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El Escuadrón del Misterio

¡Muy buenas a todas y a todos!

Espero la estén pasando bien y que estén listos para este nuevo capítulo. ¡Llegamos a los 20 capítulos! Pese a que actualizo cada 2 semanas se me está yendo muy rápido. A lo que me recuerda que este fic ya está por cumplir su primer año de existencia ¡yei!

No hay mucho que advertirles sobre este capítulo, salvo que este es el mero prólogo de la guerra que se avecina. Esto será una mezcla de entre lo que me hubiera gustado ver en los capítulos finales de la serie, con mi ship favorito de la misma como principales protagonistas. He de decir que me fue un poco complicado mezclar a tantos personajes en una escena sin hacer que ninguno se sintiera menos que el otro. Espero haberlo hecho bien. Ustedes juzgarán.

Por mi parte eso ha sido todo y nos vemos hasta abajo para mi sarta de palabrerías como siempre. Disculpen sí de repente se topan con un errorcillo de ortografía.

Por cierto, le mando un gran abrazo y una felicitación a Zasumi y a Agustín Sandes por su cumpleaños. *Les avienta confeti que saca mágicamente de los bolsillos*.

Gravity Falls Es una obra perteneciente a Disney. Todo lo escrito y expresado dentro de este Fanfic tiene como propósito principal el enriquecer al Fandom de la misma. Todos los personajes utilizados dentro de esta historia son una creación y propiedad original de la talentosísima y brillante mente e ingenio del animador estadounidense: Alex Hirsch. Nada será utilizado con fines lucrativos o comerciales. ¡Disfrútenlo!

Gravity Falls Fanfic: La Novia de Dipper

Capítulo 20: "El Escuadrón del Misterio"

—¡Niños! ¡Niños! ¡Déjenme pasar! —Gritaba y golpeaba la puerta—. ¡Dipper! ¡Mabel! ¿Alguien puede escucharme?

—¿Tío Stan? —Se preguntó el niño, abriendo la puerta y dejando entrar al actual y aterrado propietario de la icónica cabaña, en cuya expresión facial se podía percibir el más profundo de los horrores experimentados en carne propia—. ¿Dónde te habías metido?

—¡Cierren la puerta! ¡Cierren la puerta! —Ordenó el anciano, desesperado.

Dipper y Pacifica se entendieron solo con la mirada. Mientras la niña se encargaba de bloquear el acceso hacia el interior de la cabaña, Dipper se ocupaba de ayudar a su tío a recobrar el aliento, tras darle múltiples palmadas en la espalda.

—Tenemos que irnos de este lugar y tenemos que irnos ahora. Empaca tus cosas. Dile a tu hermana que haga lo mismo. Reúnan todos esos billetes falsos de cien dólares que logramos falsificar y empáquenlos también. Podrían sernos útiles. —Decía mientras subía las escaleras a toda velocidad hacia su habitación para comenzar a reunir sus pertenencias de mayor valor. Mismas que comenzó a meter en una maleta que tenía a la mano.

—Espera, tío Stan. ¿Qué está pasando? —Preguntó el muchacho.

El resto de los ocupantes se despertó gracias al alboroto que Stan estaba ocasionando afuera. De modo que todos salieron de la habitación de descanso de Soos para subir al primer piso y mirar junto a Dipper y a Pacifica a un Stan actuando de forma paranoica.

—¿Qué fueron todos esos gritos? —Preguntó Wendy, frotándose los ojos—. ¿Quién está haciendo todo este escándalo?

—Stan regresó, pero luce más alterado que de costumbre. —Dijo Dipper.

—¿Alterado? —Stan replicó desde su habitación, asomando la cabeza por unos segundos antes de volver a meterla y regresar a sus asuntos—. Alterado no es la palabra que yo usaría. Yo diría más bien... ¡ATERRADO! ¿Y qué demonios hace esa chica Northwest dentro en mi cabaña? ¿Qué no se supone que debería estar refugiada en algún bunker propiedad del gobierno gracias a la influencia que tiene su multimillonaria y presumida familia?

—No pretendo responder a eso. —Dijo Pacifica, girando los ojos y poniendo un gesto malhumorado.

—Tío Stan... —Dipper suspiró—. ¿Quieres explicarnos qué te sucede? ¿Dónde estabas? ¿Sabes lo que sucede allá afuera, cierto...? Todos esos gritos tuyos podrían atraer a esas feas criaturas. Además, por si eso fuera poco, esos monstruos son de lo que menos debemos preocuparnos.

—¿Y por qué crees tú que me estoy comportando de esta manera? —Salió del cuarto con maleta en mano—. Esto es mucho peor que cuando nos atacaron esos zombis. Verán, yo estaba... Negociando pacíficamente con un par de chicos muy amables con el fin de que transportaran cierto cargamento con cierta clase de producto utilizando la frontera con México... No es nada de lo qué deban alarmarse. No es lo más ilegal que me han visto hacer. En fin... El punto es, que cuando estaba a punto de completar del trato, esas asquerosas criaturas aparecieron de la nada y comenzaron a perseguirnos. Lamentablemente, ellos no lo consiguieron y fueron devorados. En cambio, yo conseguí tomarles la delantera y logré subirme a mi auto. Parece que al final pude perderlas después de una intensa persecución por el bosque. Aunque lo mejor será no arriesgarse e irnos de inmediato antes de que nos encuentren.

—No puede ser... Este lugar ya no es seguro. —El joven de gorra se mordió el labio—. Creo que debemos acelerar el plan.

—¿Plan? ¿Qué plan? —Preguntó el hombre de la gran nariz.

—Tenemos planeado reunirnos con mi padre y mis hermanos en una cabaña oculta en medio del bosque. —Dijo Wendy—. Será un buen refugio hasta que podamos elaborar un plan de acción para revertir todo esto.

—¡Esperen! ¿Esto puede revertirse...? Para empezar... ¿Alguien puede decirme de dónde provienen y cómo diantres fue que llegaron a este mundo? Además... ¿En dónde estuviste tu, jovencito? Desapareciste durante todo el día. Al menos nos hubieras dejado una nota advirtiéndonos que llegarías tarde.

—Dipper estuvo todo el rato con su nueva novia. —Dijo Soos.

—¡Soos! ¿Quisieras cerrar la boca? —La cara de Dipper se volvió tan roja, que parecía haber adquirido un bronceado permanente.

—¡Es cierto! ¡Es cierto! —Mabel gritó—. Dipper y Pacifica estuvieron juntos durante todo el día. Además se dijeron cosas lindas y se dieron muchos, muchos besitos.

—¡Mabel! —Gritaron ambos chicos, sumamente avergonzados.

—¿Me estás diciendo qué Dipper está saliendo con esa chica Northwest? Bueno... Dicho de ese modo, creo que la aparición de esas criaturas ya no me parece un suceso tan extraño.

—Yo... Yo puedo explicarte todo con más detalles, tío Stan... —Dipper dio un paso al frente, apenado y mirando con malos ojos hacia Soos y hacia su hermana—. Todo fue obra de un demonio dimensional llamado Bill. Él me engañó para que consiguiera para él un libro ancestral con el cual ahora se ha convertido en la entidad más poderosa del universo. Fue una estupidez, lo sé... Ahora lo único que nos queda es encontrarlo y utilizar nuestro último recurso.

—¿Último recurso? —Stan hizo otra pregunta.

—Bill se encuentra posesionando el cuerpo del padre de Pacifica. Y entre la poca información que tenemos hasta el momento; ese libro puede ser leído únicamente por los ojos de un miembro que genéticamente pertenezca a la familia Northwest. De tal modo, que solo permaneciendo dentro del cuerpo de Preston Northwest es como Bill podrá tener acceso a todos sus conocimientos sin límite. Lo que tenemos planeado es utilizar esta pistola que es capaz de borrar la memoria en el padre de Pacifica. En el mejor de los casos, Bill debería ser aniquilado. Sí esto funciona podremos salvar al universo.

—¿Una pistola capaz de borrar la memoria de las personas? —Stan tomó el arma de las manos de Dipper, entrecerrando los ojos para analizarla desde todos los ángulos—. En mis tiempos podíamos borrarle la memoria a cualquiera a base de golpes en la cara... El whisky también es una buena alternativa.

En ese momento, el grupo completo alcanzó a escuchar un poderoso estruendo que provenía desde el exterior de la cabaña, como un rayo partiendo a un árbol en dos. El sonido provocó diversas reacciones entre los habitantes de la cabaña. Sin embargo, todos dieron un brinco de manera simultánea.

—¿Qué fue eso? —Dipper preguntó, alarmado.

—¿Serán las ardillas que se colaron a nuestra habitación la otra noche? —Mabel Prosiguió.

—No creo que este sea un caso relacionado con ardillas... —Dijo Wendy—. No creerán que nos han encontrado... ¿O sí...?

—No lo sé... —Dijo Dipper.

Todos callaron y se reunieron en un medio círculo, con sus espaldas pegadas entre ellos, mostrándose sumamente asustados. Dipper por su parte, tomó fuertemente la mano de Pacifica. En contraparte, casi de manera instantánea; un segundo estruendo mucho más potente que el primero, provocó que la atracción turística se estremeciera por completo. En consecuencia, Stan perdió el equilibrio y se echó para atrás, golpeándose contra una mesa y soltando por accidente el arma borra memorias; tirándola al suelo. Acción que resultó en la destrucción de la mayor parte de sus componentes.

—¡Oh no...! ¡No...! ¡No...! —Dipper, con una mueca de horror, se apresuró a levantar los diversos cachos que quedaron esparcidos por el suelo.

—¡Tío Stan! ¿Qué es lo que has hecho? —Preguntó Mabel, imitando la expresión de su hermano.

—¿Yo? —Se mostró indignado—. ¿Y qué me dicen de ese par de ruidos?

—Esta era la única forma que teníamos de detener a Bill. —El niño alzó el tono de su voz, confrontando a su tío.

—¡Perfecto...! —Pacifica se cruzó de brazos—. Lo único que nos faltaba.

—¡Encontraremos otra forma! ¡Dejen ya de reclamarme todos! ¡Fue un accidente!

—Sí... Un accidente que podría costarnos la vida a todos. —Comentó Wendy, molesta.

—Ehh... Chicos... —Dijo Soos, mirando con horror hacia la puerta principal de la cabaña desde la planta alta—. No es por alarmarlos, pero... ¿Alguien podría decirme qué es eso?

Todos dejaron de discutir al momento, para centrarse en la pregunta de Soos que inquietó a más de uno. Luego, tras enfocarse en el punto que el hombre de mediana edad se encontraba señalando, descubrieron como una especie de neblina de color negro comenzaba a filtrarse por debajo de la puerta hasta acumularse en una especie de esfera, para así moldearse y tomar la forma de una espantosa criatura de piel oscura y ojos amarillos.

—No puede ser... —Dijo Dipper—. Nos encontraron...

—Les dije que todo lo raro era peligroso... —Agregó Stan.

La criatura dio un paso al frente, dando un fuerte brinco para alcanzar la planta de arriba por medio de un solo impulso. Tras llegar y analizar con su mirada muerta a cada una de sus próximas víctimas; soltó un chillido tan fuerte, que consiguió romper en mil pedazos todas las ventanas de la cabaña. Así como todo que estuviera hecho de cristal en varios metros a la redonda. Provocando a su vez, que el grupo cayera al suelo, cubriéndose los oídos para no perder la capacidad auditiva. Cuando el esperpento al fin guardó silencio, este se lanzó finalmente al ataque, siendo Dipper su primer objetivo. No obstante, Stan; con una increíble velocidad de reacción, abrió su maleta, extrayendo una escopeta de doble cañón, con la que consiguió despedazar al monstruo utilizando un solo disparo.

—¡Nadie hará desorden mientras yo esté a cargo, estúpido monstruo! —Exclamó con orgullo, pero que desapareció cuando todos los pedazos del cuerpo de la criatura se convirtieron en neblina una vez más, para volver a unirse en un solo ser—. ¡Es hora de irse! ¡Todos! ¡Fuera! ¡Al auto! ¡Ahora!

El grupo completo salió corriendo ante las alarmantes palabras de Stan, solo poco antes de que el monstruo recobrara su forma. Al llegar finalmente a la parte de abajo, Wendy y Soos lograron recoger las provisiones que previamente ya habían dejado cerca de la puerta. Sin embargo, al atravesar la puerta para salir hacia la penumbra de la noche, lo primero que todos notaron fue a una treintena de criaturas rodeando la cabaña. Acechándolos. Como lo haría un lobo a un rebaño de ovejas.

—¡Oh no...! —Stan se encogió de hombros—. Me siguieron.

—O tal vez el que está adentro le advirtió al resto con ese grito. —Propuso Dipper.

—¿Que vamos a hacer? —Preguntó Pacifica, sin soltar la mano de Dipper—. Son demasiados. —Se giró a mirar a Stan—. Y dudo que usted tenga suficientes municiones para dispararles a todos.

—Aunque las tuviera, parece que las balas no parecen afectarles. Estas criaturas pueden reconstruirse. —Respondió el anciano, mirando el panorama—. Lo único que puedo hacer es comprarles algo de tiempo. ¡Suban al auto! Las llaves ya están puestas. Yo los distraeré.

—¡No lo hagas, tío Stan! —Gritó Mabel, tratando de interponerse.

—No pierdan más el tiempo. —Se adelantó—. ¡Muy bien, mugrosos parásitos del averno! —Stan recargó su arma, lanzándose al ataque y disparando a discreción contra el ejército de monstruos nocturnos, atrayendo la atención de la gran mayoría—. ¡Aquí está su entremés! ¡Vengan por mí!

—¡Tío Stan! —La niña de frenos volvió a gritar.

—Mabel... —Su hermano la sostuvo antes de que saliera corriendo tras de él—. Tenemos que apresurarnos.

—Pero Stan...

—Él estará bien. —Aseguró—. Él sabe cuidarse solo. Tenemos que aprovechar todo el tiempo que nos pueda conseguir.

Dicho esto, Mabel asintió con la cabeza y siguió a su hermano. A continuación, Dipper lidero al resto del grupo hacia el auto de su tío, el cual había quedado aparcado a unos cuantos metros de distancia en las orillas del bosque. No obstante, una criatura alcanzó a interceptarlos, pero en ese instante, el monstruo acabó con la cabeza cercenada gracias a un movimiento fugaz y majestuoso de Wendy con su letal hacha.

—¡No se detengan, chicos! —Advirtió la pelirroja.

Cuando el escuadrón estuvo a punto de llegar al auto, otras tres criaturas les impidieron seguir avanzando. Wendy tomó la delantera, sujetando su hacha con ambas manos, para reaccionar ante el posible ataque. Soos giró su cachucha hacia atrás y preparó sus poderosos puños. Mabel por su lado, extrajo su garfio volador. Dipper en cambio, se mantuvo cerca de Pacifica, utilizando una pequeña lámpara de mano que mantenía guardada dentro de su chaleco en conjunto con su diario para tratar de ayudarles a sus amigos a enfocar a sus enemigos. Fue en ese entonces, que una cuarta criatura se manifestó en su retaguardia. Pacifica gritó al notar su presencia. Por lo tanto, Dipper alcanzó a encender su linterna por medio de sus reflejos y la adrenalina en su cuerpo para apuntar hacia la criatura y que de esta forma sus amigos pudieran ayudarle a tiempo, pero cuál sería su sorpresa, cuando el engendro proveniente de una dimensión llena de oscuridad; comenzó a volverse poco a poco de piedra hasta explotar en medio de una lluvia de luces que más bien parecían fuegos artificiales.

—¿Qué sucedió? —Preguntó Wendy.

—Eso es... —Dipper formuló luego de darse cuenta de lo que sucedía—. La luz... Ellos no soportan la luz... ¡Podemos vencerlos! ¡Usen sus linternas para acabar con ellos!

—Todos obedecieron y a continuación, de la maleta llena de provisiones; los chicos extrajeron una serie de linternas que procedieron a usar y encender cada uno de ellos. Mabel, Wendy, Soos e incluso Pato, apuntaron con ellas hacia las criaturas que les impedían el paso, consiguiendo el mismo efecto que Dipper había logrado con la anterior.

—Me gusta verlos explotar. Me recuerdan al cuatro de julio. —Dijo Soos, subiéndose al auto de Stan para encenderlo y ponerlo en marcha; no sin antes dejar entrar a todos sus amigos.

Wendy tomó inmediatamente el asiento del copiloto, mientras que Dipper, Mabel, Pacifica y Pato hicieron lo propio con el asiento trasero. Entretanto, Stan se hallaba acorralado, con las espaldas puestas contra una pila de secos árboles de pino, quedándole únicamente un último par de cartuchos, para poder defenderse del séquito de infames criaturas. Sin embargo, el anciano optó por mantener su arma como una última reserva, proponiéndose a usar su par favorito de puños de acero en su lugar.

—¿Fin del camino, ehh? —Dijo, mirando a su alrededor, observando como todas las criaturas a las cuales le había disparado comenzaban a regenerarse—. Pues déjenme decirles algo, estúpidos monstruos. No tendrán mi alma tan fácilmente. Yo soy Stan Pines y no voy a dejar que...

Stan no terminó de pronunciar su frase llena de heroísmo, ya que un par de faros muy potentes se encendieron de repente, los cuales deslumbraron su vista, pero a su vez; consiguieron destruir a la mayor parte de los Impuros frente a él.

—Podría hacer esto todo el día. —Soos comentó, apagando los faros altos del auto—. Es como en ese videojuego de horror... ¿Cómo se llamaba...? ¿Alan...? ¿Alan qué...?

—¡Tío Stan, sube al auto! —Anunció Dipper, abriendo la puerta trasera.

Stan Pines atendió la orden de su sobrino, lanzándose hacia el interior del auto por medio de un clavado de talla olímpica, justo un instante antes de que otra criatura apareciera y arrancara la puerta por medio de un zarpazo.

—¡Acelera, Soos! ¡Acelera! —Gritó Wendy tras asegurarse de que su jefe se hallaba a salvo ya dentro del auto.

Soos pisó a fondo el acelerador, para así seguir el único camino existente que conectaba la cabaña con el resto de la civilización. Sin embargo, dos Impuros más lograron montarse por encima del coche antes de que tomara más velocidad.

—No bajen la guardia, chicos. Esto aún no termina... —Volvió a decir la pelirroja, cuando una de las criaturas avanzó por medio del techo hacia el cofre del auto.

En seguida, el Impuro le propinó un fuerte golpe al vidrio delantero, rompiéndolo y sujetando a Wendy de su blusa a cuadros de color verde. Entonces, el monstruo acercó su malformado rostro al de la joven para que pudiera mirarlo directamente a los ojos. Wendy quedó inmediatamente hipnotizada por el abominable destello amarillo que sus infames ojos desprendían, sintiendo como su alma comenzaba a consumirse poco a poco y de como la muerte se encontraba cada vez más y más cerca. No obstante, Soos reaccionó justo a tiempo, tomando el hacha de la joven pelirroja y encajándosela en la cabeza al esperpento. En ese momento, Wendy recobró la conciencia, siendo las palabras de Stan lo primero que escucharía.

—¡Wendy! ¡Toma mi arma!

La chica se giró rápidamente hacia el asiento trasero para tomar la escopeta de Stan. Luego, su expresión se deformó gracias a la intensa ira y al desprecio que sintió por aquella aberración que estuvo a punto de asesinarla.

—¡Nunca te metas con una Corduroy, hijo de p...! —Exclamó, disparando contra el torso de la criatura, despedazándola en cientos de partes que terminaron regadas por el camino.

Entretanto, Un segundo Impuro intentó colarse por medio del gran agujero que dejo el lugar de la puerta, tomando a Stan de la pierna con la ayuda de su brazo para intentar llevárselo con él. Dipper, Pacifica, Mabel y Pato trataron de impedirlo, jalando con todas sus fuerzas las ropas del hombre mayor. Wendy se percató de la situación. De tal modo, que le pasó la escopeta a Stan con un movimiento sincronizado, para que por medio del último cartucho, pudiera finalmente eliminar a la amenaza tras dispararle en la cara.

—Eso... Eso estuvo cerca... —Dijo Stan, respirando agitadamente.

—¡Wow! —Exclamó la hija del leñador más varonil de todo Oregón, mirando hacia el arma—. Necesito cumplir urgentemente la mayoría de edad para conseguirme una de esas. ¡Muy bien, Soos! Ahora llévanos a la cabaña de mi padre. Se encuentra al sur, tomando la cincuenta y nueve.

—¡A la orden! —Afirmó.

—Esto es una pesadilla... —Murmuró Dipper, hundiéndose en el asiento—. Por poco y no lo logramos.

—¡Sobrevivimos, Pato! —La niña se mostró eufórica, abrazando a su cerdo mascota.

—Lamento no compartir el mismo entusiasmo que tú, Mabel. —Pacifica opinó—. Pero, esas criaturas jamás se detendrán a menos que nos deshagamos de Bill. Lo que ahora parece imposible gracias a que nuestro plan maestro se echó a perder.

—¿Pero qué estás diciendo, niña? —Stan salió en su propia defensa—. No es mi problema que todos los materiales que usan para construir armas hoy en día sean más frágiles que mis dientes postizos.

—Chicos, por favor. Discutir no nos llevará a ningún lado... —Dijo Dipper—. Lo único que nos queda es pensar y buscar otra manera para detener a Bill... Pero, por más que pienso... No se me ocurre nada.

—Tómatelo con calma, Dipper. —Pacifica lo tomó de la mano para confortarlo—. Sé que aún podemos regresar todo a la normalidad.

—Ojala pudiera. —Suspiró—. Odio admitir esto, pero... Siento como sí Bill nos hubiera ganado ya. Probablemente el mundo entero ya haya caído bajo su dominio. —Volvió a suspirar—. Me pregunto qué habrá pasado con nuestros padres en California... ¿Habrán logrado escapar a tiempo?

—Me pregunto qué habrá pasado con mi madre... —Pacifica habló—. Por más rencor que le guarde... Creo que ella no se merecía algo tan horrible. Creo que ni siquiera mi padre se lo merecía.

—Mi abuelita aún sigue en el pueblo. —Dijo Soos, derramando un par de lágrimas—. Le dije que hoy no sería un buen día para jugar Bingo con el resto de sus ancianas amigas. Pero no me hizo caso... Jamás lo hace. Ya no se qué hacer con ella.

—Oigan... ¿Y no hay alguna manera en la que podamos reparar la pistola borra mentes? —Preguntó la chica de frenos—. Soos, tu puedes repararlo todo. ¿Crees poder hacerlo?

—No lo sé, calabacita. Nunca me había metido con algo tan técnico que no fuera el televisor de Stan. —Respondió, pensando en las posibilidades—. Supongo que podría intentarlo.

—Un momento... —Dijo Dipper—. El viejo McGucket fue quién construyó esa arma. Tal vez sí se la llevamos, pueda ser capaz de arreglarla.

—Pero no sabemos dónde pueda estar. —Comentó Wendy—. Es más... No sabemos sí aún se encuentre vivo.

—Aún lo está. Tengo fe en ello. Sé que esta puede ser una misión suicida... Pero McGucket es el único que puede ayudarnos a detener a Bill. —Tomó aire—. De acuerdo, Soos... Debemos regresar a Gravity Falls y buscarlo...

—¡Oye! ¡Oye! ¡No tan deprisa, niño! ¿Acaso estás loco...? —Stan se molestó seriamente con él—. Apenas y pudimos escapar de esas criaturas. Sí vamos, todo el pueblo estará infestado. Además, podríamos encontrarnos con ese tal Bill del que tanto hablan...

—Lo sé tío Stan... Pero nosotros somos los únicos que podemos hacer algo para remediar esta situación... Tan solo hay que ponernos a pensar en todas las personas que ya han perdido a uno o más seres queridos por culpa de esta catástrofe. ¿Sabes lo que es eso? ¿Perder a un ser querido?

El anciano no contestó. En vez de eso, su mirada se perdió en la oscuridad de la carretera. Pensando en una persona en específico. Recordando su perdida y de cómo había pasado los últimos treinta años de su vida en traerlo de regreso.

—Odio Admitirlo yo también, sobrino... Pero creo que tienes toda la razón. Me detuve a pensar demasiado en mi mismo, que no fui capaz de ver más allá de mi propio bienestar. Así que sugiero que regresemos. Busquemos a ese vagabundo y démosle una paliza a ese tal Bill.

—¡Esperen un poco! Sí vamos a emprender una batalla me parece que necesitaremos un nombre cool para nombrar a nuestro grupo. —Sugirió Mabel.

—¿En verdad es tan necesario? —Preguntó Dipper, sin mostrar el mismo entusiasmo que su hermana.

—Propongo que nos llamemos: El Escuadrón del Misterio. —Dijo Stan.

El resto del grupo, con la excepción de Dipper estuvo de acuerdo. Acto seguido, los miembros menos amargados del equipo lanzaron un grito animoso al aire. Luego, Soos dio la media vuelta con el auto, para encaminarse hacia el enigmático y casi desconocido poblado localizado a mitad de la nada. Sin embargo, cuando finalmente llegaron hasta su destino, el recientemente formado Escuadrón del Misterio se encontró con la clara imagen de un pueblo devastado casi en su totalidad, con edificios y casas envueltos en llamas y decenas de personas gritando desesperadas por sus vidas. Una imagen desgarradora que conmocionó el corazón de todos y cada uno de ellos.

Continuará...

¡Vaya! No les mentía cuando les dije arriba que esto sería un mero prólogo de lo que se aproximaba. Sí supieran todo lo que tendrán que pasar en el pueblo... Hasta a mí me dan escalofríos solo de pensarlo.

En fin, ahora pasemos a algo que me gustaría preguntarles. Ya lo he dicho muchas veces, pero sí aun no lo saben aquí va de nuevo. Mí próximo fic estará basado en el universo alterno de la serie llamado: Reverse Falls, con Dipper y Pacifica nuevamente como protagonistas. Así que la siguiente pregunta va para aquellas personas que piensan darles una oportunidad. ¿Les gustaría que subiera este nuevo fic en capítulos cortos o largos?

Esta pregunta se las hago, porqué dependiendo de la respuesta, variará mucho el tiempo de publicación entre cada capítulo. Sí son capítulos largos como los que tiene este fic, tendré que actualizarlo cada 2 semanas como hasta ahora lo he venido manejando. Por otra parte, sí son capítulos cortos, podré actualizarlo cada semana, pero por obvias razones el contenido será menor. Les dejo esa interrogante para las personas que piensen seguirlo.

Ya para terminar, gracias a las personas que se han unido a mi página personal en Facebook. Sí quieren unirse pueden encontrarme como JaviSuzumiya. Suelo dar adelantos inesperados de los próximos capítulos.

Les agradezco también por continuar al pendiente de este fic. Gracias por sus comentarios y espero verlas y verlos en el siguiente capítulo, el cual estaré subiendo el próximo 8 de mayo. Tendré que actualizar 2 días antes, ya que el 10 se celebra el día de las madres aquí en México y estaré bastante ocupado ese día.

¡Pásenla bien! Nos vemos hasta el próximo capítulo. ¡Chao!

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