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La Última Esperanza

¡Hola mis queridas y queridos lectores!

El día prometido al fin está aquí y para ustedes les dejo la continuación de la historia. Espero que les hayan gustado esas escenas románticas entre nuestra pareja consentida durante el capítulo pasado. Les prometo que en estos próximos capítulos habrá muchas más.

Muchas gracias por continuar al pendiente de este fic. Significa mucho para mí. Hay más cosas que debo decirles, pero eso como siempre lo dejaré hasta el final. Disculpen si encuentran de repente algún error ortográfico.

Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!

Gravity Falls Fanfic: La Novia de Dipper

Capítulo 18: "La Última Esperanza"

—¿No es esto romántico, chicos? —Preguntó la niña de los frenos, dirigiendo su interrogante hacia Wendy y hacia Soos, los cuales se encontraban mirando la escena completa desde su retaguardia.

—¡Vaya que lo es! —Comentó Soos.

—Esta si es noticia de primera plana. —Wendy prosiguió—. ¿Dónde está Toby Decidido cuando se le necesita?

Dipper y Pacifica sufrieron de un mini ataque cardiaco simultaneo. A causa de esto, ambos se separaron tan bruscamente, que estuvieron a punto de atragantarse con su propia saliva. Dipper resultó ser el que más afectado de los dos. Tanto, que el tono rojo de su cara probablemente aún no se encontraba registrado por la gama de colores existentes.

—No... Esto... No es lo que parece... —El chico tartamudeó, como si se hubiera mordido la lengua—. Verán... Lo qué pasó es que...

—Es solo que nosotros... —Pacifica intentó aminorar el daño de manera forzada—. Dipper se ahogaba...

—Sí y ella... Ella estaba... Ella estaba...

—Le estaba dando respiración de boca a boca... Ustedes saben... —Rió, siendo un manojo de nervios, devolviéndole la gorra a Dipper tras colocársela ella misma—. Por qué eso se debe hacer cuando a alguien le falta la respiración...

—Ustedes son los peores para inventar excusas. —Mabel soltó una carcajada—. Si eso es verdad... ¿Entonces por qué se veían tan acaramelados desde antes?

—¿Desde antes? —Dipper preguntó, sorprendido y espantado, pero más espantado que sorprendido. Acto seguido, comenzó a sudar aún más—. ¡Espera! ¿Cuánto tiempo llevan ustedes ahí?

Mabel se detuvo a pensar, haciendo los cálculos en su cabeza.

—Más o menos desde que comenzaste a contar tu desastrosa vida amorosa y Pacifica tuvo que callarte con un beso. No había visto una escena tan romántica desde que descubrí los doramas coreanos. Fue tan tierno, que tuve que contenerme para no saltar y gritar de emoción. Pero ahora que su pequeña cuartada se echó a perder puedo tomarme la libertad de hacerlo.

Mabel corrió hasta su hermano, gritando y abalanzándose sobre él; hasta tumbarlo sobre los tablones de madera que conformaban el pequeño balcón. Dándole un fuerte abrazo, el cual provocó que Dipper comenzara a ahogarse de verdad.

—Mabel... No puedo... Respirar...

—¡Esto es increíble! —Volvió a gritar desenfrenada, incrementando la fuerza aplicada en el abrazo hasta que logró levantar a Dipper del suelo y conseguir que algunos huesos en su columna vertebral tronaran en secuencia—. Tu primer beso... Aunque técnicamente hablando, tu primer beso fue con Mermando... Eso no importa... ¡Ese fue tu primer beso con una chica de verdad! ¡Hermano, estoy tan feliz por ti! Es una verdadera pena que no haya tenido una cámara a la mano. ¿Podrían repetir la escena mientras voy a buscar una?

—Yo tomé una foto. —Comentó Wendy, mirando la imagen desde su teléfono celular.

—¡Wendy! ¡Wendy! Tienes que mandármela por correo. ¡Ya sé! La imprimiré a tamaño gigante, la enmarcaré y la pondré en la estancia de la casa para que nuestros padres la vean.

—Espera, ¿Qué? —Dipper sintió el verdadero terror—. No... ¿Qué dices? ¡Mabel estás loca!

—Ehh... Bueno... —Pacifica retrocedió unos centímetros—. Creo que es mejor que yo me vaya...

—¿A dónde crees que vas tú, pequeña pilluela? —Mabel soltó a Dipper, para hacer exactamente lo mismo con la joven rubia—. Nosotras hemos tenido nuestras diferencias en el pasado, pero creo que si mi hermano te ha elegido para ser su esposa entonces no creo que haya ningún problema en convertirme en tu cuñada.

—¿Esposa...? ¿Cuñada...? —Pacifica se aterró y se sonrojó al mismo tiempo.

—¡Mabel, la vas a asfixiar! —Dipper le advirtió, preocupado.

—Lo siento. Estaba emocionada... Para ser franca, jamás pensé que Dipper llegaría a conseguir novia. —Sonrió inocentemente.

Mabel soltó a Pacifica, la cual trató de recobrar el aliento.

—¿Alguien podría explicarme qué sucede aquí? —Pacifica preguntó, molesta.

—También me gustaría saberlo. —Dijo Dipper—. ¿Dónde estaban todos ustedes? Me tenían muy preocupado. Por si no lo han notado, tenemos un grave problema aquí.

—La ciudad se ha vuelto completamente loca, viejo. —Dijo Soos—. Hay monstruos por doquier. Al principio imaginé que eran vendedores de seguros, pero al verlos más de cerca no me parecieron tan feos.

—Será mejor que vayamos adentro de la cabaña. —Dipper recomendó—. Hay muchas cosas de las que tenemos que hablar.

—Y supongo que nos contarás como caíste rendido ante los encantos de Pacifica. —Mabel no pudo evitar hacer dicho comentario.

—¡Podrías cerrar la boca, Mabel! —Dipper la miró con malos ojos, empujándola hacia el interior de la choza.

Ya en el interior, el grupo decidió reunirse a conversar, sentándose alrededor de la pequeña mesa de la cocina. Cada uno con una soda Pitt de naranja entre las manos. Una vez ahí, Dipper comenzó a relatar minuciosamente y a detalle la terrorífica aventura que había vivido en compañía de Pacifica. Aunque omitiendo ciertos detalles enfocados a la relación que mantenía con la joven Northwest para que no pudieran ser usados en su contra por su hermana más adelante. Sin embargo, los puntos más importantes ahora también formaban parte del conocimiento de Mabel, de Wendy y de Soos. Incluyendo el desafortunado hallazgo del libro de cubierta negra, hasta la titánica lucha que habían protagonizado Bill y el bebe del tiempo; con un resultado catastrófico para este último.

—¡Vaya! —Wendy exclamó—. Todo esto que nos cuentas suena como si Stephen Spielberg y Guillermo del Toro se hubieran confabulado para dirigir una película juntos. No puedo creerlo... Me parece increíble que hayas provocado el fin del mundo.

—O del universo. —Soos complementó.

—Chicos... No me están ayudando... —Dipper no le despegó la mirada a su lata de Pitt—. Fui un ingenuo por haberme dejado engañar por Bill.

—No fue culpa tuya, Dipper. —Pacifica alzó la voz—. Si yo hubiera sido un poco más fuerte, nada de esto hubiera pasado.

—¡Hey! ¡Hey! Nadie está culpándote. ¡Tranquila amiga! —Wendy se dirigió hacia la rubia—. Ni mucho menos a Dipper. Lo hecho, hecho está. Lo menos que podemos hacer es tratar de solucionar las cosas, pero a como se presenta la situación parece una tarea casi imposible de realizar. Es decir... ¿Cómo se supone que vamos a vencer a ese triángulo malvado cuando se ha convertido en una especie de dios?

—Tenemos un plan. —Dipper prosiguió—. Bill se encuentra posesionando el cuerpo del padre de Pacifica, y por lo que sabemos; no podrá abandonarlo debido a que perdería la capacidad de leer el contenido de ese libro. Así que usaremos el arma que robamos de la sociedad del ojo cegado para borrar de la mente de su padre todo aquello que se encuentre relacionado directamente con Bill. En teoría y en el mejor de los casos, Bill desaparecería para siempre o por lo menos debería abandonar el cuerpo sin chances de poder regresar.

—No lo sé... —Mabel se integró a la conversación después de haberse mantenido callada durante todo el relato contado por su hermano—. Suena un buen plan... ¿Pero hay alguna garantía de que funcione?

—Ni idea... —Contestó Dipper—. Son solo suposiciones... Pero esta es la única opción que tenemos.

—¡Buuuu! —Mabel reclamó, llevando sus dos pulgares hacia abajo.

—A propósito... ¿En dónde estuvieron? —Preguntó el niño—. Me tenían muy preocupado.

—¿Nosotros te teníamos preocupado? —Mabel frunció el ceño—. Tú fuiste el que nos tenías preocupado, torpe. ¿Por qué simplemente no me dijiste que habías ido a visitar a tu novia?

—¿Qué...? —Se echó para atrás, ofendido—. Mabel... Para empezar quiero dejarte muy en claro que Pacifica no es mí... —Dipper se dio cuenta de lo que estaba a punto de decir cuando miró de reojo las caras de incomodidad de Soos y de Wendy, pero evitando a toda costa la de Pacifica. A continuación, el niño se frotó las sienes y se talló los ojos, haciéndole entender a Mabel que estaba harto de tocar el tema. Entre tanto, Pacifica sintió una dolorosa punzada en el corazón, provocada por las palabras de Dipper—. ¿Sabes qué? Omitamos los detalles y vayamos al grano.

—Fuimos a buscarte en mi camioneta, viejo. —Respondió el hombre de camiseta verde con un signo de interrogación en la barriga, tratando de amenizar la tensión—. Luego, el cielo se tornó rojo y empezó a llover sangre. Parecía salsa de tomate. Mabel no me dejo probarla con la lengua.

—Entonces Mabel supuso que te encontrabas en la mansión Northwest. —Wendy prosiguió—. Quisimos ir hacia allá, pero en ese momento aparecieron esas horribles criaturas negras de ojos amarillos. Fue lo más aterrador que he visto en mi vida... Nunca olvidare la forma en la que comenzaron a devorarse a las personas. Soos alcanzó a arrollar algunos de estos seres con su camioneta, pero no tardaron en regenerarse... Era como golpear una nube de humo.

—Lo que me temía... Impuros....

—¿Impuros? —Preguntaron Mabel, Soos y Wendy a la vez.

—Ese es el nombre con el que se les conoce a esas criaturas que Bill convocó... Lo único que sé de ellas es que pueden asimilar la apariencia de las personas una vez que las devoran... Además no pueden ser dañadas por métodos convencionales. La única arma capaz de destruirlos en una de esas pistolas de rayos que portan los soldados encargados de eliminar las anomalías del tiempo. Pero dudo que podamos conseguir alguna después de lo que sucedió en aquél planeta.

—Esto es serio... —Dijo Wendy...

Todo el grupo permaneció callado por unos segundos, con el estómago comprimido, pensando en el horripilante panorama ante sus ojos. Y no fue sino hasta que a Dipper se le ocurrió hacer una pregunta, que el silencio de ultratumba por fin cesó.

—Ahora que lo pienso... ¿Alguno de ustedes ha visto a Stan?

—¡Es cierto! —Exclamó Mabel—. Ahora que lo mencionas no ha regresado todavía.

—¿Regresado? ¿A dónde fue? —Preguntó el niño.

—No nos dijo exactamente. Se fue mucho antes de que nosotros partiéramos en tu búsqueda. —Dijo Soos—. Lo vimos salir en su auto, pero no sabemos a dónde se dirigía. Probablemente fue a hacer alguna de esas cosas raras que hacen los ancianos... Cómo jugar Bingo o comprar de esas pastillas azules que los vuelven locos. Aunque aun no sé bien para que sirvan.

—¡Perfecto! Lo único que nos faltaba... —Dipper se expresó molesto, dándole un ligero puñetazo a la mesa de madera—. El universo está a punto de ser destruido y nuestro tío desaparece. —Sorbió su soda—. Escúchenme todos, lo mejor que podemos hacer por ahora es estar todos alerta. Probablemente esos monstruos vengan por nosotros o tal vez no. De cualquier modo, no podemos quedarnos aquí. Tomaremos todo lo necesario de la cabaña que nos pueda ser útil. Recuerden, solo cosas esenciales: Comida, agua, lámparas, un radio portátil, el botiquín de primeros auxilios y algo que puedan utilizar como un arma... Esta noche dormiremos aquí y nos iremos mañana por la mañana. Montaremos guardias para vigilar la entrada en caso de que alguno de esos monstruos se aparezca.

—Pero... ¿Y Stan? No podemos abandonarlo a su suerte. —Wendy se adelantó.

—Dada la situación, es poco lo que podemos hacer por Stan. Sé que es nuestro tío, pero eso significa poner en peligro la operación. Solo tenemos una oportunidad para eliminar a Bill y lo que menos necesitamos es que alguien sea capturado por él. De todos modos, le dejaremos una nota señalando el camino que tomaremos para que más tarde pueda alcanzarnos por si regresa.

—¿Y a dónde iremos? —Preguntó Mabel.

—No lo sé... Tiene que ser algún lugar dónde podamos refugiarnos hasta preparar un plan de ataque.

—Mi padre tiene una cabaña oculta en medio del bosque. —Wendy alzó la voz—. Poco después de que esta pesadilla comenzara le dije que se refugiara en ese lugar junto a mis hermanos y que nos reuniríamos ahí más tarde.

—Suena perfecto. —Dipper se puso de pie sobre la silla—. Al amanecer nos dirigiremos hacia allá. Ahora vayamos y recolectemos todo aquello que nos puede hacer falta.

Una vez que Dipper finalizó, todos se pudieron en marcha; escudriñando todos los rincones de la cabaña en busca de todo aquello que pudiera serles de utilidad. Dipper, Wendy y Soos se encargaron de inspeccionar la planta baja. Entretanto, Pacifica y Mabel, siendo acompañada por su fiel cerdito Pato; se ocuparon de la parte superior. Ambas niñas y el animal se encontraban en la recamara de los dos hermanos cuando Mabel soltó la bomba.

—Bueno... Parece que no hay nada por aquí. —Dijo Pacifica, bajando de un pequeño banco que utilizó para revisar una estantería alta. En ese momento, la joven de los cabellos dorados miró de reojo hacia su acompañante, dándose cuenta de que Mabel no le había apartado la mirada de encima desde hace un buen rato—. De acuerdo, Mabel... Me estás poniendo nerviosa. —Se giró hacia ella, retadora—. ¿Puedo saber que tanto me miras?

—Es curioso que me lo preguntes. —Dijo, acompañando sus palabras con una risita—. Hace unos pocos días no soportabas a mi hermano y hoy los descubro besándose... Es decir, eso fue algo como: ¡BOOM! —Simuló el sonido de una explosión con la boca—. Así que me gustaría saber qué sucedió entre ustedes mientras se encontraban fuera de mi vista, par de tortolos. —Alzó las cejas en repetidas ocasiones.

—No sucedió nada... No sé de qué estás hablando... —Sentenció.

—¡Vamos! Es obvio que hay amor entre ustedes. —Se aproximó hacia ella—. Dime... ¿Ya te pidió ser su novia?

—¡Mabel! Hablo en serio... —Le enterró levemente el dedo índice en el pecho—. Dipper y yo no somos nada... —Su voz se cortó—. Y todo indica que nunca lo seremos... —Dio media vuelta, tratando de esconder su tristeza y un par de pequeñas lágrimas que se asomaron a través de sus ojos.

—Pacifica... ¿Estás bien? —Se mostró preocupada, arrugando su cara.

—Sí... —Trató de contener el llanto, cosa que al final no pudo conseguir—. No... Es decir... Ni yo misma lo sé... Ya no sé en qué pensar. Esos memes de internet tenían razón... El amor puede ser a veces la mejor, pero a la vez la peor emoción que pueden tener los seres humanos... Me siento como una estúpida. No entiendo como pude haberme dejado llevar por mis emociones. Creo que era inevitable. Dipper es el primer chico por el cual he llegado a sentir esto y no sé qué hacer ahora, no sé cómo actuar...

—Lo siento... Yo creí qué... Tú y Dipper...

—¡No! —La interrumpió y calló por unos pocos segundos para secarse las lágrimas con las mangas de su chaqueta—. Sí eso es lo que querías saber, entonces ahí está tu respuesta. Ninguno de nosotros ha acordado nada... Además, tú misma lo escuchaste mientras estábamos en la cocina. El dejo muy en claro que no somos nada... Aunque... Si tomamos en cuenta el tono por como lo dijo... Parecería que Dipper considera una ofensa estar junto a mí.

—Mira, Pacifica... —Le ofreció un pañuelo desechable para secar sus lágrimas—. Dipper puede ser un torpe a veces. Él está en la edad en la que los chicos se vuelven estúpidos y no saben expresarse correctamente cuando están frente a una chica. Ellos no maduran tan rápido como nosotras. ¡Oh por dios! ¿Es esa una galleta con chispitas de colores? —Se distrajo un momento para tomarla del suelo y comérsela de un solo bocado—. Lo que quiero decir, es que tienes que dale un poco de tiempo. Creo que haber recibido su primer beso por parte de una chica de verdad le fundió el cerebro.

—¿De verdad crees eso? —Le preguntó, tras limpiarse la nariz con el pañuelo.

—Estoy doscientos por ciento segura. —Le guiñó el ojo—. Solo déjame hablar a solas con él y estará listo para ti.

—¿En verdad harías eso por mí? —Pacifica, exaltada y emocionada, tomó las manos de Mabel mientras sus ojos se llenaban de brillos.

—Haría lo que fuera por ver felices y juntos a mis dos torpes favoritos. —Le dio una palmada en la espalda lo suficientemente fuerte para sacarle el aire de los pulmones.

—Gracias... —Tosió a causa de la asfixia—. Eso creo...

—Además quiero estar presente cuando ustedes dos tengan su primera cita romántica. Los filmaré y editaré el video para subirlo a Youtube con el título: Mabel y Pacifica los guían a... ¡Cómo salir con un nerd sin remedio!

—Mabel... No quiero ofenderte pero... ¿No se supone que una cita es únicamente entre dos personas?

—Los grabaré a escondidas. —Concluyó, dejando a Pacifica todavía aún más nerviosa.

-o-

—¿Entonces es aquí? —Preguntó Bill, tras detener su caminata.

—Así es... Este es el lugar. —Contestó el Cambia-Formas, señalando el pasto verde bajo sus patas que crecía sobre una colina anexa al pueblo—. Aquí está la entrada.

—¿Quién iba a imaginar que otras razas provenientes de distintos mundos se dejarían influenciar por la presencia de Los Weirdmasters en este lugar? —Bill se cuestionó a sí mismo.

—¿Alguien podría decirme qué hacemos aquí? —Preguntó Gideon, confundido. Dándole un vistazo rápido al lugar.

—Quisiera saber lo mismo, señor Bill... ¿Por qué tiene interés en perpetrar la nave espacial en la que vinieron mis antepasados?

—Caballeros... No pierdan la calma. Les explicaré todo una vez que hayamos entrado. —Se adelantó un paso—. Cambia-Formas, abre la puerta.

—¡Sí señor!

El Cambia-Formas se acercó hacia una sección del pasto que parecía sobreexpuesta. Luego, con la ayuda de su poderosa tenaza izquierda, tomó dicha parte y tiró de ella hasta desprenderla.

—¿Eso era una escotilla...? —Gideon permaneció con la boca abierta.

—Síganme. —Dijo el engendro, tras adentrarse en la pequeña abertura y comenzar un largo descenso hacia una inquietante penumbra por medio de una escalera.

Bill y Gideon utilizaron sus propios poderes de levitación para introducirse ellos mismos hacia lo desconocido. Después de unos cuantos minutos de descenso en forma vertical, los tres pudieron observar una gigantesca plataforma repleta de objetos y símbolos de origen extraterrestre.

—¡Wow! Nunca hubiera imaginado que algo así se encontraría por debajo el pueblo. —Dijo Gideon, aterrizando sobre una plancha de metal solida que usó para apoyarse.

—Y aún no has visto nada. —Anexó Bill, descendiendo hacia el suelo igual que Gideon.

—La cabina de comando está por aquí. —Dijo el Cambia-Formas, conduciendo a sus dos invitados a través de los corredores casi infinitos de la nave.

El lugar se encontraba completamente en silencio y a oscuras. Además, se podían observar cientos de huesos pertenecientes a los extraterrestres que perecieron durante el choque de la nave al aterrizar.

—Este lugar me da escalofríos. —Gideon volvió a comentar.

—Es aquí. —Señaló el cambia formas, deteniéndose frente a una compuerta que abrió por medio de un código en una pantalla táctil junto a la puerta.

—¡Vaya! Es tal y cómo lo imaginé. —Dijo Bill, contemplando los instrumentos—. ¡No! Inclusive mejor.

—¿Ahora nos puedes decir que hacemos aquí? —Preguntó el chico del peinado extravagante.

—Es muy sencillo, caballeros. Estamos aquí en busca de una fuente tecnológica altamente avanzada. La necesitamos para expandirnos y enviar un mensaje de advertencia a todos los rincones del universo. Sin embargo, para ello necesitaremos primero de una inteligencia artificial que pueda ser consciente de sí misma. Afortunadamente para nuestra causa; fui capaz de encontrarla. —Dijo Bill, extrayendo un disco compacto semi carbonizado desde el bolsillo interno de su traje.

—¿Y esa es la dichosa inteligencia artificial? —Gideon preguntó.

—No es una inteligencia artificial cualquiera. Emociones tan fuertes como el rencor, la ira y la locura residen en ella. Esta, caballeros; será la última integrante de nuestro grupo. —Al finalizar, Bill utilizó las enseñanzas del libro negro para devolverle la forma al disco que tenía antes de ser aparentemente incinerado.

—¿Academia del Romance 7? ¿Un videojuego de hace ochocientos años? ¿Esto es enserio? —Gideon se mantuvo escéptico.

—Calla y aprende.

Con la ayuda de su magia, Bill consiguió traspasar todos los datos del disco a la consola principal de la nave, lo cual hizo que la fuente de energía volviera a activarse nuevamente, iluminando todo el complejo. Después, la chatarra que había regada alrededor del grupo comenzó a acumularse hasta formar una montaña de escombros, siendo acompañada por un poderoso destello que dejó temporalmente ciegos a Gideon y al Cambia-Formas. Cuando ambos recuperaron la visibilidad, el par se encontró con la figura de una chica colorida de cabellos rosas, portando un uniforme escolar típico de un anime japonés.

—Bienvenida al mundo real, pequeña. —Dijo Bill, acercándose a la chica.

—¿Quién es ella? —Preguntó la criatura semi traslucida.

—Caballeros, permítanme presentarles a Giffany.

—Hola, Mi nombre es Giffany, y soy una estudiante universitaria. —Dijo la chica en forma dulce—. ¿Alguno de ustedes quiere cargar mis libros?

—No es por cuestionarlo, señor Bill... —El Cambia-Formas dudó—. ¿Pero cómo va a poder ayudarnos en nuestra misión?

—No se dejen engañar por las apariencias, chicos. Ella es mucho más capaz de lo que se imaginan. La he visto en acción antes y es toda una máquina de matar. Además, al haberle permitido tomar control de una fuente tecnológica tan avanzada como esta no le tomará mucho tiempo infiltrarse en los sistemas de este insignificante planeta. Mientras hablamos, sus ondas de frecuencia expansivas han comenzado a infectar toda la red de defensa de todos los países del mundo. Todas las naciones se encuentran ahora desprotegidas. En pocas palabras, Giffany ahora es capaz de utilizar a voluntad todo el armamento del que disponen los humanos. Pero eso no es todo. Computadoras, bases de datos, sistemas, satélites... Todo ahora se encuentra bajo su poder para utilizarlo como a ella le plazca. ¿Alguno de ustedes vio alguna vez la saga completa de Terminator? ¿Recuerdan a Skynet?

El Cambia-Formas no respondió.

—¡Vamos! ¿Has estado en este planeta tantos años y aún no te has cultivado en el séptimo arte? Creo que ese ha sido el único invento útil que ha creado la raza humana. —Bill trató de animarlo.

—¿Qué es el séptimo arte? —Preguntó el alíen traslucido.

—Yo si entendí la referencia. —Comentó Gideon, levantando tímidamente su mano como si su maestra de kínder hubiera lanzado una pregunta aleatoria al grupo.

—¡Por eso me agradas, niño! Te convertiré en mi mano derecha.

—¡Esto es grandioso...! —Exclamó Gideon, terriblemente emocionado, al contrario del Cambia-Formas quién se limitó a solo fruncir el seño.

—Contemplen todos... —Bill anunció—. El nacimiento de la fuerza conjunta más destructiva jamás vista desde el final de Los Weirdmasters. Nosotros cuatro ahora nos convertiremos en los nuevos Weirdmasters y una vez que nos hayamos apropiado de su poder ya no habrá nada que se interponga en nuestro camino. Nosotros seremos los anfitriones de la fiesta más salvaje que la existencia y los millones de universos alternos hayan presenciado jamás. Todas las razas sin excepciones nos rendirán tributo como a dioses y se doblegarán ante nosotros... ¡Desde este momento y para siempre, nosotros cuatro seremos mejor conocidos como Los Amos del Caos!

Continuará...

¡Vaya! Esto se pondrá realmente feo para nuestros protagonistas. Dipper tiene tan mala suerte, que cuando al fin encontró a una chica interesada en él; el mundo está a punto de irse al diablo. Por cierto, ¿Alguien tiene una hermana o hermano igual de entrometidos que Mabel? Francamente no me gustaría que alguien como ella, se metiera en mis asuntos amorosos. Se nota que es una shippeadora nivel dios.

Admito que me sentí mal por Paz en este capítulo. Dipper creo que aún no está preparado para esto. O tal vez nosotros los hombres somos tan despistados, que muchas veces no nos damos cuenta de que lo que decimos puede herir a esa persona especial. En fin, esto se pondrá mejor durante el próximo capítulo, el cual estaré subiendo hasta el día 12 de abril. ¿Por qué lo subiré hasta esa fecha? Pues estaré ausente unos días con motivo de las vacaciones de semana santa aquí en México. Tendré lejos de mi computadora, así que me será imposible hacerlo.

Ya para terminar, me gustaría agradecerles por seguirme hasta este punto. Gracias también por sus comentarios y aunque a veces no tenga tiempo de responderles a todos como quisiera quiero que sepan que los leo todos. Si les gustó el capítulo y lo desean; pueden dejarme un nuevo comentario al respecto.

Espero que pasen un buen día desde dónde sea que me estén leyendo. ¡Chao!

PD. Les dejo un pequeño juego de cifrado para que conozcan el nombre del próximo capítulo. Les gustará.

¿2-1-9-12-1-19 3-15-14-13-9-7-15?

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