Sin Secretos
¡Bienvenidas sean todas y todos a un nuevo capítulo de su fic favorito de GF! Bueno, la verdad no sé si es su favorito, pero en caso de que lo sea muchas gracias.
Veo que muchos de ustedes están más intrigados del motivo por el que Pacifica está molesta con Dipper que por lo que puede sucederle al universo. Créanme, no es la gran cosa, pero en este capítulo encontraran su respuesta.
Nos leemos abajo para comentarios finales.
Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!
Un Fanfic de Gravity Falls: "La Novia de Dipper"
Segunda Temporada
Capítulo 44: "Sin Secretos"
—Pacifica... Yo... —Dipper alcanzó a murmurar, solo segundos después de haber sido fulminado por la mirada de la niña, quién al momento de notar la presencia de su novio, en vez de recibirlo con un abrazo y quizá un beso n la mejilla, decidió abandonar el área, pasando de largo a un lado suyo sin siquiera dirigirle una sola palabra o un gesto diferente—. ¿Por qué...? ¿Por qué luce tan molesta conmigo? —Se preguntó a sí mismo, sintiendo como un nudo se formaba en su garganta.
—¡Hey, Dipper! —Mía lo saludó de buen agrado, aproximándose a paso veloz hacia el consternado muchacho, quién no apartó su mirada de Pacifica sino hasta que se perdió de su rango de visión tras haber subido las escaleras y tomar el ascensor para tomar de vuelta el camino hacia el campamento—. Por fin despertaste. Ya estaba empezando a preocuparme. Me doy cuenta de que la talla de la ropa nueva que elegí para ti fue la adecuada. —Esperó por una respuesta o algún otro comentario dicho al azar. Luego de unos instantes, Al no percibir una respuesta concreta, Mía hizo una pregunta en base a sus deducciones—. ¿Estás afligido por tu novia, cierto?
—No lo entiendo... ¿Por qué mostró ese comportamiento tan agresivo conmigo?
—Me sorprende que aún no lo sepas, niño. —Respondió la mujer, extrayendo un ánfora a medio llenar de licor de Yusnak de su gabardina para darle un prolongado sorbo—. ¿Quieres un poco?
—¿Qué...? —Dipper dio un brinco hacia atrás, exaltado—. ¡Solo tengo doce años! No tengo permitido beber aún. Y no sé si algún día me anime a hacerlo. De hecho, no es algo que se encuentre en mi lista de prioridades cuando cumpla la mayoría de edad. ¿Y a qué te refieres con eso de que te sorprendes de que aún no lo sepa? ¿Qué estás ocultándome?
—Ahora doy fe a los rumores que habían estado circulando por algunas de las tabernas en varios de los sistemas más apartados de esta galaxia. Según algunos viajeros del tiempo que han llegado a visitar el planeta tierra, se dice que a los niños los tienen bastante consentidos. Mientras que en otras civilizaciones cuya tecnología y desarrollo son mucho más avanzados que los terrestres, a los niños se les entrena para ayudarlos a sobrevivir dentro de ambientes hostiles desde los cinco años, a los de la tierra se les adoctrina en grupo por medio de un instructor para ayudarlos a aprender estupideces que jamás les servirán a futuro. Es por eso que son y siempre serán débiles. Porque nunca han tenido la necesidad de afrontar sus propios miedos cuando sus vidas se ven amenazadas por un peligro a escala universal. Siendo sincera contigo, Dipper... No me extraña que alguien como "Él", los tomara desprevenidos y los llevara al borde de la extinción en solo cuestión de horas. ¡Pero no los culpo! Es su naturaleza. Sin embargo, deben entender que esta no es la tierra. Allá afuera en el espacio profundo se sobrevive siendo agresivos, fuertes... ¿Lo entiendes? Debes mostrar el coraje necesario para plantarle cara a sus peligros más amenazadores. Por tal motivo, decidí que algunas sesiones de entrenamiento serían las más adecuadas para Pacifica. Ella me dijo que en la tierra, había tomado clases en base a una disciplina llamada "esgrima". Me causó mucha gracia en su momento que en su planeta, una batalla con base al encuentro entre espadas pueda ser considerada una forma de deporte e incluso diversión. Aunque, supongo que fue gracias a eso que Pacifica pudo superar y dominar rápidamente todas las prueba que le puse.
—Sí... Por lo que vi, me doy cuenta de que la entrenaste muy bien. —Observó a Mía con malos ojos—. De hecho, demasiado bien... Incluso hiciste que su agresividad aumentara tanto, que ahora no es capaz de dirigirme la palabra.
—¿Enserio piensas que yo la obligué a comportarse así? —Se rió entre dientes—. ¡Ven conmigo! Hay algo que debo enseñarte y a lo que deberás darnos una explicación razonable.
Mía se adelantó, tomando la misma ruta que Pacifica había utilizado para abandonar el coliseo. Dipper, Soos y Kalfe la siguieron muy de cerca. En silencio. Ahorrándose todas sus preguntas para más tarde. Una vez en la planta superior, la mujer los condujo hacia una carpa en cuyo interior podían observarse una mesa y un par de sillas hechas de metal. Así mismo, a un costado, flotando, se encontraba una pizarra de cristal semi transparente de color azul, sobre la cual, por medio de representaciones holográficas tridimensionales, podía apreciarse lo que a simple vista parecía ser un plano a escala de la superficie del planeta, con enfoque especial hacia algunos de sus territorios.
—¿Qué es esto? —Dipper formuló la primera pregunta.
—Siéntate. —Dijo Mía a secas, momentos antes de sacar de su misma gabardina una esfera metálica de dimensiones similares a las de una pelota de beisbol, para enseguida depositarla sobre el centro de la mesa—. Mira con atención.
A pesar de sus dudas, Dipper accedió a la petición y una vez que hubo tomado asiento, la esfera comenzó a flotar y a fragmentarse en varias partes muy dispares entre ellas, generando un brillo celeste desde su interior, cuya intensidad fue en un aumentó gradual, obligando a Dipper a cubrirse los ojos con sus dos manos. En ese momento, el destello desapareció súbitamente, como el flash de una vieja cámara de fotos instantánea, dándole la indicación al joven pines para descubrirse la vista, topándose de esta manera con un escenario muy familiar y desagradable a la vez, él cual habría preferido mantener como un secreto entre él y su subconsciente.
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"Ambos compartimos los mismos nombres, apellidos, familiares, sangre, e inclusive pareja sentimental. En términos más sencillos... Soy tu "yo" de veinte años en el futuro."
"Tu mente fue capaz de viajar a través del tiempo muchos años hacia el futuro, creando un bucle infinito en la continuidad del espacio-tiempo, para finalmente desembocar y quedar atrapada en este lugar. Un lugar al cual recientemente se le ha concedido el nombre de: "El Abismo". Antiguamente conocido como "Planeta Tierra."
"Cuando te infiltraste en la casa de los Northwest y tocaste por primera vez el libro negro, de alguna manera su esencia mágica quedó impregnada en ti, concediéndote habilidades que van más allá de las capacidades humanas ordinarias, dándole a tu mente la habilidad de viajar entre distintas épocas."
"El plan de ataque para derrotar a Bill... No funcionará..."
"Las flotas y los ejércitos de varias civilizaciones a lo largo de toda la galaxia unirán sus fuerzas con las de la tierra con el único propósito de derrotar a Bill y a sus amos del caos, para así evitar el resurgimiento de los Weirdmasters."
"Hemos repetido esta misma conversación 27,589 veces."
"Eso significa que el tiempo total que hemos pasado tratando de descubrir una manera de evitar que Bill libere a los Weirdmasters ha sido de 551, 780 años."
"Aquí yace Pacifica Elise Northwest. Fiel compañera y amada esposa."
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Dipper y el resto de aquellos que se encontraban junto a él dentro de la carpa, presenciaron una a una las desgarradores imágenes extraídas directamente de los recuerdos más oscuros de la mente de Dipper, como si estas se trataran del adelanto de una película próxima a estar en cartelera, siendo testigos de todos aquellos recuerdos que se relacionaban directamente con su encuentro con su "yo" del futuro, justo antes de ser succionado por la falla temporal que se produjo cuando los Weirdmasters entraron en escena.
—De acuerdo... ¡Ya vi suficiente! —Exclamó Dipper, apartando su vista del resto de las visiones—. ¡Por favor! ¡Aleja eso de mí! —Mía detuvo el proyector, acercando su mano hacia la esfera para hacerla recobrar su verdadera forma y guardarla nuevamente dentro de su polvoriento atuendo. Acto seguido, Dipper se levantó de la silla, reaccionando de manera agresiva—. ¿Cómo obtuvieron acceso a mis recuerdos? Yo nunca les di permiso para que hurgaran dentro mi mente. ¡Soos! Tú sabías lo que me hicieron desde un principio, ¿Cierto? Y aún así te negaste a contármelo.
—Discúlpame, amigo. —Dijo Soos, apenado y con dificultades para explicarse—. Yo... No sabía cómo explicártelo con mi propio lenguaje, así que Mía me dijo que ella se ocuparía de todo más adelante. Lo único que me pidió fue que pretendiera no saber nada en caso de que llegaras a despertar...
—No puedo creerlo... —Dipper enseñó los dientes, fúrico—. ¿Y así te consideras mi amigo?
—¡Relájate, niño! No vuelques tu enojo sobre este hombre. Todo esto lo provocó tu indulgencia al haber mantenido en secreto información de gran valor. —Advirtió Mía—. No hubiéramos hecho lo que hicimos, de no ser porque pusiste las vidas de todos los miembros de mi escuadrón en peligro.
—¿Qué quieres decir?
—Mientras permanecías inconsciente, nos dimos cuenta de dos cosas. La primera es que tienes un serio problema de roncopatía crónica y la segunda, es que ocultas una gran cantidad de secretos que ni siquiera tus amigos o tu amorcito sabían que tenías. Cuando los encontramos en esa duna, tú nunca mencionaste algo acerca de que tener el poder para controlar el flujo del tiempo.
—¿El flujo del tiempo...?
—No te quieras pasar de listo conmigo, muchacho. —Golpeó la mesa con el puño, comenzando a perder la paciencia—. No tienes idea de lo que tus amigos y mis compañeros tuvimos que experimentar en carne propia. Mientras permanecías inconsciente, tu cuerpo comenzó a convulsionar, así que luego de una rápida evaluación, el equipo médico determinó que había encontrado una anomalía dentro de tu cabeza, la cual ni siquiera con el equipo más avanzado con el que contamos; nuestros doctores lograron determinar lo que era con exactitud, así que no tuvimos otra opción que intervenirte quirúrgicamente de forma inmediata. Sin embargo, durante la operación, algo muy extraño sucedió... El tiempo... Pareció detenerse de repente. Ninguno de nosotros era capaz de mover su cuerpo. No obstante, estábamos conscientes de todo lo que sucedía a nuestro alrededor. Así permanecimos... Durante siete largos meses terrestres, esperando a que el flujo del tiempo por fin volviera a la normalidad. Cada día y cada noche eran como una agonía perpetua. No podíamos comer, dormir o realizar un solo movimiento. El hambre, el sueño y la sed eran insoportables. De tal manera, que rogábamos constantemente porque llegara nuestra hora para descansar en paz y no tener que vivir más en ese infierno. No sabes lo que se siente permanecer en estado vegetativo durante meses mientras estás consciente de todo lo que sucede. Lo único positivo, es que parece ser que el flujo del tiempo también afectó al resto de las galaxias. O de lo contrario, "Él", ya hubiera tomado el control del universo y/o despertado a los Weirdmasters. Extrañamente, una vez que el flujo del tiempo fue restaurado, aquellas necesidades primigenias por las que implorábamos que fueran cumplidas desaparecieron sin más. Cómo si el flujo del tiempo jamás hubiera sido alterado. Aún no sabemos por qué, pero una vez que dicho flujo fue restaurado, parece que la mayoría de mis hombres habían olvidado haber experimentado semejante infierno. Creo que fue lo mejor para ellos... A pesar de ello, los demás y yo no decidimos correr más riesgos, motivo por el cual decidimos escudriñar en tus recuerdos para averiguar cuál había sido el detonador que dio origen a semejante poder. ¿Quién diría que un simple contacto con el libro del dios Hein ocasionaría tales destrozos a un grado inimaginable? ¿La solución? Colocar una placa de metal en tu cerebro con tal de retener y aminorar la creciente expansión de tus ondas cerebrales. La alta actividad de tu cerebro al estar inconsciente fue quizá lo que ocasionó que el tiempo se detuviera. De no haberte injertado esa placa, era solo cuestión de días para que te vieras a ti mismo convertido en una anomalía dimensional y paradójica viviente, ocasionando tu propia muerte, así como la de todos los seres vivos en el universo.
—No... No puedo creerlo... —La incauta expresión de Dipper se transformó mientras la explicación de Mía avanzaba, mostrando al final una mueca de absoluto horror.
—Es realmente increíble la cantidad de secretos que puede ocultar un pequeño niño de doce años. ¿No lo crees? Como el hecho de que la ofensiva a escala universal que se está planeando será un colosal fracaso, ocasionando la consecuente resurrección de los Weirdmasters. ¿O qué me dices de esa interesante charla que tuviste con tu "yo" del futuro? Al parecer no necesitas una mayor explicación del porque tu novia estaba tan molesta contigo. Es probable que no le haya agradado del todo que hubieras mantenido toda esta información en secreto y no contárselo directamente. No fue fácil para Pacifica asimilar que no importa lo que haga o cuanto se esfuerce para cambiarlo, tiene los días contados. A pesar de eso, fue ella misma quién me pidió que la entrenara, así podría ser de apoyo para cuando la situación se tornara más complicada. —Dejó salir un suspiro—. Así que ahora respóndeme, muchacho. ¿Por qué nos estabas ocultando todo esto?
—Yo... No lo dije porque... Porque... —Miró hacia el suelo, sintiendo como las miradas de Mía, Soos y Kalfe recaían sobre sus hombros. Al final, guardó silencio.
—Es justo lo que pensé. De cualquier forma, eso tiene poca importancia ahora... Investigaremos tu caso a fondo más adelante y descubriremos si existe una solución permanente a tu problema, ya que de momento tenemos cosas más importantes de las cuales hacernos cargo... No lo sé... Tal vez tú puedas ser ese reemplazo del Bebe del Tiempo que necesitamos. ¡Kalfe! —Se dirigió hacia su compañero de equipo—. Ve al centro de mando inmediatamente y establece una comunicación con el resto de los escuadrones dentro del sector. Diles todo lo que sabemos hasta ahora. Deben que hacerles llegar esta información al Consejo Galáctico de los Octillizos cuanto antes para replantearnos una mejor estrategia ofensiva con tal de hacer lo posible para cambiar el futuro y destruir el bucle en el que nos encontramos atrapados. Debemos impedir a toda costa que ese triángulo de pacotilla cometa un error que nos puede salir muy caro a todos los seres vivos en el universo. Incluyéndolo a él. Una cosa es combatir a un ente mágico caprichoso, el cual ha aumentado sus poderes en base al contenido que encontró en un libro antiguo sin medir las consecuencias, pero otra cosa es completamente diferente luchar contra cuatro seres cósmicos y ancestrales que se encuentran en el rango de dioses. ¡Tenemos una nueva oportunidad y esta vez no debemos desaprovecharla!
—¡Señora! ¡Sí señora! —El hombrecillo acató la orden, llevando su único brazo hacia su pecho efectuando una especie de saludo militar, antes de salir de la carpa a toda prisa para dirigirse hacia el lugar señalado por Mía.
—Y en cuanto a ti, Dipper. Será mejor que vayas y trates de arreglar las cosas que hay entre tú y tu novia. Debo admitir que me ha sido mucho más fácil adoctrinarla en el campo de batalla tomando su rabia como un estimulante para incrementar su fuerza, pero toda esa energía desbordada gracias a la ira no nos servirá de nada si sus pensamientos están concentrados en superfluos conceptos biológicos a los cuales los terrícolas suelen llamarlos: Conflictos maritales.
—¿Conflictos maritales? —La cara y las orejas de Dipper se tornaron rojas. A continuación, el niño agitó los brazos, tratando de aclarar el concepto mal utilizado—. Pacifica y yo no estamos casados. Ella y yo apenas tenemos doce años. De hecho... No llevamos ni dos semanas de novios.
—Pues... En el planeta Kreener sus habitantes pueden contraer matrimonio a la edad de los seis años, pero allá tú. Ahora, ve y encuentra a Pacifica antes de que empeoren las cosas. Si hay algo mucho más peligroso que los Weirdmasters esa es una chica enojada.
—Comprendo... —Dijo el muchacho, tragando saliva y saliendo de la tienda para comenzar con su búsqueda.
—Yo iré al salón de juegos a asegurarme de que nadie más rompa mi record en el pinball. —Dijo Soos, marchándose de igual forma, dejando a Mía con una mueca de indiferencia en el rostro.
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—Disculpe... ¿De casualidad vio a una niña de cabello largo y rubio amarrado con una coleta? Tiene 12 años y tiene la misma estatura que yo. Viste una sudadera morada sin mangas... —Preguntó Dipper a un ser peludo e inusualmente grande, con patas de caballo, tenazas como las de un cangrejo en lugar de manos y una cabeza cuya apariencia simulaba ser una extraña cruza entre un oso y un camello, el cual se encontraba devorando una sustancia extraña, espesa y de color verde desde una cuenca hecha de metal. Luego de escuchar la pregunta del joven, la bestia respondió con un solo y fuerte gruñido para enseguida volver a concentrarse en su alimento—. De acuerdo, tomare eso como un, no.
Acto seguido, Dipper se alejó lentamente, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón, desanimado.
—Pacifica... ¿En dónde te metiste? —Miró a su alrededor, sin éxito, hallando solo un gran número de seres de otros planetas y dimensiones—. Le he preguntado a casi todos en el campamento y nadie me ha sabido decir en dónde estás. Aunque... —Un foco se encendió por encima de su cabeza cuando una idea poco probable, pero viable, se le vino a la mente—. ¿Será posible...? —Sin pensarlo más, Dipper se encaminó hacia la sala médica, con la vaga y casi nula esperanza de encontrar ahí a la joven Northwest. No obstante, para su buena fortuna, su incansable búsqueda rindió finalmente sus frutos, encontrando a Pacifica sentada sobre el borde de la camilla que Dipper había utilizado para recuperarse, con la sorpresa extra de que la niña sostenía entre sus manos el diario número tres abierto por la mitad, el cual comenzó a leer en voz alta una vez que observó a Dipper hacer acto de presencia.
—"La única cosa más rara que encontrarme con este fantasma fue descubrir que Pacifica tiene su lado bueno. Sí, es consentida y maliciosa, y hace un gesto extraño cuando está molesta, pero al final me salvó a mí y a la mitad del pueblo. Supongo que a pesar de todo lo que hacen sus padres para convertirla en una persona horrible, no es un caso perdido. Y supongo que no se ve tan mal con su vestido de noche. Y cuando te abraza huele como a flores y champaña y... ¿Soy yo o tuvimos una vibra especial por ahí?"
Dipper guardó silencio, sintiendo un nudo en la garganta cuando Pacifica descubrió la nota escrita dentro del diario por él mismo.
—Perdona si tomé tu diario sin avisarte, pero había algo que quería comprobar por mí misma. Quería conocer un poco más sobre de ti. Conocer tus gustos... Las cosas que más te interesan. Dipper... Quiero que me digas una cosa... —Habló, sin despegar la vista de las páginas del diario—. Cuando escribiste estas palabras, sabías perfectamente de quién estabas hablando, ¿Cierto? Te referías a la persona que humilló a tu hermana no una, sino varias veces. Aquella noche, pudiste ver quién era yo en realidad. Quizá te reprimiste en un principio, pero al final, creíste en mis palabras. Me permitiste mostrarte mi verdadera forma de ser. Confiaste en mí como nunca antes lo había hecho otra persona... Dipper... ¿Tú confías en mí?
—Sí... Confío en ti...
—¿Entonces dime por qué lo hiciste, Dipper? —Se puso de pie, cerrando el diario de golpe para dejarlo sobre la camilla, alzando la voz y aproximándose hacia el joven, encajándole su dedo índice en el pecho en repetidas ocasiones—. ¿Por qué jamás mencionaste nada acerca de lo que habías vivido en esa otra dimensión? ¿Acaso planeabas quedarte con esa información hasta que los hechos sucedieran tal y como estaban previstos que pasaran? ¿Hasta que tu y yo terminemos solos en ese abismo lleno de dolor y muerte sin esperanzas de volver a tener una vida plena? Sí así lo querías, al menos hubieras tenido la mínima decencia de decirme que yo iba a morir, así al menos hubiera puesto más empeño de hacer de mis últimos momentos algo de provecho para tratar de ayudar al resto a remediar este desastre cósmico. Ahora sé porque no quisiste tomarte esa foto conmigo. Dipper... Eres mi novio. Se supone que debemos tenernos confianza el uno al otro. Te abrí mi corazón, y creí que tú harías lo mismo. ¡Qué tonta fui!
—Pacifica... Lo lamento... Pero... No podía decírtelo...
—¿Por qué? ¿Cuál es la razón? —Lo encaró de nuevo, obligándolo a mirarla a los ojos—. ¿Es que no te dijo tu "yo" del futuro que no importara lo que sucediera que jamás dejaras de confiar en ti, ni en las personas que te rodean?
—¡No lo hice porque no quería que el futuro siguiera su curso como hasta ahora! Tenía tantas preguntas... Mi "yo" del futuro jamás menciono nada acerca de si debía decirles algo acerca de lo que experimenté en ese lugar o no. Sabiendo esto, tenía que hacer todo lo posible por intentar cambiar la historia. Dude de mi mismo... Y es que... —Se abalanzó sobre ella, con los brazos extendidos para abrazarla—. ¡No quiero perderte! De seguir las cosas como hasta ahora, sé que solo será cuestión de tiempo para que mi hermana, mi tío, mis padres y todos mis amigos terminen muertos. No quiero que tú formes parte de ellos. No soportaría el hecho de verte morir en mis brazos. Lamento mucho lo sucedido, Pacifica... Tú no eres la tonta. Soy yo soy el torpe por habértelo ocultado. Entenderé si no quieres perdonarme, pero te prometo que no volverá a haber secretos entre nosotros y es que yo...
Dipper se vio incapaz de terminar su frase cuando sintió los cálidos labios de Pacifica sobre los suyos. A continuación, ambos niños se tomaron de las manos y cerraron los ojos para demostrar su amor por medio de un beso largo y duradero. Cuando ambos se separaron, fue Dipper quién retomó la palabra.
—Entonces... ¿Eso significa que me perdonas?
—Significa que me gusta como luces con ese atuendo. —Sonrió, estando conforme con la propuesta de Dipper—. Te queda muy bien. Hace resaltar el color de tus ojos. ¡Muy bien! En ese caso, a partir de este momento ninguno de nosotros volverá a ocultarle cosas de gran importancia al otro.
—Mason... —Dijo Dipper.
—¿Qué dijiste? —Preguntó la chica, confundida.
—Mason Pines... —Rectificó—. Ese es mi verdadero nombre. "Dipper" Es solo un apodo que yo mismo me adjudiqué para que no me llamaran así. Verás... "Mason" nunca fue de mi total agrado, pero si a partir de ahora dejará de haber secretos entre ambos, pensé que sería una buena idea que lo supieras también. Ahora, tú eres la única persona que lo conoce sin contar a Mabel o a mis padres. Es más, ni siquiera mi tío Stan sabe de esto.
—¿En verdad? ¿Y debería sentirme honrada? —Soltó una divertida risilla—. Así que eso lo explica todo. Ya decía yo que un nombre como el de "Dipper" era demasiado extraño, incluso para ser extranjero. Pero, francamente, aunque tu verdadero nombre se escuche lindo, creo que seguiré refiriéndome a ti como "Dipper". Ya estoy acostumbrada. A menos claro que te atrevas a llamarme, "Abejita". Si lo haces, juro que jamás te lo perdonaré. ¿Escuchaste, Mason Pines?
—Descuida... Nunca lo haría. —Grandes líneas de sudor cayeron de su frente cuando recordó las palabras dichas por su contraparte futura. En ese momento, Dipper y Pacifica unieron sus labios una vez más. No obstante, esta nueva forma de cariño fue interrumpida por Mía, quién entró repentinamente a la carpa, exaltada y respirando con dificultad.
—¡Vaya! Los he estado buscando por todas partes, chicos. Me alegra ver que por fin se han reconciliado, pero por ahora hay un asunto más importante y urgente que debemos atender. ¡Vengan conmigo! ¡Hemos encontrado a tus amigos!
Continuará...
¿Ven? Les dije que no sería la gran cosa, aunque nunca es bueno ocultarle algo a su novia o novio tan importante como una experiencia extra dimensional en la cual tuviste una charla con tu "yo" del futuro. ¿Será por eso que tengo una relación tan estable? Bueno, eso es lo de menos. Espero que el capítulo les haya gustado y en el siguiente finalmente tendremos de regreso a la leñadora más badass sobre la faz de la tierra junto al viajero del tiempo más peculiar de la galaxia. Me gusta juntarlos a ambos únicamente porque me gusta verlos pelear.
En fin, nos leemos de nuevo el próximo viernes 30 de Junio para un nuevo capítulo. ¡Pásenla bien y tengan buen fin de semana! ¡Chao!
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