One- Short
¡Hola! Bienvenidos a mi primer especial de navidad. Bueno este one-short esta inspirando en la canción y en el vídeo de la canción de Melendi "Tu jardín con enanitos", que se los dejo arriba. Ademas, pertenece a un concurso de #SNOGGLETOG, organizado @paola_andrea_c_p
¡Espero que les guste!
Les encantaba sentir la piel del otro, tocarla, olerla, besarla, eran felices en su mundo, donde solo existían ellos dos, solo ellos, eran jóvenes, cada uno con sus metas, con sus sueños, que sabían que estando al lado del otro lo iban a cumplir.
El de el, llegar a ser una gran corredor, junto con su hermano quien seria su mecánico, tenia toda su vida planeada, el correría, su hermano se encargaría del auto, y trabajaría en la empresa de su padre en sus tiempos libres, pero cuando apareció ella, tan de repente, empezó a dejar que la vida lo sorprenda, y a dejarse sorprender, nunca pensó sentir un sentimiento tan fuerte como cuando la veía a los ojos, había tenido novias, y había besado a muchas mas, pero nadie le llegaba ni a la punta de los dedos, ella era la mujer con la que quería pasar el resto de su vida.
Y ella, era una chica común, de un barrio común, con gente común, sin mucha aspiraciones, estudiando letras, para convertirse algún día en una escritora, trabajando en el restaurante de sus padres, a las afuera de la cuidad, cuando el había parecido en su vida, con esa sonrisa sincera, capaz la mas verdadera de toda las que haya visto, había dejado su vida en sus manos, porque sabia que el la protegería y no la dejaría caer.
Eran jóvenes, mejor dicho son jóvenes, que se aman con locura. Aunque les encantaría estar toda su vida juntos, ellos eran realistas, podía suceder como no, dependiendo del destino, y ellos mismo.
Hoy en una noche hermosa, estrellada, reunidos con sus seres queridos, festejando, ya que era noche buena, 24 de diciembre, abrazados escuchando chistes malos de Patan, el primo de Hipo, mientras los gemelos planeaban una que otra broma, Patapez contaba algo de lo que había aprendido en el laboratorio donde estaba haciendo pasantias a los mas adultos, una noche llena de risas, alegría, en la casa de los padres de Hipo, una noche de paz.
Al terminar la noche, después de brindar y desearse feliz navidad, cada uno siguió su rumbo, algunas salieron a festejar, otros se quedaron charlando en la casa de los residentes, y otros como fue nuestra pareja, se dirigían a la casa que compartían.
El viaje fue tranquilo, ambos abrazados, aunque el chico noto un poco nerviosa a Astrid, pero sobre todo feliz, tenia una paz interior que nunca antes la había visto, con un brillo especial en los ojos, que los hacia mas hipnóticos.
Se bajaron del auto, y el chico la cargo como princesa, el camino hacia su habitación, y el recorrido estuvo lleno de risas y besos.
- ¿Algo te pasa a vos?- dijo el chico depositandola suavemente en la cama, besando su cuello, mientras escuchaba su hermosa risas, le encantaba
- Estoy feliz ¿que no puedo estar feliz?-
- Claro- dijo besandola- pero hoy hay un motivo- no tuvo que preguntar, lo sabia, había aprendido a conocer sus gesto, y cada parte de ella. La beso, fue un beso corto, pero lleno de amor. Ella lo vio a los ojos, y de ahí cogió toda seguridad, sabiendo que a el le pondría tan feliz la noticia como a ella.
- Estoy embarazada - le dijo con una sonrisa
El chico la vio fijo- ¿que dijiste?- le pregunto ido
- Que estoy embrazada, vamos hacer padres Hipo- dijo levantando un poco su cuerpo, ella le agarro las mejillas, ya que estaba viendo un punto fijo de la habitación- ¡Feliz Navidad!- estuvo a punto de besarlo, pero el se aparto y se paro. La rubia se sorprendió por su actuación y se sentó en la cama- ¿Que pasa, amor?-
- Me das una noticia como esta y ¿me preguntas que me pasa? Me estas jodiendo- decía el chico mientras caminaba de un lado al otro en la habitación
- Si, ¿cual es el problema?-
- ¿Cual es el problema?- la miro fija- el problema es que no es el momento, Astrid, no lo es, te dije mil veces que te cuides para evitar inconvenientes-
- ¿Inconvenientes?- estaba por llorar
- Te dije que te cuides, porque no era el momento-
- No me culpes a mi, también es tu culpa, no te voy a dejar que me eches toda la culpa de algo que no tengo, yo si me cuide, tome mis pastillas cuando correspondía, pero vos también tuviste que haber puesto algo de empeño para evitar "inconvenientes", ya que si hubieras usado forro esto no iba a pasar- se levanto de la cama- pero claro al señorito no le gusta-
- Ese no es el punto-
- ¿y cual es el punto?- dijo con lagrimas bajando por sus mejillas
- El punto es que no quería ser padre, no ahora, ¡no quiero! Astrid, es la peor noticia que me han dado nunca, gracias por arruinarme la navidad- dijo mientras se ponía los zapatos
- ¿A donde vas?- le pregunto en un hilo de voz
- No te importa- y sin decir mas, salio de la habitación, agarro las llaves de su auto, y se fue sin rumbo fijo, dejando a una rubia con el corazón echo tizas.
Conducía por la carreta, no sabia a donde iba, cuando estaba molesto, frustrado, enojado o triste, conducir lo calmaba, pero esta vez que tenia todo los sentimientos encontrados no estaba haciendo efecto.
Y como solía pasarle, siempre terminaba en el mismo lugar, que en ese momento no era el mas conveniente, en el bar a donde había encontrado a la mujer que el creía que era la del "para siempre", estaciono el auto, su intención no era entrar, ya que seguro se encontraría a alguien que lo conocía, o hasta su suegro, suegra, cuñada/o, y no era el momento, ya que le preguntarían por Astrid y seguramente lo cagarían a palos.
Así que decidió quedarse arriba del auto, cerro los ojos para relajarse, y cuando los abrió eran las 3 a.m, las luces del bar seguían prendidas pero no había nadie, había escuchado al papa de Astrid que abrían hasta las 2 a.m ya que después emprendían viaje hacia Oslo, una cuidad cerca de Berk, para ver algunos amigos.
Observo el bar que fue el culpable de ese encuentro
Siempre le había encantado ese bar, era hermoso, y lo encontró, cuando volvía de su viaje de intercambio, el cual había sido por 3 años en Inglaterra, y tenia ganas de recorrer su cuidad, y le llamo la atención, y cuando entro se encontró con los ojos mas hermosos que haya.... Corto su pensamiento, le estaba haciendo mal pensar en ella, y pensar porque se fue así. Y cuando se fijo de nuevo en el bar, vio a un hombre vestido de rojo, barbudo, gordo, sentado en unas de las mesas de afuera, con un balde, y una campana, pensó que su mente le estaba jugando una broma y estaba viendo a Santa, por eso se bajo y se acerco al hombre, que cuando lo vio.
- ¡Feliz Navidad, Chico!-
- ¿Estoy muerto?- pregunto el chico acercándose, capaz que se murió y el no sabia. Se sentó al lado del hombre
- ¿Estas borracho?-
- No, ¿por?¿Estoy muerto?-
- Chico, soy solo un hombre disfrazado, que esta descansando en una banca, después de haber estado todo el día caminado por la cuidad deseando feliz navidad, y al final fui al orfanato-
Hipo se golpeo mentalmente, estaba muy estúpido, demasiado- Lo siento señor, hoy no es mi día-
- Es navidad chico, es el día de todos-
- Pero definitivamente no es el mio-
- ¿Por? Si se puede saber obvio-
Hipo lo pensó detenidamente, ese hombre no lo conocía, y a veces era mas fácil hablar con desconocidos, que con conocidos, ademas necesitaba descargarse
Suspiro- Mi novia, o mi ex, o ahora no se que es...bueno voy a empezar por el principio, y ese es cuando nos conocimos-
Nos conocimos hace dos años atrás, ella tenia 22 al igual que yo, yo llegaba de un viaje de intercambio y quería recorrer la cuidad, en eso, me distraje tanto manejando que no me di cuenta que había salido de la cuidad, y me estaba muriendo de hambre, entonces me puse a buscar un lugar para comer algo, encontré aquel bar, muy lindo a la afueras de la cuidad. Entonces estacione el auto, y entre, sin saber que mi vida iba a cambiar tanto. Al entrar, me saludo una hermosa chica, detrás del mostrador, diciéndome que podía tomar asiento, y que ella me atendía en seguida.
- ¡Buenas Noches!- me dijo ella, yo desvié la vista de la carta, y le dije
- Ya decidí, un sándwich de jamón y queso, y una coca, por favor- dije entregando la carta, ella solo asistió y se fue.
Cuando estaba en la barra, yo no paraba de mirarla, era hermosa ¡Por Dios! ¡Que chica mas hermosa!
Ella se dio cuenta, y me vio y de su hermosa boca, salio una hermosa risa, era perfecta. Cuando me alcanzo la comida, le pregunte su nombre, "Astrid" me dijo, y se retiro
Después de eso, estuve una semana pensado en ella, en su sonrisa, en sus ojos, en su cuerpo, en como era tan bella sin una gota de maquillaje, no sabia si era atracción físico o algo mas, o las dos cosas. Me di cuenta que lo tenia que averiguar, porque no podía vivir así. Entonces fui al bar, donde la había visto por primera vez, a la misma hora, el mismo día, para que no este la posibilidad de que no trabajara en ese momento. Y al llegar la vi, ella levantó la vista de unos papeles al escuchar la campanilla sonar cuando se abrió la puerta. Nos quedamos mirándonos unos momentos hasta que me acerque a ella y me senté enfrente.
- ¡Hola!-
- Hola, tanto tiempo-
- Una semana -
- ¿Y? ¿Que te trae por acá? -
- La mentira o la verdad- le pregunte
- La que mas te guste-
- Bueno, acabo de salir de trabajar, con un hambre de diez mil demonios, entonces como en mi casa no hay nada para comer, y tu sándwich me encanto, vine a probar otra cosa- dije con simpleza
- Y la otra-
- Me moría de ganas de verte, ya que no me pude sacar tu hermosura de mi cabeza, y vine con la idea decirte que salia de trabajar- ella rió, Ay si no paraba de reir la iba a besar, e iba a terminar preso. Preso de sus labios, y tras las rejas también.
- ¿A donde vas?- le pregunte ya que se estaba yendo
- ¿Confías en mi?-
- No te conozco-
- Bueno, pero confía, te voy a traer algo que va a volver locas a tus papilas gustativas-
Después de unos momentos de esperar la rubia apareció con un plato y una gaseosa
- Taran- dijo poniendo el plata enfrente mio- es la especialidad de la casa, sándwich de milanes con papas-
Mientras yo degustaba ese riquísimo sándwich, y hablaba de cosas trilladas con la rubia. Al momento de irme, me dio la cuenta, pague, y al verla mejor
- ¿Que es eso?- parecía un numero de telefoneo
- Es mi numero, por si me quieres llamar- dijo con simpleza
Yo le guiñe un ojo y salí de ahí.
***
- Y así conseguí su numero de teléfono, después de eso, lo típico, nos empezamos a mandar mensajes tras mensajes, a veces nos quedamos hasta tarde hablando por mensaje, o llamada o vídeo-llamada, lo que surja en el momento. A veces, la iba a buscar al bar, y le hacia compania, otras veces la raptaba, y nos íbamos por ahí- dije con la voz entrecortada- la amo tanto-
- Y aun así, amándola tanto, te fuiste como un cobarde, ¿Por?- le pregunto el hombre barbudo
- Jure amarla- dijo con los codos en las rodilla, y su cara entre sus manos, mientras un recuerdo surcaba su mente
***
La había ido a buscar, me había dicho que su turno terminaba temprano, la cargue a cocochito, y la lleve hasta mi auto, di la vuelta y me subí del lado del conductor
- ¿A donde vamos?- me pregunto, ella tenia los pies arriba de la guantera
- Sorpresa- a pesar de estar saliendo por dos meses, no nos habíamos besado y me moría de ganas de hacerlo
Después de unos minutos, llegamos al destino, era un acantilado, donde se podía ver toda la cuidad
- Es hermoso- dijo contemplando la vista
- No tanto como tu- dije, y la encerré entre mi cuerpo y el auto, le agarre la cintura con una mano y con la otra le acaricie la mejilla, nos vimos a los ojos, azul y verde chocaron, como lo habían echo miles de veces, pero ahora algo había cambiado, nos habíamos conocido aun mas, y no solo me atria algo físico, sino como era por dentro, amaba cada parte de ella, desde lo físico hasta lo interior. Para la que sea la mujer de mi vida, no era necesario que sea una diosa, aunque lo era, tenia que tener un aire, enamorarme por como era, y no por físico, ya que eso iba a desaparecer, nos íbamos a poner viejos, y lo único que iba a quedar era la esencia. Ella desvió la mirada, siempre hacia eso, por eso todavía no le había podido comer la boca. Me acerque a su oído y le susurre
- Hoy le pido a mis sueños, que te quiten la ropa
Que conviertan en besos
Todos mis intentos de morderte la boca
Y aunque entiendo que tu
Tu siempre tienes la ultima palabra en esto del amor -
Vi como ella se sonrojaba, y volvía la vista a mis ojos
- Hoy le pide a la luna, que me alargue esta noche
Y que alumbre con fuerza este sentimiento
Y bailen los corazones
Y aunque entiendo que tu
Seras siempre ese sueño que quizás nunca podre alcanzar -
- Amo esa canción-
- Lo se-
- No creas que no podrás alcanzar ese sueño- antes de que pueda hablar tenia su boca en mis labios
***
- Me aprendí una canción por ella, se la había escuchado tararear un día, y me contó que era su preferida, hice tantas estupideces románticas, que me eh vuelto un romántico sin remedio-
- Hijo- dijo poniendo una mano en el hombro- ¿Que paso? ¿Te engaño o algo parecido?-
Hipo lo siguió ignorando- ¡Hasta la deje que viva en mi casa!-
***
Estábamos en mi casa, si, vivía/ vivo solo, ella pasaba el mayor tiempo en mi casa, por ejemplo ese día se había quedado a dormir como tantas noches.
- Te lo he dicho miles de veces, pero me encanta tu casa, es muy linda y cálida, me sorprenda que tengas tan muy gusto-
- Tengo muy buen gusto, tu eres una prueba de eso- la señale, mientra me acercaba a ella, la agarre por la cintura y la acerque a mi cuerpo- pero en algo te equivocas- le susurro
- ¿En que?- me pregunto ella del mismo modo
- Que esta no es mi casa- dijo seria
- Ah ¿No? ¿Entonces de quien es?- Le sonreí, y saque un juego de llaves de mi bolsillo
- Nuestra- le dije mientras ponía la llave entre nuestras cara
- Hipo, yo...- dijo temblando, con una sonrisa
- Astrid, yo te amo, no puedo pasar un minuto vas sin ti a mi lado, y ya se, que estas mas tiempo acá que en tu casa, pero yo quiero que pases todo el tiempo en esta casa, ¿Que dices? ¿Aceptas?-
Ella me sonrió, y de un momento al otro, la tenia encima mio, con sus piernas enroscadas en mi cadera- ¡SI!- dijo mientras me besaba por toda la cara
***
- ¡Muchacho!- lo zarandeo el viejo- ¡Contesta mi pregunta! ¿Que paso? ¿Te ha engañado o la engañaste? ¿Su padre te odia o su madre te odia a ti? Pasan tantas cosas por mi cabeza, y tanto cuentos se están formando-
Hipo lo miro- esta embarazada- susurro
El hombre se quedo con los ojos muy abierto- Por favor dime, que el motivo que estés así es porque no esta embarazada de vos-
- No, va eso creo- dijo encogiéndose de hombros
El hombre se echo a reír- Ey- le dijo Hipo ofendido ¿Ese hombre vestido de Santa se estaba riendo de sus desgracias? - ¿Yo le cuento de mis desgracias y ustedes se ríe en mi cara?-
- Por dios- el hombre se tranquilizo, y se seco una lagrima que estaba bajando por su mejilla- dime chico, ¿Cuanto años tienes?-
- 25-
- ¿Y tu chica?-
- 24, ¿pero que tiene que ver eso?- pregunto el confundido
-Que no son unos adolescente de 15 o 18 años que van hacer padres, ya son adultos jóvenes, es el momento ideal para ser padres, pero tu lo dices como si te estuvieran mandando a la horca-
- Yo lo siento así, señor, nunca fui el hombre que quería ser padre, ademas no me se cuidar ni a mi mismo, ¿como puedo cuidar a un bebe?-
- La vida no viene como un manual, ser padre se aprende con el tiempo, vas a ver, que cuando tu hijo nazca no le vas a sacar los ojos de encima, te va a enamorar-
- Yo...-
- Chico, tendrías que estar feliz, obviamente que todo el mundo se asusta cuando se entera que va a hacer padre, y mas la mujer que es la que carga con el embarazo, pero la felicidad siempre es mas fuerte, ya vas a ver, ese niño o niña va darle a tu vida un giro de 360°-
- Yo no se que hacer-
- ¿No pensaras en abandonarla? Tanto parloteaste de que la amabas y en el momento de demostrarlo realmente sales huyendo- Hipo bajo la vista. El señor tenia razón- Chico, piensa en ese bebe, necesita un padre, todos lo necesitamos ¿ A vos te gustaría a ver crecido sin un padre? ¿que te hayan abandonado?-
- Eso me paso, mi padre, el verdadero se fue ni bien se entero de que venia en camino-
El hombre se quedo en silencio- ¿Y? ¿Que se siente?-
- Se siente horrible, es como sentir que para la persona que te tenia que cuidar, valorar y querer, no eres mas que un obstáculo que se interpuso en su camino, y lo único que puede o tiene que hacer es tirarlo a la basura-
- ¿Vas a dejar que tu hijo pase lo mismo que vos?- algo en la cabeza del castaño hizo "click" claro que no. Se levanto del banco.
- Claro que no, muchas gracias-
- ¿Por?-
- Por abrirme los ojos... Y si me disculpa, tengo que ir a pasar navidad con mi familia, la que esta y la que esta por venir- el muchacho empezó a caminar
- Chico- dijo el hombre aun sentado en el banco- ¿Como te llamas?-
- Hipo Haddock- dijo dando la vuelta para mirarlo- el apellido es el de mi padre- y ante la mirada confusa del hombre le explico- de la persona que es mi padre, no de sangre, pero el se gano mi respeto y cariño, el si se merece el termino padre, porque lo es-
- Perdón por preguntar esto, ¿Quien es tu madre?-
- Valka Gomez- el hombre se lo quedo viendo, y se puso pálido
- ¿Esta bien?- le pregunto Hipo acercándose
- Si, si, ve, ve con tu mujer, que la pobre debe estar sufriendo-
- Gracias, jamas voy a dejar de agradecertelo, ¡Feliz Navidad!- dijo Hipo abrazando al hombre
- ¡Feliz Navidad, a ti chico!-
Cuando el hombre vio que el chico se subía al auto y tomaba la ruta hacia la ciudad, susurro:
"Feliz navidad a ti hijo, me alegra saber que eres feliz, y perdóname por se un maldito cobarde, y gracias a ti Dios, por este regalo de navidad"
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