Nota #8: Eyes set to kill- Give you my all
Listen to all this glass shatter.
Once pierced my ears and made them bleed.
Now it sounds so beautiful,
Because you're you're beautiful, You're beautiful.
La pareja se había quedado dormida durante la tarde y la noche. Despertándose Astrid a las seis de la mañana aun siendo abrazada por Fernanda, quien estaba respirando de manera pacífica con una sonrisa en su rostro, lo cual hacía que a la gótica5 se le saltara un latido, suspirando, no podía evitar observar lo tranquila que se veía su querida pareja.
«Novia»
Pensó la dibujante mientras se le pintó una gran felicidad en su rostro.
Se sentía realizada al estar compartiendo esos momentos con Fernanda, era un sueño hecho realidad para ella, la había visto de lejos toda la vida, desde la primaria hasta la universidad, sin embargo, desde el inicio de la carrera le había empezado a gustar mucho más la bajista, pero solo la veía de lejos.
Jamás le pasó por la mente que ella podría llegar a estar con la chica más hermosa del campus y a pesar de ello aquí estaba. Viendo su semblante, su belleza, su preciosa piel que parecía brillar con la poca luz que había en el cuarto. Su pecho alzándose lentamente con su respiración; Astrid trazó con sus dedos algunos de los tatuajes que tenía la jovencita, era tan perfecta a su manera, una princesa ante sus ojos.
—¿Princesita? —susurró para intentar despertar a Fernanda, habiendo pasado cuarenta minutos mientras ella la había estado contemplando.
La bajista por su parte solo musitó como si hiciera un puchero, intentando regresar a dormir.
—Amor, tenemos que levantarnos, tocaras en seis horas, hay cosas que hacer antes —mencionó la Lowllet mientras se alzó un poco saliéndose del abrazo de su amada, para recargarse en su diestra, se inclinó y besó los labios de la chica que somnolienta, la cual se despertó de manera lenta, hundiendo su mirada en la de su querida novia.
Se puso una almohada en su boca.
—¡Aliento mañanero! —se sonrojó Fernanda quien incorporándose.
Astrid sacó de su maleta un cepillo de dientes para que se lavaran la boca juntas.
Al terminar lo dicho, Fernanda abrazaba por atrás a su amada, dándole pequeños besos en la coronilla haciendo que esta se sonrojara.
—¿Cómo dormiste amor? —preguntó la bajista.
—Excelentemente bien en tus brazos, me sentí en las nubes —se volteó sobre su eje quedando enfrente de la bajista, para pararse de puntitas y besar sus labios, a lo cual respondía muy animada la músico.
—Hija...hoy es tu...
Se escuchó la voz de su padre salir de su cuarto quedándose paralizado ante lo que veía.
Ambas chicas eran tomadas por sorpresa, la dibujante intentaba separarse de Fernanda, pero esta no la dejó, pegándole más a ella.
—¿Así que ella es Astrid? —preguntó su padre viendo a la gótica, dándole su mano para estrecharla.
— Buenos días, señor Lancaster —se zafaba un poco para saludarlo.
—¡Es maravilloso conocerte! Fernandita me ha contado un poco de ti, me alegra tenerte en la casa.
—Gracias a usted por dejarme quedar! —sonrió de manera cortes.
—Bueno, las dejo solas. —dijo el señor —, hija estaré de viaje la próxima semana, iré a Michigan a cerrar unos tratos con los socios y a ver a tus abuelos.
El señor Lancaster sacó un fajo de dinero, alrededor de mil dólares dándoselos a Fernanda la cual se los arrebataba, ademan que no pasó desapercibido por Astrid.
—También está tu tarjeta liquidada ya, puedes usarla sin ningún problema.
—Saludas a mis abuelos de mi parte —contesta Fernanda dándose la vuelta para jalar a Astrid hacia su cuarto, dejando a su padre parado solo en el pasillo.
—Astrid... ¿podrías quedarte esta semana con Fernanda...? —dijo de la nada el padre de la bajista dirigiéndose a su nuera.
La gótica se detenía, volteando a ver a su suegro, captando la mirada triste del progenitor de su novia, pero también con un tinte de preocupación.
—¡Claro que sí señor! hoy pasamos por mis cosas para la semana y aviso a mis papás, Fernanda estará a salvo esta semana.
—Gracias, estaré muy agradecido contigo...cuida a mi pequeña —sonrió el señor mientras que se dio la vuelta tomando su maleta, bajando las escaleras —. Te quiero hija...regreso en una semana.
Vieron como bajó por las escaleras hasta perderse por el vestíbulo hasta que escucharon el abrir y cerrar de la puerta.
—¿Por qué tratas así a tu papá?
—Porque es un maldito alcohólico que le valí durante tres años después de la muerte de mamá —dijo Fernanda enojada mientras se quitaba su playera quedándose en un strapless bra negro enfrente de Astrid, haciendo que esta se sonrojara.
Se distrajo por completo del tema.
—Amor...no creo que hayamos llegado tan lejos como para estar desnuda enfrente de mi...digo no me opongo, pero si sigues así tendré que comerte en estos momentos —dijo pícaramente la gótica mientras observó los pechos de su novia apenas cubiertos por su brasier, no eran grandes, pero tampoco eran pequeños, tenía un tamaño normal, esto hacía que mil imágenes pasaran por la mente de Astrid con diversos escenarios donde ella estaba sentada encima de Fer saboreándola.
Al percatarse de ello, Lancaster se cubrió con sus brazos poniéndose del color de un tomate.
—Astrid... —gimoteó la bajista desviando su mirada—, me sonrojas.
—¡Ash! Amor solo es un juego, eres hermosa y eso lo sabes —dejó salir una risita malévola Astrid a lo cual Fernanda solo rodó sus ojos con una sonrisa en sus labios.
—¿Te bañas primero? —preguntó la músico.
—Si amor, si quieres, así salgo me visto y preparo tu ropa junto con todo para arreglarte.
—Perfecto, mientras iré preparando el desayuno princesa de la noche —mencionó Lancaster.
Astrid se dirigió al baño con una de las toallas de Fernanda, junto con su neceser con todas sus cremas, champú y jabón. Accionando las llaves de agua templándola, para desnudarse, dejando al descubierto su perfecta figura para entrar y sentir como el líquido golpeteaba su fisionomía.
Por su parte, Fernanda comenzó a cocinar unos hot-cakes con tocino, pan tostado poniendo té para su novia y para ella café, junto con su distintivo jugo de naranja que siempre tomaba la bajista. Uno de uva que le había comprado a Astrid para cuando estuviera ahí.
Una hora había pasó cuando Astrid se terminó de vestir en el cuarto de Fernanda, usando una playera negra de un personaje de anime, junto con una falda de cuadritos roja que le llegaba arriba de la rodilla, las medias de murciélago que tanto quería ver Fernanda y unos zapatos estilo Mary jane con su correa en forma de moño en la parte del empeine. Su rostro difuminado con una base de maquillaje, sus sombras oscuras, el delineado era perfecto, a la par de que sus labios estaban tintados con un tono coral.
Se acercó al guarda ropa de su amada, comenzando a ver todo lo que tenía durante unos diez minutos, hasta encontrar lo que quería siendo una playera negra de tirantes de alguna de sus bandas con un pequeño escote, unos shorts de mezclilla cortos que llegaban al inicio del muslo, pantimedias lisas, un brasier traslúcido oscuro junto con unos bóxeres de chica.
—Se va a ver divina, bueno siempre lo hace —sonrió la chica para.
Bajó hacia la cocina donde vio a Fernanda descalza aún en su brasier.
—Súbete a bañar en lo que yo sirvo amor —dijo Astrid a la musico.
Fernanda la observo y no pudo evitar morderse su labio como si en ese momento quisiera besar de manera desenfrenada a su pareja.
—¡Parece que si me merecía verte en esas medias! —le sonrió la chica mientras no dejaba de ver las piernas de su amada.
—Ojos acá arriba Lancaster o terminare follándote por ese diminuto brasier que tienes —eso captó la atención de la bajista quien se sonrojaba de sobremanera —. Ya te dejé tu ropa extendida en tu cama.
—Entendido.
Se fue a bañar mientras que Astrid comenzó a servir las cosas, sacando la miel de maple para los hot-cakes de ambas.
Fer llegó a su baño ya con su toalla para meterse a bañar con agua fría, siendo que sentía un gran calor en esos momentos, pero no uno normal, sino cierto movimiento entre sus piernas, estaba un poco mojada. Esto era ocasionado por Astrid, su manera de verle aunado a la forma en que coqueteaba de esa manera con ella. Ninguna persona la había puesto de esa manera.
Recibió el golpe de agua fría, comenzando a bañarse ya calmando un poco las hormonas, tallándose su cuerpo y su cabello, para después salir de la regadera, dirigiéndose a su cuarto, donde observó lo que había elegido aquella chica peli-azul para que se pusiera ese día, haciéndolo, al verse al espejo, sentirse bonita.
«Vaya que Astrid si sabe elegir ropa»
Se rio la chica mientras deslizo las pantimedias por sus sedosas piernas para que con ello culminara su odisea con la ropa, poniéndose unos tenis Nike en forma de bota de color rojo con negro que obviamente eran de hombre, pero ella amaba usar ese estilo de calzado.
Bajó para desayunar con Astrid lo cual hacían de manera rápida siendo ya casi las nueve de la mañana. Michael iba a pasar por ellas a las diez, siendo que aún les faltaba pintarla y peinarla.
—Lavo los trastes regresando hoy amor —dijo Fernanda
Se dirigieron a su cuarto donde Astrid sentó a su pareja enfrente del tocador donde comenzó a peinarla, usando su plancha para el cabello le hacía que su pelo quedará con caireles ya que con esa tonalidad café lograba que parecieran una cascada interminable de chocolate, pintándola con un sombreado naranja, delineado negro en sus ojos, una ligera capa de primer de maquillaje en su cara y sus labios de un tono coral muy similar al de ella.
—¡Te ves hermosa amor! —susurró Astrid en el oído de la chica.
—Solo por qué tú me ayudaste cariño— la volteaba a ver sonrojada mientras su novia le daba un pequeño beso.
—¿Ya tienes todo listo amor? — preguntó Astrid entre besos.
—Si amor todo listo mi bajo ya está abajo igual mi amplificador, dinero en mi cartera, ¿A ti no te falta nada?
—No ya traigo todo, mi niña —mencionó con una sonrisa la gótica —. Sólo dejaré la otra bolsa acá, al fin me quedaré una semana contigo.
—¿Sabes? Eso me pone feliz —susurró Fernanda mientras tomó su cajetilla de cigarros de su estante junto con su encendedor.
—Entonces ¿No estas, enojada por lo de tu papá? —preguntó Astrid mientras ambas salían del cuarto de la bajista, bajando las escaleras para salir.
—Estoy molesta por él, no por qué tu hayas hablado con él o algo por el estilo, simplemente me irrita verlo —señaló la chica mientras cerraba con llave su casa.
—Lo entiendo, disculpa si te llegue a incomodar al hablarle, no fue mi intención.
—No es tu culpa preciosa —tomó el rostro de su pareja y le dio pequeños besos en sus mejillas, apenas rozando sus labios a su piel.
—Tengo que decir que amo verlas así —se escuchó la voz de Emily haciendo que ambas voltearan y vieran el carro de Robert con la otra chica gótica bajándose del mismo ayudada por el guitarrista.
—¿No iba a venir Michael? —preguntó Fernanda mientras chocaba su puño con Robert a la par de que Astrid abrazó a su mejor amiga.
—Me tienes que contar todo —se escuchó decir a la chica obsesionada con Halloween.
—Claro que lo haré —le sonrió Astrid mientras le guiñó el ojo haciendo que Fernanda se sonrojara.
—¡Ah! —cargó Robert a Fernanda abrazándola —. Ya viste que no eres solo una pequeña bola de odio, sabía que Astrid te domaría, y Michael tuvo que ayudarle a esta Amanda con su disfraz.
—¡Cosplay! —dijeron en unisón Emily y Astrid corrigiéndolo.
—Bueno cosplay o como sea, a esta Amanda, que irá creo de no sé qué cosa de sus caricaturas y de ahí iban a pasar por su amiga de, la tal Jennifer y por Erick que se estaba recuperando de una resaca, se fue a tomar ayer con Chad y Loui a un antro gótico.
—O sea nos desaparecemos doce horas y se cambia todo el itinerario— dejó salir una risita Fernanda viendo a su novia
—Así parece cariño.
—Por cierto, Chad y Loui no podrán venir, les toco proyecto de mitad de semestre.
—¡Oh qué mal! —dijo Astrid.
Robert tomó el amplificador de Fernanda poniéndolo en la cajuela de su carro junto con el suyo, mientras que Fer abría la puerta trasera para dejar a Astrid entrar, subiéndose todos al carro.
Manejó hacia el centro de convenciones, mientras iban todos escuchando un poco de música, siendo la canción de "The Catacombs" de "Shadow of Intent" la elegida por el que guitarrista.
—Tenía tiempo de no escuchar ese disco de "Shadow of Intent" —señaló Fernanda disfrutando la canción con la mano entrelazada con la de Astrid.
—Hace mucho no lo hacías porque no te gustan las buenas bandas —la molestó Robert haciendo que Fernanda rodará los ojos.
—Discúlpame, pero tengo mejores gustos musicales que tú, señor "veo high school musical por qué me gusta la actriz" y canta las canciones en la ducha —se defendió Fernanda mostrándole el dedo de en medio a lo cual Astrid dejaba salir una risita, sin embargo, Emily salió en defensa de Robert.
—A mi si me gusta "High School" musical —sonrió.
Esto ocasionó que Fernanda solo rodará sus ojos en molestia a la par de que Robert le mostraba ahora el ademan.
—¡Creo que gane este round!
—Jódete solo por qué Emi te ayudo —bufó Fernanda con cierta sonrisa marcada en su rostro.
Las dos chicas góticas se reían ante la pelea tan absurda de los amigos, mientras continuaban el camino hacia el sitio de la convención, llegando después de unos treinta minutos, bajándose todos a la par de que los músicos tomaron sus instrumentos y fueron hacia el backstage seguidos por las chicas.
En dicho lugar alcanzaron a divisar a Michael, a Erick qué traían su amplificador y guitarra, mientras que observaban como metían la batería del otro chico los del staff, al lado del mejor amigo de Fernanda estaba Amanda quien venía con un disfraz de lo que pareciera colegiala japonesa combinación con marinerito, con su cabello teñido de azul, mientras que a su lado una chica chaparrita, ojos café oscuros, un cabello largo lacio pintado de color como chocolate, con un vestuario muy similar al que traía Amanda, pero variando un tanto en lo que sería los zapatos y con un collar de una llave rosa.
Amanda al ver llegar a sus amigos corríó y abrazó a Fernanda y Astrid
—Por el amor de todo lo sagrado, ¡me lo tienen que contar! —dijo la chica sin dejar abrazarlas —Llevo veinticuatro horas queriendo saber el relato. Casi con la duda carcomiéndome y entender cómo es que por fin hiciste que "señorita odio el mundo nadie me entiende" se abriera contigo.
—Jajaja, claro después de la convención les contaré todo —mencionó la dibujante —, por cierto, sus cosplay de Tomoyo y Sakura están geniales.
—Gracias —respondió la otra chica, la cual, observaban Fernanda y Astrid que no le quitaba los ojos de encima a Erick, estaba anonada con el vocalista de la banda.
—Por cierto, ella es Jennifer, amiga conoce a los otros miembros de la pandilla— señaló la jugadora de Voleibol —Él es Robert el otro guitarrista, Emily, la futura novia de Robert, ellas son Astrid y Fernanda la bajista, son la pareja más linda del mundo después de Michael y yo.
Hacía que se sonrojara Robert, mientras que Emily volteó a ver las nubes a la par que decían un tímido hola.
Jennifer se le quedó viendo a la gótica, pero no de una manera pervertida ni nada por el estilo, sino como si tratará de reconocerla de algún lado o sitio, lo cual no pasó desapercibido por Fernanda, decidiendo dejar para otro momento como nota mental preguntarle cuál era su problema.
—Es un gusto, chicos, me alegra que "Beyond the Light" haya decidido formar parte de esta convención con este pequeño concierto, espero no les moleste, después del concierto ¿podrían tomarse fotos con sus fans?
—No es como que tuviéramos muchos... — dijo Robert.
—Oh se sorprenderían cuantos fans tienen en la escena del anime desde que Michael y Amanda son pareja.
En ese momento varios de los modelos de cosplay de la convención, siendo un grupo de cuatro, dos chicas y dos chicos, observaron a la banda acercándose.
—Lo cumpliste Jen, trajiste "Beyond the Light" a la convención— exclamó uno de los muchachos que veía a Fernanda —. ¡Oh por dios! Si son ellos, es Lancaster
Se movía hacia ella intentando abrazarla, algo que todos los integrantes de la banda sabían que le molestaría si era un desconocido.
En un abrir y cerrar de ojos, Erick, Michael y Robert estaban enfrente del chico sin dejarlo pasar mientras que Astrid tenía a Fernanda en sus brazos, dejando anonado al modelo.
—No lo tomes personal James, pero a Fer no le gusta mucho el contacto humano —comentó Amanda mientras ponía una mano sobre el hombro del joven quien se sentía un poco amedrentado por las figuras imponentes de los amigos de la bajista y aparte observaba como su novia la abrazaba, por su parte la músico estaba muy roja.
—Lo siento, lo siento, no era mi intención, discúlpeme Lancaster-Sama —hacia una reverencia muy al estilo japonés en son de respeto.
—Nos podrían firmar nuestras mochilas —dijo una de las muchachas que acompañaban al cosplayer para romper la tensión.
—Si claro —sonreió Erick volteando a ver a Fernanda —¿Estas bien con ello Fer?
—Si claro no se preocupen y disculpa amigo, no lo tomes a mal pero no estoy acostumbrada a ese tipo de desplantes, me tomaste desprevenida —mencionó la chica sin soltarse de la mano de la chica gótica, sin embargo igual veía que los cuatro observaban a su novia de la misma manera que Jennifer, como si intentaran reconocerla, esto le estaba ocasionando mucha duda y cierta intranquilidad, pero lo ponía de lado al momento de firmarles la mochila a los modelos, los cuales se despedían yéndose del sitio.
Jennifer por su lado se acercó un poco más a Erick y entablaba una conversación alejándose un poco del grupo, teniendo las mejillas rojas la chica, viendo al guitarrista como si un ciego viera al sol por primera vez.
—Ahí señores y señoritas, habrá algo —señaló Amanda.
—¿Tú crees? —preguntó Michael.
—Amor, esa niña es la fan número uno de Erick, es la jefa del club de Fans de su banda.
—¡A caray! ¿Tenemos club de fans? —cuestionaba Fernanda.
—Si uno pequeño de unas cuantas personas, casi todas del área de Boston y ciudades aledañas —respondió Emily
—¿Y tú como sabes? —preguntó Robert
—Por qué Astrid es miembro desde que vio por primera vez a Fernanda tocando en vivo.
Astrid se sonrojó mucho ante la afirmación de Emily.
—Jajaja ¿Eras mi fan?
—Créeme que sigo siéndolo, desde el inicio de a universidad— sonrió la gótica a pesar de haber sido balconeada por su mejor amiga.
—¡Aww te quiero! — Fer besó la mejilla de su novia.
—Y yo a ti —respondía aun un poco abochornada.
—Ya es hora de que entremos —dijo Jennifer, dejando pasar a los integrantes y sus acompañantes, siendo ella quien acompañaba a Erick, parecían estarse llevando muy bien, ya que se la pasaban sonriendo y bromeando entre ellos.
—Se llevan excelente ambos —comentó Michael viendo a su amigo con la cosplayer.
—Si, de hecho, bueno sin contar de que Jenny siempre ha tenido un mega crush con Erick.
—¿Tú la conoces de antes? —preguntó Fernanda
—Si, es una de mis mejores amigas —veía el rostro de Fernanda con cierta mueca de molestia —. No Fer, no como tú, pero con ella sí puedo ir a las convenciones y a los cafés de anime, la vez que te lleve te acabaste aburriendo y durmiendo en un sillón.
—No sé por qué no me sorprende, si Fernanda le hacía bullying en la preparatoria a los otakus menos a Amanda —dijo Michael —. De hecho, ella hacia llorar a tu novio de ese entonces.
Soltaba una carcajada el baterista recordándole esos episodios a Amanda.
Astrid alzaba la ceja viendo a su novia y ella solo sonrió encogiéndose de hombros.
—Lo siento, en mi defensa lo molestaba porque Michael se ponía celoso de que anduviera con ese niño olor a humedad esta Amanda.
—¡Cállate Fernanda! —se pegaba con la mano en la frente su mejor amigo haciendo que una risita saliera de los labios de su novia.
—Jajaja, recuerdo cómo te odiaba en ese entonces —señaló la cosplayer tomando la mano de Michael —Eras bien malo con mi grupo de amigos, bueno en general los cuatro eran bien malos con todos menos conmigo. Me acuerdo cuando Fernanda hizo llorar al chico hindú creo se llamaba Amun o algo así, que le dijo que iría en una cita con él e ir a un baile de la escuela y lo dejo plantado por que se fueron a tomar y fumar ustedes.
—Vaya que eras mala mi niña —arqueó su ceja Astrid —. Si había oído rumores de eso en la escuela, de como ustedes trataban mal a ese grupo de chicos.
—En mi defensa el chico me pidió salir con el cuándo estaba muy dopada de marihuana y solo podía reír y asentir.
—Aparte Michael no quería ir porque Amanda iba a ir con su novio virgen —señalaba Robert quien iba de la mano de Emily
—Para tu información no era virgen.
—Si tú se lo quitaste —soltó la carcajada Michael.
—Si y como te molesto eso, jamás se me olvidará —sonrió la capitana de Vóley bol.
—Pues enojarme per se no, porque me acosté con tu amiga la porrista, la morena.
—¿Con Jessica? —abrió los ojos sorprendida Amanda.
—Creo que sí.
—Estaba ardido —señaló Fernanda.
—No lo estaba —se indignó Michael.
—Claro que sí, ¿no hasta me hiciste investigar el rumor? —recordó la bajista.
—Pues que, siempre me había gustado Amanda y que ese imbécil la hubiera tocado y demás en ese entonces me molestaba.
—Si no hubieras sido un tonto durante la preparatoria, te hubiera hecho caso, pero tenían los cuatro que comportarse como el un grupo de idiotas.
Rodó sus ojos Amanda mientras los tres que estaban ahí soltaron una carcajada
—¿Cómo es qué acabaron siendo amigos? —preguntaba Emily intrigada —. Ya que después de cierto tiempo, vimos que Amanda pasaba casi todo su tiempo con ustedes.
—Al final del último año, mis amigos otakus querían hacer una broma un tanto pesada, yo ya había cortado con este George en ese entonces, se enojó y entre todos empezaron a buscar como filtrar las nudes de todas las chicas que tenían en la escuela, eso por obviedad me afectaba a mí. Un día Fer me encontró llorando en el baño, en vez de molestarme o decirme algo se acercó me rodeo con su brazo y me tranquilizo, fue cuando le conté todo, le mando mensaje a esos tres mastodontes explicándoles todo, entonces, como a ellos no le tenían miedo a nadie, se metieron al cuarto de cómputo de mis ex amigos y sin pena ni gloria los amenazaron quitándoles sus celulares, siendo que Michael le dio la golpiza de su vida a George cuando le grito que se iba a quedar con sus sobras.
La voz de Amanda se quebraba un poco.
—Le dijo que sólo la había usado —dijo Robert.
La cara de Michael era de piedra al recordarlo.
—Le puso la golpiza de su vida al chico este Michael —mencionó Erick uniéndose a la charla —, lo dejo muy mal, pero salió algo bueno de eso, Amanda le dio la oportunidad y demás, pero lo llevaron muy lento todo, hasta hace dos años decidieron hacerse oficiales a pesar de que se la pasaban besándose, fajando y cogiendo, sin definirse.
—Y no cambiaría nada de eso, eso me enseñó a valorar a Amanda y amarla como jamás había amado a alguien
En ese momento la deportista se detenía, parándose enfrente de Michael quien lo abrazaba y besaba enredando sus dedos en su cabello.
—Eres el amor de mi vida, brabucón.
—Ya mucho am... —dijo Fernanda, pero era silenciada por la boca de Astrid.
—Tu no digas nada Lancaster —susurró con sus labios pegados a ella, haciendo que sonriera la chica.
En dicho momento la amiga de Amanda se paraba enfrente de ellos, con una mueca de felicidad plasmada en su rostro.
—Entran en quince min a tocar ya hay varias personas, sus acompañantes me pueden seguir, estarán conmigo —dijo Jenny mientras se acercaba a Erick y le daba un beso en la mejilla —. ¡Mucha suerte!
Emily se acercó a Robert, sonriéndole mientas lo veía de manera tímida.
—Exito jacksito —se puso de puntitas, besando su mejilla de igual manera.
Amanda solamente besaba a Michael tiernamente sonriendo.
Astrid abrazó a su amada y tomó su rostro en las manos besándola, sonriendo contra sus labios.
—Te adoro.
—Y yo a ti princesita —respondió Astrid mientras acompañaba a las chicas a donde se encontraba Jennifer.
—Bien amigos, ya saben, hay que romperla como siempre, somos los mejores —dijo Erick sonriéndoles.
—Entonces ¿vamos a tocar la de "Eyes set to kill" para Astrid verdad? —cuestionó Robert
Fernanda sonrojada asintió.
—¿Tú la cantaras verdad? —preguntó Michael.
Nuevamente afirmaba ruborizada la bajista.
—Entonces a darle chicos.
Todos chocaron juntos los puños deseándose buena suerte.
—Buenas tardes a todos, Mi nombre es Jennifer, una de las organizadoras de este evento cada año y como han pasado los rumores, de oído en odio en esta comunidad, me complace presentarles a una de las bandas más famosas de Boston, conformados por cuatro magníficos músicos. Con ustedes "¡Beyond the light!"— gritó mientras se movió a donde estaban en un como palco enfrente del escenario, Emily, Astrid y Amanda esperándola, siendo inundado el anuncio por gritos de las personas llenas de emoción.
A la par de que entraban primero Michael saludando a todos, siendo recibido por una gran ovación, sentándose en su batería, seguido por Robert quien solo sonreía sonrojado y saludaba, posteriormente entraba Fernanda, con una amplia sonrisa mientras que muchos chiflidos se hacían sonar por parte de la gran mayoría de los hombres lo cual hacía que Astrid sintiera un poco de celos y más al ver que había un grupo de chicos de no más de diecisiete años que traían una pancarta con una foto de la bajista tocando con la leyenda que decía "Queen", hasta el último salió Erick ocasionando una gran euforia por parte de hombres y mujeres.
Cada uno se puso en su instrumento, tomándolo para comenzar mientras que Erick agarró el micrófono.
—Buenos días Boston, somos "Beyond the Light", estaremos tocando unos cuantos covers —sonreió mientras que muchos espectadores gritaban y saltaban.
Michael golpeó sus baquetas en el aire tres veces y comenzó a tocar con una gran velocidad, iniciando con una canción llamada "Unholy" de la banda "Aeons of Corruption"
Los espectadores comenzaba hacer un círculo para empezar lo que sería el "slam".
La voz de Erick parecía de ultra tumba, era poderosa, ocasionando escalofríos sobre muchos de los espectadores, era como si escucharan un demonio cantando, los guturales, tanto los "growls" como los "screams" eran altos y bajos ocasionando una sincronía con la agresiva melodía que sonaba.
Al terminar la primera canción Erick tomó un poco de agua mientras que Fernanda se limpiaba el sudor, siendo inundados por los aplausos y gritos de los presentes.
—Gracias, eso fue "Unholy" de la banda "Aeons of Corruption"
Muchos aplaudían, mientras que Jennifer veía a Erick brillándole los ojos.
—Es tan... — murmuraba la cosplayer.
—¿Por qué no lo intentas? —cuestionó Amanda.
En ese momento comenzaban otra canción igual de potente que la anterior, con fuertes estruendos de golpes por parte de la batería ejecutados a mano de Michael, seguido por la entrada de Fernanda.
—¿Intentar qué? —dijo sonrojada Jennifer.
—Él está muy lastimado y siento que tu podrías ayudarlo a salir de lo hundido que esta —dijo Amanda—. Aparte se llevaron muy bien.
—Sabes que siempre me ha gustado Erick...Y si por mi fuera aprovecharía ahora que ya está la otra fuera de la jugada...pero ¿y si no me invita él?
—Cariño es el siglo veintiuno, las mujeres podemos invitar a salir a los chicos si queremos —dijo Astrid sonriéndole, pero retornando su atención a Fernanda, sentía que su corazón latía de manera veloz, se veía tan hermosa mientras tocaba.
La canción estaba con una gran euforia en el grupo, hasta que culminaba, los músicos ya estaban sudando, tomaron agua todos.
—Eso fue "You only Live once" de "Suicide Silence", en memoria de él gran vocalista Mitch Lucker que falleció en el dos mil doce desafortunadamente en un accidente vial.
Los integrantes de la banda bajaron la cabeza en son de respeto siendo imitado por los espectadores.
Al guardar el debido respeto, Erick comenzó a tocar de manera rápida la guitarra parecía que la hacía llorar, mientras que era secundado por Robert, Michael y Fernanda, quienes lo seguían al son de la canción "Pray for Plagues" de "Bring me the horizon"
—¡Uyy! Ese cancón hace mucho no la tocaban —dijo Amanda sonriendo —Es de mis favoritas de su covers, suena super bien, la han mejorado.
Emily observó como Robert se estaba esforzando al tocar, pintándosele una sonrisa en su rostro, para posteriormente cruzar la mirada ambos, haciendo que la respiración se le escapara a la gótica quien sentía una fuerte pulsación en su pecho, tenía unas ganas inmensas de bajar a besarlo algo que ocasionaba un sonrojo en sus mejillas.
La canción culminó haciendo que todos los presentes exploraran en euforia y felicidad.
—Gracias chicos, son un excelente público, esta canción es muy conocida, se llama "Demon King" de "Brand of Sacrifice" —sonrió Erick junto con sus demás compañeros.
La cuarta canción inició de una manera más melódica sintiendo como la guitarra de Robert marcaba el ritmo en esos momentos, seguido por el bajo de Fernanda que ponía sus piernas en una de las lamparás terrestre del escenario apoyándose en ella mientras seguía tocando su instrumento con una de sus extremidades arriba, el sudor hizo marcar su playera y con ello brillaba un poco contra la luz, a lo cual, Astrid la veía sonrojada.
La gótica no dejó de verla, lo cual ocasionaba que mil y un pensamientos pasaran por su mente, imaginando a Fernanda en su cama, enrollada en las sábanas con ella encima, besándole, bañada por el sudor de los cuerpos de ambas moviéndose en una sincronía casi perfecta mientras ella le hundía su boca en el cuello, mentalizando como gemiría, ocasionando que sintiera cierto cosquilleo en su zona erógena, más al pensar cómo podría sentirse ella junto a su amada novia chocándose la una con la otra, era una imagen erótica.
«Es hermosa, la niña más hermosa del mundo» suspiró Astrid sonrojada.
Al terminar la última canción que habían iniciado a tocar y esta vez no era Erick el que tomaba el micrófono sino Fernanda.
—Gracias a todos por su apoyo— La voz armoniosa de la bajista hacía que todo mundo se callara, mientras que Erick había salido del escenario y regresado con una guitarra acústica para dársela a Fernanda.
—La siguiente canción y última, es para la persona más especial de mi mundo, la chica que ha robado mi corazón a lo largo de unos meses que nos hemos estado conociendo, es la dibujante más divina de este universo, llegó en el momento más aciago de mi vida y no puedo evitar agradecer que este a mi lado, Astrid eres la luz de mis ojos —dijo Fernanda haciendo que su mirada se posará sobre la dibujante quien tenía sus manos sobre su boca sorprendida por lo que estaba haciendo la bajista.
—Esta canción es de "Eyes set to Kill", su nombre es "Give you my all".
Tomando la guitarra en sus manos comenzaba a tocar de manera lenta acercándose al micrófono para cantar. La voz de Fernanda era tranquilizante, muy pocas personas la habían escuchado y su entonación era hermosa.
El corazón de Astrid latía al cien por hora, mientras escuchaba la letra de la canción, sintiendo que sus ojos se llenaban de lágrimas al escuchar la melodía que Fernanda le estaba dedicando.
La bajista no dejó de ver a su novia, aún entonando la canción, sonría al ver la felicidad de la gótica en sus ojos, sabía que había hecho lo correcto, su corazón estaba acelerado, su voz no se detenía solo quería hacerla feliz.
Su voz se iba apagando con cada palabra a la par de que veía que Astrid bajaba por las escaleras, acercándose al backstage, donde estaba esperando a Fernanda, quien daba el micrófono a Erick esperando a que se despidiera de los espectadores, quienes parecían estar en un estado de éxtasis y felicidad por el pequeño concierto.
—Gracias a todos, somos "Beyond the light", han sido un excelente público.
Y con ello todos hacían una reverencia saliendo del escenario siendo primero Erick, seguido por Michael, posteriormente Robert y al final Fernanda quien al entrar a la parte trasera del escenario era recibida por Astrid quien, sin importarle que todo mundo la viera, tomó a la bajista pegándola a la pared dándole un beso lleno de pasión y cariño, la boca de Astrid danzaba sobe la de Fernanda quien respondía con el mismo ímpetu la gótica rodeó las caderas de la bajista, mientras que ella la abrazaba por el cuello, sin apartarse de sus labios.
—Eres todo para mí...— susurró Fernanda entre cada pausa para inhalar aire mientras mordía el labio de la chica.
—Y tú para mí preciosa...— contestó la dibujante pegándola más a su cuerpo.
Sus amigos observaron la escena enternecidos, la banda jamás había visto tan feliz a Fernanda mientras que Emily por su lado nunca pensó volver a ver a su mejor amiga sonriendo con una mirada tan enamorada como en esos momentos, ellas eran perfectas la una para la otra.
Las chicas se quedaban viéndose la una a la otra con sus frentes juntas sonriendo, estaban bien, habían llegado a donde pertenecían.
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