Nota #25: In this moment- All For you
You know that you're the reason
In everything I do
It's all for you
You know that you're my reason in life
It's all for you
Las chicas entraban al garaje, con Astrid cargando al niño e Ishtar con las hamburguesas para todos, obviamente al verlas ingresar con un niño Fernanda alza la ceja extrañada y con cierta preocupación.
—¿Algo que deba saber? — su voz es fría
— Si amor, me cogí con Kyle y en dos minutos concebí un niño de 4 años, felicidades ya eres madre también— decía de manera sarcástica la gótica con cierta molestia, sin embargo, eso no le hacía gracia a Fernanda poniéndose de muy mal humor.
—Es mi hijo Fer— decía rápidamente Sayumi mientras dejaba la comida en la mesa
Todo mundo se le quedaba viendo a la asiática un poco extrañados los demás integrantes de la banda, volteando del niño hacía Ishtar y de regreso.
Fernanda en ese momento entendía todo, el por qué la chica asiática había desaparecido durante cuatro años, esto la hacía comprender muchas cosas de por qué la distancia entre ella y Sayumi durante todos esos años.
—¿Quién es el padre? — preguntaba Fernanda viéndola un tanto molesta.
—Eso no te incumbe a ti princesita— señalaba Astrid mientras se sentaba aun cargando al niño.
—Fue Tyler...el del campamento...— susurraba Ishtar bajando la mirada un tanto apenada.
—¿Y dónde está? — cuestionaba Fernanda
—Se fue con otra...— musitaba la guitarrista
—Fernanda eso es suficiente...ella no te debe ninguna explicación— imperaba Astrid ya un poco molesta.
Esto tomaba por sorpresa a Fernanda siendo que su novia siempre le tiraba mucho odio a la asiática, sin embargo, ahorita hasta cargaba a su hijo y la defendía de los ataques de la bajista.
—Lo sé, lo siento Sayumi...no fue mi intención— susurraba la chica tatuada mientras que sus demás amigos habían visto todo boquiabiertos.
—No te preocupes Fer, entiendo que estes muy sacada de onda, pero solamente paso, pensé estar enamorada de él, me deje guiar mal, pero no me arrepiento, amo a mi hijo como no tienes una idea— sonreía la chica viendo a su amiga.
En eso se estaba despertando el niño moviéndose un poco en los brazos de Astrid, lo cual captaba la atención de Fernanda, hundiéndose en la imagen que veía en esos momentos, la maternidad le sentaba muy bien a su novia, se veía hermosa cargando a ese niño, la hacía vibrar, sintiéndose inmensamente feliz.
El niño movía su manita hacía el rostro de Astrid tocándolo —Tía "Astid" — mientras se ganaba una sonrisa por parte de la gótica junto a un suspiro de todos los presentes.
Astrid bajaba al niño sonriendo ayudándolo a sostenerse por lo somnoliento que estaba, para que posteriormente observará el infante a su mamá, corriendo hacia ella para abrazarse de sus piernas con una cálida risita de diversión.
—Kiba, ellos son mis amigos— señalaba a la banda y a sus novias.
—Michael, Erick, Amanda, Emily, Jennifer, Robert y Fernanda— sonreía la guitarrista mientras apuntaba a cada uno de los chicos, sin embargo, el niño caminaba hacia la castaña sonriéndole.
—Mamá tiene una foto tuya en su mesa...—
Esto hacía que la pelinegra se sonrojara de sobremanera, ocasionando que los demás se comenzarán a reír incluso Astrid quien sabía que ella ya no era una amenaza para la relación de Fernanda y ella.
—Kiba no hagas quedar mal a tu mami—se ponía de cuclillas Fernanda enfrente del pequeño abriendo sus brazos para que le diera un abrazo —Soy tu tía Fernanda y amo conocerte...— le sonreía la chica
El diminuto infante volteaba a ver a su madre, como si esperara permiso para hacer algo, a lo cual la chica solamente asentía, ocasionando que el niño abrazará fuertemente a Fernanda dándole pequeños besos en el cachete a la bajista a lo cual ella reía al sentir las cosquillas.
—Es un amor de niño— mencionaba Emily a todos al ver esa pequeña escena.
Astrid por su parte sentía que su corazón se le salía de su pecho al observar el afecto que tenía Fernanda hacia el pequeño, era como si estuviera hecha para tener a un niño en los brazos, era sumamente cariñosa con él, haciéndole cosquillas riéndose los dos, los ojos de la bajista estaban brillando, como si fuera algo que ella quisiera hacer, que pudieran adoptar y criar a un hijo juntas, era una de sus metas a largo plazo.
—Mami ¿Ya puedo comer mi hamburguesa?— cuestionaba el niño volteando a ver a Ishtar.
—Si mi amor claro...— sonreía la guitarrista.
—Yo digo que hay comer antes de ensayar— sonreía Erick viendo a sus amigos, a lo cual asentían contentos.
Todos se dividían en grupos, Amanda con Michael e Ishtar.
Robert con Emily estaban hablando rápidamente mientras ella se sonrojaba y sonreía.
Erick y Jenny estaban dándole de comer a Kiba mientras que ellos de igual manera ingerían sus alimentos, dejando a Fernanda junto con Astrid quienes estaban en el sillón terminando de comer.
—¿Cómo te fue con ese imbécil? — cuestionaba la bajista haciendo que Astrid cayera en cuenta que no todo iban a ser buenas noticias.
—Se negó a ello...— susurraba la gótica y sorprendentemente Fernanda no se enojaba por ello solamente suspiraba como si estuviera ya cansada de todo.
—Sabía que se iba a negar...— musitaba mientras tomaba un poco de su refresco.
—¿Por qué lo dices? — cuestionaba la gótica.
--Amor si tu vendiste esa cosa a cuarenta dólares, yo creo que el igual, obviamente no iba a dejar que una de sus mayores fuentes de ingreso se fuera a la mierda por mis sentimientos—susurraba la bajista un tanto triste encogiéndose de hombros.
—Fer...créeme que de verdad lo siento—susurraba la peli-azul
—No me molesta del todo—mencionaba Fernanda intentando sonreír
—Entonces ¿Qué sucede? — cuestionaba la gótica.
—Nada amor, como te dije no estoy enojada, estoy en un estado neutral...me hice a la idea que ese video siempre estará ahí afuera, ya solo es hacerse a la idea de que puede llegar a comentarse, pero no nos afectará, nuestra relación está siendo más fuerte cada día— le sonreía de lado la castaña.
Astrid sabía que a su novia le estaba doliendo aún mucho eso, lo sentía en sus comentarios y en su rostro, su pareja estaba tratando de hacer muchas cosas de lado, como por ejemplo esa, sin embargo, le costaba, como bien había dicho Kyle, Fernanda aún era una niña, quien estaba forjándose en entender muchas situaciones como la que estaban pasando en esos momentos.
—Aunque me duela, prefiero soportar ese dolor a perderte...— susurraba Fernanda cabizbaja.
Esto hacía que los latidos de Astrid se aceleraran, se sentía muy mal por los secretos que le estaba ocultando, como le había fallado en esos momentos y si bien no había sido un engaño, si le molestaba recordar cómo había corrido a los brazos de Kyle cuando sentía algo muy fuerte por Fernanda, se sentía sucia y muy mal, sabía que tenía que decírselo, debía encontrar el momento adecuado para ello.
—Me mataría perderte Astrid...de verdad que siento que mi vida no valdría nada si me llegases a dejar...— susurraba Fernanda viéndola de reojo.
—Tu vida vale mucho amor, conmigo o sin mí, tú eres una maravillosa persona... — susurraba Astrid con un gran peso en su corazón
--No lo entiendes, Astrid, tú me devolviste a la vida...eres la única persona en la cual confió mi existencia, me devolviste a la misma, tú lo viste cuando me conociste, no era nadie, no me veía viva y conforme empezamos hablarnos, ibas a los ensayos, convivíamos más juntas, me fuiste retornando a un estado de felicidad parecido al nirvana, todos esos días antes de que formalizáramos, me hiciste sentir que valía la pena y que alguien de verdad se preocupaba por mi... — sonreía la músico mientras pasaba su pelo por detrás de su oreja sonrojada.
Astrid sabía que se le estaban por salir las lágrimas, se sentía pésimo ante lo que le decía Fernanda, ella siempre estuvo feliz incluso antes de formalizar, mientras que la gótica se la pasaba revolcándose con Kyle por miedo, no podía seguir mintiéndole.
—Fer tenemos que hablar...— susurraba Astrid
Esto ponía a Fernanda con los pelos de puntas, sentía miedo, ante lo dicho por Astrid, más ahora que había regresado de ver a Kyle.
—Dime...— musitaba Fernanda
—Ishtar...— llamaba a la metalera.
—Man...— veía la cara de Astrid y entendía lo que pasaba
—¿Nos acompañas...? — musitaba Astrid con los ojos llorosos.
—Chicos cuiden tantito a Kiba, no tardamos...— les decía Fernanda mientras las tres salían del garaje, caminando unas cuantas cuadras donde había un parque.
Astrid se sentaba en los columpios, mientras que Fernanda en el suelo e Ishtar estaba parada viéndolas ambas.
—¿Qué sucede? — decía con cierto temor Fernanda
—Ardillita quiero que te calmes y que escuches todo antes de que explotes...— decía Ishtar viendo a la bajista.
—Díganme que está pasando, me están angustiando...— mencionaba Fernanda mientras veía que Astrid tenía lágrimas en los ojos.
—Fer, antes de cualquier cosa, quiero que sepas que tú eres el amor de mi vida, que jamás había estado enamorada de alguien como lo estoy contigo, que mi corazón desde un inicio fue tuyo...desde que nuestras miradas se cruzaron y nos dirigimos la primera palabra, mis ojos eran para ti, mis sentimientos están destinados solo a pertenecerte a ti...pase lo que pase... — sollozaba la gótica.
—Dime ¿Qué paso Astrid? — susurraba Fernanda.
—¿Ves siempre que me ibas a dejar a mi casa después de los ensayos y no nos quedábamos juntas?...¿O la vez que te dije que iría a jugar videojuegos con un amigo?— murmuraba la gótica mientras la bajista asentía.
—Siempre...acabe en cama de Kyle, durante nuestras tres primeras semanas de conocernos...— susurraba la chica bajando la cabeza con gruesas lagrimas rodando por sus mejillas.
A Fernanda le había caído un balde de agua, estaba en shock, sentía cierto calambre en su cuerpo, se sentía torpe, le hormigueaban las manos y los pies, melancolía liquida se comenzaban a manifestar en sus ojos, lo cual intentaba mantener dentro.
—¿Cómo que en la cama? — susurraba Fernanda.
—Me acosté con el mínimo una vez por semana desde que empezamos a llevarnos bien tú y yo...me detuve después del video...fue cuando me di cuenta de mi idiotez.
Fernanda se quedaba viendo hacía el suelo con un fuerte dolor en el pecho, hace años no había tenido esta molestia, no desde el día que había muerto su madre.
— ¿Por qué lo hiciste? — musitaba Fernanda, con su voz quebraba.
—Fui una estúpida...me sentía confundida...no sabía que me pasaba, no sabía que sentía, no quería tampoco presionarte a tener sexo...fui una tonta Fernanda, no supe separar bien mis ideas, no supe poner mis prioridades, falle al inicio, pero te juro que no lo he hecho desde que formalizamos...te lo juro de verdad...— susurraba Astrid sin dejar de llorar, se sentía fatal, como si supiera que esto podría ser el final de la relación con ella.
La chica con expansiones suspiraba, tratando de controlarse, inhalaba, exhalaba, intentaba no dejar salir sus lágrimas a pesar de estar muriendo por lo que estaba pasando, tenía un hueco en su corazón, uno que no sabría si algún se iba a curar.
—Está bien...no te preocupes...— susurraba la músico cabizbaja
—Fer...— se acercaba Astrid y la abrazaba, sorprendentemente la bajista le respondía su desplante de afecto.
—Dime algo amor...— susurraba Astrid.
—No sé qué decir Astrid...no te lo negaré sospechaba de ello desde antes cuando un día se tardó de más mi Uber y te vi cambiándote en algo sexy y hablando por teléfono, pero no le di importancia...la verdad pense que solo te estabas probando la ropa que habíamos comprado ese día, no alcanzaba a ver bien que te habías puesto, ya estaba muy cansada — musitaba la bajista mientras sacaba 3 cigarros dándole uno a Ishtar, uno a Astrid y para ella prendiéndoselos.
— Jamás estrene nada con el...todo lo usaba primero contigo, toda esa ropa sexy que me veías comprar siempre fue para usarla contigo, de verdad perdóname... — decía Astrid mientras intentaba hacer que la bajista la viera a los ojos, cosa que la destruía, no estaba ese brillo que caracterizaba a Fernanda, no estaba aquella felicidad que siempre mostraba, era como si todo se hubiera apagado de un momento a otro.
—No tengo nada que perdonar, no éramos nada, solo estábamos saliendo — trataba de sonreír Fernanda
Astrid estaba extrañada ante la respuesta de la chica, no era algo habitual de la chica tatuada, por lo general estaría llorando y maldiciendo todo intentando golpear a alguien.
—Necesito tiempo a solas...— decía Fernanda desviando la mirada
— ¿Quieres que terminemos? — susurraba Astrid asustada.
—No claro que no...— tomaba Fer el rostro de Astrid en sus manos y la besaba tiernamente mostrándole que estaba dejando de lado todo eso — solo quiero estar sola hoy un rato...— susurraba la bajista
—Te daremos tu espacio ardillita, ven Astrid, ella necesita canalizar esto... —
—Me da miedo dejarte sola...por la última vez...— musitaba Astrid.
—Entonces quédate conmigo...no me sueltes...— susurraba Fernanda.
Los ojos de la gótica se abrían como platos ante lo dicho por la músico mientras Fernanda la abrazaba y besaba su frente.
—No tienes por qué estar mal amor...entiendo que te sentías abrumada por todo, sé que yo no soy alguien fácil con quien lidiar, te amo Astrid y eso que paso no tiene ningún peso para mí porque aún no éramos novias, desde que somos oficiales tu jamás me has fallado, así que no hay problema alguno— musitaba Fernanda pegando sus labios a los de Astrid sonriéndole —No pienso perderte por nada en el mundo— susurraba en el beso.
Astrid se hundía en el pecho de su amada, llorando mientras la chica la consolaba —Jamás te volveré a lastimar, te amo demasiado...eres todo lo que más adoro en este mundo—
—Lo se amor...— con ello se quedaban sentadas en el césped abrazándose, mientras que Ishtar solamente sonreía y se regresaba a la casa, sabía que hoy no habría ensayo.
Este capítulo es muy necesario, será un parte aguas en su relación, estoy por decidir lo que pasara.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro