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Parte Única

Toni aspiró como si el aire fuera insuficiente. Se peino de nuevo el cabello, aunque esté estuviera perfectamente ordenado y se tocó las manos ansiosa.

—Amor. —Su esposo le sonrió tiernamente, para después darle un cariñoso beso en la frente—. Todo saldrá bien.

La castaña trató de sonreír. Pero no salió del todo bien.

—Claro, es sólo que... —Los grandes ojos cafés de la mujer miraron al rubio— ¿Y sino le agrado?

Steve quiso reír ante la cara de circunstancia que su esposa había puesto. Jamás en su vida había visto a la gran Toni Stark nerviosa.

—Mi madre te amará. —Le aseguro, encerrandola entre sus brazos y besando de nuevo su cabeza.

Toni se dejó arrullar por el calor de su pareja. Lo amaba con todo su corazón. Steve Rogers había sido su salvación, le había hecho abrir los ojos y conocerse sin tener en cuenta todo lo que decían de ella. No era la niña mimada y egoísta que muchos especulaban; Steve le hizo ver otra de sus caras, una más humana.

—Estoy lista. —Toni alzó la mirada, conectando sus pupilas oscuras con las claras—. Me ganaré a tu mamá.

Steve le sonrió divertido. Negó ante las palabras de su mujer, pues no sería necesario.

La castaña fue la primera en tocar la puerta. Carraspeo sintiendo los nervios comérsela viva. "Que no salga, que no salga, que no salga..."

Pronto, la puerta dejó de invadir su vista para presentar a una mujer de cabellos idénticos a los de su marido, mayor y con una sonrisa que al verla, se fue desvaneciendo...

Mala señal.

—¡Mamá! —Steve inmediatamente abrazó a la mujer, que si bien no era baja, le llegaba a la barbilla al rubio.

La señora correspondió al gesto al instante, depositando y derrochando cariño en el acto. Toni incluso sintió el amor maternal.

—¡Steve! —La bella mujer beso las mejillas del soldado, incluso una que otra lágrima se le escapo—. Pero... Dios, estás tan alto.

La sonrisa de su esposo era grande, llena de amor hacia su madre.

—Y tú sigues igual de hermosa.

La madre de Steve se sonrojo ante las palabras de su hijo. Ahora entendía de dónde venía ese lado pudoroso de su marido.

Cuando las miradas se dirigieron a ella, se enderezó al instante y bajo la mirada apenada.

—¿Quién es la dama, cariño? —La voz de la rubia sonaba curiosa, y algo recelosa.

Sintió las manos de Steve en su cintura, mientras la pegaba a su cuerpo. Quería gritarle y decirle que no lo hiciera, no delante de su madre.

—Mamá. —Rogers le sonrió a ella, tratando de transmitirle confianza—. Te presento a Toni, mi esposa.

Los ojos azules de la mujer (también muy parecidos a los de su esposo), se abrieron en asombro.

—Mucho gusto. —La castaña torpemente extendió su mano hacia la madre de Steve—. Mi nombre es Toni Stark... Ah, no bueno, ahora soy la señora Rogers... Es decir...

La risa de la mujer enfrente de ella la hizo sonrojar. Con vergüenza, la miró a los ojos. Sarah parecía divertida ante su penosa actuación.

Al cabo de unos segundos, Sarah carraspeo.

—Que gran sorpresa. —La señora le sonrió educadamente—. Nunca me enteré de la boda.

Abrió lo boca, pero la cerró así como hizo el intento de hablar. No sabía que decir.

—Fue algo rápido, mamá. —Steve la sostuvo con fuerza—. La verdad es que no lo planeamos como tal, sólo... Se dio.

Algo desconforme, Sarah asintió. Toni la entendía; ver a tu hijo llegar con la noticia de que ahora estaba casado, sin a ver sido involucrada ante tal suceso, podría ser molesto.

La genio tenía ganas de hincarse y pedir perdón.

Pero, si lo pensaba y le daba las debidas explicaciones a su suegra, seguramente entendería la situación.

Toni había conocido al rubio en una reunión del ejército, donde ella por cierto, fue la encargada del armamento que se utilizaría. Al principio, sus temperamentos habían chocado estrepitosamente; Tony creía que todo eso de la guerra terminaría con muerte y bombas, sino es que le daba igual. Mientras que Steve, creía que todo se resolvería de una manera más pacífica, no agregándole más violencia al asunto.

Convivieron muy a la fuerza. Ninguno de los dos se toleraba.

Conforme pasaba el tiempo, ambos se hacían más distantes con el otro; eso, hasta que Steve la descubrió con el maquillaje arruinado y llorando por sus tantos ataques de ansiedad.

Vio el lado lindo del soldado, se sintió querida por un momento, vista por primera vez. Stark se había dado cuenta del gran hombre que era Steve Rogers.

Por su parte, Steve había visto un lado más humano de la genio. No se contuvo al arrullarla y consolarla toda la noche; había algo en ella que no lo dejaba ir.

Viendo la cara de la otra moneda, tanto el soldado como la filántropo, decidieron darse otra oportunidad, para, en unos meses después, iniciar un bonito noviazgo.

Toni se sentía como una adolescente con su primer y gran amor. Rogers era un hombre detallista, cursi, educado, muy chapado a la antigua y maravilloso. Era un príncipe sacado de un cuento de hadas. Steve, al igual que la castaña, se sentía completamente hechizado por la personalidad pícara, sarcástica y coqueta de su novia. Era perfecta; su intelecto lo maravillaba, su sonrisa sincera lo derretía, además, si le agregaba el hecho de que Toni sólo se mostraba a él, como verdaderamente era, Steve no podía negar que amaba a esa mujer.

La cuestión, después, fue la inesperada boda; Steve unió su escuadrón con SHIELD para poder atrapar a Obadiah Stane, quién por cierto, había planeado secuestrar a la castaña con la intención de quedarse las industrias. Eso hizo molestar al Capitán.

Viendo el peligro de la misión, Toni le demandó que se casará con ella. Steve no se negó, jamás podría.

Con la adrenalina a tope, contrageron nupcias por el civil, y en cuanto Steve marcho, ya eran esposos.

"—Escúchame bien, Steve Rogers... —La castaña se aferró al pecho del soldado—. Más te vale regresar con tu linda esposa, porque sino...

Un beso la calló, inquietando sus miedos y sumiendola en su desesperación.

— Volveré. —Los ojos de Steve la miraban con amor—. Te lo prometo.

Toni se tragó las lágrimas, y con toda la fuerza que podía tener en ese momento, le sonrió.

—Te esperaré."

Una escena verdaderamente dramática, si lo pensaba la genio con calma.

—Pero por favor, no se queden ahí. —Ya más tranquila, la dama en la puerta les dio espacio para entrar—. Pasen, está es su casa.

Toni le dio las gracias unas diez veces, mientras Steve se quedaba en la puerta con su mamá.

—Por favor. —El rubio se dirigió a su madre—. No seas dura.

—Sólo quiero asegurarme de que es la indicada. —Sarah le guiñó el ojo—. Por el momento, se ve que es una buena chica.

—Es una fantástica mujer. —Admitió Steve, dándole un beso más en la frente, y entrando con su esposa.

✳️✳️✳️

El café no pasaba por su garganta. Los nervios se atoraban en su estómago y las manos le seguían sudando.

—Pronto terminara el año. —Sarah les sonrió—. Sería bueno que tomemos la fecha para conocernos. —Se dirigió a la castaña— ¿No crees?

Toni asintió con entusiasmo.

—Claro, yo... Estaría encantada. —La genio miró a su esposos buscando alguna aprobación. Éste sólo le beso la mejilla tiernamente.

Sarah los miraba con ojos crítico, para después sonreír misteriosa.

—Y díganme. —Le dió un sorbo a su café y continuó— ¿Dónde viven?

—Hemos comprado un departamento entre los dos. —Steve parecía muy orgulloso.

—¿Los dos?

—Así es. —Toni la miró con cierta pena. Normalmente todo mundo sabía quién era ella—. Yo... Soy dueña de una industria donde se promueve tecnología capaz de cambiar al mundo entero. —Eso no había sonado pretencioso, ¿O si?

Los grandes ojos de la madre de su marido parecían sorprendidos, muy sorprendidos.

—Wow, eso, mmmm... —Sarah le sonrió apenada—, suena grandioso.

—Es toda una genio, mamá. —Rogers tomó la mano de su castaña y beso el dorso—. Es fantástica.

Toni se sintió derretir ante las palabras de su esposo. Sonrió sinceramente, antes de darle un casto beso. Ese hombre era el amor de su vida.

—Pero... —La castaña dirigió la mirada hacia su suegra— ¿Eso no es un problema? Cualquiera pensaría que te unirás a un hombre de grandes riquezas por igual. Mi Steve es un hombre humilde.

Los ojos de su pareja decían un claro "Mamá, detente". Sin embargo, Toni le sonrió a su rubio.

—No necesito a un hombre para mantener mi situación económica. Mi padre siempre me hizo independiente, jamás le gusto la idea de que el apellido Stark quedará enterrado por un sujeto lleno de riquezas. —La mujer se mostraba muy segura—. El casarme con Steve no fue un plan para ganar más, en realidad, amo a mi esposo y me case con él porque no veo mi vida con otro hombre.

Rogers le sonrió grande, justo como un hombre enamorado.

—Yo también te amo. —Steve unió sus frente.

Sarah sorbió de su café satisfecha por las palabras de la castaña.

✳️✳️✳️

Toni miraba la estufa como si fuera su peor enemigo.

—¿Sucede algo, querida? —Sarah la miraba curiosa, sin malicia alguna.

—Bueno... —La castaña se planeó seriamente si tenía que usar la estufa—, podría comprar la comida.

—Oh no, no podría...

—Insisto. —Toni puso la cara más angelical que pudo—. Podría ordenar lo que usted guste.

La señora no se veía muy convencida.

De puro milagro, Steve apareció en la cocina, extrañado por no escuchar nada.

—¿Qué pasa? —Preguntó plantandose a un lado de su esposa.

Tal vez era por instinto, o manía, Sarah no lo sabía, pero era tierno ver lo pequeña que era su nuera. Incluso ella era más alta que la mujer de cabellos oscuros.

—Le decía a tu mamá que yo podría comprar la cena. —Toni le sonrió buscando, de alguna manera, la aprobación de su esposo.

El rubio pareció pensarlo.

—Claro, acabamos de llegar. —Steve le sonrió a su madre—. Yo pagaré la cena.

—Pero, no es ningún problema...

—Vamos mamá. —El rubio le sonrió con ternura—. Déjate consentir.

Toni asintió de acuerdo con su hijo.

Sarah se dio por derrotada. Pelear con Steve era una batalla perdida... Era igual de terco que su padre.

—Bien, pero ustedes decidan que comprar. —Condicionó—. Yo no tengo problema.

El soldado le sonrió a su castaña—. Pediré pizza.

La mujer, disimuladamente, celebró su triunfo, causando una sonrisa de ternura en la rubia. Tenía ademanes de niña.

Contenta, siguió a su esposo, no sin antes sonreírle y decirle que podía sentarse y alejarse de esa estufa.

Sarah soltó una silenciosa carcajada. Su querida nuera no sabía cocinar.

Pero, ¿Quién era ella para criticarla? Ella también lo odiaba, además, su hijo era un hombre que podía destacar en el ámbito culinario. Estar en la guerra le enseño no solamente a disparar y pelear.

✳️✳️✳️

La noche había caído y con ello Sarah decidió retirarse a su habitación, dejando al matrimonio en la pequeña y acogedora sala.

—¿Le agradare? —Preguntó la castaña después de algunos minutos.

El gran cuerpo de su esposo la cobijo. Su espalda recargada en el pecho del soldado, y los brazos ajenos enredados en su cintura.

—Por supuesto. —Confirmó divertido el Capitán— ¿Quién no amaría a Toni Stark?

Toni lo golpeó en el pecho, con un tierno puchero en sus labios.

—No estoy jugando. —La mujer en sus brazos suspiró—. Esto es importante.

Los ojos azules de su esposo, la miraron con curiosidad.

—¿Por qué es importante?

—¿Cómo que por qué? —Toni lo miro como si tuviera tres cabezas—. Es tu mamá.

El corazón de Steve se aceleró ante las palabras de su mujer. Normalmente, Toni era bastante desinteresada en las opiniones; le daban igual. Ella jamás se esforzaba por caerle bien a nadie, siempre decía que no tenía nada que demostrarles; sin embargo, ahí estaba, preocupándose por lo que diría su madre.

Sin poderlo evitar, la abrazo con cariño y beso su cuello, casto y tierno.

—Te amo. —Susurró en la oreja de su esposa.

—Yo te amo mucho más. —Respodió la mujer, mientras pegaba su espalda al pecho de su esposo—. Por cierto, te tengo una gran sorpresa.

Rogers la miró curioso, pero ella no dijo más. El rubio sabía que Toni no le diría nada.

Acurrucados, se mantuvieron en la soledad de la sala, dándose mimos y susurrandose palabras de amor.

Sarah, escondida entre las paredes, miraba como los ojos de Steve se llenaban de brillo. Toni hacía feliz a su pequeño.

✳️✳️✳️

Varias personas que Toni no conocía, se paseaban en la casa de los Rogers. La comida parecía todo un botín para soldados y la música ponía un ambiente relajante y animado.

—Mucho gusto. —Natasha le tendió la mano—. Soy la esposa de James Barnes.

Toni le sonrió. Al fin conocía a la mujer que tanto presumía Buchanan. Era pelirroja, con un cuerpo de infarto y una mirada astuta... Le agradaba.

—Toni, la esposa de Steve Rogers.

Al instante, comenzaron una plática de lo que era su vida matrimonial. Risas y anécdotas no faltaron. Toni se la estaba pasando bien. Mucho mejor que en sus grandes fiestas de un antaño.

Cerca de ahí, Steve junto con Bucky miraban a sus mujeres. Ambas habían tomado confianza muy rápido.

—¿Y? —Bucky lo empujó suavemente del hombre.

—¿Qué? —Steve no sabía a que quería llegar su mejor amigo. 

—¿Cómo reacciono tía Sarah? —James lo miraba con expectativas—. Sabes que es muy celosa y sobreprotectora.

El rubio asintió—. No hubo gran inconveniente.

—¿No? —Los ojos del castaño se abrieron sorprendidos—. Esa mujer debe ser de otro mundo.

Ambos rieron ante las palabras de Bucky.

El reloj avanzaba mientras todos bailaban y platicaban. Faltaba poco para que el año terminara.

—¡Toni! —Sarah llegó hasta la mujer y le dió un fuerte abrazo. Los fuegos artificiales comenzaron—. Feliz año nuevo, querida.

La castaña inmediatamente correspondió el gesto. Una sonrisa se pinto en sus rojos labios.

—Feliz año nuevo, señora.

—Oh, por favor, dime Sarah. —La rubia le guiñó el ojo.

Toni asintió feliz. Su suegra era un ángel.

A lo lejos, vio como su esposo se acercaba a ella y a la rubia. Primero abrazo a la mujer de cabellos claros y le dio un beso en la mejilla.

Sarah asintió, para hacerse a un lado, y dejarla a ella expuesta.

—Feliz año nuevo. —Steve la abrazo y le dio un beso en los labios de manera suave y casta.

—Feliz año nuevo, amor. —Toni beso su barbilla de manera juguetona.

Luego de que todo mundo volvió a su lugar, la esposa del Capitán se paró en medio.

—Disculpen. —Las miradas se posaron en ella—. Quisiera hacer un brindis por la familia Rogers. —Steve le sonrió con amor, mientras que Sarah le veía orgullosa—. Por usted señora Rogers. Es una mujer fantástica y digna de respeto. —Su suegra alzó la copa—. Y por ti, Cap. Por ser el mejor esposo, y seguramente, el mejor papá.

El silencio reino el lugar... ¿Papá? Steve miró a la castaña, tratando de procesar lo dicho.

—... ¿Qué?

La pícara sonrisa de su mujer lo estremeció. Luego, una de sus manos se acarició el vientre aun plano.

Sintió como un ataque de adrenalina se apoderaba de su cuerpo, como sus manos y corazón temblaban, además del incesante "Pum" "Pum" "Pum".

Sarah sintió las lágrimas amontonarse en sus ojos. Ella tendría... Ella...

Ante su vista borrosa, vio como su hijo corría prácticamente hasta la castaña y la alzaba fácilmente.

Toni sintió que sus pies se despegaban del suelo, su cintura era rodeada, y sus labios eran cubiertos por unos varoniles.

Sonrió al sentir como todo su rostro era llenado de besos; castos, rápidos, emocionados.

—¿De verdad, Toni? —La castaña asintió feliz.

La sonrisa de Steve la deslumbró, incluso vio una traviesa lágrima deslizarse hasta su mejilla.

Todos aplaudieron al ver a la dichosa pareja.

Sarah les sonreía maravillada. Sería abuela.

Toni era, en definitiva, la nuera perfecta.

—Feliz año nuevo. —Susurró para el nuevo integrante de la familia Rogers Stark.











OneShot especialmente dedicado a

💞 CaroLa082

💞 Sakurai98

💞 LukaCrosszeria1

¡Feliz año nuevo!

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