba para preguntar cómo estaba.

Dani también se encontraba tranquila, Helmut y Simon la cuidaban bien y estaban alerta de cualquier situación extraña. Obviamente, ella trataba de cuidarse sola, necesitaba ser más independiente. En ocasiones, sin que nadie se diera cuenta, ella abandonaba la casa, burlando la seguridad para salir de compras o a dar algún paseo. También visitaba el orfanato y charlaba con la señora Rossi, quién por supuesto no estaba enterada de lo que estaba sucediendo. Sin embargo, los gestos protectores de Helmut le parecían muy románticos.

La chica lanzaba fuertes suspiros con sólo pensarlo. La actitud sobreprotectora de Helmut la llenaba de emoción, la hacía sentirse importante para él. Ferguson había cambiado mucho y su trato hacia Dani era muy diferente. Ahora se mostraba más atento, cariñoso e interesado en todo lo que ella hacía. En ocasiones la sorprendía con un abrazo espontáneo o le robaba un dulce beso. Esos gestos y muestras de afecto, lograban que el corazón de la chica latiera a toda velocidad y que en su estómago revolotearan mariposas cada vez que se encontraba cerca de Helmut. Dani sentía que se estaba forjando un lazo muy fuerte entre ella y Helmut y que quizá con el paso del tiempo, este se convirtiera en algo más que una simple amistad.

Faltaban unos días para la Nochebuena y el Festival Navideño del orfanato estaba cada vez más cerca. Danielle estaba invadida por el espíritu Navideño, ella mostraba en todo su esplendor su entusiasmo por las fechas, ya sea luciendo algún pijama con motivos navideños, un estúpido suéter de Rodolfo el Reno o un gorro de duende de la Navidad. Caso contrario al par de "Grinchs" que vivían a su lado, quiénes parecían que vivían en una realidad alterna dónde no existían ese tipo de festividades.

-¿Qué harán para Navidad? - Preguntó Dani con curiosidad mientras hojeaba un par de informes.

Helmut la miró fijamente y arqueó la ceja. Estaba a punto de responder, pero su tío se adelantó.

-¡Nada! - Murmuró el mayor de los Ferguson - Navidad no es una fecha que nos interese, no desde hace diez años - Gruñó y se levantó del sillón para caminar hacia la salida - Iré por un café, ¿quieren?

Helmut negó con la cabeza y Dani pidió un capuchino y una rebanada de pastel de chocolate. Simon sonrió y salió de la oficina, dejándolos a solas.

-¿Tenías planes para Navidad? - Preguntó Helmut apartando su vista del ordenador para mirar a la joven.

-La verdad no - Susurró ella mordiéndose la uña - Sólo preguntaba si ustedes tenían algo preparado o si podíamos preparar algo juntos - Suspiró - A mi me emocionan mucho estas fiestas, porque siempre me hacían sentir especial y que por un momento podía olvidarme de que estaba sola y sin una familia que me quisiera - dijo con un dejo de tristeza - Pensé que quizá era buena idea... - murmuró y guardó silencio por un instante - Pero creo que Simon me acaba de dejar todo muy claro, así que he decidido celebrar junto a los chicos en el orfanato... otra vez - Sonrió.

Helmut analizó la expresión en el rostro de la chica y también sus palabras. Se notaba un poco decepcionada, no por pasar las fiestas en el orfanato, sino porque ellos dos no mostraban ningún tipo de interés a ese tipo de celebraciones. En realidad ellos habían perdido todo su espíritu Navideño después de la muerte de sus padres y su prometida y de todos los malos momentos que vivieron durante todo ese tiempo, en cierto modo, sus padres se llevaron consigo muchas alegrías y el espíritu festivo que en antaño los llegó a caracterizar. Pero no quería destruir las ilusiones de Dani, quizá ella lo que deseaba era celebrar esas maravillosas fiestas en familia y para la joven... ¡ellos eran su familia!

-¿Te gustaría pasar conmigo estas fiestas? - Preguntó Helmut en un impulso - Como dijo Simon, desde hace diez años, la Navidad dejó de tener algún interés para nosotros...

-Pero, celebraban, ¿no es así? - Preguntó Dani, emocionada - A mí me encantan estas fiestas, me ponen de un excelente humor y me hacen olvidar que estoy sola - Suspiró - Pero... ¡yo encantada en pasar la Navidad contigo! - Gritó y se levantó de la silla para arrojarse a los brazos d Helmut y besarlo en la mejilla.

-Tal vez tú puedas ayudarme a recuperar esa alegría que perdí con la muerte de mis padres - Dijo el hombre con melancolía y la abrazó con fuerza - ¿Qué te parece si comenzamos desde ahora?

Dani chilló emocionada y se aferró con fuerza al cuello del hombre mientras lo besaba en los labios. Helmut le dio un par de palmadas en el trasero y suspiró.

-Terminando la jornada, podríamos ir a casa, revisar lo que hay, hacer compras y... - Continuó el hombre.

-¡Ay! ¿Lo dices en serio? - Gimió la chica - Entonces... ¡debo regresar a mi oficina y dejar todo en orden! - Murmuró llena de emoción - ¡gracias Helmut! Me haces muy feliz.

La puerta de la oficina se abrió y apareció Simon. El hombre les dedicó una sonrisa, entregando el café y la rebanada de pastel a Dani, además de un paquetito de galletas caseras a su sobrino.

-Son de jengibre - Murmuró - Sé que aún disfrutas comer estos hombrecillos de galleta.

- Corre que correrás - Sonrió Helmut sacando una galleta de la bolsa - Pero no me atraparás. Yo soy de galleta y corro más - Exclamó mientras mordisqueaba la golosina - Recuerdo que siempre te pedía que me contaras ese cuento y también el del Humpty Dumpty...

-¡Ay, yo amo esas historias! - Gritó Danielle - Una vez, yo interpreté al hombrecillo de jengibre en una obra del orfanato - dijo la chica llena de emoción - Y en este festival navideño se volverá a representar el cuento, ¡estoy tan feliz! Me trae muchos recuerdos.

-¡El festival de Navidad! - exclamó Simon - ¡Lo había olvidado! - murmuró - Quiero ir y ver a esos niños...

-Estamos invitados, Simon. - dijo Helmut arqueando las cejas - ¡No entiendo cómo pudiste olvidar un evento tan importante!

-Porque estoy viejo y senil - se disculpó el tío - Ahora si me disculpan, tengo que arreglar unos asuntos fuera de esta empresa. - dijo y se dirigió a Helmut - Te he dejado mis informes sobre tu escritorio, ¡nos vemos más tarde! - exclamó Simon y abandonó la oficina.

-¡Hasta más tarde! - sonrió Dani antes de que Simon cerrara la puerta de la oficina - Yo también tengo que terminar mi trabajo, Helmut. - dijo la chica tomando su taza de café y su rebanada de pastel - En cuanto termine me reuniré contigo para planear nuestros festejos de Navidad. - exclamó mientras caminaba hacia la salida - ¡Te quiero! - dijo y salió del lugar.

Helmut la miró irse y sonrió, recostándose sobre el asiento y colocando las manos detrás de su cabeza. El hombre lanzó un profundo suspiro, mientras meditaba. Desde que había conocido a Dani, sintió deseos de protegerla, de cuidarla; pero su odio y rencor eran más fuertes que todo, incluso de su capacidad de razonar, centrándose en eso que sentía y que le ocasionaba daño.

Ahora que sabía la verdad y que se permitió conocer a Dani más a fondo, sus sentimientos hacia la chica estaban cambiando poco a poco. ¡Danielle le importaba! Ella se estaba convirtiendo en parte primordial de su vida, en alguien esencial. Quería complacerla y verla sonreír todo el tiempo. Pensaba en ella constantemente, no sabía cómo, pero Dani siempre aparecía en sus pensamientos, en sus planes y cada vez que ella se colaba en su mente, él se sentía bien, feliz y...

-¡Ya, ya! Es sólo un capricho - Se dijo a sí mismo, como reprendiéndose por esos pensamientos - Danielle pronto se irá, cuando haya pasado el peligro. - murmuró - Ella tiene que hacer su vida, lejos de mí, lejos de este monstruo que sólo le ha causado daño. - exclamó el hombre - Es mejor que se mantenga alejada de un hombre como yo. - murmuró - Además ella tiene que aprender a vivir sola, ser independiente y encontrar su felicidad - Se dijo y concentró su mirada en el ordenador, pero su mente y su corazón no se iban a dejar engañar tan fácilmente.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

Las luces de colores iluminaban el extenso jardín y se podía escuchar a lo lejos el sonido de un conocido villancico. Simon movió la cabeza de un lado a otro y lanzó una carcajada mientras estacionaba su auto y salía de este para caminar a la entrada de la casa. Parecía que todo estaba siendo invadido por el espíritu de la Navidad. Sonrió al contemplar la enorme guirnalda que colgaba de la puerta. La conocía muy bien, pues su cuñada Serena se había esmerado al elaborarla. Abrió la puerta y en sus oídos retumbó el tema de Rodolfo el Reno, el hombre volvió a reír mientras se preguntaba ¿quién estaría detrás de todo eso?

Observó el vestíbulo, el cual también estaba decorado con motivos navideños. La escalera lucía hermosa cubierta de esferas, moños y luces. El hombre se dirigió a la sala, donde la música navideña sonaba con más fuerza y volvió a sonreír al contemplar el lugar. Muchos recuerdos se agolparon en su mente, ¡ojalá todo volviera a ser como antes! Suspiró Simon y su mirada se posó en Danielle quién estaba sobre los hombros de Helmut, tratando de colocar la estrella en la punta del enorme abeto.

-¡No vayas a soltarme! - Rió la rubia mientras su punto de apoyo se tambaleaba debido a un ataque de risa.

-¡No, descuida! - Murmuró Helmut sin dejar de reír - Lo tengo controlado.

-Lo dudo mucho - Exclamó Dani y lanzó un grito, Helmut se tambaleaba otra vez - ¡Lo haces a propósito!

Helmut volvió a moverse, logrando que Dani gritara otra vez y no pudiera colocar la estrella en su sitio.

-Si gustas puedo traerte una escalera - Murmuró Simon recargado en el umbral - Tu ayudante deja mucho que desear.

-¿Haría eso por mí? - Preguntó la chica con una gran sonrisa - Creo que Helmut se descompuso.

-¡No es necesario! - Gritó Helmut poniéndose firme - Ni se te ocurra traicionarme, Danielle - Y volvió a carcajearse.

-Tú intentas tirarme - Murmuró fingiendo molestia - Y tú tío, lo único que desea es protegerme.

-Lo que pasa es que no quiere que manches con tu sangre el mármol blanco - Se burló Helmut apretándole las pantorrillas.

A Dani no le pareció gracioso el comentario de Helmut, así que golpeó el pecho del hombre con su talón.

-No eres gracioso, ¿sabías? - Bufó - ¡Eres malo!

-Anoche no decías lo mism...

-¡Basta! - Chilló Dani poniéndose colorada.

-Helmut, ¡ya! - Lo reprendió Simon e intentó cambiar el tema de conversación - Parece que tendrán un gran festejo - Exclamó Simon esbozando una sonrisa y mirando cómo la chica colocaba por fin la enorme estrella dorada en la punta del abeto - La decoración se ve hermosa. ¿De quién fue la idea? - Preguntó con curiosidad.

-Helmut dijo que usáramos los adornos que estaban guardados en el ático - Respondió Dani, bajando de los hombros de Helmut - ¡Todos son hermosos! - Suspiró la joven - Aunque sólo adornamos la sala y el vestíbulo - Dijo Dani mientras Helmut la estrechaba con fuerza entre sus brazos

-Le dije que revisáramos para ver si algo podía servirnos y todo está en muy buen estado - Dijo Helmut y esbozó una sonrisa mientras le entregaba a Simon una esfera brillante en color azul encendido - Dejamos la mitad del abeto sin decorar, supuse que querrías terminar de hacerlo.

Simon miró la esfera y suspiró. Le gustaban las fiestas Navideñas, pero sobre todo, festejarlas con su hermano y su familia. Entre él y Helmut decoraban el árbol, mientras que su hermano y su cuñada se encargaban del resto de la casa y del banquete de Navidad. Parecía que Helmut deseaba retomar esa costumbre y a él le parecía una excelente idea.

-Entonces ¿tendremos festejo de navidad? - Preguntó Simon mientras terminaba de decorar el arbolito.

-Sí, Dani tuvo la idea - Murmuró Helmut - Y a mí me pareció excelente, hace mucho que no celebramos y...

-¿Festejará con nosotros, tío? - Preguntó la chica mirándolo con sus ojos verdes bien abiertos y brillantes.

-¡Por supuesto! - Sonrió Simon y alborotó el cabello de la muchacha - Para mí será un honor.

-Yo me encargaré de preparar la cena - Sonrió Dani.

-No, tú no harás tal cosa - Murmuró Helmut - Podemos pasar los tres todo el día juntos y la cena la podemos encargar en algún sitio - Exclamó y se inclinó para besarla fugazmente en los labios.

-Preparar la cena entre los tres sería una buena manera de pasar tiempo juntos - Comentó la joven.

-A mí también me lo parece - exclamó el tío Simon con una gran sonrisa.

-Entonces que así sea - respondió Helmut abrazando a la chica y besándola de nuevo - Pero ahora continuemos con el árbol, la decoración tiene que estar terminada esta misma noche. - exclamó el hombre mientras pasaba una enorme caja de esferas a su tío para colocarlas en el gran árbol de Navidad.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

Helmut tomó a Dani de la mano y juntos entraron en la carpa que se había instalado sobre la nueva cancha de futbol. Debido al gran número de invitados al evento, habían decidido celebrar el festival en un pequeño teatro a una cuadra del orfanato. Pero afortunadamente, la nueva cancha de futbol estuvo lista a tiempo para también ser inaugurada.

La nueva cancha era enorme, contaba casi con las medidas de una cancha de futbol profesional y había sido construida en un terreno que colindaba con el edificio del hospicio y que había sido adquirido por Helmut.

Todos los niños del orfanato estaban muy emocionados por la nueva cancha que se encontraba frente a sus ojos. Por fin podrían tener un lugar de recreo y en donde llevarían a cabo sus actividades deportivas y de ocio. Dani contempló sus caritas llenas de felicidad y admiración y de cómo todos corrían de un lado a otro disfrutando de ese nuevo sitio.

-Les ha encantado la cancha - exclamó la chica al momento que tomaba asiento junto a Helmut - Está preciosa.

-Tiene las dimensiones de una cancha de futbol profesional, poco menos - sonrió Helmut acariciando la rodilla de Danielle - Tienen un espacio enorme donde jugar y divertirse.

-Además, para el próximo año también estará lista la cancha de volibol y básquet. - dijo la chica buscando con la mirada a Simon - ¿Dónde está tu tío?

-Ya aparecerá - respondió Helmut y sonrió - Tiene una gran sorpresa preparada para todos los niños.

-¡Qué emocionante! - sonrió Dani y de pronto guardó silencio - ¡Ya va a comenzar! - susurró y miró hacia el frente para observar a la señora Rossi quién sería la maestra de ceremonias.

El festival de Navidad dio comienzo con la interpretación del coro de niños que los deleitó con un popurrí de villancicos. Después apareció un cuenta cuentos y el grupo de teatro infantil realizó un performance de los cuentos "El Hombre de Jengibre" y "¡Cómo el Grinch se robó la Navidad!".

Los presentes estaban muy entusiasmados con los números presentados hasta el momento. Dani era una de las más emocionadas, ya que evocaba algunos recuerdos de su infancia y recordaba todos los momentos felices que vivió en los años que estuvo en ese orfanato.

La señora Rossi y su equipo, pretendían que ese día, al menos un par de parejas se interesara por adoptar a alguno de los pequeños. Las adopciones eran cada vez más escasas, en especial porque ya no había niños pequeños en el hogar. El más pequeño tenía cinco años y los mayores tenían entre quince y diecisiete años. Era difícil que los adoptaran. Además, en dicho festival se pondría en marcha la iniciativa de Dani, "Home Sweet Home" que operaría de manera oficial.

El evento llegó a su fin con otra interpretación del coro de niños y jóvenes. Después, Dani y Helmut subieron al pequeño escenario para hablar de la fundación Home Sweet Home. La primera en hablar fue la joven, presentando su proyecto, hablando ampliamente de sus objetivos, metas y de la labor que se pretendía realizar con esa iniciativa.

Después de que Danielle hablara, se le concedió la palabra a Helmut, el hombre dio un breve discurso, hablando sobre la colaboración de Ferguson & Son Company con la fundación de la joven. También aprovechó para presentar a los jóvenes que recibirían la beca para estudiar la universidad y también presentó las cambios que el orfanato había sufrido en los últimos meses, como la construcción de las canchas deportivas, algunas aulas y dormitorios.

Los presentes aplaudían animados, muchos de ellos también aprovecharon la ocasión para hacer algún donativo o prestar sus servicios para que fuesen utilizados en bien de los jóvenes y niños que formaban parte de ese y otros hospicios que serían beneficiados con el apoyo de la fundación Home, Sweet, Home.

La señora Rossi agradeció a Dani y a la familia Ferguson por su gran apoyo y también agradeció a todos los presentes por su participación en el evento y por sus donaciones. Cuando la ceremonia estaba por llegar a su fin, apareció el tío Simon vestido de Santa Claus y empujando un carrito lleno de regalos para todos los niños. Detrás de él, un grupo de duendecillos repartía regalos a los invitados al evento.

-¡Jo, jo, jo! - río Simon tocándose la barriga - ¡Feliz Navidad a todos! - exclamó mientras tomaba una caja de regalo entre sus manos - ¡Felicidad y amor para todos ustedes! - dijo y entregó la caja a un pequeño que se acercó a él.

Los niños corrían y gritaban emocionados detrás de Santa Claus y este a su vez les entregaba un enorme obsequio. Las miradas de los chiquillos lo decían todo, brillaban y hasta derramaban alguna lágrima de emoción. ¡El festival navideño había sido un éxito!

-¡Gracias, Helmut! - murmuró Dani al oído del hombre - Sin tu ayuda y la de Simon, no hubiéramos llegado tan lejos. - suspiró y acarició su mejilla.

Helmut sonrió y no dijo más, sólo la estrechó con fuerza entre sus brazos y la besó de manera intensa en los labios.

♣ ♣ ♣ ♣ ♣

Y así llegamos al final de este corto capítulo. En realidad, si lo notaron, sólo ha sido un resumen de lo que sucedió antes de la celebración de Navidad. Creo que después de esto, se van a presentar una serie de problemas y ¡sí! Spoiler, la separación entre Dani y Helmut y con esto, otra etapa de la historia. 
Espero que hayan disfrutado de este capítulo y no olviden votar, sus comentarios y muchas gracias por su apoyo. Les mando un abrazo.
Maria Decapitated

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